Cortar los abusos en la liturgia
Desde hace años la secularización ha tomado un rostro visible en la celebración de la liturgia. En la liturgia, cada cual hace lo que quiere, se inventan cosas, se modifican textos de la liturgia, los cantos (de ínfima calidad musical) son ritmos de fiesta y distracción y además la letra no refleja la fe de la Iglesia sino sentimentalismos, siempre con la excusa de la “pastoral” que parece justificar cualquier cosa. Se ha desacralizado, ya no parece en tantos sitios que sea lugar de encuentro con Dios.
Pablo VI, ¡qué gran Papa, qué desconocido, qué rechazado!, lo avisó y lo denunció públicamente, pero no fue escuchado. Recordar sus palabras nos puede orientar para corregir la forma de celebrar la liturgia tan mundana y vivirla con espíritu religioso, obsequioso, de amor y adoración a Dios.