5.04.21

Sobre Tradición y Conservadurismo: Fe y Valores tradicionales

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 Nos hacemos conservadores a medida que envejecemos, eso es cierto. Pero no nos volvemos conservadores porque hayamos descubierto tantas cosas nuevas que  eran espurias. Nos volvemos conservadores porque hemos descubierto tantas cosas viejas que eran genuinas.

G.K. Chesterton

Muchas personas invocan, en defensa de su mayor o menor ateísmo o, incluso, a favor de su agnosticismo, la especie según la cual no son capaces de entender que sea necesaria la fe cristiana (aquí sólo se habla de esa al considerarla como la única verdadera de las que dicen haber en el mundo) y que, en verdad, ni les interesa ni tiene visos la cosa de que les interese en un futuro.

En realidad no han entendido o no quieren entender que el ser humano es uno que lo es eminentemente religioso en el sentido de que todos, se quiera reconocer o no, tenemos en nuestro corazón, escrita, la ley de Dios, estado que definió muy bien San Pablo en el capítulo 2 de su Epístola a los Romanos. Y los Padres de la Iglesia entendían que el hombre “tiene el deseo del infinito”.

Tal voluntad, aún sin reconocer que exista, no puede quedar encerrada en una que lo sea contraria a tal infinitud porque sería ir contra su propia naturaleza; es más, contra su propia sobrenaturalidad.

Cabe, sin embargo, empezar por el principio para que se pueda distinguir lo que es tener fe de no tenerla y si, así, es importante tenerla o, al contrario, es mejor olvidarse de ella.

Podemos decir que tener fe supone, más que nada, mostrar obediencia a la palabra que se ha escuchado de parte de Dios y es que, en sí misma, es la Verdad misma.

Por tanto, no es cuestión baladí darse cuenta de que la fe nos vincula, directamente, al Creador y que, al contrario, no tenerla, nos desvincula de Él y, si bien nos puede permitir llevar una existencia considerada por nosotros mismos como libre no es menos cierto que, según lo dicho arriba sobre el ansia de infinito que a todos nos llena por dentro, se trataría de una libertad que muere al ser, ella misma, así considerada.

¿Cómo, por tanto, ha de ser la fe que tengamos? Y, es más, ¿la fe que tengamos ha de tener relación con una serie de valores que, por decirlo pronto, podemos llamar “tradicionales”?

La importancia de tener una fe de niño, que ama, que siempre sabe que sus padres entregarán su propia vida por él…amor sin condiciones y a cambio de nada… sin egoísmos adultos, resulta fundamental.

Lo recoge Mateo, el que fuera publicano, en su evangelio (19,14): “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos

Nadie, pues, debe corromper a un niño de Dios, a un creyente, digamos, pequeño, que con su fe humilde confía en sus pastores. Por eso, no es de recibo (y es muestra de tener poca fe) la transmisión de una fe falseada y alejada de la fe del Creador y de su Iglesia.

Eso es no tener fe. ¿Y entonces?: también lo dice el mismo evangelista, un poco antes del texto anterior (Mt 18,6) “Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar”.

Cabe, entonces, que concurran en nosotros, cual niños en la fe, las siguientes características:

-Educabilidad o propensión a aceptar la educación en la fe.

-Confiabilidad o sometimiento a Dios porque se está seguro de su bondad.

-Humildad porque sabemos que somos limitados y, también, débiles.

Son tres realidades espirituales que podemos aceptar o no porque Dios nos da la libertad para hacer una cosa o la otra, pero la fe exige, como poco, el cumplimiento de tales comportamientos filiales.

Por otra parte, ¿Qué motiva la actuación humana cuando no se tiene fe?

A lo mejor supuestos buenos motivos pues el motivo no es más que expresión del querer personal e intransferible. Sin embargo, al estar vacíos de contenido espiritual no se tiene sustento superior a la propia humanidad. No son, pues, sobrenaturales sino, en todo caso, materiales y, por eso, limitados y no eternos.

Y ¿cuál es el camino que sigue quien no tiene fe?

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4.04.21

La Palabra para el Domingo - 4 de abril de 2021

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Jn 20, 1-9

 

“1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. 2 Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: ‘Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.’ 3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5       Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. 6 Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, 7 y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, 9 pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.”

      

COMENTARIO

 

¡Resucitó!

 

Es de imaginar cómo se encontrarían los discípulos más allegados de Jesús tras la muerte en la cruz del Mesías. Por mucha confianza que hubieran tenido en Aquel que les enseñaba, su huida en el momento crucial de la cruz nos hace suponer que tenían mucho miedo y, por eso, estaban escondidos. Y no es extraño que lo tuvieran porque sabían a la perfección que los poderosos que habían conseguido, de aquella manera, la muerte del Maestro, no dudarían en matar a sus discípulos más allegados porque podían continuar con la labor iniciada unos años antes por el carpintero de Nazaret. 

Sin embargo, alguien que amaba mucho a Cristo salió a visitar a su Señor. María Magdalena fue muy pronto, de madrugada, quiso visitar a quien tanto bien le había hecho. Sin embargo, no encontró, siquiera, el sepulcro cerrado y eso le extrañó sobremanera. No era normal, ni esperado, que nadie hubiera movido la piedra que tapaba el sepulcro y que se hubieran llevado al Maestro. No era lo que la Magdalena podía querer ver ni ser testigo. 

Los demás debieron tomarla por desequilibrada porque no iban a creer que Jesús iba a haber desaparecido sin más ni más. Por eso corrieron al encuentro de los restos del Hijo de Dios. Pedro era mayor que Juan  y eso le hizo llegar después que el discípulo amado que vio lo que vio que fue, más o menos, que Jesús no estaba donde debía estar y que, a lo mejor, alguien se lo había llevado. Pero no quiso entrar tal era la situación en la que se encontraba Juan. 

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3.04.21

Sábado Santo

Sábado Santo: Esperamos con María

Hay silencio en el mundo

porque ha muerto el Hijo

y nadie sabe que a los infiernos

ha descendido el Bendito.

 

¿Qué a los infiernos ha descendido

el santo de los santos

a liberar a los allí sumidos?

 

El mundo no sabe e ignora

que en unas pocas horas

saldrá del sepulcro ahuyentando

a la vencida muerte,

que sus manos y su costado

mostrará al incrédulo,

que habrá cumplido lo apuntado

tiempo atrás cuando enseñaba

lo importante de la Palabra.

 

Hay silencio en el mundo

porque dejaron en su tumba

a quien tanto habían amado

y sin comprender de sus palabras

lo que habían escuchado. 

 

Silencio que mata el amor,

la esperanza agazapada

por miedo a los que quieren

que su nombre no sea ni citado,

silencio, calla el mundo,

los discípulos atribulados.

 

Más María, la Madre del sepulcrado,

acompaña su tristeza con la oración

al Padre amado,

quisiera que todo aquello

no fuera más que un sueño

pero sabe que su hijo

que ya lo había anunciado

no iba a renunciar a lo que había

proclamado.

 

Hay silencio en el mundo

porque no sabe lo que viene,

duerme la vieja Pascua

y con ella los más fieles.

 

Los Apóstoles tienen miedo

de sus hasta ahora hermanos,

miedo de terminar

como Cristo había terminado.

 

Sábado de silencio,

en los corazones un tiempo

de meditar porque lo Luz

se apagó en muriendo.

 

Hay silencio en el mundo,

orar, quizá esperando

no sabían muy bien qué

pero orando y meditando.

 

Vigilia, pues, esperando;

Vigilia, entonces, orando,

esperamos que llegue mañana

para que Cristo, el resucitado,

vuelva a llenar los corazones

de todos los sus hermanos

que saben que la esperanza

ni muere ni iba a abandonarnos.

 

Hay silencio en el mundo,

silencio, mas silencio esperanzado

y es que mañana es Resurrección

y hoy Sábado Santo. 

Eleuterio Fernández Guzmán

   

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos. 

Panecillo de hoy: 

Silencio… que Cristo está llegando…

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.  

2.04.21

En este primer viernes de Nisán

Semana Santa 2019: ¿Qué se celebra en Viernes Santo?

Ciertamente, la noche anterior, la del jueves, no había ido demasiado bien. Y es que al Maestro lo habían prendido en el Huerto que llamamos de los Olivos porque uno de los nuestros, Judas, lo traicionó. Y es verdad que eso a todos nos pareció más que mal pero, de todas formas, aquel hombre, quien acabó entregándolo a los guardias del Templo, había dado muestras de no estar siempre de acuerdo con el hijo de María y de José. 

-¿Sabes, Maestro, que nosotros esperábamos un Mesías guerrero que terminara con la dominación romana y nos volviera a hacer grandes y fuertes?, fue lo que le dijo en una de aquellas ocasiones en las que el Maestro nos hablaba y nosotros preguntábamos. 

Nos quedamos todos mirando a Jesús porque estuvo un momento callado y parecía que no iba a contestarle pero no fue así. 

-Mira, Judas, es verdad que nuestro pueblo tenía puesta la esperanza en la llegada del Mesías que Dios iba a enviar cuando creyera que era el momento oportuno. Y hay muchos que querían que a la sangre se respondiera con sangre, a los saqueos con violencia y a los impuestos con robos… Sin embargo, amigo, y como os he dicho muchas veces, a eso sólo se puede responder con amor porque es lo que quiere mi Padre. 

-Pero Maestro – repuso Judas – lo único que has ganado con tu forma de hacer las cosas es enemigos entre los poderosos de los nuestros, de nuestro pueblo. Y, además, nos pones en peligro a nosotros mismos, los discípulos que más cerca de ti estamos. 

Volvió a guardar silencio el Maestro. 

-Es verdad, Judas, que os pongo en peligro porque como a mí me están persiguiendo, a vosotros también os van a perseguir porque sois mis discípulos más cercanos, los que habéis escuchado de mi boca lo que mi Padre quiere que diga y ellos saben que seguiréis el camino que he marcado y que, hasta ahora, habéis andado conmigo. 

La verdad es que aquellas palabras nos preocuparon a todos porque no era fácil aceptar que lo mismo que lo estaban persiguiendo a él, y anoche, después de la cena vimos lo que pasó cerca de Jerusalén con aquel beso de Judas, iba a pasar con nosotros. Y nos espantamos bastante pero nadie dijo nada. Y, luego, pasó lo que pasó con aquel que tantas veces se había quedado con la bolsa del dinero que decía era para los pobres… ¡y él lo era! 

Bueno, el caso es que estamos aquí escondidos porque sabemos que corremos un serio peligro. Y es que después del juicio falso al que han sometido al Maestro, a la manipulación en las pruebas (¡cuánto dinero habrá gastado el Sanedrín en sobornos!) y a la condena a muerte… en fin, como que nos han quedado pocas ganas de que se nos viera en la calle. Y sólo Juan, el más joven de entre nosotros y algunas mujeres entre las que se encontraba María, la madre del Maestro, han tenido arrestos para seguir toda la comitiva de muerte hasta el Gólgota y allí lo han visto morir después de ¡haber pedido a Dios que perdonara a los que lo mataban porque no sabían lo que hacían! ¿Cómo que no sabían lo que hacían? Pues bien que clavaron los clavos y quisieron darle vinagre en vez de agua… 

Nosotros, hoy que es viernes, debemos permanecer escondidos porque mañana es día grande de la Pascua. De todas formas, algunas mujeres han ido al sepulcro que ha dejado el de Arimatea para poner allí al Maestro con el fin de asearlo y dejarlo todo como debe ser dejado aunque es seguro que tendrán que volver el domingo pues es ya tiempo de volver a casa y no habrán podido terminar su especial y doloroso trabajo. 

Sea, de todas formas, lo que Adonai quiera que sea pues todo está en sus manos y nosotros así lo aceptamos.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

   

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos. 

Panecillo de hoy: 

¡Qué cosas tiene Dios!: un día triste y alegre, a la vez, este viernes…

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.  

31.03.21

Semana Santa: lo que ha de venir

Semana Santa 2019: ¿Qué se celebra en Viernes Santo?

Si contamos desde el Domingo de Ramos, el pasado 28 de marzo y el que lo es de Resurrección, este año el 4 de abril, resulta que hoy miércoles, 31 de marzo, no sólo es el último día del presente mes sino que, además, supone exactamente la mitad del recorrido de la Semana Santa. Es decir, cosas han pasado desde Ramos pero han de pasar muchas más hasta que el Hijo de Dios vuelva a la vida y, de paso, abra la puerta del Cielo a los que en Él creen. 

Como, como diría aquel, lo pasado, pasado está, seguramente es más conveniente, como titulamos esto, centrarnos en lo que ha de venir pues, además, supone en centro espiritual de estos ocho días en los que el ser humano pasó de estar condenado a estar salvado y eso, se diga lo que se diga, no es poca cosa sino mucha y más que mucha… 

El Triduo Pascual y el Domingo de Gloria, pues es lo que pasa el próximo 4 de abril, Nisán que tanto recuerda aquel primero de la historia de la salvación cuando el Hijo de Dios fue clavado en dos maderos que, ¡cosas de Dios!, fueron los que no salvaron; Triduo, pues, y Gloria, luego, es lo que viene de inmediato, ya, mañana mismo. 

A estos días, por lógica y por fe, llamamos “santos”. Es decir, Jueves “Santo”, Viernes “Santo” y Sábado “Santo” (del silencio y la espera de lo que ha de venir…) Y lo hacemos así no porque los días, en sí mismos, lo sean sino porque Quién aquí importa, Cristo, los santifica y dignifica de tal manera que ellos mismos pasan de ser unos días más, unos ordinarios días a ocupar un lugar muy importante en la historia de la salvación pues todo esto es propio, precisamente, de la salvación y no a otra cosa se refiere . 

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29.03.21

Una Semana que es Santa

Semana Santa 2019: ¿Qué se celebra en Viernes Santo?

Cuando ha pasado ya el tiempo en el que hemos traído a nuestra actualidad el recuerdo de la Pasión de Nuestro Señor tras haber entrado entre multitudes agradecidas en la Ciudad Santa de Jerusalén, deberíamos preguntarnos si tal tiempo, llamado fuerte en materia espiritual, tendrá buenos frutos para aquellos que nos consideramos discípulos de Quien murió, precisamente, por nosotros.

Sabiéndolo, murió,

murió y fue salvación nuestra.

 

Si entendemos que en el Domingo de Ramos, en el nuestro, en el de ahora mismo, hemos acudido jubilosos a adorar a Cristo que entra en nuestra vida para dejar una huella perenne y hemos gozado con su Palabra y con su llegada a nosotros… entonces el fruto de esta Semana Santa habrá sido provechoso y podremos decir, con verdad, que Cristo vive y lo hace para siempre y para volver cuando Dios quiera que vuelva.

 

En gloria entra, en alabanzas

se entrega.

 

Si creemos que con la Última Cena Cristo hizo algo más que comer la Pascua con sus más allegados Si estamos en la seguridad de que se mostró servicial para que todos lo seamos, que  instauró la Santa Misa para que, como Eucaristía o acción de gracias, lo recordáramos todo en memoria suya;  que, por eso mismo, se quedó para siempre con nosotros hasta que vuelva cuando sea el momento oportuno… entonces el fruto de esta Semana Santa será grande y, con el mismo, podremos caminar hacia el definitivo Reino de Dios con la seguridad de hacer su voluntad.

 

Entre sus amigos, con nosotros

y con ellos, conforma su recuerdo,

un servicio al universo.

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27.03.21

La Palabra para el Domingo - 28 de marzo de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 28 sino sábado, 27 de marzo de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.  

 

Mc 15, 1-39

 

“1Pronto, al amanecer, prepararon una reunión los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato. 2 Pilato le preguntaba: ‘¿Eres tú el Rey de los judíos?’ Él le respondió: ‘Sí, tú lo dices.’ 3  Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas. 4 Pilato volvió a preguntarle: ‘¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.’ 5       Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido. 6    Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran. 7 Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato. 8 Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder.9Pilato les contestó: ‘¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?’10 (Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia.) 11 Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabás. 12 Pero Pilato les decía otra vez: ‘Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?’   13 La gente volvió a gritar: ‘¡Crucifícale!’ 14 Pilato les decía: ‘Pero ¿qué mal ha hecho?’ Pero ellos gritaron con más fuerza: ‘Crucifícale!’ 15 Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.16 Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte. 17 Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen. 18 Y se pusieron a saludarle: ‘¡Salve, Rey de los judíos!’19   Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él. 20 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle. 21 Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. 22 Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario. 23 Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó. 24 Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno. 25 Era la hora tercia cuando le crucificaron. 26 Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: ‘El Rey de los judíos.’ 27 Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda. 29 Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: ‘¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas en tres días, 30 ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!’ 31 Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: ‘A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. 32 ¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.’ También le injuriaban  los que con él estaban crucificados. 33 Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. 34A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: = ‘Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?’, - que quiere decir - = ‘¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?’ = 35 Al oír esto algunos de los presentes decían: ‘Mira, llama a Elías.’ 36 Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: ‘Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle.’ 37 Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró. 38 Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo. 39    Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: ‘Verdaderamente este hombre  era Hijo de Dios.’

 

COMENTARIO 

Morir para salvar

 

En el itinerario que sigue Jesús desde que lo prenden hasta que exhala su último aliento en la cruz manifiesta, en más de una ocasión, lo que quería el Padre Dios para Su Hijo y, así, para toda la humanidad. 

Jesús nada tenía que responder a quien se mostraba tan esquivo con la verdadera Ley de Dios (el Amor) y, por eso mismo, permanece callado ante Pilato que debería estar en la seguridad de que aquel hombre al que traían para que juzgara era inocente. Sin embargo, se sentía muy presionado por el populacho que pedía la vida de Jesús a cambio de la del preso que él mismo les había mostrado y que respondía al nombre de Barrabás. 

Aquel asesino público representaba el Mal al que prefieren los que acusan a Jesús de ser enemigo de blasfemar y de todo lo de malo se les pasa por la mente.  Pero Pilato no estaba muy convencido de tener que acusar a quien todos acusaban de haber hecho algo para que le gobernador no entendía. Y cede. Lo hace preocupado por su cargo y no por la verdad que debe defender. 

“¡Crucifícale!”. Aquella terrible e infamante pena que se pide para Jesús va más allá de lo que puede soportar Pilato. Está atado de pies y manos por su mismo poder. Y cede. Entrega a Jesús a sus soldados para que lo azoten. Así, a lo mejor, se apiadan de aquel hombre al que, de forma inexplicable para él, quieren matar. 

No había, sin embargo, nada que hacer. Todo estaba escrito y todo se estaba cumpliendo a rajatabla. Lo establecido desde la eternidad se estaba llevando a cabo y Jesús cumplía, para Él, lo que Dios tenía dispuesto en su persona y que consistía en perdonar a los que lo injuriaban y estaban dando muerte. 

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25.03.21

J.R.R. Tolkien – Seguir leyendo a Tolkien

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Día Internacional de leer a Tolkien”, 25 de marzo. 

Dicho así da la impresión  de que sí , de que es un día importante del año para los lectores de Tolkien pero que el resto de días, algo así, como que no tuviera importancia seguir leyendo a nuestro autor. 

En realidad, hacer eso, leer a Tolkien, padre (pues lo de Christopher es otra cosa) supone ir más allá de nuestro acá y aparecer, por arte de birlibirloque, donde quiso el autor de ya sabemos qué obras que apareciesen sus personajes o, lo que es lo mismo, en la Tierra Media. 

Esto que decimos no es nada extraño ni es que estemos sometidos al efecto de haber bebido unas pintas de hidromiel (más de la cuenta) sino que es, francamente, lo que muchos lectores del profesor de Oxford (y de otros sitios más) quisieran. 

Y podemos hacer un ejercicio, sí, de imaginación pues aquí, en esto de las palabras escritas por John todo es, eso, imaginación y sólo estaremos haciendo lo que muchas veces hemos hecho pues Dios nos da la posibilidad de ejercitar eso que tantas veces nos saca el aburrimiento y/o el tedio. 

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23.03.21

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Lolo fue periodista: así – 6

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Mesa redonda con Dios”.

 

Lolo fue periodista: así – 6

  

“Si alguna ración doble hay que dar de optimismo, de amor y de esperanza, escánciamela limpia, para que pueda ser mensajero de fe y también de alegría.” (Mesa redonda con Dios, p 75)

 

 Ciertamente, la esperanza puede ser expresada de muchas maneras y una de ellas es manifestar que se sabe que todo lo bueno viene de Dios y que nosotros, a lo sumo, podemos ser capaces (si queremos) de escuchar, a tal respecto, lo que nos dice nuestro Creador. 

A veces, podemos decir, también pedimos que lo mejor pueda hacerse realidad . Y eso es lo que hace el Beato Manuel Lozano Garrido. 

Sobre este tema, por decirlo así, llevamos ya unas cuantas semanas sosteniendo que el periodista que fue Lolo tenía toda su vista y corazón puestos en Dios y por eso sostiene tantas veces que, en efecto, es a su Creador a Quien debe dirigirse al respecto, también, sobre su profesión que es, a saber, la de periodista. Especial, sí, por cómo la ejercía pero, periodista al fin y al cabo. Y es lo que hace también hoy. 

Está claro que quien ejerce tal profesión , la de transmitir al mundo lo que pasa, en el mundo y en su propio corazón, sabe que no siempre va a ser todo de color de rosa o, por decirlo de otra forma, que no siempre todo va a ser decir que todo es bueno y mejor… Eso, como bien sabemos, sólo es posible para quien quiere manipular la realidad sosteniendo espurios intereses. Y tal no es caso de Manuel Lozano Garrido. 

Sin embargo, muchas veces sí se ha de transmitir al mundo lo bueno y mejor. Y, entonces, es cuando entra en juego lo que nos dice nuestro hermano en este parte de su texto referido a un periodista. 

¿Qué hacer entonces? 

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22.03.21

Sobre tradición y conservadurismo -El orden mundial bajo la bota roja

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 Nos hacemos conservadores a medida que envejecemos, eso es cierto. Pero no nos volvemos conservadores porque hayamos descubierto tantas cosas nuevas que  eran espurias. Nos volvemos conservadores porque hemos descubierto tantas cosas viejas que eran genuinas.

G.K. Chesterton

Si no fuera porque, a lo mejor, esto tiene remedio si Dios quiere, podríamos pensar que el peor de los mundos se está gestando en este o, mejor, que ya estamos en el peor de los mundos.

Estamos seguros de no equivocarnos cuando decimos que todo empezó a ir mal cuando en el siglo XVIII un grupo de personas pensó que lo mejor era cortar cabezas con el invento de la guillotina y crear un mundo nuevo. Sí, eso que se ha dado en llamar Ilustración sin saber, exactamente, que parte de su negrura ilustraban o, también, siglo de las luces (nos negamos en escribirlo en mayúscula) aunque, más bien, pareció establecer una noche bien oscura sobre un mundo netamente mejor que el que, a partir de entonces, ha devenido.

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