26.12.09

"Jesous ahatonhia": Villancico hurón de un mártir

El Evangelio de la Natividad del Señor dice sobre Nuestro Señor Jesucristo, la Palabra hecha carne: “Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.” (Jn. 1, 11). El mismo rechazo han sufrido sus discípulos a lo largo de los siglos anunciando la Buena Nueva de Dios. Los hechos de los apóstoles describe así el martirio del diácono S. Esteban (s. I), protomártir:

“Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: ’Señor Jesús, recibe mi espíritu.’ Después dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: ’Señor, no les tengas en cuenta este pecado.’ Y diciendo esto, se durmió.” (Hechos 7, 59-60)

S. Juan de Brebeuf (1593-1649) [enlace en inglés], uno de los primeros mártires de Canadá, imitó muy bien a S. Esteban predicando con entereza y animando a sus compañeros mientras los iroqueses le torturaban brutalmente durante horas:

“Mis hijos, levantemos nuestros ojos al Cielo en la altura de nuestras aflicciones; recordemos que Dios es el testigo de nuestros sufrimientos, y pronto será nuestra rebasante e inmensa recompensa. Muramos en esta fe; y esperemos de su bondad el cumplimiento de sus promesas. Tengo más lástima de ustedes que de mí mismo; pero manteneos con valentía en los pocos tormentos que quedan. Terminarán con nuestras vidas. La glora que las seguirá no tendrá fin.

Leer más... »

25.12.09

«Panis angelicus», un buen «villancico» que no se suele oír en Navidad

El Evangelio de la Natividad del Señor nos indica: “La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre” (Jn. 1, 9).

“Si el alma llegara a levantar los ojos hasta su cabeza, que es Cristo [. . . ], sería realmente feliz por la penetración de su visión, al poner sus ojos donde el mal no puede oscurecerlos” (S. Gregorio de Nisa, Homilía 5).

Deseo esa profunda y verdadera felicidad a todos los lectores del blog y a sus familias a lo largo de esta Navidad y en todo momento… ese siempre nuevo gozo que apareció en el mundo por medio de un indefenso bebé que nació en la mayor pobreza del mundo para ser nuestra mayor riqueza.

Leer más... »

24.12.09

Tregua de Navidad: Carta de un soldado en las trincheras

Sta. Isabel le revela a la Ssma. Virgen María en el Evangelio del IV domingo de Advientoque: “En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.” (Lc. 1, 44) Ella exclama de gozo al recibir la visita en su casa del Príncipe de Paz en el seno de su prima, Ntra. Ssma. Madre.

Veinte siglos después, en 1914 y a comienzos de la Primera Guerra Mundial, unos saludos de buena voluntad atravesaron trincheras europeas a lo largo de una Nochebuena inolvidable en que los soldados enemigos se desearon una feliz Navidad.

En medio de combates feroces llegaron regalos de Navidad para las tropas enviadas por el estado de cada país. Los alemanes recibieron pequeños árboles de Navidad para recordar su superioridad cultural con una costumbre que origina de tierras germánicas. Como en Alemania se celebra la Nochebuena con mayor festejo familiar que la misma Navidad, las tropas alemanas comenzaron sus celebraciones en Nochebuena, como se puede ver en esta conmovedora escena de la película “Joyeaux Noel” de Christian Carion:

Leer más... »

23.12.09

10 tarjetas de Navidad enviadas al Papa - Envíele la suya

La Ssma. Virgen María se apresuró en el Evangelio del IV domingo de Adviento a hacer algo muy sencillo y natural de lo cual se valió el Señor para conceder Su gracia a otros: “saludó a Isabel” (Lc. 1, 40), su prima.

A lo largo de Adviento muchísimas personas por todo el mundo ya se desean: “Feliz Navidad” tanto en persona como por escrito, anticipando la gran alegría de celebrar el Nacimiento de Ntro. Señor Jesucristo. Amigos y parientes se visitan para animarse con esa esperanza y con gran amor.

Fue en 1843 que John Callcott Horsley creó la primera tarjeta comercial de Navidad (5 1/8 x 3 1/4 pulgadas) en Inglaterra para su amigo Henry Cole. Se imprimieron 1.000 tarjetas [ver ilustración] para venderlas en Londres. Llevaban la inscripción “A Merry Christmas and a Happy New Year to You”, lo cual significa: “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo” (aunque “Merry” en esa época significaba “Santa” o “Bendita”).

En los EE.UU., Louis Prang los vendió en Europa en 1865 y los popularizó en los EE.UU. con sus ilustraciones de temas diversos (no religiosos) en 1876. Hoy en día abundan las tarjetas “navideñas” que no hacen mención siquiera en su mensaje del gran acontecimiento histórico que celebramos los cristianos.

Escribirle y mandarle una felicitación a alguien (hasta el Papa) puede ser tan fácil y económico como hacer un par de clicks. Otra cosa es decidir qué escribir y qué ilustración o foto acompañará esos buenos deseos para el Cumpleaños del Señor… ¿Reflejan nuestras tarjetas de Navidad que somos católicos?

Leer más... »

20.12.09

«Yo no confieso porque no sé qué decir» : Modo práctico para confesarse

Cómo confesarse

Hace poco, Fan dejó este comentario a otro post:

“No sé si me podrán ayudar, yo no confieso porque no sé qué decir.

“Hace más de dos años confesé porque iba a un lugar donde sabía que se comulgaría todos los días y me pareció mal no confesar antes. Y lo que confesé es que se me había olvidado el número de años que no confesaba.”

Leer más... »