Las «Actas de los mártires» y las «Passiones» hispanas, origen y uso en la liturgia (Mártires - IV)
La redacción de las Actas de los mártires y de las “Pasiones” atestigua la consolidación y expansión del culto a los mártires a partir del siglo III.
Con amor, la Iglesia procuró conservar las Actas judiciales de los martirios siempre que fuera posible y que hubiesen sido sometidos a juicio; también se desarrolló el género hagiográfico de la “Passio” o Pasión del mártir, en la cual, aportando datos de su vida, narra con detalle los sufrimientos que padecieron, su glorioso martirio y en muchos casos la deposición de sus restos en las sepulturas, con el honor de la Iglesia. Estas Pasiones son un relato pensado para ser leído eclesialmente, en la liturgia.
Las Pasiones se empleaban ya en Cartago y de ahí fácilmente se difundió su uso litúrgico en España (como muchos otros elementos que dejaron su impronta en el rito hispano-mozárabe). “Se atribuye, generalmente, la buena calidad de la hagiografía africana al uso de leer las Pasiones en las reuniones litúrgicas, circunstancia que les aseguraba, al menos en cierta medida, la estabilidad propia a los textos consagrados por el uso eclesiástico” (Delehaye, Les origines du culte des martyrs, p. 372).