XVII. El modo de manifestarse el nacimiento de Cristo
Manifestación de la divinidad por Cristo[1]
Después de estudiar la conveniencia de la manifestación de Cristo a los pastores, a los Magos y a los profetas Simeón y Ana, Santo Tomás se ocupa del modo como se manifestó. Se pregunta, en primer lugar, si no hubiera sido conveniente que se manifestase por sí mismo, porque parecen existir tres razones para ello.
La primera está basada en lo que dice Aristóteles: ««La causa que actúa por sí misma es siempre más noble que la que obra movida por otro» (Física, VIII, 5, 7)». Sin embargo, sabemos que: «Cristo manifestó su nacimiento por medio de otros, a saber: a los pastores por medio de los ángeles, y a los Magos por medio de la estrella». Por consiguiente: «con mayor razón debió revelar Él mismo su nacimiento»[2].