Nos dice S. Juan Crisóstomo que cuando el Señor resalta en el Evangelio del XXV Domingo de Tiempo Ordinario [18.09.2011] que “los últimos serán los primeros y los primeros los últimos” (Mt. 20, 16):
“…se refería a los que resplandecieron primero en la virtud y después la despreciaron; y además, a aquellos que se separaron del mal y se sobrepusieron a muchos. Esta parábola fue, pues, compuesta con el objeto de avivar más los deseos de aquellos que se convertían al Señor en sus últimos años y que por lo mismo tenían la idea de que ellos recibirían menos recompensa que los demás.” (“Homiliae in Mattaeum”, hom, 64, 4)
Nada más que repasar la vida de los más de 10.000 mártires de Corea celebrados hoy por la Iglesia (de toda edad y estado de vida) para ver que la palma del martirio con la recompensa del Cielo, por ejemplo, está al alcance de todos por la gracia de Dios, hasta de los que apostataron de la fe bajo tortura sólo para cambiar de opinión y unirse a los mártires. Pero, “Ni persecución ni falta de sacerdotes pudo acabar con la Iglesia Católica en Corea”.
¿Y cómo está la situación en China, de donde recibió la semilla de fe su vecino Corea? Eso se preguntaba hace unos pocos meses el lector Álvaro, que envió un mensaje por correo electrónico:
“Soy de España, pero voy a ir a Shanghai por negocios el próximo mes. Quiero encontrar alguna Iglesia Católica allí con garantías de que los sacerdotes están validamente ordenados y pueden administrar los sacramentos. ¿Me puede ayudar? Por otro lado, me gustaría saber si corro algún peligro asistiendo a Misa allí. Espero que pueda ayudarme. Muchas gracias.”
Leer más... »