¿Por quién vas a ser marcado?
La sentencia abominable del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que obliga a todos los estados de la unión a admitir la institucionalización del pecado nefando por el que fueron destruídas Sodoma y Gomorra, es un paso más en el proceso de degeneración de la civilización occidental y el abandono radical de cualquier raíz cristiana de la misma. Dado que esa nación, con razón o sin ella, ha sido considerada como el bastión de la democracia liberal, con separación real de poderes, queda clara la verdadera naturaleza de ese sistema político, siquiera sea en la actualidad.
Por otra parte, ¿qué cabe esperar de un tribunal humano que consideró legal el poder matar al ser humano no nacido? Esta sentencia no hace sino confirmar que la “Gran Democracia” es un instrumento más del verdadero príncipe de este mundo quien, como afirmó Cristo, no es otro que Satanás. Habrá quien me pregunte cuál es la alternativa. Mi respuesta es tan clara como irrealizable en una situación de apostasía generalizada: cualquier sistema político que respete la ley natural y que no atente abiertamente contra la ley de Dios tal y como Cristo la enseñó.
La diferencia entre EE.UU y, por ejemplo, España, es que allá sí hay una parte de la sociedad profundamente cristiana. Tanto protestante como católica. Da un poco igual cuál sea el porcentaje de unos y otros. Y esa parte de la sociedad estadounidense tiene mucha capacidad de movilización. Lo hemos visto antes y lo vamos a ver en las próximas semanas. La próxima batalla legal tendrá como protagonista la libertad religiosa. Es decir, el Supremo que ha aprobado esa abominación tendrá que decidir si se puede imponer a los cristianos su aceptación, violando su derecho a estar en contra. Puede que pasen unos años hasta que llegue esa decisión y es probable que el próximo presidente de EE.UU tenga la clave al nombrar a un nuevo miembro del tribunal que pueda cambiar la balanza.
En todo caso, es cada vez más evidente, al menos para que el que vea la realidad con los ojos del Espíritu Santo, que eso que llamamos ESTADO ha tomado ya casi toda la forma de la gran bestia del Apocalipsis, que se dedica a esto:
Hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, reciban una marca en la mano derecha o en la frente, para que nadie pueda comprar o vender sino el que tenga la marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre.
Ap 13,16
Esa bestia o dragón tiene como principales enemigos a los cristianos:
El dragón se enfureció contra la mujer y se marchó a hacer la guerra al resto de su descendencia, a aquellos que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.
Ap 12,17
Por eso es altamente probable que en Occidente, sin llegar a lo que ocurre con nuestros hermanos en Oriente Medio, Asia y África, estemos a las puertas de una gran persecución contra todos aquellos que defendemos el matrimonio tal y como lo dispuso Dios y tal y como Cristo lo restauró en el Evangelio. No son pocos los casos en que los cristianos están ya sufriendo en Occidente unas leyes que atentan contra su derecho a creer que el matrimonio solo puede ser la unión ente un hombre y una mujer. La persecución ya es un hecho a nivel de valoración social. Defender hoy la ley natural sobre el matrimonio empieza a convertirnos en poco menos que apestados. Pero eso no les bastará. Usarán sus leyes como las usaron los emperadores romanos para someter a los cristianos de entonces. Y no serán pocos los bautizados que aceptarán esas leyes, auque eso les lleve de cabeza al infierno.