(359) Empresa vana
No transitar caminos ajenos, sino los heredados, las avenidas del acervo, los senderos recibidos de generación en generación.
Ir mal creyendo ir bien, ¿hay algo peor?
A veces la luz causa pena y aprieta porque se anda confuso, cabeza a pájaros y tenebroso. Hay que estar en gracia para ver claro.
Empresa vana es ir buscando plenitudes fuera del redil de Cristo.
El semipelagiano a la intemperie, cuando llueve gracia sobre gracia, siempre lleva paraguas, no sea que alguna gota, en la calle o en la plaza, le cale sin su previo consentimiento.
Algunos se inventaron una falsa fe itinerante, desenfocada y movida, tan aburrida y soporífera como un temario de educación en valores.
La mente moderna es giróvaga.
Atajos de laberinto, empresa vana.
Todos los senderos del voluntarista siempre llevan al propio domicilio.
Nos lo dice el Bautista: «No debe el hombre apropiarse nada que no le venga de lo Alto» (Jn 3, 27).
Sólo debemos, por la oración, hacer nuestra una cosa: «Poned toda vuestra esperanza en la gracia» (1 Pe 1, 13). Porque «La gracia y la verdad nos vienen por Jesucristo» (Jn 1, 17).
3 comentarios
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¡Esto es humor, y del bueno!
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A.G.:
Je, es que el voluntarismo es ridículo, como todo lo que se opone a la iniciativa de Dios, diría Bloy.
Gracias Ricardo.
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A.G.:
Eso, siempre bajo la bandera de Nuestra Capitana, siempre a sus órdenes y bajo su supervisión.
Que cierto esto David¡¡ Nada más hay que ver todo lo que está pasando en la Iglesia cuando se aparta de su esencia¡¡ Los " nuevos paradigmas" sólo nos están conduciendo a la confusión y al caos, y desgraciadamente, creo que a la perdición de muchas almas, si Dios no lo remedia.
" Empresa vana es buscar plenitudes fuera del redil de Cristo"" esa es la pura y simple verdad.
Que el Buen Pastor nos dé la gracia de pertenecer siempre a su rebaño y la Divina Pastora de las almas nos proteja.
Beato Fray Diego ruega por nosotros.
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A.G.:
Eso, que la Divina Pastora nos proteja. Que nos interceda la gracia de defender la verdad, aun con los fallos y defectos que tenemos.
Que, como decía el Beato Diego,proclamemos la verdad «desde lo alto de una tapia», donde se nos oiga fuerte y claro.
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