Las sectas y la Biblia (y 2)
Continuamos con el artículo publicado por el experto en sectas Manuel Guerra, sacerdote español y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en la revista académica Burgense, editada por la Facultad de Teología del Norte de España (en su sede de Burgos). En el número 51 del año 2010 (páginas 111-149) se puede encontrar el estudio, titulado “La ‘Palabra de Dios’ en algunas tradiciones heterodoxas”. Extractamos algunas de sus conclusiones de más interés, en el mismo punto en que lo dejamos en el artículo anterior, publicado, como éste, en el boletín Info-RIES.
¿Biblia en el satanismo?
Manuel Guerra afirma en su artículo que “el paganismo imperante y la proliferación de las sectas en las tres modalidades del demonismo (satanismo, luciferismo y brujería) en nuestros días muestran que cuenta con numerosos súbditos y adoradores”. Después de reflexionar sobre las diferentes maneras que tienen estos grupos de concebir al Demonio (como alguien real o simbólico, y su categoría), el experto explica que la denominación de “Biblia” para los libros sagrados de estos cultos es sólo metafórica y “por su condición de contrafigura de la Biblia cristiana”.
Entre estas obras destaca La Biblia Satánica, escrita por Anton Szandor LaVey, fundador de la Iglesia de Satanás y una de las principales figuras del satanismo del siglo XX. Consta, según Guerra, de cuatro partes: Libro de Satanás, Libro de Lucifer, Libro de Belial y Libro de Leviatán. Además, la secta Lucifer-G de Colonia es responsable de la publicación de la Biblia de Lucifer, revelada por el mismo diablo a su gran maestro en 1975, y hay otros libros reseñables en este apartado como The Cristal Table of Set del Templo de Set, el Libro de la Ley de Aleister Crowley o el Liber Zión de la Orden Illuminati.
La tradición masónica