(La Diaria/InfoCatólica) «Nosotros como iglesia siempre apostamos a la defensa de la vida desde su concepción hasta la muerte natural», dijo Sturla. «La ley de cuidados paliativos era una muy buena ley», agregó, para luego lamentar que se quiera volver a incluir el capítulo referente a la asistencia al final de la vida.
Sturla aclaró que «la iglesia por supuesto está en contra del ensañamiento terapéutico», pero a la vez «defiende la dignidad de la persona que muere naturalmente». Consideró que son correctos «los cuidados que eviten el dolor, con todo eso que implica, aún cuando en esa evitación del dolor también pueda acelerarse el proceso de la muerte, pero no en realizar una acción que busque la muerte».
«Mucho menos cuando hablamos de suicidio asistido en un país en el que tenemos un tristísimo alto porcentaje de suicidios anuales», añadió.