Des-Igualdad

Publicado en la columna Pobreza y Desigualdad, de Cristian del Campo SJ, Capellán de Un Techo Para Chile.

Creo que el problema no pasa sólo por malas políticas al respecto, sino que por un problema de fondo. Buena parte del fracaso nacional en la reducción de la desigualdad es consecuencia de la falta de consenso sobre la necesidad de reducirla. Así como hay muchos que creemos necesario disminuir las brechas, hay muchos otros que no consideran la desigualdad como un mal a combatir.

Ok, aquí nos declaramos culpables. Yo no quiero la igualdad, más bien me encantan las desigualdades y disfruto de algunas de ellas, por ejemplo, la que existe entre hombres y mujeres.

¡Pero no seas obtuso, patoace! el Padre Cristian se refiere a la desigualdad económica.

¡No soy obtuso! Es que la bandera de la igualdad se usa para tantas tonterías, que uno ya no sabe a qué atenerse. El aborto, el matrimonio homosexual, la legalización de las drogas y la propagación de todo vicio puede justificarse mediante loas a la igualdad.

Y te digo más: tampoco me desagrada la desigualdad económica. Si yo me presento todos los días a mi lugar de trabajo, cumplo mis funciones y no me intoxico con sustancias legales e ilegales, no sólo me gustaría que me pagaran más que a otro que no se comporta de forma análoga ¡Tendría por grave injusticia que no lo hicieran!

Mira, aquí el sacerdote explica a qué se refiere con “igualdad”

Una sociedad más igualitaria es el sueño de muchos, donde las desigualdades que existan sean consecuencia del mérito, no de la cuna.

Pues “el sueño de muchos” me parece una pesadilla.

¿Qué ideólogo del individualismo totalitario podría seriamente proponer que los padres ya no trabajen por sus hijos y transfieran esa labor al Estado? Yo mismo destino buena parte de mi sueldo a pagar por una educación mejor a la que puede ofrecerle el Estado u otras familias, porque creo que eso le permitirá gozar de una mejor calidad de vida en el futuro. Frente a lo que dice el Padre Cristian, debo declararme culpable de perpetuar esa desigualdad de la cuna, pero no creo que esté cometiendo un acto reprochable con ello y más bien lo veo como algo meritorio.

Y si el día de mañana me veo envuelto en una adicción que me arruina económicamente, ciertamente que vería como uno de los grandes incentivos para salir de ella, el esfuerzo que mi hija me demande para darle una mejor educación y calidad de vida. ¿Es eso algo malo?

Entonces qué ¿Nos olvidamos de los pobres y dejamos todo igual como está ahora?

Para nada, lo único que pido es que dejen manipularnos con esa famosa palabrita, la desigualdad, que ya me tiene cansado.

Desigualdades hay muchas, buenas y malas, y para todos los gustos, pero sólo se convierte en un problema cuando se configura una injusticia. Pero claro, eso de saber qué es lo justo, qué corresponde dar a cada uno, exige un esfuerzo mental que al parecer se encuentra más allá de nuestras élites, y nos demanda ir más allá de los lemas, esos que caben bien en un “resumen de prensa”.

Si me dicen que yo, como hijo de Dios y de quien he recibido especiales favores de la Gracia tengo el deber de hacer llegar el fruto de esa generosidad divina a mis hermanos (también hijos de Dios), que para eso fui creado; les respondo “¡Aleluya, Amén!”. Pero si el Estado me quiere convencer de que yo, bolsa de químicos con delirios de libertad, estoy obligado a entregarle lo mío a otras bolsa de químicos, a quienes no conozco y con las que no tengo nada en común ¡al menos déjenme preguntar "por qué!

En el fondo, la igualdad es como el Ipad 2: se ve muy bonita en su caja y es el “sueño de muchos”, pero cuando pensamos en cuánto vamos a pagar para obtenerla, no es herejía preguntarnos “¿No será muy alto el precio?” y “¿Hace lo que yo necesito?”.

He aquí algunos precios que no estoy dispuesto a pagar por la igualdad:

  • La vida de un ser humano indefenso: La vida es una barca, donde a las mujeres les ha tocado parir y amamantar a los hijos, lo que las ha puesto en desventaja frente a los hombre. Mujeres, pídanme lo que quieran, subsidios, fueros laborales, esclavitud perpetua para el responsable (alias, matrimonio), pero no me pidan el aborto, ese es un precio demasiado alto por ser iguales a los hombres (y ni siquiera lo necesitan);
  • La verdad: Que Héctor y Bob se aman mucho, te lo admito; que nadie les impida trabajar por ello o que los persigan y los apunten con el dedo ¡ningún problema! Pero no me digan que hacen lo mismo que Patricio y Eugenia, porque no es cierto, ni me pidan que los aplauda por ello. Si la verdad “hiere tus sentimientos” y te hace sentir diferente, ¿qué puedo hacer? todavía debo ir por la verdad.
  • Mi hija: Yo tengo el sagrado deber de velar porque ella, especialmente ella y no otra niña, alcance la plenitud de sus capacidades y llegue a ser un adulto feliz y realizado. Los que hablen de igualdad para impedirme cumplir ese deber se las tendrán que ver conmigo. Y si mi hija quiere pasar más tiempo con su madre y alguno apunta con el dedo a mi esposa porque “no trabaja”, se las tendrá que ver con ella.

Feministas, abortistas, ateos, lobby gay, progres; check. No tengo nada más que decir respecto a la igualdad.

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16 comentarios

  
Ricardo de Argentina
Patoace, has hecho derroche de sentido común y de agudeza, felicitaciones.
25/03/11 5:31 PM
  
Pedro L.
Amén.
25/03/11 9:00 PM
  
Ignacio
Estas mezclando peras con manzanas.

Primero, no entiendes lo de "las desigualdades que existan sean consecuencia del mérito, no de la cuna". No es posible que hoy en día muchos niños y jóvenes no puedan desarrollar su potencial, no sólo porque sus padres tal vez no pueden pagar mejores colegios, sino incluso cuando sus padres son "bolsas de químicos" irresponsables. ¿Qué culpa tienen estos niños de los problemas de sus padres?

Por otra parte, es desigual e injusto que alguien que se desvive trabajando, por ejemplo, en la construcción, o en servicios domesticos, etc, etc, no pueda optar a un sueldo más digno. ¿O es qué solo aquellos que tienen la suficiente inteligencia (o contactos) para llegar a la universidad merecen un buen vivir?

Es claro que en la entrevista Cristian del Campo se refiere a este tipo de desigualdad. Puede que tengas razón en que tal vez no usó la mejor palabra (¿hubiera sido mejor injusticia?), pero definitivamente no sé donde vives si crees que las injusticias económicas son solo fruto de personas que no trabajan.
25/03/11 10:09 PM
  
Pato Acevedo
@ Ricardo y Pedro: Muchas gracias, tenía estas cosas hace mucho tiempo metidas.

@ Ignacio: No mezclo peras con manzanas. Al contrario, lo que pido es claridad en el lenguaje para que dejen de manipularnos.

Si quieres ayudar a los niños, estoy contigo, sólo no me pidas que yo deje de ayudar a mi hija para eso.

Desde luego que todo trabajador debe tener acceso a un buen vivir, eso es justicia (en tanto lo reconozcamos como un hijo de Dios y no una bolsa de químicos). Pero ¿dependerá su buen vivir de lo que ganen los demás? Eso es desigualdad y es lo que me gustaría que me explicaran.
25/03/11 10:50 PM
  
Ignacio
Considero que es una de las obligaciones de la fe el ayudar a aquellos que son victima de injusticias. Uno puede ayudar a otros sin tener que escojer dejar de lado a los propioas hijos.
No considero que uno se tenga que comparar con otros para estar feliz, pero perdona que me moleste con tu comentario, esa no es la desigualdad a la que nos referimos. Uno no puede ser muy feliz si no puedes lograr que tus hijos tengan una educacion de calidad o una atencion de salud digna: para esto no es necesario saber cuanto mas ganan los otros.
Y por ultimo, la economia trata sobre la distribucion de aquello que por su naturaleza es escaso, por lo tanto, a la larga, aunque duela aceptarlo, lo que uno tiene alguien no lo tiene, asi que no es tan tonto preguntarse que pasa cuando el 10% de la poblacion tine el 90% de los bienes disponibles.

En ese sentido creo que unes un sano disgusto por el discurso ideologico que busca que todos seamos iguales (disgusto al que me uno) con una pregunta valida que es porque las tan grandes desigualdades economicas (al punto que se transforman en injusticias) se agrandan o se mantienen. Que alguien tenga 5 autos no me molesta en absoluto, ni me hace menos feliz...
26/03/11 4:52 AM
  
Pato Acevedo
@ Ignacio: De acuerdo en todo lo que dices respecto a nuestras obligaciones de la fe, y por eso mi referencia en la entrada a los deberes que tenemos como hijos de Dios.

¿Educación de calidad?¿Atención de salud digna? Estoy a favor completamente. ¿Igualdad como en "todos van al mismo colegio" o "cerramos las clínicas privadas"? Cuéntame en contra.

Mi pregunta es ¿en qué punto una mera diferencia se transforma en injusticia? (Ojo que me refiero a la mera diferencia, no a la diferencia sumada a la escases). Si el hijo de mi vecino es un futbolista famoso que cada mes le regala un auto nuevo ¿en qué punto puedo decir a mi vecino "tus autos son una injusticia contra mí, debes darme uno"?
26/03/11 1:35 PM
  
gringo
¿Y en qué punto los que mandan (políticos, banqueros, empresarios, especuladores) pueden decirme a mí "tu puesto de trabajo fijo, tu sueldo estable, tu pensión pública, tu derecho a la sanidad gratuita, son una injusticia contra nosotros"?
¿Por qué siempre vemos la "igualdad" como un intento de que los de abajo roben por envidia e incapacidad a los de arriba?
Más bien lo que ahora ocurre es que la "desigualdad" consiste en que los de arriba han arruinado el sistema, y después de llevarse miles de millones a paraísos fiscales han dejado agujeros inmensos en bancos y aseguradoras que los gobiernos han llenado con NUESTRO dinero, y para darnos las gracias los de arriba nos exigen que renunciemos al estado del bienestar, que debe ser que esta crisis es culpa de los trabajadores y los pensionistas.
Y ahora quieren que pasemos de trabajo temporal en trabajo temporal, que los sueldos se ajusten no al coste de la vida (IPC) sino a la "productividad", que nos hagamos planes privados de pensiones, que se privatice la sanidad...
¿A quién le preocupa la igualdad cuando según la revista FORBES a pesar de la crisis ahora hay más milmillonarios que hace una década?
Si yo no tengo que pagar el sueldo de un inútil que no hace bien su trabajo ¿por qué con mis impuestos se pagan los errores de los ejecutivos de los grandes bancos?¿o es que solo hay incompetentes en la clase trabajadora?
26/03/11 3:35 PM
  
Ignacio
@patoace de acuerdo con molestia frente a la igualdad que busca que todos vayamos al mismo colegio o que pensemos igual.

Pero el articulo de Cristian del Campo se refiere claramente a las diferencias que caen el ambito de la desigualdad. A mi no me importa que mi vecino tenga 5 autos, porque no es lo que busco en la vida. Pero si yo fuera un ser humano con un sueldo de 250.000 pesos (que me lo gano con esfuerzo) y con un hijo que no puede tener acceso a un tratamiento por falta de dinero, puedo llegar a entender la rabia al ver que otro tipo en cambio puede comprarse esos 5 autos. Es una rabia que puede ser injusta y llena de prejuicios, pero en el fondo hay algo de razon en esa rabia: los bienes son escasos, y si tenemos 10 kilos de arroz y 10 personas, pero 1 persona se come 9 kilos para dejar a las otras 9 con un kilo, hay algo raro...

Por otro lado creo que hay algo que ha creado esa desigualdad-injusticia, y que se refleja en el comentario de gringo: vivimos en una sociedad llena de prejuicios. Los "de abajo" (pesima expresion pero no encuentro otra) creen que los "de arriba" son todos frescos y vivos (mas que inteligentes); los "de arriba" creen que todos los "de abajo" son flojos y ladrones, y que se merecen su pobreza.

En algun punto intermedio, dificil de definir, el hecho de que alguien tenga 20 autos influye en que se perpetúe la desigualdad y la injusticia. Porque si como sociedad no queremos estas injusticias tenemos que reconocer que es nuestra culpa premiar con sueldo de 10 millones de dolares a un jugador profesional mientras un gallo que se desvive en una pega menor solo recibe 2000 dolares anueles.
26/03/11 8:30 PM
  
Reg
Hay un problema en todo eso de eliminar las desigualdades, y no es un problema menor.
En primer lugar hay que distinguir la caridad de la acción del gobierno. La caridad es voluntaria, la acción del gobierno se financia con impuestos, no con aportaciones voluntarias.
En segundo lugar hay que tener claros dos principios a la hora de enjuiciar la acción del gobierno en este sentido. El primero es el principio de subsidiariedad, el Gobierno solo puede hacer lo que no puede hacer la sociedad civil, y el segundo el ejercicio del derecho natural a la propiedad.
Si no comprendemos que es injusto pretender solucionar injusticias creando más injusticias y que, precísamente, eso sí es inmoral estaremos prestando apoyo a doctrinas claramente hostiles al mensaje de Nuestro Señor.
27/03/11 8:04 PM
  
Pancho
¡Sí señor! Bonito discurso acerca del ¡sálvese quien pueda!... Efectivamente, así funciona el mundo. Quien pueda pagarse el dentista, que se lo pague, quien no, que se coma el pan duro mojándoselo en una escudilla de agua (como se lo comía mi abuela).¡Estupendo! ¡Gran sosiego me reporta escuchar a los hijos de Dios provenientes de la santa, noble y solidaria Asamblea!

Kyrie Eleyson, Patricio (jeje, ¡como los romanos!)

Saludos irónicos.
28/03/11 12:42 PM
  
Pato Acevedo
@ Gringo: Y agregas otra definición más a la desigualdad ¿ves como cada cual rellena el concepto con sus propias ideas? Luego, no sirve para nada. Si la pelea es contra los abusos, las mentiras y las injusticias, allá vamos; la "desigualdad" me deja frío, ¡porque no sé a qué se refiere cada uno que la usa!

@ Ignacio: hay algo de razon en esa rabia: los bienes son escasos...

Entonces nos metemos en otro problema, que no es la desigualdad sino la escases y cómo administrarla. No es que quiera evadir el problema, pero como abogado mis herramientas son las palabras y creo que si se las usa con cuidado se pueden obtener mejores resultados.

es nuestra culpa premiar con sueldo de 10 millones de dolares a un jugador profesional mientras un gallo que se desvive en una pega menor solo recibe 2000 dolares anueles

¿Es nuestra culpa? La economía nos ha enseñado que los sueldos se fijan conforme al juego de oferta y demanda, es decir, no hay abuso, injusticia ni mentira en el proceso. Tal vez se convierte en "nuestra culpa" recién cuando nosotros, como hinchas del fútbol, estamos dispuestos a pagar tanto por ver un partido (lo que es un bien absolutamente de lujo), que los clubes pueden permitirse pagar esos sueldos.

@ Pancho: Pues en la ironía se ha perdido sentido, porque no entiendo del todo su punto. Sobre lo del dentista, revise una entrada reciente en este blog llamada "Derecho a la Salud", que me gustaría mucho recibir más opiniones al respecto.
28/03/11 3:01 PM
  
Pancho
Bueno, leo otra vez el artículo que me dices. Me pregunto por qué me ridereccionas allí si estamos hablando tanto en aquel escrito como en éste de cuestiones a dilucidar conforme al dinero que cada cual tenga. Y ahora te pregunto de la forma que tu mente se formularía la resolución de esta cuestión: ¿es un bien de necesidad el dentista? La mayoría opinarán (como ya opinan de facto) que no, "¡que se laven bien los dientes y que coman menos chucherías! Si te quedas sin dientes ¡culpa tuya!". Y asunto zanjado, ¿no? Entonces, ¿para qué preguntas acerca de los derechos a la salud? Ya está decidido. Lo decide la economía, según usted.

Del artículo al que me direccionas

"A todos nos molesta que los ricos..." Jeje, y todos los que están en la cárcel también dicen que ellos son inocentes.

Del comentario a Ignacio en éste:

"La economía nos ha enseñado que los sueldos se fijan conforme al juego de oferta y demanda, es decir, no hay abuso, injusticia ni mentira en el proceso."

¿Y usted es abogado...? ¡Jeje! Pues ¡qué poco sabe usted de chanchullos!
28/03/11 5:49 PM
  
Reg
Lamentablemente ridiculizar otra opinión que no nos gusta no es un argumento.
Me gustaría decir algo más, en el mecanismo del mercado, en elórden espontáneo que surge en el mercado, podemos ver la Grandeza de Dios, del mismo modo que en el sistema por el que se ordenan los cuerpos celestes y todas las cosas que Nuestro Señor creó.
"¿Es nuestra culpa? La economía nos ha enseñado que los sueldos se fijan conforme al juego de oferta y demanda, es decir, no hay abuso, injusticia ni mentira en el proceso."
Más cierto no se puede ser, si mediara abuso, injusticia, o mentira, estarían sujetos al derechoi penal y ya no sería una cuestión de oferta y demanda, sería una cuestión de estafador/víctima, matón/víctima.
29/03/11 10:30 PM
  
Ignacio
Hola,
¿No es un poco ingenuo creer que el sistema económico actual es tan perfecto? Estoy completamente de acuerdo que el sistema económico que se basa en el mercado y libre competencia es el mejor modelo disponible en estos momentos, pero yo no creo que la cosa sea tanto como para decir que en este mecanismo podemos ver la Grandeza de Dios.

Hay que meterse una cosa en la cabeza: por alguna extraña razón el sistema económico actual permite que individuos puedan acumular grandes cantidades de bienes en desmedro de aquellos que tienen menos (o parten con menos). E insisto, la escasez no es un tema aparte de la economía: la economía ES la disciplina que trata sobre la distribución de bienes que son escasos. No es posible, repito, en que un 90% de los bienes estén en manos de un 10% de la población, mientras el resto se las arregla con el 10% restante. A mi no me parece que el libre mercado se la pueda con todo: el mercado no es un ser moral, nosotros sí.

En ese sentido yo siento que si tengo responsabilidad, cuando, por ejemplo pago, 15.000 pesos a una persona que me ayude en el aseo una vez a la semana. 15.000 es el sueldo de mercado, y no veo como este sueldo puede ayudar a una familia a vivir tranquila.

¿Quién es responsable cuando se cierran fábricas en un país porque los productos extranjeros son más baratos? Este es un problema complicadísimo, que dejado a la libre disposición del mercado puede llevar paises enteros a la pobreza, y nosotros somos los que pagamos por esos productos.
30/03/11 2:52 AM
  
Pato Acevedo
@ Ignacio: Si pagas $15.000 por un día de trabajo, ciertamente que no alcanza para toda la familia, pero tampoco esperaría que trabajando un día a la semana se pudiera vivir bien. Ahora, con 20 días laborales al mes esa persona gana $300.000 por un trabajo no calificado. No suena tan malo para una sola persona. Ahora si esa persona tiene o no familia ¿es algo que el empleador deba considerar? no lo sé.

¿Quién es responsable cuando se cierran fábricas en un país porque los productos extranjeros son más baratos?

¿Quién es responsable cuando un terremoto destruye la economía entera de un país? ¡Nadie!

Cuando Alemania inventó el salitre sintético hubo miles de cesantes en Chile ¿Por culpa de los alemanes? ¿De la ciencia? ¡Para nada! no es culpa de nadie, es que la historia avanza así.

Desde luego, tenemos la obligación de ayudar a los damnificados por un terremoto y de dar trabajo al obrero cesante, ¡pero eso no es porque nosotros tengamos la culpa o hayamos cometido alguna injusticia!
30/03/11 3:58 PM
  
Pancho
Señores, yo no voy a explicar aquí y ahora las artimañas que existen para burlar, incluso legalmente, los supuestos "principios" que rigen el mercado. ¡Hay tantas formas de manipularlo, que me da vergüenza tener que decirlo!

Y ¡ojo!, porque opino como Ignacio. Aunque lo expreso de otra manera: "Es el único modelo que se adapta a la "idiosincracia" del ser humano". Por eso es el mejor, no por otra cosa. Idealmente se han postulado mejores modelos económicos, pero demostrado está que son un rotundo fracaso.

Luego me sorprende Reg que utilices el plural mayestático para decir aquello de que "podemos ver la Grandeza de Dios". Esto es como los colores.
31/03/11 12:17 PM

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