(Katolisch/InfoCatólica) Grech subrayó que en la Iglesia había reacciones muy diversas. Va «desde los que han aceptado realmente este desafío sinodal hasta los que lo combaten abiertamente». El cardenal continuó diciendo que al principio eran principalmente los obispos los que estaban en contra, porque temían que la participación del pueblo de Dios condujera a una especie de democratización de la Iglesia.
Mayores dificultades entre el clero
Mientras tanto, sin embargo, muchos de ellos están convencidos, basándose en su experiencia con el proceso de consulta de los últimos meses, de que se trata de un buen proyecto. La mayoría de los laicos habtían respondido con gran entusiasmo según Grech, aunque los datos indican precisamente una escasísima participación de los fieles (no llega al 1%) en el proceso.
El cardenal explica que las mayores dificultades se dieron entre el clero, especialmente entre los sacerdotes más jóvenes. Muchos de ellos mostraron un claro rechazo.
El jueves se conoció un texto publicado póstumamente por el cardenal australiano George Pell. En la revista británica «The Spectator», describió el proyecto del Sínodo Mundial como una «pesadilla tóxica». Un documento de trabajo elaborado por el Vaticano era «uno de los textos más incoherentes jamás enviados desde Roma». La carta no sólo está «envuelta en una jerga neomarxista», sino que es «hostil a la tradición apostólica».