(SIR/InfoCatólica) Los padres de la niña, Dean Gregory, de 37 años, y Claire Staniforth, de 35, que llevan semanas librando una dura batalla legal para salvar a su hija, no pueden por tanto trasladarla a Italia, donde los médicos creen que tiene muchas posibilidades de sobrevivir.
Sin embargo, el juez Robert Peel ha decidido que los médicos no pueden desconectar el respirador artificial que mantiene con vida a Indi hasta mañana a las 15.00, hora italiana, para que los padres puedan apelar de nuevo.
Fueron los médicos del Queen's Medical de Nottingham, el hospital donde se encuentra la pequeña, quienes recurrieron a los tribunales porque los padres, que aseguran que Indi responde a estímulos, llora, mueve los brazos y las piernas, se oponen a la suspensión del soporte vital. Como en los casos de Charlie Gard, Alfie Evans y Archie Battersbee, el Estado cree conocer y proteger el interés superior del niño mejor que la familia.
«Aunque el traslado a Italia conlleve cierto riesgo, la única alternativa que se nos ofrece en el Reino Unido es aceptar la muerte de Indi», ha declarado el padre de la niña, Dean Gregory, que cuenta con el apoyo de los abogados de la organización benéfica del movimiento provida Christian Concern. «La oferta de Italia es la única posibilidad que tenemos de tratar a nuestra hija y, como padres, queremos seguir esta vía».