El diario El País publica hoy una entrevista a Ginés Morata, genetista español que pertenece a la Royal Society del Reino Unido y a la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. Solo hay otro compatriota que comparte semejante “honor".
La primera pregunta del periodista va directo al grano:
En su libro Deconstruyendo a Darwin, el periodista y biólogo Javier Sampedro, que trabajó con usted en la década de 1980, decía que Darwin mató a Dios. ¿Lo comparte?
Es una forma de verlo. Dios es una creación humana. Dios no nos ha creado a nosotros: los humanos hemos creado a Dios. Darwin te hace ver que muchos de los atributos que tú dabas a Dios no eran de Dios, sino que es una cosa mucho más simple. En ese sentido, lo mata. No sé si yo utilizaría esa expresión pero, efectivamente, uno de los grandes logros de Dios era hacer no sé cuántos millones de especies en siete días. Pues es que no tiene nada que ver.
A estas alturas resulta un tanto simple y facilón pretender, como es el caso de los creacionistas y de este señor, que el Génesis es un relato cronológico exacto de lo ocurrido. Tesis desechada por alguien tan poco sospechoso de ser un protestante fundamentalista como San Agustín de Hipona.
Pero hete aquí que don Ginés nos cambia al Dios que dice haber sido matado por Darwin, por otro “dios". Javier Sampedro, otro científico y periodista de El País, nos explica lo que ha descubierto Morata y su equipo:
“el conjunto de hechos más sorprendente y enigmático que la genética ha descubierto en toda su historia, porque revela que toda la deslumbrante diversidad animal de este planeta, desde los ácaros de la moqueta hasta los ministros de cultura pasando por los berberechos y los gusanos que les parasitan, no son más que ajustes menores de un meticuloso plan de diseño que la evolución inventó una sola vez, hace unos 600 millones de años”
O sea, hemos pasado del “Dios creó el mundo en seis días y al séptimo descansó” a “La evolución inventó un meticuloso plan de diseño una sola vez".
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