22.10.16

5 libros en oferta para Kindle

Para que los lectores del blog no se la pierdan, me permito llamarles la atención sobre una oferta sensacional que pone libros católicos estupendos al alcance de cualquier bolsillo. Hasta el final del mes de octubre, cinco libros de la Editorial Vita Brevis costarán menos de 1 euro en formato electrónico Kindle de Amazon.

Los libros que se venden a este precio especial son:

Leer más... »

13.10.16

Harry Potter y el legado maldito

La semana pasada, leí en una biblioteca el nuevo libro de la saga harrypotteriana: Harry Potter y el legado maldito. La acción comienza donde termina el último libro de la serie: con los personajes ya crecidos y casados, de modo que, al menos en parte, los verdaderos protagonistas de la nueva entrega son sus hijos.

La obra tiene dos particularidades. La primera es que es literalmente una obra, una obra de teatro, y no una novela, lo que me intrigó y me animó a leerla. La segunda es que tiene tres autores, ya que a J.K. Rowling se le han sumado un director (John Tiffany) y un dramaturgo (Jack Thorne).

Si tuviera que resumir mi impresión en una palabra, sería: decepcionante. Con instinto infalible, el libro desecha todo el sentido del asombro y de lo maravilloso que hizo que la serie fuera un éxito y se centra en los conflictos adolescentes obsesivos que convirtieron los últimos libros en una pesadez. Todo son quejas, quejas y más quejas, inseguridad, narcisismo y sentimentalismos.

Leer más... »

6.10.16

Fr. Longshanks: los católicos y el verdadero Islam

Participante invitado: El P. Robert Longshanks es un antiguo anglo-católico que cruzó el Tíber hace cincuenta años. Conocido (a sus espaldas) por sus compañeros sacerdotes como Father “Battleaxe” Bob, se comenta que su propio obispo le tiene algo de miedo desde que le dijo que “el problema de Inglaterra ha sido siempre que sus obispos no están dispuestos a morir mártires”.

Actualmente ejerce la cura de almas en una pequeña parroquia de Sussex.

……………………………………

Cada vez que escucho a un católico (o peor aún, un obispo) hablando del verdadero Islam, siento ganas casi irrefrenables de golpear repetidas veces la cabeza contra la pared más cercana. Quiero decir mi cabeza, claro. Golpear la episcopal testa sería un delictum contra ecclesiasticam auctoritatem que acarrearía un interdictum y una suspensionem latae sententiae, con todas las penas y prohibiciones anexas, así que casi puedo asegurar que no merecería la pena el desahogo.

Leer más... »

4.10.16

"Los inmisericordes son los que nos reían las gracias para hacerse los buenos"

El otro día, un lector con el botánico nombre de Roblete dejó en el blog un comentario que me pareció clarividente y a la vez intrigante: “Quienes hemos estado apartados de la doctrina de la Iglesia y por gracia de Dios la hemos descubierto, sabemos por experiencia propia que los inmisericordes no son los que no nos daban la razón cuando estábamos errados sino los que nos reían las gracias para hacerse los buenos y comprensivos".

Me pareció un tema muy interesante, porque, desgraciadamente, es muy frecuente identificar la misericordia con decir a cada uno lo que quiere oír. Como además Roblete hablaba desde su experiencia personal, lo invité a escribir unos párrafos sobre el tema para publicarlos en el blog. Y aquí están.

……………………………………..

Leer más... »

3.10.16

Un fruto del año de la misericordia

El año jubilar de la misericordia proclamado por el Papa Francisco está cerca ya de terminar. Antes de que llegue a su fin, me gustaría señalar un fruto del mismo que me ha alegrado en especial. Supongo que habrá dado otros frutos y espero que aún dé muchos más, pero creo que este bastaría para que el año jubilar haya resultado más que provechoso.

Se trata de algo muy sencillo, pero precisamente por eso más concreto, abarcable y evidente que otros frutos quizá más importantes pero también más difíciles de determinar. Me refiero a un hecho inaudito desde hace al menos medio siglo: gracias al año jubilar, la mayoría de los católicos han oído hablar de las obras de misericordia y muchos se las saben de memoria.

Puede parecer una minucia y es cierto que yo tiendo a alegrarme especialmente de las pequeñas cosas, pero creo que como mínimo constituye un signo muy esperanzador.

Leer más... »