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14.01.10

Receta tradicional italiana: Galletas napolitanas de tres colores

En los EE.UU. es bastante popular regalar galletas caseras a los conocidos. Me pareció una idea muy buena, hasta que lo intenté un par de años sin salirme bien ninguna receta de galletas hasta tal punto que muchas de las que hacía ni se podían comer y mi esposo ya no quería que intentara hacer ninguna.

Cuando le confié mi problema a mi amiga italiana Lucia, que cocina de maravilla, ella compartió conmigo esta receta suya de galletas, asegurándome que me saldrían bien. A simple vista parece complicado, pero el resultado es espectacular.

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13.01.10

¿Se puede cambiar la letra del 'Gloria' en la Misa?

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En el Evangelio del Bautismo del Señor (que marca el final de la temporada de Navidad), se hace presente el Espíritu Santo en forma de paloma descendiendo sobre Nuestro Señor Jesucristo y se oye una voz del Cielo declarando sobre Él: “Tú eres mi Hijo, el Amado, el Predilecto.” (Lc. 3, 22).

No es de extrañar que muchos artistas acompañen ese acontecimiento bíblico con representaciones de ángeles si se recuerda cómo al comienzo de la Navidad: “… junto con el Ángel [que anunció el nacimiento del Señor a los pastores], apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: ‘¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!’.” (Lc. 3, 13-14)

El villancico popular “Sussex Carol” se inspira en ese canto angelical y fue publicado por primera vez por el obispo irlandés Luke Wadding en “Small Garland of Pious and Godly Songs”. Cecil Sharp y Ralph Vaughan Williams oyeron ese villancico interpretado por de Harriet Verrall de Monk’s Gate, Sussex, y publicaron en 1919 esta versión, que es cómo se suele interpretar hoy en día:

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28.12.09

¿Ayuda más la razón o la emoción en la lucha contra el aborto?

En la Fiesta de los Santos Inocentes, uno podría preguntarse cómo el rey Herodes sería capaz de un crimen tan terrible como el de mandar la muerte de todos los niños menores de dos años en Belén simplemente por temor de que uno usurparía su trono en un muy distante futuro.

Igual que hay diferentes formas de esta demencia, que es desorden de la razón, hay también diferentes formas de esta locura peor que es el pecado. En un manicomio hay diferentes formas de enajenación, y así, el mundo entero es un vasto manicomio, en el que sus habitantes, aunque bastante sagaces en asuntos de este mundo, están en materia espiritual locos de un modo o de otro.” (Cardenal J.H. Newman, “Sermón en el Dom. II de Cuaresma: mundo y pecado”).

Sto. Tomás de Aquino explica: “Dos pasos da el diablo: primero engaña, y después de engañar intenta retener en el pecado cometido.” (“Sobre el Padrenuestro”,1. c. , p. 163). Añade este santo:

“No se conforma el demonio con un pecado, sino que se afianza más en él para empujar a otro: El que comete pecado, ‘esclavo es del pecado’ (Jn 8,34). Por eso no es tan fácil librarse de tal situación: dice Gregorio: ‘Pecado que no se lava por la penitencia, arrastra sin tardar a otro con su peso’” (“Sobre la caridad”,1. c. , p. 231).

¿Se puede frenar la locura del pecado? ¿Es más eficaz la razón o la emoción en la lucha moderna contra la matanza de inocentes que es el aborto?

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27.12.09

¿Guardamos rencor en nuestros corazones?

La Ssma. Virgen María y S. José estuvieron tres días buscando a su hijo, Jesús, por Jerusalén… tres días angustiosos en los que no me imagino a ninguno de los dos durmiendo mucho, tres días recorriendo toda la ciudad y buscando al Hijo de Dios con el corazón en un puño. Tras esa terrible experiencia se suma la prueba de no comprender la respuesta que les da el Señor cuando le encuentran y le preguntan el por qué de tanto dolor.

¿Cómo reaccionan ante todo eso? El Evangelio de la Fiesta de la Sagrada Familia nos dice simplemente: “Su madre conservaba todo esto en su corazón.” (Lc. 1, 51). Esta Inmaculada Madre nunca tuvo ni la más leve sombra de rencor oscureciendo su corazón sino que se mantuvo fiel al Señor en todo momento a pesar de las dificultades que se presentaban en su vida a causa de este Divino Hijo.

Si hubo malentendidos en la Sagrada Familia, no es de extrañar que los haya también en nuestras vidas a pesar de las mejores intenciones y a veces debido a esas mejores intenciones de otros. Seguro que la hija en este anuncio publicitario en chino (traducción a continuación del vídeo) no lo tuvo siempre muy fácil con su padre tampoco, pero no son las dificultades lo que recuerda mejor de su padre:

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26.12.09

"Jesous ahatonhia": Villancico hurón de un mártir

El Evangelio de la Natividad del Señor dice sobre Nuestro Señor Jesucristo, la Palabra hecha carne: “Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.” (Jn. 1, 11). El mismo rechazo han sufrido sus discípulos a lo largo de los siglos anunciando la Buena Nueva de Dios. Los hechos de los apóstoles describe así el martirio del diácono S. Esteban (s. I), protomártir:

“Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: ’Señor Jesús, recibe mi espíritu.’ Después dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: ’Señor, no les tengas en cuenta este pecado.’ Y diciendo esto, se durmió.” (Hechos 7, 59-60)

S. Juan de Brebeuf (1593-1649) [enlace en inglés], uno de los primeros mártires de Canadá, imitó muy bien a S. Esteban predicando con entereza y animando a sus compañeros mientras los iroqueses le torturaban brutalmente durante horas:

“Mis hijos, levantemos nuestros ojos al Cielo en la altura de nuestras aflicciones; recordemos que Dios es el testigo de nuestros sufrimientos, y pronto será nuestra rebasante e inmensa recompensa. Muramos en esta fe; y esperemos de su bondad el cumplimiento de sus promesas. Tengo más lástima de ustedes que de mí mismo; pero manteneos con valentía en los pocos tormentos que quedan. Terminarán con nuestras vidas. La glora que las seguirá no tendrá fin.

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