Puro Hitler
Hace unos días, Infocatólica se hacía eco de unas palabras pronunciadas por el portavoz parlamentario del Grupo socialista en el congreso de los diputados de España, Patxi López, durante un discurso en el que atacó a los partidos de “derechas” de la oposición. Nuestro portal entresacaba esta frase, especialmente preparada para titular por su rimbombancia “No hay ni Gobierno ni Estado ni Dios que pueda decidir sobre el cuerpo y la vida de las mujeres”.
Como inciso diré que me llama la atención que en un medio católico como este se pongan en mayúsculas palabras como estado o gobierno, que evidentemente no las reclaman desde el punto de vista gramatical, puesto que no son sustantivos propios. En algunos medios progresistas que he consultado es más divertido aún, puesto que la palabra “Dios” es puesta en minúsculas, para agrandar la mayusculidad del estado y el gobierno. Aquí Freud tendría quizá algo que opinar.
Dentro del discurso de López, además de esta frase, hay algunas más al respecto de la propuesta en Castilla y León de que a las madres que van a abortar se les ofrezca oír el latido de su hijo. Afirma que es un “retroceso brutal para las mujeres” y supone “estigmatizarlas“. La frase completa es “no hay Gobierno, ni Estado, ni Dios, que pueda decidir sobre el cuerpo y la vida de las mujeres. Solo ellas. Porque cada una es soberana de sí misma.”
Dirigiéndose específicamente al grupo popular, el principal de la oposición, ha afirmado que “fueron ustedes [los que interpusieron un recurso de inconstitucionalidad de la ley del aborto ante el tribunal constitucional con minúsculas] y, ahora con Vox, son los que se han opuesto a todos los avances. Eso sí que me suena más a Orbán. Eso es puro Orbán.”
Esta parte de su intervención fue saludada con una ovación en pie cerrada de su grupo parlamentario (eso va de oficio) y sus aliados en el parlamento.
Es una buena imagen plástica de lo que es la corrección política actual: la arrogante soberbia de la ignorancia.
Como saben mis lectores, la bioética es uno de los componentes fundamentales de esta bitácora. Sobre el aborto he escrito muchos artículos, pero el último es ya de octubre de 2017. No he vuelto a publicar sobre este tema porque francamente me parece que ya estaba todo dicho, y que el problema ya no era de más explicaciones, sino de inmoralidad pública. Yo diría que el que mejor resume mi punto de vista es este.
Pero esta intervención del portavoz socialista (plagada, por otra parte, de tópicos más que manidos) invita a hacer algunos comentarios. No me resisto.
El primero es que, casi setenta años después de que el descubrimiento del ADN dejara claro que desde el momento de la concepción hay una persona diferente en el útero materno, siga tan viva y rozagante la falacia del “cuerpo de la mujer” y del “derecho” que tiene a hacer sobre él lo que quiera.
Ni es su cuerpo, ni aunque lo fuera tendría derecho pleno a usarlo a su arbitrio. Pruebe una mujer a exigir a la sanidad pública que le corte un brazo sano porque le molesta.
Hace ya dos siglos que la embriología es una disciplina médica diferenciada de la obstetricia, pero algunos no se quieren enterar. Ni falta que les hace.
En sus albores, el liberalismo (no digamos su hijo adúltero el “socialismo científico” de Marx) se ufanaba de luchar por la ciencia y la razón frente a la ignorancia y la superstición. A estas alturas ya no son necesarias las caretas, y se admite públicamente que lo único por lo que se lucha es por la soberanía de la voluntad individual. El umbilicalismo. Y si hay que emplear la ignorancia y el desprecio del conocimiento científico como herramienta para lograrlo, se emplea.
Por cierto que lo de que la madre oiga el latido de su hijo antes de ordenar su muerte, como conocimiento médico es algo bastante pobre. Más bien apela al sentimiento. La lástima al descubrir que se va a poner fin a una vida. ¿De verdad una madre no sabe que el hijo en su vientre está vivo?
El nefasto sentimentalismo como inspiración para las normas sociales y su legislación derivada. Lo contrario de la razón y la búsqueda de la verdad.
Entiéndase que aprecio la buena voluntad de los que proponen este tipo de iniciativas. Siempre es mejor un mal menor que un mal mayor, y una sola vida que se salvase por ese medio tendría un valor incalculable. Pero francamente, desde un punto de vista de filosofía política, supone una aceptación del mal primordial, el de que la madre puede decidir sobre la vida o la muerte de su hijo, y de que hemos de “convencerla” de no hacerlo.
Iniciativas además deficientemente definidas desde el punto de vista legal, y para más bochorno, rechazadas públicamente por los aliados electorales de los proponentes. La “derecha”. O sea, erradas conceptualmente y chapuceras prácticamente.
A los ateítos militantes se les hace la boca agua meter el concepto de Dios (con minúsculas) en el asunto del aborto. La píldora demagógica a tragar en este caso es que los antiabortistas son cristianos “conservadores” o “fundamentalistas” que quieren imponer sus preceptos religiosos.
Las Sagradas Escrituras condenan el aborto, es cierto, pero apenas hablan de ello. Hay muy pocos textos al respecto. Eso es porque se da por supuesto que entra dentro del pecado de “no matarás”.
Porque los principios de que no se debe quitar la vida al inocente, y que los padres deben proteger a sus hijos, no son religiosos, sino que forman parte de la Ley natural, esa que la razón humana entiende sin revelación divina alguna. Son preceptos éticos universales.
Y sí, digo padres con plena conciencia, porque aquí resulta que al varón engendrador (que es imprescindible para que haya un aborto, al menos hasta que empiecen a clonar seres humanos, que todo llegará) se le ha eximido de toda responsabilidad, derecho y obligación en este asunto. Que los tienen, y mucho. Esa exención, por cierto, es de lo más machista que uno se puede encontrar. Y la han promovido los ideólogos del feminismo.
Seguiremos oyendo las mismas metáforas más que superadas por el conocimiento científico sobre los embriones como huevos o semillas y los seres humanos como aves o árboles. Y la biología seguirá elevándose implacable sobre el desconocimiento y la superstición: un embrión humano es un ser vivo de la especie homo sapiens. Un ser humano.
Nadie con dos dedos de frente niega ya eso. La discusión se traslada al terreno jurídico, ese donde los cínicos y los trapaceros pueden buscar su fortuna. Y lo hacen en torno al concepto de persona que, efectivamente es diverso al de ser humano.
Una persona tiene derechos inherentes recogidos por las leyes. El primero el de la vida. Derecho a que no lo maten, y menos aún simplemente por existir (es decir, sin haber cometido ninguna transgresión).
Así que primero hay que retirar la condición de persona al no nacido para poder matarlo legalmente. O al menos ponerla en duda. Y eso es lo que hace la legislación española. Y casi toda la occidental.
¿Hay seres humanos que no son personas? Pues resulta que sí. En ciertas circunstancias.
En la práctica, si la madre desea a su hijo, este recibe toda la protección de la ley atribuible a una persona: el artículo 157 del código penal estipula que quien dañase gravemente a un feto será castigado con pena de prisión de uno a cuatro años. No hay semejante pena, ni artículo específico, para quien lesione el bazo, o el hígado de una mujer. Esos “sí forman parte de su cuerpo”.
Y si es personal sanitario, inhabilitación especial para ejercicio de la profesión. No es ninguna broma. Que se lo digan a las compañías de seguros profesionales, que cobran las cuotas a los obstetras al mismo nivel que a los cirujanos plásticos. Y muy por encima del resto de especialidad sanitarias. Esas que tratan las lesiones a “partes del cuerpo de la mujer”.
En cambio, si la mujer no desea a su hijo, la ley orgánica 2/2010 de 3 de marzo, no sólo le autoriza a ordenar la muerte del fruto de su vientre, sino que le garantiza que un médico-carnicero lo matará por ella, y que el estado asumirá el coste.
¿Cuál es la única diferencia entre uno y otro supuesto? El deseo de la madre. Su mera voluntad. No dice la ley nada de que el feto sea medio persona, o de que necesite desarrollar no se qué sistema nervioso para ser considerado persona. La vida o la muerte del feto depende enteramente de la voluntad de su madre.
No hay legislación equiparable a este dominio sobre la vida de un ser humano por otro que la que regulaba antiguamente la propiedad de esclavos.
A los abortistas les escuece mucho esta comparación. Pero es la más cercana.
Un amo podía liberar al esclavo y regalarle una casa. U ordenar su muerte. Era libre para ambas cosas. Sólo dependía de su voluntad. Porque el esclavo era de su propiedad. Y con su propiedad hacía lo que quería.
Igual que la madre moderna con su hijo. O hija, ya que estamos.
Antes de que alguna feminista me eche en cara que quién soy yo para hablar en nombre de las mujeres, me adelanto a decirlo: nadie. No soy mujer porque no puedo gestar, parir y lactar a un hijo. Por cierto que eso es lo que define a una mujer. Sin esas capacidades, el concepto mismo de feminidad desaparece. Ese “autoodio”, palabreja tan de moda en el neolenguaje actual, que muestran las feministas militantes por su maternidad, es, en si mismo, causa de su propia disolución como comunidad e ideología. Si la maternidad no es fundamental en la feminidad, no existe la feminidad.
Pero es que ni aunque fuera mujer podría yo hablar en nombre de todas las mujeres. Ni yo ni nadie. Nadie puede hablar en nombre de cada mujer. El feminismo político tampoco.
Yo hablo en defensa de los embriones y fetos asesinados o en trance de serlo. Porque he sido embrión y feto, como todos los que me leen. Y por tanto, tengo pleno derecho a defenderlos. Porque son personas, y por tanto, estoy validado para representar su derecho fundamental a vivir, a gritarlo ante una sociedad con la conciencia anestesiada y embrutecida. Una sociedad “alienada” (valga esa cursilería marxista para el caso). Y alienada muy a gusto, por cierto.
Y merecen ser defendidos, porque son los seres más desgraciados del mundo. Más desgraciados de quien pasa hambre, sufre injusticia. Más desgraciados que los migrantes, los sin techo, los refugiados, los pobres o los enfermos crónicos.
Porque a ellos no los quieren ni sus padres. Y eso es la mayor desgracia que puede existir, la de ser rechazado por aquellos que deberían, por naturaleza, quererte más que a sus vidas.
No, el embrión no es parte del cuerpo de la mujer, pero sí está dentro del cuerpo de la mujer. Y no de cualquier mujer, sino de su madre. Necesita de su benevolencia para desarrollarse y crecer los primeros nueve meses de su existencia.
A lo largo de la historia ha sido lo normal que las mujeres tuviesen un arraigado sentido de la maternidad, defendiendo celosamente a sus hijos. Entre los varones, en cambio, era más frecuente el desapego e incluso la desnaturalización hacia los hijos. Desgraciadamente.
Pero ya no vivimos tiempos normales.
El feminismo ideológico que nos asfixia, ese que victimiza o criminaliza a la población según el sexo con el que hayan nacido, ha promovido un modelo de feminidad en el que la mujer analiza fríamente, según su egoísmo, sus “sentimientos” y sus intereses, si deja vivir o mata al fruto de su vientre. Esa madre desnaturalizada, según esta ideología, es una mujer “liberada”. Una psicópata como modelo social.
Y no nos engañemos, que ese modelo cuenta con el apoyo, el aplauso y el impulso de todos los grupos ideológicos, todos los medios de comunicación y todos los grandes plutócratas de este mundo occidental que se nos pudre entre las manos.
Aquí lo antisistema es defender al más débil.
Y ese feminismo ideológico navega triunfante a velas desplegadas sobre un mar de indiferentismo, de “yo no lo haría pero no me meto en lo que hacen otras”, de “depende de las circunstancias”, de “lo importante es que la mujer decida lo que mejor le parezca”. Ese tan biensonsante “ser soberano de uno mismo” al que aludía López en su alocución. Que se convierte en execrable cuando la soberanía se ejerce para asesinar a un inocente, para acabar con la vida del propio hijo.
¿Para eso queríamos la autonomía de la voluntad? ¿Para matar a nuestra prole?
Eso es ejercer la soberanía para esta ideología asesina. La dama con la antorcha sobre un montón de cadáveres.
Toda ideología asesina ha procurado despersonalizar al enemigo para poder justificar su muerte ante la propia conciencia. Una psicopatía social que en muchos sitios y en muchos momentos ha sido empleada. Los nazis con los judíos, claro (y los enfermos crónicos, y los deficientes, y los enfermos mentales ¿nos suena?); es el primer ejemplo que nos viene a la mente: como no son personas, o personas como nosotros, se les puede maltratar, explotar o matar sin cargo de conciencia. O los supremacistas con otras razas, o los nacionalistas con los extranjeros, o los revolucionarios con los contrarrevolucionarios. Y hay infinidad de ejemplos más. Sí, también de cristianos con infieles, o herejes en el pasado. Y el de ateos con creyentes.
Ese mecanismo es el que emplea el feminismo ideológico, por boca del señor López: sólo habla de mujeres y su derecho a matar a su hijo; a ese no se le nombra nunca. No existe. Los hijos no son personas si sus madres no lo quieren así. Eso es puro Hitler, señor López. O Stalin. O Pol Pot. O Mao. Elija usted el criminal que más le acomode.
96 comentarios
Tampoco censuraré las expresiones malsonantes dentro de un discurso razonado. No tengo tiempo actualmente. Borraré el mensaje entero y el autor tendrá que volver a escribirlo según las normas ya descritas en el primer artículo de esta bitácora [https://www.infocatolica.com/blog/matermagistra.php/1003091206-presentacion-de-mater-et-magi#more7175] y lo expuesto más arriba.
Y si algún proabortista tiene en mente soltarme lo de que si yo metería en la cárcel a la mujer que mata a su hijo antes de nacer (por lo visto hay muchos que creen que eso es prueba de algo terrible, mientras por lo visto matar a tu propio hijo para ellos se puede valorar ecuánimemente) mi respuesta es preguntarle si él metería en la cárcel a una mujer que asesinara a su hijo recién nacido.
2. La ideología del feminismo marxista, hipócrita y cínico, es rápidamente vencido si hablamos de mujeres y su derecho a matar a su "hija".
3. Pues la Biología ya nos dice que el sexo es determinado en el cigoto humano por el padre y que el ADN, no derivado de ningún proceso físico/químico da indicio de ser humano, y que este ADN es el mismo para las 2 elevado a n células, en cada célula del cuerpo, donde n = 0 (cigoto) hasta billones, del cuerpo único del nuevo ser humano desde la concepción hasta ls muerte. Incluso después de muerto.
4. Por tanto, no existe tal derecho natural y es un asesinato vil de un ser humano por estar en el vientre de su madre, por ser judío, por ser cristiano, por anticomunista, por eugenesia, etc.
Para contrarrestar tanta exhuberancia, los políticos tienen sólo medio cerebro y ninguna alma.
¡Aúpa, Patxi!
PD: No sé si la ironía colará, si no es así: Bórrese el comentario.
No se entiende que una persona declare que un ser que va a nacer no tiene derecho a la vida, que hay que eliminarle. Quienes estan a favor del aborto provocado estan en la inhumanidad, minan la sociedad; y así nos va. Yo y tu tenemos derecho a la vida y el ser que viene a la vida, que ya tiene vida, no. ¡Señor, socorrenos, cámbianos el corazón de piedra por un corazón de carne!
Puro Hitler o puro Stalin sería considerar que el estado es el dueño del cuerpo de la mujer, por eso ambos dictadores podían arbitrariamente obligar a unas mujeres a abortar o prohibir a otras que lo hicieran.
Y ambos hicieron ambas cosas.
Definir a las mujeres que abortan como psicópatas no solamente es incorrecto desde el punto de vista académico, sino moralmente injusto.
Un psicópata es alguien carente de empatía, capaz de matar sin sentir remordimiento alguno.
Cuando alguien mira las estadísticas sobre abortos en España, resulta que más del 70% de abortos son de mujeres que abortan una única vez.
Es muy raro que una mujer aborte varias veces.
Es decir, en general la mujer que aborta lo hace una sola vez, en circunstancias especiales, y generalmente se arrepienten.
La relación de las madres con sus fetos no es de propiedad sino de responsabilidad.
Igual que el estado no es propietario de sus ciudadanos, pero sí responsable y puede privarlos de libertad e incluso matarlos en determinadas circunstancias como la comisiónde un delito.
Por supuesto un feto no es culpable de ningún delito que justifique su muerte, pero la justificación del aborto no es que se considere a la madre propietaria del hijo, por lo que el argumento de la esclavitud me parece casi tan cogido por los pelos como el del nazismo.
Igual que es desproporcionado igualar a la madre que aborta que a un hombre que mata al hijo de otro después de nacer.
Entiendo que cuando alguien se emociona con un asunto usa un lenguaje exagerado, pero no van a conseguir nada mientras sigan con la típica cantinela de "nazis, psicópatas y asesinas".
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LA
Yerra usted cuando me acusa de emplear la reductio ad Hitlerum. Yo no afirmo en ninguna parte del artículo que "el aborto es malo porque Hitler lo hacía", que en eso consiste la falacia. Los nazis, de hecho, endurecieron las penas por aborto previas. Luego resulta que practicaban la eugenesia (y a veces el aborto) a los colectivos considerados inferiores, como los discapacitados o los deficientes mentales. Eso ya nos suena más familiar, ¿verdad?
La incidencia de síndrome de Down ha caído dramáticamente en España. No porque hayamos curado la enfermedad, sino porque matamos a los que la sufren antes de que nazcan. Eugenesia por la vía del homicidio.
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2019-06-20/sindrome-down-nacimientos-espana-eugenesia_2077609/
Luego podemos llorar mucho de emoción y alegría con películas estilo "campeones". Pero como sociedad somos unos perfectos hipócritas.
El ejemplo de nazismo era como modelo de despersonalización del colectivo al que se quiere eliminar. Aunque he puesto otros ejemplos, porque los nazis, aunque practicaron con fruición esa despersonalización, ni la inventaron, ni fueron los únicos, ni, a la vista está, los últimos.
El empleo de Hitler como epítome o resumen del nazismo aplica en este caso a un paralelismo con la rimbombante frase del portavoz López a propósito del "Puro Orban" (como si Viktor Orban no fuese un presidente elgido democráticamente varias veces, y como si su apoyo a la familia no fuese la menos criticable de sus decisiones de gobierno).
También, lo admito, porque hay ciertas palabras que, puestas en titulares, atraen la atención del lector. Un truco periodístico. "Hitler" es una de ellas.
También yerra, porque yo no he definido explícitamente a las mujeres que abortan como psicópatas. No las conozco a todas, no puedo juzgar los atenuantes o agravantes de cada caso.
Denuncio la inmoralidad del acto.
Lo que llamo "mujer psicópata" es el modelo de mujer que propugna el feminismo ideológico al respecto del aborto: la relación que establece con el fruto de su vientre no es la de persona a persona (de madre a hijo, vaya), sino de persona a objeto. Un objeto que puede ser un inconveniente, una oportunidad, un obstáculo... pero siempre un objeto de dominio.
Ese modelo está a la vista. Y algunas mujeres se han dejado convencer y actúan así. Yo conozco alguna. Otras no. Espero que la mayoría. Pero para el hijo asesinado la diferencia no es sustancial. Su vida acaba en cualquier caso por voluntad de su madre (y su padre, por acción u omisión).
En cuanto a la comparación con la esclavitud, es la más aproximada en cuanto a la relación entre dos seres humanos que establece la ley. Léase los artículos y leyes que aporto y dígame usted si la ley no viene a reconocer que la personalidad jurídica del embrión o feto depende enteramente de la voluntad de la madre.
Saludos.
Si puedo contar una anécdota personal: en los tiempos en los que el primer gobierno del PSOE aprobó la primera ley del aborto, yo estudiaba séptimo de EGB en un colegio católico y conservador de Barcelona. El ambiente era claramente antiPSOE y derechista, y nuestros profesores nos hablaban a menudo contra el aborto en clase. Hasta ahí, todo parece normal.
Pero recuerdo un dato inquietante: en las conversaciones que teníamos a espaldas de los profesores, la mayoría de los niños (yo era uno de los pocos que no) estaban a favor del aborto. Entendámonos: niños de familias de clase media alta (más alta que media) apera (por AP) / convergente (de cuando CiU aún era católica de facto) de la Barcelona de principios de los años ochenta. Tal vez me equivoque, pero estoy casi seguro del motivo: la mayoría repetían lo que habían oído en casa.
El aborto no es una cuestión de "cuatro radicales" que se hayan impuesto a la sociedad. Es una demanda mayoritaria de la sociedad desde la segunda parte del siglo XX. Y hay que hacerle frente en ese terreno.
Por otra parte, estoy muy de acuerdo con el Dr. Amorós cuando denuncia que, en el fondo, casi nadie se cree el argumento de que el embrión no es un ser humano y el "derecho" al aborto se defiende con subterfugios. Ya lo dije una vez en este mismo portal, a propósito de que Texas había prohibido un método para practicar abortos (sólo uno) sobre la base de que era "cruel e inhumano". ¿Cómo puede ser "cruel e inhumano" destruir un conjunto de células al que no se considera sujeto (digamos, como si abortar fuera comparable a arrancarse una muela)? Y si ese conjunto de células es considerado sujeto, ¿no es evidente que se trata de un sujeto humano, y por lo tanto tiene derecho a tutela legal? Es tan evidente que hasta da vergüenza tener que explicarlo...
Saludos cordiales.
Cierto que el régimen de Hitler no se sometía a la ley de Dios. La ley era la voluntad de Hitler.
Pero tampoco la democracia moderna se somete a la ley de Dios. La ley es la voluntad general.
Puro Rousseau. Puro liberalismo. Pura Constitución de 1978.
Atribuir los males de la democracia moderna a Hitler es hoy equivocarse de enemigo. El régimen de Hitler se hundió hace casi ochenta años. La democracia moderna se considera hoy el único régimen político legítimo.
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LA
Conviene leerse el artículo entero antes de opinar.
Vea mi respuesta al comentario de Tamayo sobre la falacia de acusarme de emplear la reductio ad Hitlerum.
Cordialmente.
El titular veraz, aunque impopular, habría sido: Pura democracia.
"La democracia, en el Estado español, se basa en la supremacía de la Ley, expresión de la voluntad soberana del pueblo" (artículo 1.1 de la Ley para la reforma política, 1976).
Error formidable y cargado de consecuencias nefastas, incluida la aceptación social y legal del aborto procurado.
La verdadera legitimidad de la ley civil o política reside en su conformidad con la ley de Dios.
No con la voluntad de la mayoría ... ni con la voluntad de Stalin, Hitler o Mao. Pero estos tres tiranos están muertos y bien muertos, a diferencia de la triunfante democracia moderna.
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LA
La democracia, en sí, no despersonaliza a colectivos a los que quiere eliminar.
El feminismo ideológico, con los hijos no nacidos, lo hace.
Por lo demás, el artículo es excelente.
Lo de la falacia ad hitlerum parece más un invento de quienes no pueden responder a tal argumento. El hecho de que la progresía contemporánea, en teoría enemiga irreconciliable del nazismo, copie precisamente muchas de las cosas por las que Hitler es detestado, convierte al tirano en un ejemplo paradigmático de la hipocresía en la sociedad actual.
"Por cierto que lo de que la madre oiga el latido de su hijo antes de ordenar su muerte, como conocimiento médico es algo bastante pobre. Más bien apela al sentimiento. La lástima al descubrir que se va a poner fin a una vida. ¿De verdad una madre no sabe que el hijo en su vientre está vivo?"
Esto es bantante interesante. Diríase que tal medida es más bien un intento de apelar a la naturaleza, si no fuera porque esa tendencia a recurrir a la sensibilidad se ve cada vez más en la Iglesia. Es como cuando se dice que hay que hacer las misas entretenidas para que la gente vaya, o cuando se enseña que se "siente bien" ayudar a los demás.
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LA
Conmover al interlocutor no es nada malo en sí, depende del fin. Pero cuando esa conmoción sustituye al principio natural de la defensa del inocente, supone un paso atrás. Un paso atrás más que sensible, fundamental.
Tengo alabar el enorme esfuerzo de compañeras de trabajo, casadas y con hijos, para asistir a los continuos cursos de reciclaje, aprendizaje de idiomas y otras cuestiones en pleno ciclo reproductivo y cubriendo el horario laboral. Lo cierto es que lo hicieron y con éxito, pero aquello representaba un plus sobre el esfuerzo que pudieran estar haciendo sus maridos. Admito que tal cosa puede llegar a ser vista como una injusticia, aunque sea una injusticia biológica, pero la posición sensata ante una cosa así es buscar otro tipo de soluciones más realistas y menos destructivas.
Eso requiere una visión más amplia que el propio yo, que sea también moral y sociológica con el consiguiente sacrificio personal, que es también el caso que se presenta con los padres que necesitan ayuda.
Si yo para "realizarme" tengo que abortar y, además, abandonar a mis ancianos padres porque, si no lo hago, no llego a la meta que me he propuesto lo que me puedo encontrar, y eso hunde en la miseria, es que después de haber matado a mi hijo y abandonado a mis padres resulta que me despiden por un simple ajuste laboral que no tiene en cuenta el enorme esfuerzo que he hecho. Y entonces voy y arrastro mi fracaso junto al conjunto de inmoralidades que he cometido.
Ayer leí una carta de la hija del fallecido Rubert de Ventós que hablaba de este tipo de sacrificios, resultó una carta conmovedora porque resulta que cuidar a los ancianos o tener hijos es a la larga una de las experiencias humanamente más satisfactorias. Lo que pasa es que el feminismo dice lo contrario porque estas actividades se asocian con el terrible estereotipo del ama de casa convencional.
El hecho de que se mencione aquí a Hitler, que practicó la eugenesia, es tan pertinente como que el abogado de los acusados en los Juicios de Nuremberg, cuando salió a relucir esta cuestión, les sacara a la palestra a los jueces americanos que tal cosa se había practicado en Virginia con anterioridad. Para eso sirven los precedentes.
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LA
Tener y criar hijos es cosa de dos. Para eso se inventó la familia. Y el matrimonio.
Que engendrar y educar a las siguiente generación se considere, a priori, como algo encomendado en exclusiva a las mujeres es un retroceso social escandaloso y tremendo.
La cuestión es que la decisión sobre qué o quién es una persona es una cuestión filosófica (o religiosa), no biológica como el autor pretende. Por eso, sería mejor que intentara usar argumentos filosóficos, si los tiene, para tratar de convencer, en lugar de despreciar a los demás como si fueran idiotas o incapaces de ver "la verdad".
Es totalmente legítimo que ustedes opinen que un óvulo fecundado es una persona y también lo es que la mayoría de la sociedad piense lo contrario. Y en cuestiones como ésta, en las que no hay una opinión correcta y otra equivocada, es lógico que las leyes se hagan de acuerdo a la opinión de la mayoría.
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LA
En absoluto da igual si un embrión o un feto son seres humanos o no. Para empezar porque es algo demostrado biológicamente, y ante la realidad empírica que demuestra la ciencia, callen las opiniones.
El concepto de persona es filosófico, pero se plasma en la práctica a nivel jurídico. Por eso es importante el debate, no es un debate abstracto o sin importancia.
Porque si un no nacido es un ser humano-no persona, debemos entender que abrimos de nuevo la posibilidad de que existan seres humanos que no son personas, cerrada tras la abolición de la esclavitud.
Y esa discusión no se solventa con un "que cada uno piense lo que quiera y que se legisle según sienta la mayoría", porque el democratismo moral nos puede llevar fácilmente, con este precedente, a empezar a excluir otros seres humanos del concepto de persona.
En "La abolición del Hombre", escribía C.S.Lewis:
"El proceso que, de no ser revisado, llevaría a la abolición del Hombre se extiende deprisa tanto entre comunistas y demócratas, como entre fascistas. Los métodos pueden diferir (en un primer momento) en el grado de brutalidad. Muchos científicos con anteojos y mirada candorosa, muchos actores populares, muchos filósofos aficionados entre nosotros tienen la misma significación de cara a la Larga Carrera que nos legisladores nazis en Alemania".
El fascismo cayó en 1945, el comunismo en 1990 (ahogado en sus propios crímenes y miseria) y desde entonces tenemos una ideología democrática ya sin frenos y con unos medios de control de masas que acentúan su carácter esencialmente (desde los tiempos de Clístenes) totalitario.
¿Algún día veremos publicado "el libro negro de la democracia? El primer tomo podría ir desde el asesinato de Sócrates al de Patton, por ejemplo (por cierto que la Crucifixión de Cristo también fue bastante "democrática").
Nadie medianamente sensato puede pensar que un judío, un kulak o un nonato no son personas, como bien indica Oriol, pero hay que creerlo si estamos dispuestos a eliminarlo.
Y entonces se sacraliza la raza, el proletariado o el cuerpo de la mujer. Bien suministrados los argumentos de lo mucho que esas no- personas pueden perjudicar a otros por el mero hecho de existir, se consiguen adeptos.
Y eso es, aunque parezca mentira, la razón del éxito de esta agitprop: El judío es siempre dañino, el kulak también lo es y el nonato depende de la decisión de su progenitora: será bueno si lo quiere y malo si no lo quiere.
Para la próxima, le sugiero evitar la palabra “Hitler”; causa urticaria y genera un debate intrascendente que desvía el foco de una cuestión que desencadenó el mayor genocidio de la historia de la humanidad. Según InfoCatólica, solo en EE. UU. se asesinaron 64,5 millones de personas. ¡Y se supone que son tiempos de ciencia, luz y progreso! ¡BESTIAS!
A partir de su nacimiento los dos pueden encargarse de su hijo, pero no antes.
Pero tener varios hijos ralentiza la carrera de una mujer, se quiera o no, y eso se puede neutralizar valorando la maternidad como un bien social, cosa que no se hace. Las feministas se equivocan tratando de hablar de igualdades y no dando el verdadero valor a la maternidad, que es una función vital para la sociedad.
Esto es una cuestión ideológica planteada tan simplemente como esto: el neonato vivirá si su madre lo acepta y si no lo acepta morirá. Y así está la cuestión. Y, además, literalmente "si su madre lo acepta" porque la opinión del padre no es tenida en cuenta ya que a ninguna mujer se le puede obligar a parir si ella no quiere. El derecho al aborto es exclusivamente de la mujer.
1) se trata de una vida humana
2) se destruye pues una vida humana
3) se permite que la madre dé su consentimiento a quien destruirá la vida humana que lleva en su seno
La física/biología nos dice que el cigoto tiene movimiento, está “vivo”; esto es fácilmente observable. Si tiene vida está animado. Si está animado tiene alma. Hay 3 tipos de almas: 1) vegetativa, 2) vegetativa-animal y 3) vegetativa-animal-intelectiva. (San Aristóteles en el “De anima”). Estos “tipos” de almas distinguen a todos los seres vivos.
También según Aristóteles, la materia no puede obtener su forma de sí misma (libro V de la “Física”), ergo la obtiene de “algo” fuera de ella, es decir, el alma. El alma le da la forma a la materia. En el caso del cigoto, define a la persona. El cigoto es persona porque tiene alma vegetativa-animal-intelectiva. Obvio que el desarrollo del cuerpo aún no se ha completado. ¿Cómo llega el alma a la materia?, es otra cuestión.
¡Ahora tienes tú que demostrar “científicamente” que el cigoto no es persona!
Su situación era tal que algunas preferían el riesgo de morir junto al bebe de sus vientres, pues las posibilidades de supervivencia despues de un aborto en manos de carniceros, era escasa.
Las historias de abortos son muy variadas, no es solo este feminismo el que les dice a las mujeres que aborten, el de ahora lo que ha hecho es ponerlo más facil y banalizarlo.
Antes de ahora, si el niño iba a nacer en una familia pobre, o de una soltera, casi todo el mundo decia, que lo mejor era abortar, empezando por los mismos padres, que a veces hasta han obligado a sus hijas a hacerlo.
La gente en estas situaciones no quiere ver la realidad, solo ve un problema que hay que quitarse de encima.
Me gustaria ver encuestas de hoy en dia, presentando diferentes situaciones de las madres embarazadas, que tanto por ciento de hombres o mujeres aconsejarían que abortaran, como de padres.
Si desde niño te dicen la verdad y eres de una familia con varios hijos, en el que te han hablado de los hermanitos en la tripa de tu madre, creo que es más dificil que te engañen, con lo de mi cuerpo es solo mio o cualquier otra monserga.
La solución es la educación en la verdad y la responsabilidad de toda la sociedad, y por supuesto creer en Dios.
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LA
Hasta la aparición de la revolución sexual y el feminismo ideológico el aborto era cosa de prostitutas o adúlteras.
De marginalidad, en cualquier caso.
Las mujeres en la norma social se casaban y tenían sus hijos, y esa era considerada, con frecuencia, su principal riqueza, puesto que los hijos en cuanto alcanzaban la segunda infancia (ni siquiera la adolescencia) comenzaban a cooperar y auxiliar a sus padres en sus tareas, dentro o fuera del hogar.
Y por supuesto el padre estaba obligado a mantener a su familia.
Como dice África, la incorporación de la mujer al mercado laboral, y su mala conciliación con la crianza (lo cual tiene muchos culpables, tanto particulares como públicos), es lo que ha hecho que se encuentren excusas sociales para el aborto.
Pero eso sólo es la parte más inmoral de un fenómeno evidente de declive de la familia y la natalidad. Del futuro de la sociedad, en resumen. O mejor dicho, de la sustitución de una sociedad de familias por una colmena estatalizada.
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LA
La terapia genética prenatal implica fecundación in vitro en todos los casos.
Por lo demás, apenas el 5% de los abortos se justifican en enfermedades graves o malformaciones congénitas del feto.
"Es decir, en general la mujer que aborta lo hace una sola vez, en circunstancias especiales, y generalmente se arrepienten".
El aborto es permitido por ley y se constituye como derecho, las leyes positivas o constituyentes de derechos nunca causan el deseo de vuelta atrás o el arrepentimiento de nada, así ningún obrero renuncia al derecho a un mes de vacaciones, ningún descendiente de esclavos al derecho que sus antepasados obtuvieron a la libertad y ninguna mujer al derecho de administrar su patrimonio.
Según J. Budziszewski en su libro "Lo que no podemos ignorar" hay mujeres a las que la culpa les lleva a repetir lo que hicieron mal, como un mecanismo de huida hacia adelante: "como no puedo evitar lo que pasó lo hago otra vez para que se vuelva un elemento recurrente y, por lo tanto, un hábito". En algunos países algunas mujeres abortan dos y tres veces, pero como no tenemos los datos podemos decir que no tranquilamente.
La ocultación de datos, por aquello de la privacidad, hace difícilmente demostrable casi nada: cuántas mujeres abortan más de una vez, qué hay dentro de un abortorio, qué métodos se utilizan, qué se hace con los restos humanos, qué médicos practican abortos, etc...de lo que se deduce que el aborto es intrínsicamente malo y debe ser opaco. Los únicos datos de que disponemos son dados por aquellos sanitarios que estuvieron en clínicas abortistas y después se arrepintieron, a los que se puede silenciar diciendo que eso no es verdad porque es imposible comprobarlo.
El secretismo del asunto, hay que volver quieras que no a los campos de la muerte, es la demostración mayor de que es una inmoralidad, por decir algo suave.
Y que eran abusadas de sus contratadores .
Creo que no ha leido mi comentario, o quiere ignorar una realidad, que durante bastante tiempo ha existido.
De hecho la beata Rafaela Ibarra, se dedico a ayudar a estas personas tan maltratadas por la sociedad, en el siglo XIX.
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LA
Disculpe, Argia, pero la excepción no hace categoría. La situación de una minoría de mujeres sirvientas durante un periodo concreto, el de la revolución industrial y la aparición del proletariado (la mayoría de las cuales no eran abusadas sexualmente, y entre las que lo eran, la mayoría no abortaba, sino que entregaba su hijo a la inclusa), no define la realidad del aborto a lo largo de la historia, que es la que yo he descrito.
Por importante y trascendente que sea ese asunto para esa minoría, no representa en absoluto el concepto social del aborto en ese momento, fácil de rastrear cuando uno lee la prensa de la época.
Se prohibió fumar en todas partes, beber y conducir, insultar a la parienta, quemar rastrojos y hacer barbacoas en el campo, conducir agilmente en las grandes ciudades... La hojarasca es muy porosa y lo traga todo, basta que lo digan sus líderes. Con el COVID quedaron todos retratados.
¿Cuantos nacimientos conoce usted, a lo largo de la historia de la humanidad, en que lo que ha salido del útero de una mujer no sea una persona humana, niño o niña?
Su teoría sobre la filosofía (?) de que lo engendrado por el varón y la mujer no se puede decir si será una persona, es tan ridícula que pasma.
¡Hágaselo mirar antes de intervenir!
¿Cuántos nacimientos, con origen el útero de una mujer, ha visto que fueran flores, gatitos, aviones, coches, palomas mensajeras...?
Más ver la realidad.
A mi si me gusta la comparación con Hitler porque los paralelismos con el nazismo de la sociedad actual son múltiples y es bueno ponerlos de manifiesto, porque la comparatística es un método de conocimiento muy elocuente e inmediato. Ojo, paralelismos con el nazismo también se podrían hacer de las sociedades "democráticas" de su época.
En el mundo actual dos necesitados de denuncia podrían ser la eugenesia o la consumación de los principios de la propaganda propugnados por Goebbles. Pero en general, empezando por la búsqueda de control de la población hasta cierto panteísmo y mitificación neopagana, existe un paralelismo esencial. Y no es que los extremos se toquen, sino que ambos mundos comparten semejantes principios filosóficos.
Oriol, no se si la opinión que usted recuerda sobre el aborto en aquellas fechas era sobre el aborto en general o basándose en los supuestos de la primera ley. Yo recuerdo que en el colegio e instituto participé en distintos debates que se organizaron en clase durante horas lectivas y la opinión estaba dividida, no sabría decir si una opinión prevalecía sobre la otra, pero tengo una vaga idea de que el abortismo evolucionó a mas. Tampoco recuerdo que existiese un clamor público pidiendo el aborto, ni mucho menos, en todo caso era un tema muy secundario.
Entonces pensé que esos debates eran improvisados. Ahora, viendo que en los institutos se dan charlas y se hacen actividades sobre cosas como la emergencia climática, tengo mis dudas. También había debates en Televisión. Por supuesto, una vez aprobado el aborto todo debate ha sido nazimente o soviéticamente -o democráticamente- clausurado.
Muy buenas las citas de C.S.Lewis y la reflexión de Centurión Cornelio. y Budziszewski y África. Y también de Argia, que lo que hace es poner de relieve el salto que se ha dado entre los abortos llevados a cabo por desesperación y la banalización actual.
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LA
Hablar de terapia es equívoco. Una cosa es curar una enfermedad, otra seleccionar a los sanos. El concepto no cambia si seleccionamos óvulos fecundados en vez de adultos.
Habría, pues, que aclarar ese punto.
Aunque Tamayo aproveche para soltarme una directa en la mandíbula lo cierto es que muchas de las cosas que caracterizaron a los nazis se están repitiendo y pasa como cuando ves a una persona y dices: "¡Cómo me recuerda a mi abuela!.
El otro día leí la noticia de que la princesa de Noruega se va a casar con una especie de chamán y, naturalmente, me acordé de Rasputín.
Es imposible cargar con conocimientos y que todo te parezca nuevo porque "nada hay nuevo bajo el sol", lo cual no quiere decir que la historia se repita exactamente igual. Los nazis fueron brutales, la sociedad actual es buenista, pero pueden utilizar las mismas tácticas con distintos argumentos.
Si se quiere demostrar que una raza es superior a otra eso generará una respuesta guerrera; si se quiere mantener a la población embobada con supuestos derechos eso generará abusos camuflados de bondades, alteración de la historia y del lenguaje, progreso ad infinitum, etc...
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LA
Me temo, Ramontxu que es usted quien confunde los conceptos. Que un tejido tenga ADN únicamente revela su condición de organismo vivo.
Un ser humano es un individuo de la especie homo sapiens capaz de existir por sí mismo en su ambiente. Cosa que no pueden hacer por sí mismo un riñón. O un pelo de la cabeza, que también tiene ADN.
Y un embrión es un individuo de la especie homo sapiens. Por tanto, no es humano en el mismo sentido que un riñón.
Por lo demás, decir que un ser humano es persona o no es función de la filosofía y no de la biología es algo que yo ya he dicho. Y la siguiente cuestión es la que usted debe contestar: si un embrión o feto es un ser humano-no persona (al menos hasta que su madre decide que lo sea), ¿qué nos limita a establecer otros grupos de humanos-no personas?
Si vamos a hacer una pintura del "Novecento" el papel de las mujeres no fue exclusivamente la maternidad, fue cubrir todo el área de los servicios sociales que hoy cuestan un ojo de la cara si los puedes pagar.
Ahora bien, tal cosa pasó sin pena ni gloria, pero como no hay nada nuevo bajo el sol resulta que hoy en día hay un numeroso grupo de mujeres que se dedican a lo mismo. El error estuvo en menospreciar a estas personas, cosa que las feministas deberían haber evitado y contribuyeron a su total menosprecio presentándolas como todo lo que una mujer no debería ser. Si los hombres no se daban cuenta, porque no se daban, de quiénes eran las que mantenían la base de la pirámide las feministas se lo tendrían que haber recordado revindicando el trabajo de esas mujeres.
Porque a las familias las mantiene el desprendimiento, no el egoísmo. Como dice Josef Pieper en las familias el principio de Justicia no funciona porque los más fuertes, sean hombres o mujeres, tienen el deber de asistir a los más débiles y eso implica un anonadamiento voluntario. De hecho los hombres que ponen a su familia por encima de si mismos también se anonadan y conozco unos cuantos y les pasa lo mismo que a las mujeres: no son reconocidos.
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LA
Como tantas cosas en el marxismo, se logra la igualdad por abajo. En vez de educar a los varones en imitar las virtudes femeninas en cuanto a la maternidad, se ha educado a las mujeres en imitar los peores vicios de los varones en la paternidad.
El modelo social, en lugar de luchar por conseguir buenos padres, ha procurado lograr malas madres.
“....porque aquí resulta que al varón engendrador (que es imprescindible para que haya un aborto”
No es únicamente decisión de la madre. Hace falta el consentimiento del padre para abortar?
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LA
El tiro es más elevado, Pedro: si no hubiese un padre que engendrara, no habría hijo que abortar.
Ergo, el varón engendrador (duele llamarle padre, aunque lo sea), también es imprescindible para que pueda morir el fruto de la concepción.
Por tanto, los varones (tristemente) también son necesarios para abortar. Al menos hasta que se practique la clonación humana.
Dígame Ramontxu, ¿considera usted que lo que determina si un ser vivo es o no un perro (Canis familiaris) o si un ser vivo es o no un gato (Felis silvestris catus) es una cuestión meramente filosófica/religiosa y que la biología no tiene nada que decir al respecto?
Y si su respuesta es en negativo (como es obvio), ¿por qué la biología no tiene nada que decir al respecto de si un determinado ser vivo pertenece o no a la especie Homo Sapiens?
La biología es clara al respecto: la vida de cada ser humano inicia en el momento de su concepción, momento en que el espermatozoide ha fecundado al óvulo y ha surgido el cigoto como fase inicial de la nueva vida humana. La propia Wikipedia inglesa así lo dice: "El genoma del cigoto es una combinación del ADN de ambos gametos y contiene toda la información genética de un nuevo organismo individual".
Por supuesto que rehuir a los datos de la biología a la hora de discutir acerca de si un embrión (humano) es o no un verdadero ser humano es una prueba de que sois incapaces de proporcionar argumentos científicos más allá de viejos mantras sofísticos como el de que un embrión es solo 'un puñado de células' (lo cual es falso, un embrión es un organismo compuesto por células, como cualquier organismo, y no un puñado de células sueltas). Ya lo decía Chesterton: dejas de creer en Dios, y empiezas a creer en cualquier cosa.
Los casos extremos quedan entre la conciencia y Dios, pero no se pueden legislar porque las consecuencias son nefastas.
En la antigüedad, el Imperio Romano, la esclavitud estaba asumida como normal por la totalidad de la población, y eso no lo hacía válido. Si no se parte de una realidad que existe por sí misma todo se hace relativo, sino podría ocurrir que dentro de un tiempo la esclavitud vuelva a ser válida...
En el S. XX aparecieron las máquinas para sustituir a los primeros y los servicios sociales para sustituir a las segundas, pero es evidente que al Padrecito Estado no le alcanza el presupuesto para igualar la enorme labor social, no reconocida por nadie, que las mujeres hacían.
No me meto con las sufragistas, que andaban en otras cosas, pero el feminismo posterior, en vez de hacer valer la inmensa labor social ejercida por las mujeres, lo que hizo fue denigrarla de manera que ha quedado mal estudiada y desconocida. Nos faltan datos para poder hablar de ella con objetividad.
Las mujeres parían, pero hacían muchas cosas más que han quedado olvidadas: congregaciones enteras de monjas, enfermeras voluntarias, cuidadoras de enfermos y ancianos, etc...
Pero no sólo que vuelva como posibilidad con otras formas, si se hace con la idea de que la verdad se decide por el nivel de aceptación, podría volver siendo moralmente válida. Hoy parece una distopia, pero se ve con el tema del aborto, etc.
Afirma tan tajante como siempre que ninguna mujer se arrepiente de abortar, con el "argumento" de que abortar es un derecho como las vacaciones y claro nadie se arrepiente de unas semanitas en Benidorm.
Con lo cual ignora la realidad del síndrome post aborto y de paso se carga precisamente un argumento antiabortista.
Cualquier psicólogo confirmará la existencia del síndrome post aborto.
Abortar es una decisión difícil y no es como tomar el Sol.
Con esos defensores y esos argumentos la causa antiabortista lo tiene crudo.
Las estadísticas están ahí: en números redondos el 70% de las mujeres abortan una sola vez, el 24% dos veces y solamente el 6% más de dos veces.
También es curioso ver que el 50% de las que abortan afirman no usar anticonceptivos.
Yo no hago ninguna distinción entre "persona" y "ser humano", ni sé quién la hace ni en qué consiste la diferencia. Creo que no tiene sentido.
Lo que digo es que, biologicamente, un embrión no es "eso" (persona, ser humano, hombre...). Tampoco es un gato, ni un riñon, pero no tiene forma de persona, ni vida independiente, ni las cualidades y capacidades que tiene una persona. No es una persona. Si todo va bien, se convertirá, poco a poco en una persona pero ahora no lo es.
Mi esposa tuvo en una ocasión un aborto natural al principio del embarazo. Ni a mi mujer ni a mí
se nos pasó por la cabeza pensar que en aquella mancha de sangre hubiera un ser humano. No se ofendan pero afirmar semejante cosa me parece ridículo.
Cuando dicen ustedes que un embrión es un ser humano, están haciendo una elección, expresando una opinión, tomando una decisión, adjudicando una valoración.
De ninguna manera están constatando un hecho. Están haciendo ustedes lo mismo que los animalistas cuando dicen que los animales tienen derechos o, en dirección contraria, lo mismo que los esclavistas cuando dicen que los esclavos no son humanos de pleno derecho. Opción ético-filosófica, no hechos.
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LA
Disculpe, Ramontxu, pero hace usted una recensión tan completa de ignorancias que casi parece que la ponga a propósito para provocar.
No importa que usted o su mujer lo sepan o no, un embrión, un feto, son seres humanos. Y según usted mismo afirma, zanjando esa cuestión, por ende son personas.
Es un tema ya dilucidado por la embriología y la biología. Hace mucho.
Y naturalmente no tiene nada que ver con el animalismo, que es darle condición de persona a un ser vivo no humano.
Resulta pobrísimo aludir al pequeño tamaño del embrión para descartar que sea un ser humano. El milagro de la vida es así.
Hay hongos microscópicos y otros de varias hectáreas. Todos son hongos.
Aquí tiene un manual de embriología. Hay muchos otros en red, por si este no le gusta. La ignorancia no es mala en sí, pero negarse a saber teniendo el conocimiento al alcance sí que tiene culpa.
http://www.luciabotin.com/publicaciones/embriologia.pdf
Luis, ¿el Pater Familias en la Roma republicana no tenía la misma autoridad respecto a un hijo hasta que lo emancipase?
Recuerdo haber leido que la formalidad del acto por el cual un Pater Familias (PF) emancipaba un hijo (H) era curiosa, por decir lo menos: PF vendia a H como esclavo a otro hombre libre X, que era un amigo de la familia que habia acordado participar en el acto. X emancipaba a H con lo cual éste volvia a estar bajo la autoridad de PF. PF vendia a H como esclavo a X por segunda vez y X lo emancipaba por segunda vez con lo cual H volvia a estar bajo la autoridad de PF. PF vendia a H como esclavo a X por tercera vez y X lo emancipaba por tercera vez, y en ese momento H pasaba a estar emancipado de PF.
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LA
No conozco la ceremonia de la que habla, pero es cierto que el paterfamilias romano tenía una autoridad sobre los hijos casi de amo sobre esclavo.
De hecho, cuando nacía un bebé, era simbólicamente presentado al padre, que podía aceptarlo o rechazarlo sin motivo alguno. Lo cual ocurría con frecuencia si el bebé era deforme o raquítico, que era abandonado en la calle para que muriese (eugenesia o aborto retardado).
Si lo aceptaba se comprometía a velar por él, pero si un hijo le desobedecía o deshonraba, podía hacer un juicio privado y castigarle como considerase, incluso con la muerte, y la ley se lo permitía.
El cristianismo acabó con esas costumbres bárbaras.
El problema es el mismito desde cuando inició a despertar la comprensión de nuestra existencialidad. Comprensión siempre plena y eternamente inalcanzable.
De allí las falacias respecto de la libertad humana, Libertad, cuanto más amplia, menos posible; mientras más posible, más amplia.
Porque la mayor esclavitud es la de el ser libre.sin referencialidad existemcial alguna.
Ese es el punto: La ausencia de referentes existenciales ciertos, insttitucionalizados socialmente. Lo demás son meras consecuencias.
Quien fustiga moralmente a Hitler, pero a la vez afirma que existen seres humanos que no son personas, está sumido, quizás pisando entre piedritas, en el mismo estercolero.
La personalidad es un derecho inherente al ser humano.
El ser humano es definido por la vida, y la vida expresa un único acontecimiento existencial.
No nace ni se gesta ni se engendra a un muerto. Es la vida en sus posibilidades y potencialidades lo que concluye en el ser humano concreto, por ello lo define, lo trasciende y lo obliga.
Ser libre es someterse a las leyes de la vida, y la primera es no atentar en contra de sí misma.
Mi madre me contó que la gran mayoria de sus vecinas habian abortado o tratado de abortar alguna vez, frecuentemente por metodos muy torpes como levantar un fuenton lleno de agua. (Mi madre dijo "todas las vecinas" pero yo lo traduzco a "la gran mayoria".) En particular, la madre de mi padre le confesó a mi madre que ella habia tratado de abortar a mi padre (que iba a ser su septimo hijo) levantando un fuenton.
Este testimonio es un boton de muestra de que el aborto como hecho masivo no es solamente de estas ultimas decadas.
(*) La mencion de este canon frecuentemente hace surgir a expertos en latin medieval diciendo que "exterminare" en ese texto significa expulsar, echar fuera de los limites (termini) del principado. Olvidando convenientemente que en todos los casos a los herejes - tanto los reales como Jan Hus como los falsamente acusados de tales como Juana de Arco - se los ejecutó, no se los expulsó al pais cristiano limitrofe (Que de paso, ¿qué se suponía que debía hacer? ¿Expulsarlos a su vez al pais siguiente y así sucesivamente hasta que un reino cristiano que limitase con territorio de infieles los expulsase a ese territorio?). ¡Qué malos exégetas fueron los obispos del concilio de Constanza de los cánones de Letrán IV que mandaron quemar a Hus en vez de expulsarlo! Además, si Letrán IV no ordenó matar a los herejes, ¿por qué León X se molestó en incluir entre las 41 proposiciones condenadas en Exsurge Domine la 33 "Haereticos comburi est contra voluntatem Spiritus" (la cual todavia está en el Denzinger, DS 1483 Dz 773)?
Para poder justificar el aborto hay que despersonalizar al feto y entonces lleva a que se considere que no tiene valor, y consecuencias como que se puedan vender sus órganos, que si nace vivo en los abortos tardíos se le deje morir ó que si tiene una discapacidad ya apenas nazcan niños con síndrome down porque 9 de cada 10 son abortados...
Y como en una pendiente resbaladiza, ya se ha llegado a que no se discuta si el feto es persona ó no, porque en teoría se trata del cuerpo de la mujer y el aborto sea un derecho ó una conquista sin más.
¿Explicándoles, tal vez, que no se preocupen demasiado porque no se trataba de un ser humano?
Porque tú nunca has tenido la valentía de decir que eres partidario del aborto y la cosa se queda que ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Lamentablemente hay temas que no admiten intermedios y éste es uno de ellos.
Tú eres partidario del aborto porque esa solución te parece mejor que su ilegalización y no trates aquí de llorar por esas criaturas porque no cuela.
A ti te importará la mujer, o eso dices, pero no te importa el niño y te viene de perlas que no sea una persona para la tranquilidad de tu conciencia. No puedes sostener las dos cosa: que el feto es un ser humano y que abortarlo es acabar con una persona y, a la vez, que por una buena causa eso es admisible. Al menos deja de jugar con los conceptos y di la verdad. Ramontxu la dice, tú no.
Otros pensaron lo mismo con respecto a seres humanos que no consideraban personas y a ti eso te parece una monstruosidad, ergo la criatura no es un ser humano para ti o la defenderías.
Porque si la cosa es como tú dices ni te cuento la cantidad de trastornos mentales soterrados que tenemos: el de las mujeres que abortan, los sanitarios que participan en eso y los daños colaterales de los familiares o amigos. Una verdadera bomba de relojería en la sanidad mental.
Porque lo que estás diciendo es eso, que tenemos trastornos mentales a porrillo porque abortar es un trauma moral. ¿Y cómo va a ser una trauma moral deshacerse de un montón de células?.
"Lo que digo es que, biologicamente, un embrión no es "eso" (persona, ser humano, hombre...). Tampoco es un gato, ni un riñon, pero no tiene forma de persona, ni vida independiente, ni las cualidades y capacidades que tiene una persona. No es una persona. Si todo va bien, se convertirá, poco a poco en una persona pero ahora no lo es".
Es usted el que está eligiendo arbitrariamente los criterios de lo que considera que es un ser humano. El bloguero constata un hecho biológico. Un hecho biológico que determina la naturaleza de ese ser. Un ser cuya vida comienza en el momento de su gestación y, después de un largo proceso de permanente cambio, concluye con su muerte.
También podríamos escoger otros criterios, algunos se han usado históricamente:
- Un recién nacido no es un ser humano, no usa la razón, no se vale por sí mismo, es una carga.
- Un anciano sin dientes que chochea ha dejado de ser un ser humano.
- Los de la tribu que se han instalado en el valle del otro lado no son humanos, son bárbaros salvajes.
- Etc.
Es lo que le están repitiendo constantemente.
Cada mujer vive su embarazo de una forma.
Se puede opinar que un hijo es solamente "una pelota de células", pero cuando estás embarazada de varios meses y notas que llevas a alguien que te da patadas ¿es fácil desprenderse de ese ser?
Comparar el abortar con tomarse unas vacaciones ya lo dice todo de ti.
El síndrome post aborto es un hecho, aunque parece que cuando te sacan de los nazis y los bolcheviques ignoras muchas cosas.
También pretendes ignorar los datos oficiales sobre aborto.
Yo por mi parte siempre he tenido la misma posición:
Para mí el aborto no debería ser un derecho, como mucho un delito despenalizado en algunos casos, y deberíamos tener muchas más leyes y ayudas para las mujeres embarazadas, de forma que la mayoría se vieran con las máximas posibilidades para llevar adelante su embarazo.
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LA
"Para mí el infanticidio no debería ser un derecho, como mucho un delito despenalizado en algunos casos, y deberíamos tener muchas más leyes y ayudas para las madres, de forma que la mayoría se vieran con las máximas posibilidades para criar a su bebé".
¿Qué tal suena?
Todas los tipos de seres vivos conocidos están clasificados taxonómicamente como pertenecientes a una determinada especie según cada cual, ergo el embrión también deberá pertenecer a alguna. Y la única posibilidad a este respecto es que pertenezca a la especie humana, por ser la única que tiene sentido.
Hasta una virgen consagrada puede ser potencialmente madre, pero un hombre no.
Un feto sí me parece equivalente a un niño y su muerte sí me parece tan grave como el infanticidio, pues entre un feto de ocho meses de gestación y un bebé la única diferencia es que uno todavía está dentro de la madre.
Pero llamar bebé a un cigoto me parece tergiversar las cosas, y más siendo médico.
Siempre recurrís a la hipérbole.
Recuerdo que Bruno en su blog decía literalmente que abortar un embrión era como matar a cuchilladas a un niño de diez años por la calle.
Con esos argumentos no se convence a nadie salvo a los ya convencidos.
¿Habláis realmente para convencer a los de afuera o para sermones a la propia grey?
África Marteache te vas por la tangente y no respondes.
Yo soy padre de tres hijas, he conocido casos de aborto en las mujeres de mi familia, unos naturales y otros buscados, y ninguna de ellas ha abortado con la alegría de quien se va de vacaciones.
Has dicho una barbaridad basada en prejuicios y desconocimiento.
Podrías rectificar tanto que hablas de las virtudes.
Pero no lo vas a hacer. Cuando te encierras en tu torre de soberbia nadie te baja.
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LA
"Luis Amorós, suena a que me parece una exageración llamar infanticidio al aborto de un cigoto o un embrión. Ni siquiera en los códigos penales franquistas se llegaba a tanto.
Un feto sí me parece equivalente a un niño y su muerte sí me parece tan grave como el infanticidio, pues entre un feto de ocho meses de gestación y un bebé la única diferencia es que uno todavía está dentro de la madre.
Pero llamar bebé a un cigoto me parece tergiversar las cosas, y más siendo médico."
Aquí tenemos otro de los argumentos clásicos: es que un feto es como un bebé (o sea, igual a una persona), pero un embrión no (o sea, desigual).
¿Y eso por qué? ¿Cuál es la razón científica para plantear una no personalidad que luego se convierte en personalidad dentro del útero? ¿Cuál es el hito razonable que marca ese cambio tan radical?
Espero la respuesta.
Espero que la cosa no vaya por tamaños, estilo Ramontxu, porque es una forma bastante burda de demostrar ignorancia. Las cosas son o no son por criterios objetivos y razonables, no porque "a mi me lo parezca" o no.
Por cierto, tergiversar es afirmar que yo he llamado bebé a un cigoto, cosa que no he hecho en ningún momento.
Una de las incoherencias de las justificaciones del aborto es que para los fetos con algún defecto sea el plazo más amplio, como si padecer una malformación hiciera que se sea persona más tarde.
Probablemente seré soberbia, acusar de eso a una católica da en el blanco el 99% de las veces. Yo seré soberbia con personas como tú, tú lo eres con Dios. La sublevación de Satanás no fue contra los hombres, fue contra Dios.
Tiene razón en que lo ideal sería legislar sobre realidades sin necesidad de caer en el sentimentalismo.
El problema es que los españoles en general, no hablo del resto del mundo somos una basura. La mayoría no valen para nada. Siempre que España ha hecho algo en el mundo es porque una minoría ha hecho que esa mayoría ignara y sancho pancesca se ponga a trabajar en algo que merece la pena.
Con la basura que abunda por España esta usted pidiendo peras al olmo en lo de legislar con hechos.
Hay que adaptarse al nivel de la audiencia para que capten el mensaje. Usted puede hacer este artículo o cuarenta igual de buenos, pero sinceramente, ¿que cree que va a ser mas útil para evitar abortos? eso o que permitan que la madre oiga el latido de su hijo que lleva adentro?
Y eso suponiendo que todas las mujeres que pensasen abortar llegasen a leer sus artículos que esa es otra, a ver como consigue usted que ese tipo de personas se informen, por muy bien que escriba usted o por solidos que sean sus argumentos. Hay mucha gente inmune a los hechos que son tan valientes que no se rinden ni ante la evidencia. Creo que la iniciativa de Vox es magnífica, sin tonterías, sin discursos, sin palabras, hechos, escuche el corazón de su hijo que crece en su interior... Por eso el canalla y malnacido del PATXI NADIE, brama, porque sabe que todos sus sofismas se van a la mierda frente a los latidos que oye una madre del hijo que lleva dentro.
No pongamos palos en la ruedas, ni siquiera conceptualmente a una iniciativa tan buena como esta. Y si tiene usted razón en que lo mejor sería que... si, pero la realidad es la que es, y como dice el refran con estos bueyes hay que arar....
"... sería previsible que en un momento dado las personas contrarias al aborto vuelvan a ser mayoría en Occidente, por pura inercia".
Y musulmanes.
Si debemos considerar bebés o "personalidad" a todos esos cigotos, entonces todas las mujeres del mundo deberían estar de luto constante por sus "hijos" perdidos.
Yo no sé el momento exacto en que se pasa de embrión a feto porque no soy médico, lo que sí sé es que un cigoto o un embrión en las primeras semanas de desarrollo, aunque por supuesto genéticamente es de especie humana, ni tiene cerebro ni siente ni padece ni se entera de que es abortado de manera natural o artificial.
Y por tanto creo que no es igual abortar un cigoto que asesinar a un niño.
Y lo mismo piensan los legisladores de todas las naciones pues no conozco un solo país del planeta donde se castigue igual un aborto temprano que un infanticidio.
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LA
Estimado Tamayo, vuelves al argumento de "ni me he enterado del aborto espontáneo", similar al "ni lo veo ni me lo parece". Pues sí, desde el momento de la fecundación, aparece un nuevo ser humano. Y cada vez que hay un aborto natural, se pierde una vida humana, aunque ocurra al poco de la fecundación.
El hecho de que no nos enteremos no quita que sea una vida humana. Del mismo modo que el hecho de que no nos enteremos (o nos enteremos y no nos afecte) que han muerto cien malayos en Borneo por un terremoto no quita que sean vidas humanas.
La clave es si esa muerte de una vida humana es accidental/enfermedad (normalmente los embriones abortados espontáneamente no suelen ser viables y por eso son expulsados) o los estamos matando voluntariamente. Ese es el punto moral.
Y como ya hemos comentado, la clave es si un ser humano es una persona o no. Todos los días mueren personas por enfermedad o accidente. Y todos los días son asesinadas personas. Independientemente de cuanta gente se entere, o les duela esa muerte, desde el punto de vista moral es muy distinta una muerte de otra.
En cuanto al argumento de que "no tiene cerebro el embrión", es otra prueba de ignorancia, disculpa que te diga. El embrión sufre un proceso constante, por el cual las primeras células neurológicas (indiferenciadas aún) aparecen a los 12-13 días de la concepción, mucho antes de que la madre sepa que está embarazada (y pueda decidir abortar). El cerebro no está formado completamente hasta... los veinte años. No puedes poner mojones o límites claros. Todo es un desarrollo contínuo.
Un saludo.
Exacto. Y la fecundación es un mojón arbitrario como cualquier otro. Si se ha de poner uno, mejor el nacimiento o la viabilidad.
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LA
La fecundación el EL mojón. Antes hay dos células haploides germinativas, una de cada sexo. Después hay un individuo de la especie homo sapiens.
Ese es el único hito científico de todo este asunto. A su lado el nacimiento, que se puede producir con varias semanas de margen, carece de importancia.
Échele un vistazo al manual que le enlacé, o a otro, Ramontxu. Abandone la opinología de barra de bar.
En mi caso particular yo he hecho mío el sufrimiento de los católicos chinos, de manera que, en lo que puedo conozco sus nombres, sigo lo que les pasa y rezo todas las noches calculando el amanecer en China para pedir a Dios que ese día concreto vivan en paz y no sean molestados, y así día tras día. No se puede pedir que todos los cristianos hagan lo mismo, pero el que sea una injusticia y una maldad lo que les está pasando no depende del grado de las personas que nos sentimos afectadas sino del hecho en sí.
Con el aborto provocado pasa lo mismo.
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LA
A propósito de lo que comentas, África, una de las peores cosas del sentimentalismo es la preponderancia que da a la vida interior del individuo sobre, no ya las vidas interiores de los demás, sino la propia realidad objetiva.
Aunque en el caso del aborto es más escandaloso, lo cierto es que en la cultura contemporánea, es muy frecuente que la realidad sea un objeto a la que contemplamos y juzgamos como únicos sujetos. El valor esencial de los demás depende enteramente de cuánto nos importen a nosotros. Es un accionar que aparece constantemente, uno que en el que nosotros mismos, pese a la formación cristiana, esencialmente oblativa, nos sorprendemos con cierta frecuencia cayendo.
Es por eso que personas perfectamente razonables en otros campos, pueden decir con plena tranquilidad de conciencia que la vida de un hijo vale según lo grande que sea, o el grado de apercibimiento de sus padres al respecto de él.
Eso otro de los frutos podridos del egoísmo social.
Una posibilidad sería imitar la legislación vigente a partir de 1939 en España respecto al matrimonio civil, que sólo se admitía entre dos bautizados católicos previa declaración formal de apostasía. Es decir, prohibir legalmente a los bautizados católicos el aborto, si no media esa declaración previa y formal. Lo cual se podría hacer extensivo, por ejemplo, al divorcio. Probablemente medidas así exigirían no obstante reforma constitucional.
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La prohibición del asesinato del inocente o del maltrato del propio hijo no es un precepto religioso, como ya comento en el artículo, sino un principio de ley natural.
Por lo demás, me parece muy poco cristiano proteger la vida únicamente de los cristianos, como si los hijos de padres no cristianos tuviesen menos derecho a la vida.
Nosotros sí que no "dejamos a nadie atrás" literalmente.
"Luis Amorós, como médico sabes que alrededor del 20% de los embarazos acaba en un aborto natural espontáneo",
En el pasado el porcentaje de niños que no sobrevivían al periodo infantil era incluso mayor, incluso entre nobles y reyes.
En el caso del aborto pasa exactamente lo mismo: una puede ver que ha asesinado a su hijo o puede hablar de las circunstancias que la llevaron a hacerlo y la visión cambia radicalmente.
Eludir la crudeza de los términos que definen ciertas acciones hace que éstos se puedan manipular convirtiendo al pecador en víctima de su propio pecado.
Así que la dureza al manejar los conceptos no es soberbia, lo único que puede ser es hipocresía si en el momento de aplicárselo así mismo se cambia de registro.
Hanna Arendt acuñó el término "banalidad del mal" por la impresión que causó Eichmann en ella: un funcionario, hombrecillo gris, que cumplía órdenes sin conciencia alguna de lo que estaba haciendo; pero a la vista de lo que he podido saber después del tipo de persona que era dudo mucho que fuera lo que aparentó ser. El hecho de que no reconociera lo que hizo pudo deberse a que se negó en redondo a definirse según parámetros morales. El secreto está ahí: una mujer que dice que abortó y a eso le llama asesinato no es lo mismo que la que aborta y se obstina en no llamarlo así; un funcionario que cumple órdenes que llevan al asesinato de mucha gente y lo reconoce es un asesino, pero si se aferra a la obediencia debida no lo es; una mujer que tiene relaciones con un hombre casado y dice que es adúltera lo será, mientras que otra que hable del amado de su alma, aunque éste esté casado, no lo será.
Y así hasta el infinito.
El subjetivismo actual impide a la persona buscar el género próximo y la diferencia específica, que nos explicaron en la Escuela Normal, y de esa manera nos cargamos las definiciones y al no tenerlas podemos llamar a todo de mil maneras dependiendo de nuestra conveniencia. Y luego hay que hacer el acompañamiento de cada persona según ella se ve a sí misma: si reconoce que ha pecado gravemente está el arrepentimiento y la penitencia; si no lo reconoce hay que oír todas las circunstancias, comprenderla y ser empático.
Esto desde el Estado liberal es imposible porque hay un principio se igualdad formal ante la ley que debe ser una para todos. En el Estado premoderno, sí que cada grupo religioso podía tener su propia legislación en ciertos ámbitos (así, judíos y musulmanes en los Reinos de la Espana cristiana medieval) y esto ocurre aún en algunos países no liberales.
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No sólo conozco lo que afirma, sino que hace unos años escribí este artículo defendiendo la legalización del matrimonio canónico: https://www.infocatolica.com/blog/matermagistra.php/1402181104-un-matrimonio-canonico-para-u#more23030
Pero el derecho a la vida del inocente es ley natural. No puedo excluir a nadie de mi defensa de ese derecho.
Vamos a ser un poco serios
Un cigoto no tiene cerebro.
Eso es un hecho.
Un chico de 16 años tiene cerebro. Más o menos maduro pero cerebro.
Un embrión de tres semanas no tiene. Tendrá células neurológicas pero no cerebro.
De la misma forma que hasta después del primer mes no tiene algo parecido al corazón.
Antes tiene como sabes mejor que yo dos vasos sanguíneos que son los tubos cardíacos que se irán fusionando.
Cuando en Texas y otros lugares se exige a la "madre" escuchar el latido del "corazón" de su "hijo" con apenas 16 días de gestación, se cae en ese sentimentalismo tan criticado.
No es el latido de un corazón de un niño.
Es un embrión humano y por supuesto abortarlo tiene unas implicaciones morales y legales, pero no es un niño ni su muerte un infanticidio.
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Tamayo, vuelve usted a tergiversar, porque yo no he llamado niño al cigoto. Lo cubre con ese falaz "llamáis", intentando meterme en un grupo que a usted le acomode. Pero, como cualquiera, yo sólo me hago responsable de lo que escribo.
Todo lo demás que escribe a continuación viene viciado por esa primera falacia. Por lo demás, argumentación del tipo "como un embrión no es un niño no se puede valorar igual" tan feble como las anteriores suyas. Un anciano tampoco es un niño, pero si no lo asesinan antes pretextando un derecho, probablemente algún día lo será. Ambas vidas son esencialmente igual de valiosas. Ya esta bien de la obscenidad de unas vidas de más valor que otras, y además por mi particular juicio como única razón.
Por cierto, ya es la segunda vez que me tergiversa, pese a que le he avisado. Me reservo el derecho a no dar paso a una tercera tergiversación. Mi tiempo también tiene un valor.
Si el embrión requiere un estudio distinto al de los niños entonces no es exactamente lo mismo, igual que la embriología es distinta de la obstetricia y la pediatría.
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Tamayo, disculpe, pero es que sus hilos argumentales son cada vez más peregrinos.
¿Su razonamiento es que como la embriología y la pediatría (la especialidad de los niños es la pediatría, no la obstetricia) son distintas disciplinas médicas, entonces un embrión no es una persona? ¿Entonces como la pediatría está diferenciada de la medicina interna los niños tampoco son personas? ¿o no lo son los adultos?
Hay varias docenas de especialidades médicas, Tamayo. Todas ellas tratan diversos aspectos de la salud y la enfermedad del mismo ser humano.
m.youtube.com/watch?v=DiFzgxfqv3c
m.youtube.com/watch?v=beQWrufrIvQ
m.youtube.com/watch?v=KoY00au6cmE
m.youtube.com/watch?v=5I7iXqZoVeU
m.youtube.com/watch?v=GVXPlJfWcyY
m.youtube.com/watch?v=H_IIIibwyXo
m.youtube.com/playlist?list=PL6E587E1905ABC39A
www.documaniatv.com/ciencia-y-tecnologia/los-nueve-meses-que-te-hicieron-1-las-primeras-ocho-semanas-video_d3c9ad958.html
PD: Sólo recordar que de un embrión pueden haber 2 elevado a 0, 1, 2, vidas nuevas.
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Naturalmente conozco la tesis del mal menor. Creo que en aborto el mal menor se puede aceptar en una casuística concreta en un momento determinado, pero no en el concepto. Y este es un artículo de concepto.
En cuanto a la esclavitud, la realidad es que el triunfo del cristianismo no abolió la institución en sí (en la alta edad media las Iglesia también tenía esclavos). El cambio fundamental vino por el tratamiento más humano: la legislación cristiana prohibía la muerte o amputación de los esclavos, o los castigos inhumanos (que no se aplicarían a un libre) por un delito. Asimismo, abría la salvación a todos los hombres, independientemente de su condición libre o servil.
Mi argumento va por que por un lado admites que un embrión es diferente, pero por otro lado quieres identificarlo con un niño.
Si no podemos poner límites entonces ¿por qué existe una rama de la medicina específica para los embriones?
Un embrión puede clonarse naturalmente y dar lugar a dos embriones.
Dos embriones pueden fusionarse en uno solo y dar lugar a lo que se llama quimera. Incluso pueden ser dos embriones de sexo distinto y la quimera entonces es un hermafrodita.
Un embrión puede congelarse y descongelarse y seguir con vida.
Eso no lo hace un niño.
Es evidente que hay diferencias biológicas.
La RAE define así el término "persona": Individuo de la especie humana.
En ese sentido un embrión sí es una persona.
Y eliminar un embrión tiene implicaciones morales y legales.
Pero también es evidente que el desarrollo biológico del embrión hace que penalmente no se castigue igual el aborto que el infanticidio, en ningún código penal del mundo.
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LA
Con un poco de formación filosófica clásica se entienden mejor los conceptos, y así no caemos en confusión.
Un embrión es diferente de un niño en cuanto accidente: son dos fases del desarrollo de un ser humano.
Ocurre igual que entre varones y mujeres: son diferentes en cuanto accidente, son dos sexos del ser humano.
O entre blancos y negros: son seres humanos diferentes accidentalmente en cuanto al color de la piel.
Pero, esencialmente, son todos iguales, porque son todos seres humanos.
Esencialmente, un embrión o un feto son seres humanos. Accidentalmente, son dos fases del desarrollo del ser humano, como lo son bebé, niño, púber, adolescente, joven, adulto, anciano.
Hay una rama especializada en la embriología (que pese al nombre también incluye la fetología) porque el tratamiento médico y quirúrgico de un ser humano en el vientre de su madre presenta unas particularidades especiales para el facultativo, que debe conocer.
No porque dentro del feto sea un mapache, o un delfín, y cuando sale se convierta en un ser humano.
Del mismo modo que existe la pediatría o la geriatría: hay edad especiales con particularidades especiales.
Yo creo, sinceramente, que no es tan difícil de entender.
Lo de la quimera debe ser una broma, porque es una patología del desarrollo temprano, como hay tantas otras, y amén de excepcionales por completo, dan lugar a embriones (o sea, seres humanos) con una grave enfermedad y no viables.
Y en cuanto a los gemelos genéticamente iguales, es otro tema que ya se ha tratado en esta bitácora: no confundamos personalidad con individualidad. Que en las etapas más tempranas un cigoto pueda dar excepcionalmente lugar a dos individuos es una singularidad que no modifica la esencia de ser humano de ese cigoto, como la de los dos embriones a los que da lugar.
Si un cigoto pudiese dar lugar a un embrión de ser humano y otro de camello, o de clavel o de esponja marina, podríamos tener la duda, no lo niego. Para tranquilidad de todos, no es así.
Yo incansablemente sigo recomendando leer manuales de embriología en red, a ver si alguno dice algo que apoye la tesis del momento mágico en el que un ser humano deja de ser persona para convertirse en persona.
Y que además la magia venga de la voluntad de su madre.
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LA
Puntualizaría que ese criterio únicamente se aplica a la madre con su hijo, y no en ningún otro caso.
O sea, que en realidad no hay ninguna filosofía genérica pensada para esto.
la base es que la mujer debe de poder regular su maternidad a su gusto, y a partir de ahí se construye toda la sarta de falacias, sloganes ridículos o irracionales y justificaciones subjetivistas de todo tipo.
No hay nada más detrás de que una madre tiene los hijos que le da la gana cuando le da la gana.
A mi lo que realmente me sorprende es que no extiendan ese derecho al descuartizamiento a los bebés ya nacidos, o incluso a los niños al menos hasta la edad en la que puedan salir corriendo y huir del cuchillo del matarife/cirujano.
A fin de cuentas, los hijos son infinitamente más demandantes, desempoderamentizadores de la mujer, coartadores de su libertad y amputadores de la autonomía femenina cuando están fuera del útero que cuando están dentro.
Diferencia va.
Pero en cierto modo, el criterio sí se extiende a otras cosas, como al hecho de que demasiada gente cree que la empatía emocional es la base de la caridad, y a que también demasiada gente cree que debe actuar según lo que sienta, o le haga sentir mejor. En ese sentido podría decirse que mi comentario señala que esa forma de ver no puede favorecer al bien común, porque el obrar humano, individual o grupal, no se limita ni puede limitarse a eso.
Es claro que en última instancia se trata de que la mujer mate a sus hijos sin problemas, pero el que a partir de ahí tengan que recurrir a esas falacias señala que saben perfectamente que están errados, con todo lo que eso implica.
La mezcla de argumentos pseudo-científicos y sentimentales es inaceptable.
Ciertamente, como dice Luis, los hijos ya nacidos son una carga mucho mayor que los hijos por nacer y miedo me da que les dé por tomar eso como argumento porque vamos al infanticidio. Nunca faltará el teórico que encuentre una razón y la pase por la "ciencia" hecha pan rallado antes de freírla. Hay numerosos precedentes de que eso ya se ha hecho en el pasado.
Me admira la soberbia ¿intelectual? de algunos pseudoeruditos.
Y luego hablan de formación filosófica. En la de Perogrullo.
Pues nada, suerte convenciendo a la gente.
Agur.
Una mujer va ha hacerse la primera ecografía;
- Médico: El feto está bien, pero tengo que decirle que aún no es vida humana..
- - ¿Aún no es vida humana?
- Tranquila en estos casos casi siempre se acaba convirtiendo en humana.
- - ¿casi siempre?
- La inmensa mayoría de las veces, vamos más del 99%.
El médico en sus años de profesión nunca ha conocido un caso en que no ocurriese, pero con los nuevos conceptos no se atrevía a asegurarlo, no quería pillarse los dedos.
La mujer a pesar de las afirmaciones del médico le había quedado una inquietud, hasta la próxima ecografía iba a estar un poco intranquila, ¿se habrá convertido ya en humano?.
Creo que no se debe a que el embrión sea un tipo de vida humana distinto a un niño, como se ha comentado es un continuo, se es humano ó no se es, no hay medio humanos ó un 25% de humanos. La diferencia en los Códigos Penales se debe a las circunstancias que se dan, y porque no ha habido una intención de penalizar a la mujer sino de que el feto tenga alguna protección. Son dos realidades que existen, las problemáticas de la mujer y que el feto abortado es una vida humana que se pierde, y lo justo es tener en cuenta a ambas.
Suponiendo que por aprobar cierto tipo de matrimonios se legalizará la pederastía, y que legalizar el aborto conduce a lo mismo por el infanticidio y que un fumador de tabaco siempre deviene a consumidor y traficante de drogas ilegales, entonces la ovación al "coraje" de gobernantes que aplican programas económicos "valientes" puede ser lo que está llevando a los mismos extremos.
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El sentimentalismo es la ideologización de los sentimientos. Su único principio es la regencia de los sentimientos sobre la voluntad humana. Lo mismo se puede emplear para justificar el aborto que para desaconsejarlo. A fin de cuentas, los sentimientos son interiores y de cada uno, por lo que realmente, aquello contra lo que atenta el sentimentalismo es contra una razón objetiva y la norma de ella derivada.
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