¿Es la pena de muerte intrínsecamente mala?
Según informa Vatican Insider, el Papa Francisco ha pronunciado un discurso sobre la pena de muerte en un encuentro organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, con ocasión del 25º aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica en 1992.
En su discurso, el Papa Francisco ha afirmado que: “Se debe afirmar con fuerza que la condena a la pena de muerte es una medida inhumana que humilla la dignidad de la persona, sea cual sea el modo en que se lleve a cabo. Es en sí misma contraria al Evangelio, porque decide voluntariamente suprimir una vida humana que siempre es sagrada a los ojos del Creador y de la cual sólo Dios es en última instancia verdadero juez y garante. Ningún hombre, ni siquiera un asesino pierde su dignidad personal, porque Dios es un Padre que siempre está a la espera de que el hijo vuelva y, sabiendo que cometió un error, pida perdón y comience una nueva vida. A nadie, pues, se le puede quitar la vida, ni tampoco la misma posibilidad de una redención moral y existencial que redunde en beneficio de la comunidad”.
El Papa ha recordado que, en el pasado “el recurso a la pena de muerte aparecía como la consecuencia lógica de la aplicación de la justicia”. “Incluso en los Estados Pontificios se recurrió a este remedio extremo e inhumano, dejando a un lado la primacía de la misericordia sobre la justicia. Asumimos las responsabilidades del pasado y reconocemos que estos medios fueron dictados por una mentalidad más legalista que cristiana. La preocupación de conservar intacto el poder y la riqueza material llevó a sobrestimar el valor de la ley y a impedir profundizar en la comprensión del Evangelio”. “Por tanto, es necesario reiterar que, por grave que el delito haya sido, la pena de muerte es inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona".
De esto parece deducirse que la pena de muerte es intrínsecamente mala desde el punto de vista moral y, por tanto, no puede utilizarse legítimamente en ninguna ocasión. No es la primera vez que el Papa Francisco hace afirmaciones en este sentido. Ya hace dos años, declaró: ”Hoy en día la pena de muerte es inadmisible, por cuanto grave haya sido el delito del condenado. Es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia misericordiosa, e impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas. No hace justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza […] La pena de muerte es contraria al sentido de la humanitas y a la misericordia divina, que debe ser modelo para la justicia de los hombres” (Carta a la delegación de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, 20 de marzo de 2015).
Para el Papa, sus palabras no suponen “ninguna contradicción” con las enseñanzas de la Iglesia, ya que “la defensa de la dignidad de la vida humana desde el primer instante de la concepción hasta la muerte natural siempre ha encontrado en la enseñanza de la Iglesia una defensa coherente y autorizada”.
En ese sentido, explicó que “la Tradición es una realidad viva y solo una visión parcial puede concebir el depósito de la fe como algo estático. ¡La Palabra de Dios no se puede conservar en naftalina como si se tratase de una vieja manta que debe protegerse de los parásitos! No. La Palabra de Dios es una realidad dinámica y viva que progresa y crece porque tiende hacia un cumplimiento que los hombres no pueden detener”. Por lo tanto, “la doctrina no puede preservarse sin progreso, ni puede estar atada a una lectura rígida e inmutable sin humillar la acción del Espíritu Santo".
Resulta muy difícil, sin embargo, conciliar estas afirmaciones, que presentan la pena de muerte como algo intrínsecamente malo, con la enseñanza tradicional de la Iglesia. En efecto, la Sagrada Escritura, los Padres de la Iglesia, el magisterio eclesial y los Doctores de la Iglesia siempre han considerado la pena de muerte como una posibilidad justa y lícita en algunas ocasiones, que puede incluso llegar a ser un deber para el Estado en ciertas circunstancias. Asimismo, resulta difícil tomar en serio la afirmación de que todos los papas, teólogos y santos anteriores tenían una “mentalidad más legalista que cristiana". Tampoco se entiende en qué sentido “crece” la doctrina cuando se afirma lo contrario de lo que ha afirmado siempre la Iglesia.
Nuevo Testamento:
“Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación. En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer a la autoridad? Obra el bien, y obtiendrás de ella elogios, pues la autoridad es para ti un servidor de Dios para el bien. Pero, si obras el mal, teme: pues no en vano lleva espada: pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal” (Rm 13,1-4)
“Si he cometido alguna injusticia o crimen digno de muerte, no rehuso morir” (Hch 25,11)
“Pero el otro [malhechor] le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros la sufrimos con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, este nada malo ha hecho.» Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino». Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lc 23,40-43)
San Clemente de Alejandría:
“Por la salud del cuerpo soportamos hacernos amputar y cauterizar, y aquel que suministra estos remedios es llamado médico, salvador; él amputa algunas partes del cuerpo para que no se enfermen las partes sanas; no es por rencor o maldad hacia el paciente sino según la razón del arte que le sugiere y nadie, por lo tanto, acusaría de maldad al médico por su arte. […] Cuando [la ley] ve a alguien de tal modo que parezca incurable, viéndolo ir por el camino de la extrema injusticia, entonces se preocupa de los otros para que no vayan a la perdición por obra de aquel, y como cortando una parte del cuerpo entero lo manda a la muerte” (San Clemente, Stromata)
San Agustín:
“Hay algunas excepciones, sin embargo, a la prohibición de no matar, señaladas por la misma autoridad divina. En estas excepciones quedan comprendidas tanto una ley promulgada por Dios de dar muerte como la orden expresa dada temporalmente a una persona. Pero, en este caso, quien mata no es la persona que presta sus servicios a la autoridad; es como la espada, instrumento en manos de quien la maneja. De ahí que no quebrantaron, ni mucho menos, el precepto de no matarás los hombres que, movidos por Dios, han llevado a cabo guerras, o los que, investidos de pública autoridad, y ateniéndose a su ley, es decir, según el dominio de la razón más justa, han dado muerte a reos de crímenes” (San Agustín, La Ciudad de Dios, lib. I, c. 21)
“Algunos hombres grandes y santos, que sabían muy bien que esta muerte que separa el alma del cuerpo no se debe temer; sin embargo, según el parecer de aquellos que la temen, castigaron con la pena de muerte algunos pecados, bien para infundir saludable temor a los vivientes, o porque no dañaría la muerte a los que con ella eran castigados, sino el pecado que podría agravarse si viviesen. No juzgaban desconsideradamente aquellos a quienes el mismo Dios había concedido un tal juicio. De esto depende que Elías mató a muchos, bien con la propia mano, o bien con el fuego, fruto de la impetración divina; lo cual hicieron también otros muchos excelentes y santos varones no inconsideradamente, sino con el mejor espíritu, para atender a las cosas humanas” (San Agustín, El Sermón de la Montaña, c. 20, n. 64).
Santo Tomás de Aquino:
“Se prohíbe en el decálogo el homicidio en cuanto implica una injuria, y, así entendido, el precepto contiene la misma razón de la justicia. La ley humana no puede autorizar que lícitamente se dé muerte a un hombre indebidamente. Pero matar a los malhechores, a los enemigos de la república, eso no es cosa indebida. Por tanto, no es contrario al precepto del decálogo, ni tal muerte es el homicidio que se prohíbe en el precepto del decálogo” (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I-II, q.100, a.8, ad 3).
“Pues toda parte se ordena al todo como lo imperfecto a lo perfecto, y por ello cada parte existe naturalmente para el todo. Y por esto vemos que, si fuera necesaria para la salud de todo el cuerpo humano la amputación de algún miembro, por ejemplo, si está podrido y puede inficionar a los demás, tal amputación sería laudable y saludable. Pues bien: cada persona singular se compara a toda la comunidad como la parte al todo; y, por tanto, si un hombre es peligroso a la sociedad y la corrompe por algún pecado, laudable y saludablemente se le quita la vida para la conservación del bien común; pues, como afirma 1Co 5,6, un poco de levadura corrompe a toda la masa” (Santo Tomás de Aquino. Suma Teológica, II-II, q.64, a.2)
“Esta clase de pecadores, de quienes se supone que son más perniciosos para los demás que susceptibles de enmienda, la ley divina y humana prescriben su muerte. Esto, sin embargo, lo sentencia el juez, no por odio hacia ellos, sino por el amor de caridad, que antepone el bien público a la vida de una persona privada” (Santo Tomás de Aquino. Suma Teológica, II-II, q.25, a.6, ad 2)
San Alfonso María de Ligorio:
“DUDA II: Si, y en qué manera, es lícito matar a un malhechor.
Más allá de la legítima defensa, nadie excepto la autoridad pública puede hacerlo lícitamente, y en este caso sólo si se ha respetado el orden de la ley […] A la autoridad pública se ha dado la potestad de matar a los malhechores, no injustamente, dado que es necesario para la defensa del bien común” (San Alfonso María de Ligorio, Theologia Moralis)
“Es lícito que un hombre sea ejecutado por las autoridades públicas. Hasta es un deber de los príncipes y jueces condenar a la muerte a los que lo merecen, y es el deber de los oficiales de justicia ejecutar la sentencia; es Dios mismo que quiere que sean castigados” (San Alfonso María de Ligorio, Instrucciones para el pueblo)
Catecismo de Trento:
“Otra forma de matar lícitamente pertenece a las autoridades civiles, a las que se confía el poder de la vida y de la muerte, mediante la aplicación legal y ordenada del castigo de los culpables y la protección de los inocentes. El uso justo de este poder, lejos de ser un crimen de asesinato, es un acto de obediencia suprema al Mandamiento que prohíbe el asesinato”.
Catecismo de San Pío X:
“¿Hay casos en que es lícito quitar la vida al prójimo? Es lícito quitar la vida al prójimo cuando se combate en guerra justa, cuando se ejecuta por orden de la autoridad suprema la condenación a muerte en pena de un delito y, finamente, en caso de necesaria y legítima defensa de la vida contra un injusto agresor” (Catecismo de San Pío X, 415)
Inocencio III: Exigió a los herejes valdenses que reconocieran, como parte de la fe católica, que:
“El poder secular puede sin caer en pecado mortal aplicar la pena de muerte, con tal que proceda en la imposición de la pena sin odio y con juicio, no negligentemente sino con la solicitud debida” (DS 795/425, citado por Avery Dulles, Catholicism and Capital Punishment)
León XIII:
“Es un hecho común que las leyes divinas, tanto la que se ha propuesto con la luz de la razón tanto la que se promulgó con la escritura divinamente inspirada, prohíben a cualquiera, de modo absoluto, de matar o herir un hombre en ausencia de una razón pública justa, a menos que se vea obligado por necesidad de defender la propia vida” (León XIII, Encíclica Pastoralis Oficii, 12 de septiembre de 1881)
Pío XII:
“Aun en el caso de que se trate de la ejecución de un condenado a muerte, el Estado no dispone del derecho del individuo a la vida. Entonces está reservado al poder público privar al condenado del «bien» de la vida, en expiación de su falta, después de que, por su crimen, él se ha desposeído de su «derecho» a la vida” (Discurso a los participantes en el I Congreso Internacional de Histopatología del Sistema Nervioso, n. 28, 13 de septiembre de 1952)
Juan Pablo II:
“Es evidente que, precisamente para conseguir todas estas finalidades, la medida y la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente, sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo salvo en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo” (Juan Pablo II, Encíclica Evangelium Vitae, n. 56, 25 de marzo de 1995)
Catecismo de la Iglesia Católica:
“A la exigencia de la tutela del bien común corresponde el esfuerzo del Estado para contener la difusión de comportamientos lesivos de los derechos humanos y las normas fundamentales de la convivencia civil. La legítima autoridad pública tiene el derecho y el deber de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito. La pena tiene, ante todo, la finalidad de reparar el desorden introducido por la culpa. Cuando la pena es aceptada voluntariamente por el culpable, adquiere un valor de expiación. La pena finalmente, además de la defensa del orden público y la tutela de la seguridad de las personas, tiene una finalidad medicinal: en la medida de lo posible, debe contribuir a la enmienda del culpable. La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas. Pero si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana” (Catecismo de la Iglesia Católica, n.2266-2267).
Podrían citarse cientos de testimonios más en el mismo sentido de Padres de la Iglesia, documentos magisteriales, grandes teólogos y santos, como por ejemplo San Juan Cristóstomo, San Gregorio Nacianceno, San Efrén, San Ambrosio, San Hilario, San Roberto Belarmino, San Pío V, Pío XI, Inocencio I, San Dámaso, San Bernardo, San Jerónimo, Santo Tomás Moro, San Francisco de Borja, San Francisco de Sales, Francisco de Vitoria, San Felipe Neri, Francisco Suárez, Beato Duns Scoto y un larguísimo etcétera.
430 comentarios
En efecto, si la doctrina puede "progresar" diciendo hoy lo contrario de lo que ha dicho siempre, ¿por qué no va a aceptar la Iglesia todas esas cosas?
Pero es ciwrto que actualmente es innecesaria y es mejor prescindir de ella.
Estas contradicciones se dan, cuando no se predica en apego a la Tradición de la Iglesia, sino, de acuerdo a las opiniones y gustos propios.
Bendiciones en Cristo, María y José.
Viva sin lugar a dudas. Dinámica...no sé...me suena esta palabra bastante modernista.
En fin, el Santo Padre sigue dándonos sobrados motivos para jamas olvidar ese versículo del Apocalipsis que reza: "conserva lo que tienes".
¿Pasar de un no a un sí (absolución de adúlteros) o de un sí a un no (pena de muerte), es desarrollo de la doctrina?
Saludos cordiales.
La Iglesia tiene que dar gusto a todos, si no, perece sociológicamente.
Y para ilustrar mejor la cosa, parafraseo un texto histórico, originalmente mucho más sabio: "No tengáis miedo: abrid las puertas... al mundo".
Con mucho sentimiento y arrobo, eso sí.
Una neurona menos y nacen ovejas.
"No comparto mucho lo que dice el papa, pero tampoco hay que desconocer como se nota que cambia el discursos desde San Agustín a San Juan Pablo II. Tal vez hay que entender a nuestro pontífice en el sentido de que hoy en día existen los medios..."
El Papa Juan Pablo II fue hasta el límite de donde se podía ir en ese sentido, afirmando que hoy raramente convenía la pena de muerte (juicio prudencial), pero que era lícita en sí misma para algunas ocasiones (juicio doctrinal).
El Papa Francisco da un paso mas afirmando que "en sí misma" es contraria al Evangelio. Eso ya no es una afirmación prudencial, sino doctrinal y moral... pero contraria a la doctrina y la moral tradicionales de la Iglesia.
A eso se suma que, una vez más, se pretende que afirmar lo contrario que la doctrina de la Iglesia es un "progreso", un "desarrollo" o un "crecimiento" de esa doctrina. A mí, francamente, me resulta muy irritante, porque me da la impresión de que me toman por tonto. Y lo de llamar "legalistas" a todos sus antecesores es asombroso, la verdad.
Saludos.
Hizo bien en rectificar.
El aborto es intrinsecamente malo y la Iglesia hace bien en rechazarlo.
La pena de muerte es intrinsecamente mala, y La Iglesia se equivoca al admitirla.
Hará bien en rectificar.
La Iglesia (para los católicos ) es infalible definiendo dogmas. En todo lo demás se puede equivocar porque está formada por hombres.
Entiendo que la doctrina sobre los sacramentos no se puede modificar porque pertenecen al depósito de la fe. No me voy a meter en la comunión de los divorciados.
Pero ni la esclavitud, ni la pena de muerte , ni las formas de gobierno, ni las fronteras nacionales, ni otras cuestiones sociales pertenecen a esa categoría .
Nada más . He intervenido porque el tema me parece muy importante, se trata de la vida humana.
Feliz día de la Hispanidad a todos.
No sabes de este tema, así que no es sorprendente que digas puros disparates. Comprenderás que, siendo ateo, venir a un blog católico a pretender decirnos a los católicos qué es lo que creemos no tiene sentido.
Saludos y gracias por tu felicitación en la Fiesta de Nuestra Señora del Pilar.
(Hechos de los Apóstoles 12, 21-23)
¡Pero qué inmisericorde y legalista este Ángel del Señor! ¡Cómo se nota que no entiende el verdadero espíritu del Evangelio! Mira que herir de muerte a Herodes... Cómo se nota que este ángel por su preocupación de conservar intacto el poder y la riqueza material lo llevó a sobrestimar el valor de la ley y a impedir profundizar en la comprensión del Evangelio...
Que el Señor te bendiga.
Saludos cordiales.
"pero la doctrina progresa"
Si el "progreso" de la doctrina consiste en decir lo contrario de lo que dice esa doctrina, ¿qué es lo que diferencia el progreso del retroceso? ¿O cuál es la diferencia entre progresar en la doctrina y, simplemente, no creerla?
El buen ladrón crucificado al lado de Cristo aseguró que merecía estar allí.
(Luc 23,40-41)
A Cristo se le aplicó la pena de muerte que debía ser aplicada a nosotros por nuestros pecados. Eso es de fe.
La ley mosaica decreta la pena de muerte. ¿Se puede decir alegremente que dicha ley, de origen divino, es contraria a la dignidad humana?
Cristo no aplicó la pena de muerte a la mujer adúltera. La perdonó. Pero San Pablo es claro en Romanos 13,4: La autoridad civil debe usar la espada para castigar a los malvados. No hace falta que les diga que el uso de la espada en Romanos no es para cortar jamón ni para nombrar caballero golpeando dos veces en el hombro.
Y dicho todo esto, añado que salvo casos excepcionales, estoy en contra de aplicar la pena de muerte. El mayor motivo para que esté en contra es que se ha demostrado que se ha aplicado a inocentes.
Ahora bien, no es lo mismo decir "no es conveniente ni necesario aplicar hoy la pena de muerte" que decir "aplicar la pena de muerte es condenable". O sea, no es lo mismo cambiar la doctrina católica, cosa que nadie, ni siquiera un Papa, puede hacer, que no cambiarla.
Tiempos de deconstrucción, tiempos de confusión.
Los escombros de la deconstrucción junto con la liquidez magisterial: estos son hoy el material y la amalgama con los que se pretende "progresar" el edificio de la doctrina católica. ¿Cuánto tardaré en venirse abajo?
Tal proceder se ha dado, regularmente, en el ámbito protestante, donde, por lo mismo, han caído en aquello de “sólo fe”, “sólo gracia”, “sólo Cristo”; etc.
Lamentablemente, en el contexto católico, pareciera que se quiere ir por ahí, y entonces se viene predicando un discurso que suena a “sólo misericordia”.
Es increíble que un papa, no una sino varias veces salga a la palestra a negar una doctrina avalada por la Sagada Escritura y toda la Tradición sin fisuras. ¿Con qué autoridad puede hacer estas afirmaciones? Además de la falsedad de sus declaraciones, pone en peligro la credibilidad del Magisterio mismo. Si un papa contradice una doctrina tan universalmente propuesta por la SE y toda la Tradición y el Magisterio, ¿qué ha de pensar cualquier fiel que no tiene estudios teologicos de esto? Es sembrar más confusión.
No solo es un acto de soberbia, es una gravísima calumnia levantada contra todos los Papas, Principes y Doctores de la Cristiandad, y una blasfemia contra el Señor que prescribio a Moisés la pena de muerte. Es gravísimo.
Por favor, un poquito de lógica y no confudir las cosas. Una cosa es la pena de muerte y otra la esclavitud. Decir que la esclavitud es intrínsecamente mala no es lomismo que decir que la pena de muerte es intrínsicamente mala. Se puede tolerar ciertos males en sociedad, que es lo que hizo San Pablo en el caso de la esclavitud, considerando que si uno que es regenerado al a vida nueva en Cristo, no hay distinción entre judío y gentil, eslavo y libre, sino todos son uno en Cristo. Igualmente, no es lo mismo lntroducir el arguemnto que la lucha a favor de la vida ha de incluir la ecología, pues hay un oceano de diferencia entre cuidar las plantas y cuidar al nió no nacido.
El que queire comentar sobre cuestiones teólogicas ha de empezar por estudiar a fondo la lógica de Arístoteles y proseguir con Santo Tomás de Aquino, que es tan gran teólogo preclsamente porque era un genio en el momento de hacer las oportunas distinciones. .
Sólo pido a Dios que acabe con este teatro del horror de una vez. Que empiece a impartir Su Justicia. Está ya uno cansado de tanta traición, de tanta deslealtad y de tanta perfidia.
Vladimir: "Ya se va haciendo usual, en este pontificado, llamarle "desarrollo de la doctrina" a lo que no es otra cosa que "ruptura con la doctrina".
Tal cual.
Una irresponsabilidad total: El papa Francisco invitó a cenar en la basílica de San Petronio, en Bolonia, a 20 reos y dos se fugaron. Los dos prófugos, considerados "socialmente peligrosos", escaparon durante un evento en el que también participaban mendigos y refugiados.
Muy penoso todo.
Ahora, Bruno, viendo las citas que traes sobre la pena de muerte, no puedo dejar de notar que sí hubieron cambios, si bien no al punto de declarar intrínsecamente malo lo que no lo es.
El primer cambio se ve del Antiguo al Nuevo Testamento: en el primero se podía quitar la vida por, digamos, revelación privada de Dios ordenando quitar la vida, como ocurre en el caso del patriarca Abraham, aunque por intervención del ángel no llega a consumarse la ejecución de Isaac, o como ocurre en el caso del profeta Elías, que esta vez sí pasa por el filo de la espada a todos los profetas de Baal. A partir del Nuevo testamento, a juzgar por la absolución de muerte por apedreamiento de la mujer adúltera, y por el pasaje citado de la carta de San Pablo a los romanos, parece ser que la única manera como Dios puede, ahora, manifestar su voluntad de castigar con la pena de muerte es a través de la autoridad civil, doctrina que por su vez se ve ratificada en la cita del Catecismo Romano (de Trento).
El segundo cambio se ve con San Juan Pablo II, tanto en la cita de la encíclica Evangelium Vitae, como del Catecismo promulgado por él: el castigo de la pena de muerte, al limitarse únicamente a los casos en que la vida del reo es una amenaza a otras vidas humanas, ya no es propiamente una pena, sino un acto de legítima defensa. Éste me parece un cambio sustancial.
Carta “Dignidad para recibir la Sagrada Comunión. Principios Generales”
del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Card Ratzinger) al Cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo de Washington y presidente del Comité de Política Doméstica, y a Mons. Wilton Gregory, Obispo de Belleville y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (junio de 2004), con ocasión de la reunión plenaria que este organismo celebró en Denver del 14 al 19 de junio de 2004.
Por supuesto que la Palabra de Dios debe conservarse de los ataques de los parásitos. Esos bichitos nauseabundos nacidos para tergiversar y atacar la Palabra. Todo es poco para conservar intacta la Palabra de Dios.
Por otra parte, creo que conviene no olvidar que el Papa Francisco no se caracteriza precisamente por hablar con precisión teológica y en bastantes ocasiones ha dicho una cosa y después la opuesta, así que es posible que se trate de meras afirmaciones retóricas.
En efecto, esa cita muestra muy bien los dos temas distintos de los que se puede hablar en torno a esta cuestión:
1) La aplicación en casos concretos de la pena de muerte. Al tratarse de algo prudencial, se pueden tener opiniones diferentes sobre el tema.
2) La doctrina de que es lícito aplicar la pena de muerte, que es enseñanza de la Iglesia y no algo prudencial.
Saludos cordiales.
El problema es que la justicia, para que sea tal, ha de guardar proporción entre el delito y la pena y hay delitos terribles. Asesinatos múltiles con penas de veinte años ¿guardan proporción?
Si hubiesen detenido al tirador del otro día que mató a cincuenta y tantas personas y que tenía 63 años. ¿Qué pena resultaría justa? Teniendo en cuenta su edad ¿diez años quizás?
El problema es que la justicia humana no debe tener en cuenta la divina, y si no la tiene en cuenta sólo puede actuar sobre la vida mortal de la personas, si la pena es ridícula la justicia no funciona. Una cosa es el ojo por ojo y el diente por diente aplicado por particulares (venganza) y otra muy distinta es la corrección proporcional de la ley (justicia). Si observamos veremos que antes se suprimía la venganza personal porque el estado se encargaba de aplicar la pena con suficientes garantías, pero ahora ya se exige que ni siquiera esto funcione, con lo que estamos llamando a la sociedad al perdón, no cristiano que es legítimo, sino civil.
Nosotros trajimos las muerte a nuestro entorno, por dentro y por fuera, con el Pecado Original.
En última cena Cristo le dijo a Judas: -Anda ve y lo que tengas que hacer hazlo pronto. Y todos sabemos lo que pasó después.
: A propósito de estos dos profetas - uno de ellos Elías - Mc. 9, 11-13; Mt. 17, 11-13)- los que vienen al mundo a restablecer todas las cosas a como fueran antes del Pecado Original. En el libro del Apocalipsis, y no es cosa de ayer, sino que es para mañana dice:
-Ellos que tienen poder de cerrar el cielo para que la lluvia no caiga en los días de su ministerio profético y tienen poder sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la Tierra -planeta- con todos géneros de plagas cuantas veces quisieren. (Ap.11,6)
Segú el Papa y su exhortación hacia la muerte. ¿Qué pasará pues con estos delante de Dios cuando quieran y decidan -pues bien dicho sea que queda escrito: cuantas veces quieran- que aquí o allá la tierra de la Tierra tiemble y mueran o se maten cientos y miles de individuos? Porque esto si no sucede hoy ya estad seguros que sucederá.
Y dijo Dios al Hombre: Debes destruir el mundo; mira que si la ciencia de los hombres en su investigar la genética llega hasta donde ves: Hasta los elegidos perderán la fe.
Delante de Dios: -¿No hay peor muerte que perder la fe?
SJPII refiere a "lo prudencial de salvaguardar las VIDAS HUMANAS, la Sociedad frente a UNA única posibilidad “la vida del Agresor” en virtud del desarrollo de lo "doctrinal" y lo "evangélico" visto en contraposición a lo “Legalista" que es el ERROR.
No hay modo de homologar este desarrollo que es Evangelio visto que salvaguardad prudencialmente las vidas de una sociedad, las vidas humanas es el principio evangélico.
No tiene nada que ver quizás con una “extracción de esta materia” como fuente complementaria para excusar un supuesto "desarrollo" en otra dirección, para lo que no es desarrollo sino progresismos y situacionismo moral, y ejecutar contumazmente tales males intrínsecos siempre malos como el adulterio o la eutanasia como por ejemplo.
El planteamiento de fondo del discurso se le nota pertinazmente en establecer de ahí como recurso de defensa ante "la toma de decisión" valiéndose de un instrumento valorativo de lo prudencial como doctrinal.
Concluyendo:
la intención de fondo (según SJPII) no es matar, el fondo es evitar más muertes cuando ya no existe otra forma de evitar el bien de SOCIAL DE LA HUMANIDAD.
Para otros males como el adulterio el fin es consolidad el pecado, es incapacitarnos de la virtud y dominio de sí mismo de la templanza.
El primer cambio que mencionas creo que no es tal, porque una intervención directa de Dios es, por su propia naturaleza, algo excepcional, que no se contempla en las normas morales habituales.
El segundo cambio es mucho más interesante. De hecho, llevo un par de días pensando sobre el tema. Lo curioso es que ese artículo del Catecismo se reformuló un par de veces y el resultado final fue heterogéneo y, en cierta medida, contradictorio consigo mismo.
Si te fijas, en el punto inmediatamente anterior al de la pena de muerte, se explica que:
"2266 A la exigencia de la tutela del bien común corresponde el esfuerzo del Estado para contener la difusión de comportamientos lesivos de los derechos humanos y las normas fundamentales de la convivencia civil. La legítima autoridad pública tiene el derecho y el deber de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito. La pena tiene, ante todo, la finalidad de reparar el desorden introducido por la culpa. Cuando la pena es aceptada voluntariamente por el culpable, adquiere un valor de expiación. La pena finalmente, además de la defensa del orden público y la tutela de la seguridad de las personas, tiene una finalidad medicinal: en la medida de lo posible, debe contribuir a la enmienda del culpable."
Sin embargo, en el punto 2267 se "olvida" esto del carácter expiatorio de la pena y se pasa a considerarla como mera legítima defensa. Eso no tiene sentido y hace pensar que la modificación posterior a la redacción del catecismo no se pensó suficientemente.
En cualquier caso, a mi entender, se trata de un tema más teológico que doctrinal, de comprensión de la naturaleza de los castigos y las penas civiles.
Clarísima la parte donde dices: "... pone en peligro la credibilidad del Magisterio mismo. Si un papa contradice una doctrina tan universalmente propuesta por la SE y toda la Tradición y el Magisterio, ¿qué ha de pensar cualquier fiel que no tiene estudios teológicos de esto? Es sembrar más confusión".
Estaba pensando justamente en eso antes de leer tu comentario. Y no se trata que contradiga esto o aquello. Se trata que ayer por una cosa y hoy por otra está confundiendo cada día más a sus hermanos, a los que debería CONFIRMAR, según el mandato recibido de nuestro Señor Jesucristo..
Quitado ese fundamento, ya no hay forma de defender coherentemente la pena como expresión de la justicia, o sea, algo de orden moral, y no solamente la autodefensa o supervivencia de la sociedad, que podemos tenerla en común con los animales irracionales.
Saludos cordiales.
Es obvio que la pena de muerte pertenece a la doctrina de la iglesia.
¿Hay algo que no va a tocar Francisco?
Una vez quitada, ETA ha matado a más de 800 personas.
Por cierto, los asesinatos de 379 de ellas ya no se investigan.
"No sólo se olvida hoy el carácter expiatorio de la pena, sino su carácter de mera aplicación de la justicia ("reparar el desorden introducido por la culpa"), que es el fundamental y base de todos los otros, independientemente de que el culpable la acepte o no."
Completamente de acuerdo. También se menciona en el punto anterior del Catecismo. Es extraño que lo que se mencionaba claramente en un punto se olvidara al siguiente.
En cualquier caso, quiero precisar en cuanto al carácter expiatorio que lo importante para la autoridad es que la pena constituya una oportunidad de expiar la culpa, porque el hecho de que el reo aproveche o no ese carácter expiatorio en un caso concreto no depende del legislador, sino de la libertad del reo.
Cuando se utiliza el término "hoy en día", no se está hablando de algo intrínsecamente malo sino de lo que está de de acuerdo al gusto de los tiempos.
Me parece excelente que el Santo Padre Francisco tenga una opinión personal en ésto también. Y me parece aun mas excelente que los católicos no estemos obligados a creer en las opiniones personales de nuestros sagrados pastores.
Si la única frase del Papa hubiera sido la de "hoy en día", este artículo no se habría escrito. Sin embargo, no es lo único que dijo:
"Se debe afirmar con fuerza que la condena a la pena de muerte es una medida inhumana que humilla la dignidad de la persona, sea cual sea el modo en que se lleve a cabo. Es en sí misma contraria al Evangelio, porque decide voluntariamente suprimir una vida humana que siempre es sagrada a los ojos del Creador y de la cual sólo Dios es en última instancia verdadero juez y garante. Ningún hombre, ni siquiera un asesino pierde su dignidad personal, porque Dios es un Padre que siempre está a la espera de que el hijo vuelva y, sabiendo que cometió un error, pida perdón y comience una nueva vida. A nadie, pues, se le puede quitar la vida, ni tampoco la misma posibilidad de una redención moral y existencial que redunde en beneficio de la comunidad"
Es muy difícil, ver en ese párrafo otra cosa que no sea una afirmación de que la pena de muerte es intrínsecamente mala.
Aunque, como ya he dicho antes, hay que tener en cuenta que la precisión al hablar no es uno de los puntos fuertes de este Papa.
"si a eso le añadimos que los documentos magisteriales se están convirtiendo en disertaciones de más de 100 páginas, que dan cada vez más rodeos sobre lo que se debe enseñar"
Totalmente de acuerdo. Al igual que sucede con la inflación monetaria, la inflación magisterial tiende a quitar valor a las afirmaciones del Magisterio, porque hace cada vez más difícil distinguir lo que realmente es doctrina de las opiniones personales de cada Papa u obispo.
no pretendo causar problemas, pero en este artículo, respetuosamente, difiero un poco.
Si el papa intentara afirmar la pena de muerte como algo intrínsecamente malo, estaría contestando a la duda número 5 de los cardenales de la a la manera católica, es decir, que "aún hay absolutos". Recordando la duda.
"...que excluye una interpretación creativa del papel de la conciencia y afirma que ésta nunca está autorizada para legitimar excepciones a las normas morales absolutas que prohíben acciones intrínsecamente malas por su objeto?"
Aun habría "absolutos", pero los absolutos cambian conforme a la opinión de los papas, así que el mundo estaría tranquilo, "Si no te gustan mis absolutos, tengo otros" parafraseando a Groucho Marx y de facto negaría la existencia de absolutos. Sacar al adulterio para meter a la pena de muerte y querer seguir llamándolo absoluto me parece una incoherencia demasiado grande aún para para nuestra época. Pero quizás peco de optimista y eres tú el que tienes razón.
Una disculpa por discrepar un poco esta vez, prometo no hacerlo muy a menudo.
"Sacar al adulterio para meter a la pena de muerte y querer seguir llamándolo absoluto me parece una incoherencia demasiado grande aún para para nuestra época"
A mí precisamente eso no me cuesta nada creerlo, porque es justamente lo que cree el mundo: que el adulterio muchas veces no es malo (es "rehacer la vida") y que la pena de muerte siempre es malísima y horrible, que los anticonceptivos son estupendos, pero la guerra siempre es mala, etc. En definitiva, que lo políticamente correcto es lo único bueno y lo políticamente incorrecto es lo único malo.
Es muy fácil mantener incoherencias cuando son populares y el mundo las ha hecho suyas. Lo que cuesta es mantener la coherencia contra la corriente avasalladora del mundo.
_____________________
No se me ocurre en qué casos la muerte del criminal sea HOY el único medio posible para defender a la sociedad de un agresor injusto.
2267 "La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas.
Pero si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana.
Hoy, en efecto, como consecuencia de las posibilidades que tiene el Estado para reprimir eficazmente el crimen, haciendo inofensivo a aquél que lo ha cometido sin quitarle definitivamente la posibilidad de redimirse, los casos en los que sea absolutamente necesario suprimir al reo «suceden muy [...] rara vez [...], si es que ya en realidad se dan algunos» (EV 56)
Y visto esto si tengo que escoger entre la doctrina de la Iglesia recogida en el Catecismo y la opinión de un papa, escojo la primera. Y además, es vergonzoso y muy peligroso para la credibilidad de la misma Iglesia que un papa venga a contradecir la doctrina asentada desde hace siglos con sus opiniones personales, que serán si se quiere muy laudables, pero que no dejan de ser meras opiniones y por lo tanto cambiables. Y si esto se admitiera como verdadero, mañana podría otro papa contradecir al actual y tendríamos una nueva opinión igual de cambiable.
2266 A la exigencia de la tutela del bien común corresponde el esfuerzo del Estado para contener la difusión dem comportamientos lesivos de los derechos humanos y las normas fundamentales de la convivencia civil. La legítima autoridad pública tiene el derecho y el deber de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito. La pena tiene, ante todo, la finalidad de reparar el desorden introducido por la culpa. Cuando la pena es aceptada voluntariamente por el culpable, adquiere un valor de expiación. La pena finalmente, además de la defensa del orden público y la tutela de la seguridad de las personas, tiene una finalidad medicinal: en la medida de lo posible, debe contribuir a la enmienda del culpable.
2267 La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la PENA DE MUERTE, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas.
"No se me ocurre en qué casos la muerte del criminal sea HOY el único medio posible para defender a la sociedad de un agresor injusto"
Bueno, no hemos discutido sobre eso porque se trata de un tema prudencial, en el que caben diferentes opiniones. Lo que hemos discutido es la afirmación de la doctrina tradicional de la Iglesia de que la pena de muerte es lícita en sí misma y conveniente en algunas circunstancias, algo que parece negar el Papa Francisco.
Sobre la cuestión que planteas, yo diría (esto es solo mi opinión) que probablemente la aplicación de la pena de muerte sea en principio lícita y muchas veces conveniente en lugares caóticos (como Somalia) y en países en guerra. En medio de una guerra no parece que tenga sentido que no exista la pena de muerte (puesto que cualquier cosa menos grave no resultaría disuasoria en comparación con la muerte en combate) y en un lugar caótico hacen falta medidas extremas para detener el crimen y a menudo en la práctica no existen otros medios menos drásticos.
En cambio, opino que precisamente los países que más condenas a muerte tienen del mundo (que suelen ser China, Arabia Saudí y Estados Unidos, aunque depende de los años) son aquellos donde menos justificada está, ya sea por la tiranía de la autoridad que usa mal esa condena (China), porque no hay ningún problema de seguridad (Arabia Saudí) o porque cuentan con multitud de otros medios disuasorios que podrían utilizar y, encima, la aplican a menores e incapaces (Estados Unidos).
Pero no es más que mi opinión sobre un tema en el que reconozco que no he profundizado.
En todo caso con esa fórmula que es un “recurso de defensa”, es decir: no se le puede exigir “NO seguir viviendo more uxorio” en X o Y situación, dado que hay que decirle al masacrador “Te castigo con pena de Muerte en X o Y situación: “si sigue exterminando la sociedad para siempre” aun siendo imposible detenerlo. Queda visto que fin de esta argumentación es justificar el mal y destruir la verdad, destruyéndola verdad se destruye la vida. Es como si la norma permitiera matar algunas veces por lo que vendría al caso adulterar siempre y que sería cuestión de opinión o sea la conciencia subjetiva. Un disparate.
Mirémoslo así mejor: Cuando Caifás profetizo en Juan, la muerte de Jesús, se dijo era “por la Nación y por los hijos de Dios dispersos”.
Acá seria tomar ese texto y participar en la matanza de Jesús porque era la profecía, lo cual es un argumento disparatado. Jesús les dice “no saben lo que hacen”. Ellos actuaban disparatadamente y jamás entendieron lo de la profecía porque en el fondo estos en su corazón querían era desaparecer la VERDAD ABSOLUTA que es Jesús mismo y lo que “EL Dice” por eso él les dijo a Pilatos frente a todos “YO SOY LA VEDAD”.
"La lógica aquí lo que se vislumbra es la formulación, para no solo para obtener con el legalismo una validación del adulterio como si “no fuese mal intrínseco o al menos sujeto al a juicio subjetivo” sino que el fondo es destruir la existencia de la Verdad Absoluta"
Me temo que hace décadas que la gran mayoría de la gente (y de los católicos heterodoxos) no cree en una verdad absoluta. Todos estos problemas que tenemos son en buena parte consecuencia de haber abandonado la idea misma de la Verdad.
Pero eso no interesa denunciarlo. ¿Por qué?
Antes pensaba que lo que dijo el Siervo de Dios Pío XII, «El día que la sagrada congregación que vigila la Fe afloje la mano habrá llegado el momento del futuro ataque a la Iglesia perpetrado por aquellos elementos incrustados en su propio seno», estaba todavía por llegar... Ahora comienzo a creer que ya se está cumpliendo, desde que el Card. Muller no cumplió su deber de denunciar los errores del Cap. 8 de AL, ni de apoyar a las 5 dubia planteadas al respecto... A menos que desde la Congregación para la Doctrina de la Fe se haga una denuncia clara a los errores, estos irán en aumento, y apuntan nada menos que al más importante bastión del depósito de doctrina con que contamos los católicos, sobre todo los "de a pie": el Catecismo de la Iglesia Católica.
Pues eso, que tenemos que hacernos oír cada vez más para que sepan que no estamos contentos, y no nos vamos a dejar. Y que venga el martirio blanco, rojo, o de cualquier color.
"Nosotros recibimos el justo pago de lo que hicimos" (23,40).
Jesús no corrige esa afirmación, como si fuera falsa. No le dice:
"Un crimen no debe ser penado con otro crimen; y la pena de muerte es un crimen".
Le dice: "Hoy estarás conmigo en el paraíso" (23,43).
Decía que
".....para un cristiano es preferible la salvación de su alma que la conservación de su vida para que la pierda ...."
Y " el grado de violencia que un hombre tiene derecho de infligir a otros hombres , corresponde , por lo menos al grado de amor que les tiene .La violencia infligida por el odio es siempre contagiosa y volvedora :rebota siempre sobre el violento ."
Me parece a mi que sobre este tema el argumento central del Papa Francisco sería que en el siglo XXI la pena de muerte es inadmisible moralmente dado que ya están al alcance del hombre todos los medios necesarios que hacen que la ejecución de dicha pena sea innecesaria. En efecto, si se aplica una medida que no es acorde con determinado contexto, se comete una injusticia. Y valga decir que las
primeras palabras del Papa Francisco que cita el redactor de este artículo son la continuación de lo que él mismo ha venido diciendo sobre la licitud de la pena de muerte en estos tiempos. Me parece que el redactor de este artículo, si bien presenta citas sobre ambos momentos, quiere hacer ver que estas son como discursos separados, por así decirlo. Pero lo cierto es que ambas citas deben tomarse en cuenta como un todo. En efecto, una cosa es decir: "la pena de muerte es ilícita moralmente" y una muy diferente es decir "la pena de muerte en el siglo XXI es ilícita dado que existen medios o formas menos severas para solventar determinadas situaciones". Asumiendo que esté en lo correcto, se me hace gracioso que se cite al Papa Juan Pablo II tomando en cuenta que lo que dijo, en lugar de poner en tres y dos al Papa Francisco, lo que hace es servirle de apoyo.
Finalmente, asumiendo que todo lo que he dicho es correcto, entra a esta discusión una pregunta fundamental, y esta sería ¿tiene razón el Papa Francisco al decir que ya están presentes todos lo medios o maneras que hacen que la pena de muerte sea innecesaria? Eso habría que revisarlo a profundidad...
Estamos hablando del alma, si. El mismísimo Jesucristo da autoridad a sus Apóstoles para no perdonar en Su Nombre si así lo consideran justo y necesario. (No apto para los de la misericorditis, absténganse de leer Jn 20, 23)
¿Alguien pondrá en duda que es superior en valor salvar el alma antes que el cuerpo? ¿No nos dijo el Señor que temiéramos más a los que matan el alma y no el cuerpo?
¿Cuántas almas se podrán condenar por culpa de una mala Evangelización? ¿No es está la peor de las condenas a muerte?
Me aterra la superficialidad de un populismo sensiblero.
Quién crea que este es un tema opinable o mudable se equivoca gravemente.
Afecta a la esencia de nuestra fe.
"Me parece a mi que sobre este tema el argumento central del Papa Francisco sería que en el siglo XXI la pena de muerte es inadmisible moralmente"
Me temo que eso no es correcto. En primer lugar por lo que el Papa ha dicho:
"Se debe afirmar con fuerza que la condena a la pena de muerte es una medida inhumana que humilla la dignidad de la persona, sea cual sea el modo en que se lleve a cabo. Es en sí misma contraria al Evangelio, porque decide voluntariamente suprimir una vida humana que siempre es sagrada a los ojos del Creador y de la cual sólo Dios es en última instancia verdadero juez y garante. Ningún hombre, ni siquiera un asesino pierde su dignidad personal, porque Dios es un Padre que siempre está a la espera de que el hijo vuelva y, sabiendo que cometió un error, pida perdón y comience una nueva vida. A nadie, pues, se le puede quitar la vida, ni tampoco la misma posibilidad de una redención moral y existencial que redunde en beneficio de la comunidad". Y también "es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia misericordiosa, e impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas. No hace justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza […] La pena de muerte es contraria al sentido de la humanitas y a la misericordia divina, que debe ser modelo para la justicia de los hombres”"
Creo que está claro que si algo es "inhumano", "humilla la dignidad de la persona", "es en sí mismo contrario al Evangelio" y "es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona", "contradice el designio de Dios", "impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas", "no hace justicia", "fomenta la venganza" y es "contraria a la misericordia divina", no se le puede aplicar a "ningún hombre" y "a nadie", porque "solo Dios" puede ser juez en estas cosas y "siempre" es así... esa acción es intrínsecamente mala. Es la definición de intrínsecamente malo: algo que siempre es malo y nunca se puede hacer, porque en sí mismo es malo.
En segundo lugar, el Papa ha dicho que teníamos que asumir la responsabilidad porque en el pasado se había utilizado la pena de muerte. Luego no se está refiriendo al momento actual, sino a la pena de muerte en sí misma, tanto ahora como en las demás épocas: "Incluso en los Estados Pontificios se recurrió a este remedio extremo e inhumano, dejando a un lado la primacía de la misericordia sobre la justicia. Asumimos las responsabilidades del pasado y reconocemos que estos medios fueron dictados por una mentalidad más legalista que cristiana. La preocupación de conservar intacto el poder y la riqueza material llevó a sobrestimar el valor de la ley y a impedir profundizar en la comprensión del Evangelio"
A eso se suma que el mismo Papa ha dicho que quiere modificar el Catecismo para cambiar lo que dice sobre esta cuestión. De hecho, ha empezado a hablar sobre la pena de muerte diciendo: "quiero hacer referencia a un tema que debería encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica un espacio más adecuado y coherente con estas finalidades concretas".
"Asumiendo que esté en lo correcto, se me hace gracioso que..."
Sí, pero es que los hechos indican que no está en lo correcto.
Saludos.
¡Muy buena cita! Voy a incluirla en el cuerpo del artículo.
Pues eso, que tenemos que hacernos oír, cada vez más, para que sepan que no estamos contentos, y no nos vamos a dejar. Y que venga el martirio blanco, rojo, o de cualquier color".
También yo quedé muy decepcionada por la actuación del Cardenal Muller. Primero le habían asestado un duro golpe con la expulsión sin explicación de tres miembros de la Congregación. Y, en lugar de cumplir con su obligación de defender la fe, eligió hacer la plancha para ver si él zafaba. No era ese el mandato que había recibido de nuestro Señor Jesucristo, al ocupar ese lugar. Pienso que ahora lo tiene bien claro y desde el lugar en que se encuentra hoy tratará de compensar su falta de testimonio.
Y nosotros tenemos que hacernos oír, cada vez más, para que sepan que rechazamos todo lo que vaya en contra de nuestra fe.
Me temo que eso que dice no tiene sentido. Si algo es malo "hoy" y "siempre", que es lo que ha dicho el Papa, la conclusión es que siempre es malo, no que sólo hoy es malo, como pretende usted. Es lógica elemental.
Si algo es intrínsecamente/siempre malo, también es malo hoy. Por lo tanto, decir que algo es malo hoy no es negar que sea siempre o intrínsecamente malo. Especialmente cuando en todas las demás frases ha dicho "siempre", "en sí mismo", también en el "pasado", etcétera.
Siento que le moleste la realidad, pero esas acusaciones de que he falseado lo que ha dicho el Papa son, además de evidentemente erróneas, impropias de una discusión racional y contrarias a la cortesía más elemental.
Un saludo.
No hay prácticamente nada que pueda añadir a lo que ya se ha dicho. Solamente poner de manifiesto una paradoja que me parece advertir en las palabras del Papa. Al parecer ha dicho que la Iglesia en el pasado habría recurrido a la pena de muerte porque "la preocupación por conservar íntegros los poderes y las riquezas materiales la habían llevado a sobrestimar el valor de la ley, impidiendo ir en profundidad en la comprensión del Evangelio".
Curiosamente, el rechazo frontal a la pena de muerte se debe precisamente a una sobreestimación o sobrevaloración de la vida terrena. Sobrevaloración de la vida terrena que es típicamente mundana, y completamente ajena a la tradición católica.
Por otro lado, si la vida humana es un bien tan absoluto, de modo que “a ninguno le puede ser quitada no solo la vida, sino tampoco la misma posibilidad de un rescate moral y existencial para que vuelva a favor de la comunidad”, ¿qué demonios hacemos con la legítima defensa, cuyo fundamento jurídico-natural se apoya sobre una justificación análoga a la de la pena de muerte...? No es difícil aventurar que lo próximo será hacer lo mismo con la doctrina de la guerra justa.
No sé. Esto me parece casi más grave que lo de Amoris Laetitia. Porque como dice Bruno Moreno, si la "conciencia cristiana" efectivamente "evoluciona", y lo que era unánimemente blanco (o si quieren gris) para todos los santos, los teólogos, los doctores de la Iglesia y los canonistas se puede volver negro azabache de la noche a la mañana y viceversa, entonces se acabó la moral católica, se acabó la credibilidad de la Iglesia y se acabó la fe apostólica en el mundo. Eso por no decir nada de lo falaz del argumento: hemos nacido después que los Apóstoles, los santos, etc., por tanto tenemos más perspectiva, nuestra conciencia está mejor formada y más desarrollada e iluminada por el progreso y sabemos más que ellos.
Que Dios nos conserve a todos la fe.
La muerte entra por el pecado , y el pecado entra en hombre por el diablo
que es intrínsecamente malo
"No fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes [...] por envidia del diablo entró la muerte en el mundo" (Sb 1,13; 2,24).
Cualquier muerte es intrínsecamente mala por su simple existencia .
Solamente Dios puede transformar sus efectos en algo bueno .
"el diablo que es intrínsecamente malo"
El diablo no es intrínsecamente malo. Es una criatura y, como todas las criaturas, su naturaleza es buena. Lo que son malas son sus acciones.
"Cualquier muerte es intrínsecamente mala por su simple existencia"
Nada que existe es intrínsecamente malo. El mal es siempre una carencia de ser.
preguntarle a los niños que son abortados
que opinan de la pena de muerte...
Gracias.
Cordial saludo.
Gracias.
Cordial saludo
No es justa la pena privativa parcial de la integridad corporal (amputación), o psíquica (humillación).
En un Estado moderno y tecnológico, la pena de muerte carece de sentido, pues hay un gran control de la población.
La prisión vitalicia sí puede ser justa para casos peligrosos.
"pero lo único que has hecho (sea de forma inconsciente o muy conscientemente) es lo que se conoce con el nombre de "falacia del hombre paja"; aparte de acomodar citas a conveniencia."
Me temo que no sabe usted lo que es argumentar. Decir que yo tergiverso, falseo, acomodo, etc. no es un argumento. Hay que mostrarlo. Pero usted ni siquiera ha intentado hacerlo.
Atribuir al otro malicia no es un argumento, pero eso es lo único que ha aportado usted.
Y cuando a uno le dan argumentos, tiene que responder a ellos racionalmente, pero usted ni siquiera ha intentado responder a los argumentos que he dado tanto en el artículo como en los comentarios (y que por otra parte son evidentes).
Me temo que lo que ha hecho usted es limitarse a venir aquí, exponer su idea preconcebida que no se apoya en nada ni tiene nada que ver con la realidad, ignorar mis argumentos que le muestran que lo que dice no tiene sentido, calumniarme y, cuando le muestro que lo ha hecho, calumniarme de nuevo, como si dos calumnias sin ninguna justificación tuvieran más peso que una sola.
Como comprenderá, todo eso no aporta nada a la conversación. Le agradezco sus comentarios, pero, francamente, si no quiere discutir racionalmente los temas tratados, le ruego que no nos haga perder el tiempo a los demás.
Un saludo.
Luis Fernando: estás con las neuronas a mil. Bendiciones.
Esto me parece un desatino o una falta de caridad, así lo dijo el padre Mariano Fazio refiriéndose a los que ponían en tela de juicio a Amoris Laetitia.
Es evidente que el papa está hablando en el 2017, las sociedades cuentan con muchos medios para hacer primar el valor de la dignidad de la persona humana. El derecho a la vida ha sido defendido siempre y sin éste ningún otro derecho se sostiene.
Saludos
Patri
Cual seria la justificación a la auto pena de muerte : eutanasia? La hay?
Quien debe impartir la ley en ambos casos?
Según su planteamiento "moral" en su forma de ver y que lo hace comprender al Papa, según usted es este:
Dices: 1. moralmente dado que ya están al alcance del hombre “todos los medios necesarios” que hacen que la ejecución de dicha pena sea innecesaria.
Le digo: a afirmación “todos los medios” quiere decir por consiguiente en todos los lugares” lo cual es insostenible esa argumentación categórica. Solo dese una vueltecita por las cárceles de Centro o Suramérica y vera que jamás, “en todo lugar hay TODOS LOS MEDIOS necesarios”, ni le menciono Asia o África o medio oriente.
Defender con este argumento al Papa es mejor no defenderlo. Solo sépalo: desde la cárcel se dan ordenes de ejecuciones y secuestros masivos, no solo corrupción o otros delitos como torturas ect...
Dices 2. “En efecto, si se aplica una medida que no es acorde con determinado contexto, se comete una injusticia”
le digo: Usted mismo aplica una medida "del todo" y jamás podrás ajustarlo a ese contexto.
Estimado Delvis, tomaría todo su párrafo, pero mejor lo dejo ahí.
Mejor no defienda al Papa y tratemos de orar por que sea traza.
"Por cierto, es un acto de soberbia pensar que somos más listos y misericordiosos que apóstoles, santos y doctores de la Iglesia."
...y que el Papa también.
Le pido al Señor que te siga dando esa fortaleza de animo, me entusiasma tu clarividencia contestando con precisión y santa paciencia, a no pocos comentaristas que sin fundamento quieren corregirte.
Paz y bien en el Señor, junto a tu querida familia.
Pero si usted declara que es licito presumir ser soberbios pretendiendo ser mas listos y misericordiosos que todos los Santos, Doctores de la Iglesia o sea la Iglesia triunfante, explicame como puede rezar el Creo esa parte "creo en la Iglesia que es una Santa"
O sea lo que plantea usted es que debo decir: es " Creo en el Papa pero no en toda la Iglesia?..
Creo en que lutero el heresaica es el testigo que debo emular?..
Le dire seguir a Jesus no se trata de ser " Listos" o jactarce de ello, lo hacemos es "a tientas buscarlo"... aqui ninguno de los hermanos de infocatolica les he sentido aire de santos...ellos hacen lo que les toca y soportan.. porque es un Don.
Saludos.
Y tampoco creo que hoy en día haya más medios para evitar la pena de muerte que los que hubo antes, lo que hay es una mejor atención a los presos, pero si la falta de libertad es ya humillante de por si el sistema de prisiones está obsoleto. Lo que se discute va más allá de la pena de muerte y nos lleva a la ilegitimidad de privar de libertad a alguien.
(Ineficacia y obsolescencia probadas con sobreabundancia de lo que hoy se denomina, comúnmente, "evidencia empírica", en no pocos estudios llevados a cabo sobre la pena de muerte en los EE.UU. )
Absurdo afán por probar la licitud moral de una práctica legal que se ha venido a revelar abominable a la razón, tanto o más que la teoría geocéntrica o la planicidad de la Tierra. Ya que se citan tantas autoridades, no salgo de mi asombro y hasta "diera un doblón por describillo": cómo alguien tan erudito se olvidó de citar a Jesucristo o al Santo Espíritu que guiarnos ha hasta la Verdad completa...
Al igual, sería un dios y una Iglesia, la Esposa de Cristo, enemigo y enemiga del hombre, al ir contra su dignidad.
Y haría intrínsecamente perversos a toda la Escritura, Tradición, Magisterio y herencia espiritual de Padres, Doctores y grandes teólogos: erraron gravemente.
Y haría de Dios un dios irracional e ilógico, pues aprueba una perversión moral, un atentado contra la dignidad... sin que ello no haya sido reparado hasta más de 3.000 años después... dejando así de mal tanto a Israel como a la Iglesia.
Y sería un Dios relativista, cruel, sanguinario y necio: necesitó 3.000 años para comprender que él mismo hacía actos perversos: hasta quizás le gustaba matar y hacer sufrir...
Además, la pena de infierno sería equiparable a una pena de muerte y a una prisión vitalicia de almas bajo torturas, lo que lleva a consecuencias contra la fe.
También humilla la dignidad de la persona estar preso en una celda compartida y tener que ir al retrete con el otro mirando.... ¿ O no ?
Hablar, cambiando el magisterio, cuando los tiempos del mundo acompañan, es fácil. Lo difícil y realmente valiente habría sido decir eso en tiempos de Felipe II. Pareciera, que en esto y en otros temas, se pretende más la implosión de la doctrina que ayudar al mundo a adecuarse a valores cristianos. Es decir, moldear la doctrina a imagen del mundo. Cualquier protestantización que se le parezca es pura casualidad ;-)
Que determinados dictadores asesinos podrían tener que ser ejecutados, buscando el bien de los pueblos, y que esto es moralmente aceptable, parece lógico. ¿ Qué habría que haber hecho con un Hitler que hubiera sido hecho prisionero en Inglaterra y al que su pueblo en masa se volcaría en salvar ?
Es una trampa.Mientras se discute sobre si la pena de muerte ha pasado a ser intrinsiecamente mala -cosa perfectamentese discutible y coherente con el Evangelio.- se dinamita la consistencia del depósito de la fe y la inmutabilidad (mismo sentencia y sentido) de la Revelación , Precisamente para relativizar las enseñanzas del Catecismo.
Ante esto Dimas, que admitió su culpabilidad, mas que un ejemplo es una anomalía, como el caso de ese Jacques Fesch, que hizo lo mismo. Ahora lo que se lleva es salvar la vida temporal sin preocuparnos de la eterna, que es a la que le dieron prioridad los anteriormente citados.
Desde luego eso no sirvió para salvar sus vidas mortales pero les sirvió, con toda probabilidad, para llegar al Tribunal de Dios en estado de gracia.
Tradicionalmente eso era más importante que cualquier otra cosa y marcaba una diferencia grande con los condenados en la URSS que carecían de ella y tenían que conformarse con rezar el Yo Pecador.
Ahora parece que eso no tiene mayor importancia.
....
Hace 6 años Breivik, mató a 77 personas en Noruega. 69 de ellas en un campamento. La policía pudo haber evitado muchísimas muertes abatiéndole, pero no se hizo.
Ese es un ejemplo. Su muerte hubiera salvado muchas vidas.
Y como ese, se pueden poner muchos ejemplos.
Gracias Bruno, e Infocatólica en general, por ser valientes y seguir adelante con una tarea que no es nada grata.
Esto del Papa seria otra bomba atómica moral, pues destruiría el ius puniendi de la Iglesia, dado que absolutamente toda prohibición, obligación, sanción o limitación sería intrínsecamente perversa porque, de una u otra manera, viola alguna de estos valores:
- la dignidad
- la inviolabilidad e integridad
- la vida
- el Evangelio
- la humanitas
- la misericordia
- la pena justa
Además, lo de la pena de muerte intrínsecamente perversa exige anular sentencias, pedir perdón, reparar el daño, indemnizar, condenar a todos los Papas y a la Iglesia y asumir crímenes de genocidio.
Finalmente, ello sería extensible a la moral. El adulterio es un intrinsece malum per se semper et pro semper, y divorciarse y recasarse more uxorio, con relaciones maritales, implica no poder comulgar, ser absuelto y ser extremaunciado si no están arrepentidos, y que el que niegue o dude de esta verdad es hereje con excomunión. Nada de todo eso valdría, pues "Todo es bueno".
De seguirse la argumentación, es ilícito y reprochable proclamar una prohibición, establecer una obligación de creer una verdad y recibir una sanción en caso de infracción.
La dignidad, la misericordia y la inviolabilidad lo impedirían todo, pues todo vale si tienes una excusa absoluturia o justificatoria, como dice el Capítulo VIII de Amoris laetitia.
https://es.scribd.com/document/140822907/Zalba-Pena-de-Muerte
Lamentablemente, los dichos del Papa dan la impresión de un cambio en la doctrina moral y no en el juicio moral.
Pero las semillas de esto que sucede hoy, estaban ya en Evangelium vitae y en el retoque al Catecismo.
Saludos.
La pena de muerte y su ejecución, para sí y para su descendencia en este su Pecado Original de querer ser como Dios, lo consiguió Adán y Eva
Y Caín, por envidia, mato a su hermano Abel.
- ¿Qué hubiera pasado si Caín no hubiera sido envidioso? ¿No hubiera podido volver a nacer?
Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.24En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. 25El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. (Jn. 12,23)
Para volver a nacer y poder vivir, a este mundo, hay que morir. Del cómo y cuándo, tolerándolo, Dios lo sabrá.
Dicho de otro modo, en cualquier caso, sin no morimos no podremos ser glorificados
Una cita tuya: "En definitiva, que lo políticamente correcto es lo único bueno y lo políticamente incorrecto es lo único malo."
De acuerdo, pero lo políticamente correcto huye de los absolutos. Un día condena a la pena de muerte al día siguiente defiende una excepción y, en consecuencia, ya no es intrínsecamente mala. Los argumentos usados se pueden resumir en:
a) Si pero no.
b) No pero si.
c) Si porque si.
De los muchos posibles ejemplos: los anticatólicos que opinan en este post que la pena de muerte como intrínsecamente mala (sin excepciones posibles), en otras discusiones la consideran poca cosa, por ejemplo, en el caso de grupos políticos alemanes relacionados con la segunda guerra mundial.
Solo nos queda orar por nuestro Santo Padre. Una vez mas, él tiene una opinión personal en la que no estamos obligados a creer. Por cierto, después de haber leído lo de los anticonceptivos de las monjas del Congo hace algunos años, ya pocas cosas me sorprenden.
" Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos.”
Creo que eso significa que había muchas cosas para atar y desatar hasta el fin de los tiempos .
Las ejecuciones capitales son una barbaridad en si mismo .Creo que TODOS estamos de acuerdo sobre eso .
Mire al Pobre Jesús sobre la Cruz lo que le han hecho .
»Pero queridas mías, ánimo. Yo me resigno a mi destino. Ha sido decidido desde lo Alto por nuestro Señor y nada puede hacerse. Estoy tan tranquilo que apenas yo mismo puedo creerlo. Nuestro Dios lo quiso así, me dio fuerzas y espero que Él os dé fuerzas a vosotras también".
Carta del sargento Anton Schmid entregada a su capellán para que se la llevara a su mujer y a su hija después de su fusilamiento en Vilna por alta traición ya que auxilió a los judíos.
La carta refleja lo que un católico tradicional piensa de esta vida y de la otra.
El Papa tiene el carisma de juzgar o decir la verdad. La unidad no está por encima de la verdad. La acogida al pecador no está por encima de la verdad. Cada pecador tiene un estatuto personal: unos pueden comulgar y otros no. Todos pueden ir a misa.
Por otra parte ¿qué parte de "la pena de muerte es en sí misma contraria al Evangelio" no se entiende para que se siga diciendo que el Papa habla solamente de lo que sucede en las condiciones actuales?
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
"Precisamente para relativizar las enseñanzas del Catecismo"
Es un desparramar.. es un estar en contra...
Al final nuestra cerrazon nos cobrara factura
El Papa no es en ningún caso un monarca absoluto, cuya voluntad tenga valor de ley. Él es la voz de la Tradición; y sólo a partir de ella se funda su autoridad.
La sabiduría cristiana no viene de la inteligencia propia, sino de la fe. “Yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro” (Lc 21,15). En ese sentido, la sabiduría cristiana es humilde, porque es recibida como un regalo y no una cualidad propia.
Por ello, se pierde en cuanto nos apartamos de la fe que hemos recibido por medio de la Tradición de la Iglesia. El cristiano más sencillo del mundo es mucho más sabio que el más erudito de los teólogos que se aparta de la fe. Y por ello, como enseña Santo Tomás, todo cristiano tiene el derecho y el deber de corregir públicamente a un superior cuando hay peligro próximo para la fe.
Nada tiene eso que ver con despreciar a todos los santos, papas y doctores anteriores de la Iglesia, llamándolos legalistas por defender la doctrina católica.
Creo que la enorme diferencia es evidente.
"Alguien me hizo el otro día una comparación que me gustó mucho...."
Es una comparación bonita, pero tenga en cuenta que se refiere a algo que no estamos discutiendo aquí, porque no se puede discutir. La comparación se refiere a la buena intención del Papa, que Dios no nos permite juzgar y que yo doy por supuesta.
Lo que discutimos es si sus afirmaciones están o no objetivamente de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia. Y es un tema crucial, porque Cristo no mandó a su Iglesia "Id y decid lo que queráis, siempre que sea con buena intención, a todos los pueblos", sino "Id y predicad el Evangelio a todos los pueblos". Por eso, es fundamental la cuestión de si lo que decimos es o no conforme al Evangelio, a la fe que la Iglesia nos ha transmitido desde los Apóstoles.
"¡Cuánta erudición en falacias y en tautologias, en defensa de una pena bastante ineficaz y ya obsoleta!"
Me da la impresión de que no entiende bien lo que es una tautología. En cualquier caso, no se está defendiendo la pena de muerte, sino la doctrina de la Iglesia, que vale más que el oro.
"Absurdo afán por probar la licitud moral de una práctica legal que se ha venido a revelar abominable a la razón, tanto o más que la teoría geocéntrica o la planicidad de la Tierra"
Los cristianos no creemos en lo que "se ha venido a revelar a la razón", sino en lo que Dios Padre reveló en su Hijo Jesucristo, encarnado para nuestra salvación.
Por otra parte, creo que tampoco entiende lo que significa "abominable a la razón".
"Ya que se citan tantas autoridades, no salgo de mi asombro...: cómo alguien tan erudito se olvidó de citar a Jesucristo o al Santo Espíritu que guiarnos ha hasta la Verdad completa..."
Curioso asombro, porque bastaría que leyese el artículo para que viera que en él lo que se cita es precisamente la Palabra de Dios (en concreto el Evangelio de San Lucas, el Libro de los Hechos y la Carta a los Romanos) y también la Tradición de la Iglesia (manifestada en sus santos, Padres de la Iglesia y doctores). Es decir, las dos fuentes de la Revelación por las que hablan Jesucristo y el Santo Espíritu.
La muerte ésta -de muertos en vida- al menos para quien en paz la disfruta es ciertamente bien llegada y agradecida.
"El artículo a mi modo de entender pone en tela de juicio al papa Francisco, me sorprende y decepciona viniendo de ustedes"
Más bien, creo yo, debería decepcionarle que no lo hiciéramos. Como enseña Santo Tomás (junto con toda la Tradición de la Iglesia), el católico tiene derecho y el deber de corregir públicamente a un superior cuando hay peligro próximo para la fe. Así lo han hecho diversos teólogos y santos en la historia con otros Papas, empezando por el propio San Pablo, que corrigió a San Pedro "porque era reprensible".
"Esto me parece un desatino o una falta de caridad"
Ya le he mostrado que, en principio, no es un desatino ni una falta de caridad, sino un derecho y un deber de los católicos. Si quiere, puede discutir los argumentos, pero descalificarnos a priori por hacer lo que tenemos el derecho y el deber de hacer no parece que tenga mucho sentido.
"así lo dijo el padre Mariano Fazio refiriéndose a los que ponían en tela de juicio a Amoris Laetitia"
Como comprenderá, si pongo a un lado lo que dice el P. Mariano Fazio y a otro lo que dicen San Agustín, Santo Tomás, los padres de la Iglesia, todos los papas anteriores y, en general, la Tradición de la Iglesia, no me voy a decidir por el P. Mariano Fazio.
"Es evidente que el papa está hablando en el 2017"
Sí, pero que hable en 2017 no impide que diga que algo es siempre así. Y eso es lo que ha hecho el Papa, como he mostrado varias veces más arriba. Hagámoslo otra vez, para los despistados.
El Papa ha dicho: "Se debe afirmar con fuerza que la condena a la pena de muerte es una medida inhumana que humilla la dignidad de la persona, sea cual sea el modo en que se lleve a cabo. Es en sí misma contraria al Evangelio, porque decide voluntariamente suprimir una vida humana que siempre es sagrada a los ojos del Creador y de la cual sólo Dios es en última instancia verdadero juez y garante. Ningún hombre, ni siquiera un asesino pierde su dignidad personal, porque Dios es un Padre que siempre está a la espera de que el hijo vuelva y, sabiendo que cometió un error, pida perdón y comience una nueva vida. A nadie, pues, se le puede quitar la vida, ni tampoco la misma posibilidad de una redención moral y existencial que redunde en beneficio de la comunidad". Y también "es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia misericordiosa, e impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas. No hace justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza […] La pena de muerte es contraria al sentido de la humanitas y a la misericordia divina, que debe ser modelo para la justicia de los hombres”"
Creo que está claro que si algo es "inhumano", "humilla la dignidad de la persona", "es en sí mismo contrario al Evangelio" y "es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona", "contradice el designio de Dios", "impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas", "no hace justicia", "fomenta la venganza" y es "contraria a la misericordia divina", no se le puede aplicar a "ningún hombre" y "a nadie", porque "solo Dios" puede ser juez en estas cosas y "siempre" es así... esa acción es intrínsecamente mala. Es la definición de intrínsecamente malo: algo que siempre es malo y nunca se puede hacer, porque en sí mismo es malo.
En segundo lugar, el Papa ha afirmado que teníamos que asumir la responsabilidad porque en el pasado se había utilizado la pena de muerte. Luego no se está refiriendo al momento actual, sino a la pena de muerte en sí misma, tanto ahora como en las demás épocas: "Incluso en los Estados Pontificios se recurrió a este remedio extremo e inhumano, dejando a un lado la primacía de la misericordia sobre la justicia. Asumimos las responsabilidades del pasado y reconocemos que estos medios fueron dictados por una mentalidad más legalista que cristiana. La preocupación de conservar intacto el poder y la riqueza material llevó a sobrestimar el valor de la ley y a impedir profundizar en la comprensión del Evangelio"
A eso se suma que el mismo Papa ha dicho que quiere modificar el Catecismo para cambiar lo que dice sobre esta cuestión. De hecho, ha empezado a hablar sobre la pena de muerte diciendo: "quiero hacer referencia a un tema que debería encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica un espacio más adecuado y coherente con estas finalidades concretas".
Estamos discutiendo si la pena de muerte es admisible según la doctrina de la Iglesia. Que lo sea o no según la opinión de Gabriela tiene menor importancia para los católicos.
En cuanto a lo que dice, "La pena de muerte es inadmisible, porque no tiene vuelta atrás. Cuántas veces se han ejecutado personas que luego se descubrió que eran inocentes???", si lo piensa un poco verá que no tiene sentido.
Toda acción es irreversible, porque el tiempo es irreversible. Lo hecho no se puede deshacer; se pueden hacer otras cosas, pero no volver atrás. Si condenas a un señor a treinta años de cárcel y luego se descubre que era inocente, absolutamente nadie le puede devolver esos treinta años. Con los mismos argumentos, pues, habría que decir que no se puede condenar a nadie a nada, por si acaso la justicia humana se equivoca.
Ya sabemos que el juez es falible, pero es igualmente falible la decisión de no condenar a alguien (a la pena de muerte o a lo que sea), de abolir la pena de muerte o de tomar el auto por las mañanas. Que seamos falibles no quiere decir que tengamos que abstenernos de actuar, sino que debemos hacer lo posible por acertar y lo demás dejarlo en manos de Dios.
La pena de muerte es completamente inadmisible hoy en el siglo XXI.
Que antiguamente había situaciones en las que se podría ver desde otro punto de vista, pues sí, se podría ver. Defensa propia, supervivencia, subsistencia, etc, etc.
Pero hoy en día es completa y absolutamente inadmisible en una sociedad avanzada.
Doy gracias a Dios por el Santo Padre y por lo siempre acertado que encuentro sus palabras y con la mirada limpia de su vida, de su comportamiento y de su capacidad de trasmitir que Dios vive en su interior.
Un fuerte y fraternal abrazo Santo Padre.
Ánimo, reflexión y un abrazo a todos.
Parece mentira que gente que lleva merodeando por esta página y otras en lo últimos cuatro años y pico, no sepan - o no quieran - darse cuenta de la verdad. Tibieza se llama en unos casos, en otros, apostasía.
“Saludo a las distinguidas delegaciones de varios países que participan en el encuentro promovido por la Comunidad de San Egidio sobre el tema “No hay justicia sin Vida”.
Espero que vuestras deliberaciones alienten las iniciativas políticas y legislativas que se promueven en cada vez más países para eliminar la pena de muerte y continuar el progreso sustancial realizado en el ajuste de la legislación penal tanto a la dignidad humana de los reclusos como al mantenimiento eficaz del orden público”
Como ya hemos dicho muchas veces, conviene entender que hay dos temas relacionados con este asunto:
-Cuándo, dónde y en qué circunstancias concretas puede convenir aplicar la pena de muerte (tema prudencial)
-Si la pena de muerte es lícita en sí misma o intrínsecamente mala (tema doctrinal)
Estamos discutiendo el segundo tema, porque el Papa, contra la doctrina tradicional de la Iglesia, parece afirmar que la pena de muerte es intrínsecamente mala, es decir, que siempre y en toda ocasión es mala.
Su cita trata sobre el primer tema, al que no se refiere el artículo.
Saludos.
Lo que ha dicho el Papa Francisco es que la pena de muerte es y ha sido siempre inadmisible, que es intrínsecamente mala y contraria al Evangelio, pero que la Iglesia Católica no se ha dado cuenta hasta ahora. Según el Papa Francisco, entonces, la doctrina moral de la Iglesia ha estado equivocada durante dos mil años, y en un punto no pequeño.
La pregunta que surge inmediatamente es: y si la Iglesia ha estado equivocada en esta cuestión tan importante, ¿en cuántas otras cosas, grandes y pequeñas, no se habrá equivocado también...?
Ya no es un tema de pena de muerte o no pena de muerte. Es un tema de supervivencia de la moral católica entera.
Y en todo caso, tampoco Benedicto XVI, en tanto que Papa, tenía poder para cambiar la doctrina católica.
Saludos cordiales.
Killing Capital Punishment: How Pope John Paul Set Precedent for Pope Francis. Joseph D'Hippolito
Lo de Bergoglio es un atentado contra la indefectibilidad de la Iglesia, madre y maestra. Gravísimo.
"El P. Zalba publicó un artículo muy recomendable, en el cual analiza..."
Sí. Muy interesante y sintético. Recuerdo que en InfoCaótica se publicó un extracto del mismo: La pena de muerte.
2. Tarea del demonio: mediante subterfugio, trampas, enredos, controversia, “luchas internas” será ponerla en tela de duda, en conflicto y crisis y lograr relativizarla hasta destruir la casa.. “Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces" Lucas 11:19
3. El Dedo de Dios: La doctrina Católica, el Dedo de Dios y El CIC no fue escrito por una persona, ahí está lo de cada uno en todos hacia Uno y ahí abunda palabras de sana doctrina y resplandece la Verdad y se emite el soplo de la inspiración divina. No es la primera vez que se ataca.
Concluyo:
Cuando se tiene odio, envidia, rencor a algo (que el Espíritu de Dios ha hecho) lo único que se le hace es atribuirle maldad, iniquidad, rigidez, maledicencia y no puede ver lo bueno, generoso y leal que ha podido realizar, es la desdicha el alejamiento de Dios en su corazón no hay bienaventuranza.
Se dice de San Fráncico de Asís que: “No sabía halagar los pecados de nadie, sino que los fustigaba; ni adular la vida de los pecadores, sino que la atacaba con ásperas”. reprensiones.” Vida de San Francisco, Legenda major, cap. 12 (trad. Jesús Larrínaga, o.f.m. -BAC 399- Madrid, 1998, 7ª edición (reimpresión), págs. 377-500).
Hay varias falacias implicitas: 1) lo de "hoy en dia", "en el siglo XXI". Doy premio a quien encuentre una cita similar en la Antigüedad y la Edad Media. Es la falacia del progreso y con vanidad de un siglo que ha inventado la guerra total, los gulag, bombas atomicas, restablecido el aborto, etc. Yo me inclino por Donoso: el mundo no avanza, retrocede. 2)La falacia de Beccaria: mucha preocupación por el victimario (pobre, no quiso hacerlo, la sociedad...) olvidandose de la victima (total el muerto al hoyo y el vivo al bollo), de que hay que hacer justicia, satisfacer a la victima y la sociedad y CASTIGAR al culpable (la misericordia es de la victima, la justicia y la clemencia del magistrado).Y hay crimenes tan horribles que es mas misericordios casio darles matarile que dejarles con vida.
Para mi esto, del primer comentario de Bruno, es lo más preocupante. Y me pregunto si estos argumentos en contra de la doctrina católica sobre la pena de muerte, puesto que contarán con un apoyo popular bastante generalizado, se convertirán en la llave que abra la puerta a todos los demás cambios de doctrina que algunos crean conveniente introducir, tal y como sucedió con la legalización del aborto y el ejemplo de la mujer violada, utilizado para sensibilizar a la población a favor de ese "derecho".
Dice el Santo Padre que " La Palabra de Dios es una realidad dinámica y viva que progresa y crece", y efectivamente la Palabra de Dios tiene que crecer y progresar en nosotros pero solo para ir generando nuestra santificación. Y no puede cambiar pues el mismo Jesucristo dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán." Mateo 24, 35.
Ante esto que está pasando y que si no lo viéramos nos costaría creer, solo cabe una cosa, estar preparados. Y ser muy fieles a Cristo.
En este otoño estamos teniendo en España un tiempo veraniego, lo llaman "veroño" y no están desacertados. Realmente las temperaturas son muy agradables, días soleados, temperaturas altas pero sin sofocar… Parece algo bueno pero no lo es, más bien todo lo contrario porque si no llueve, si no hace frío, si no hace el tiempo que tiene que hacer, nuestra tierra, al menos la mía, se convertirá en un “sequedal sin una gota de agua” y con ello llegará pronto la ruina para muchos y calamidades para casi todos.
Así pienso que será la falsa misericordia que no se apoye en la Verdad, fuente de desdichas para los que la abracen.
Por eso estemos atentos pues la corriente baja fuerte y al que se despiste se lo puede llevar ya que no es oro todo lo que reluce.
Un saludo.
¿No estaremos equivocando nuestras prioridades al hablar de lo último y no de lo primero?
Recemos porque Dios ilumine las prioridades los discursos de nuestros pastores.
Sin ánimo de ofender, me temo que no sabe bien de lo que habla. No entiende qué significaban esas condenas y no entiende lo que cree hoy la Iglesia sobre ellas. Y cuando uno no sabe de un tema, generalmente es mejor no hablar del mismo, como no sea para preguntar.
... y verán cuán relativo es el criterio de un solo Papa en cuestiones políticas y morales...
---
LF:
Precisamente cuando TODOS los Papas han coincidido en algo, lo que es muy relativo -por no decir inicuo- es aquello que diga UNO SOLO por su cuenta contradiciendo a lo anteriores.
Del primer Conmonitorio de san Vicente de Lerins, presbítero
¿Es posible que se dé en la Iglesia un progreso en los conocimientos religiosos? Ciertamente que es posible y la realidad es que este progreso se da.
En efecto, ¿quién envidiaría tanto a los hombres y sería tan enemigo de Dios como para impedir este progreso? Pero este progreso sólo puede darse con la condición de que se trate de un auténtico progreso en el conocimiento de la fe, no de un cambio en la misma fe. Lo propio del progreso es que la misma cosa que progresa crezca y aumente, mientras lo característico del cambio es que la cosa que se muda se convierta en algo totalmente distinto.
---
Es evidente que pasar de aceptar la legitimidad de la pena de muerte en determinadas circunstancias a considerarla intrínsecamente contraria a la dignidad del ser humano, no es progreso. Es mutación. Es, por tanto, contrario a la fe. Eso no es catolicismo. Es otra cosa.
Sin ir más lejos, la idílica y maravillosa democracia española ya lleva más de DOS MILLONES de seres humanos inocentes asesinados legalmente.
Si matar a un ser humano inocente se considera legal, ¿porqué matar a un culpable de un grave crimen no puede ser también legal en ciertos casos?
Para que la pena de muerte fuera comparable al aborto habría que suprimir a las personas por el metodo nazi de contar hasta diez y asesinar al décimo. Jamás el número de ejecutados en un país ha sido comparable al número de abortos por la sencilla razón de que si el número de criminales fuera tan grande como el de los nonatos que nunca verán la luz los países no podrían subsistir de manera inmediata (el aborto tendrá consecuencias a más largo plazo). Las personas condenadas a pena de muerte no han tenido nunca el carácter de genocidio que tiene el aborto.
Refiriéndonos a lo que dijo SJPII en línea al magisterio y la carácter prudencial expuesto en el atinado Post de Bruno:
“en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo” (Juan Pablo II, Encíclica Evangelium Vitae, n. 56, 25 de marzo de 1995).
1. Si usted vive en un país donde ES posible (con todos los medios) la “defensa de la sociedad” contra el crimen , genocidios, ect, etc. crímenes atroces…: amen, lo felicito, el resto del mundo NO vive ahí..
2. Pero si vives en un país donde “lo que hay (los medios y el sistema)” NO impide la consecución de crímenes “sociales” “defender la sociedad”, entonces puede uno caer en un anti-evangelismo sin darse cuenta y el supuesto medio disuasorio (x) “la misericordia al culpable” se convertirían en la causa a ser atacada por la sociedad.
Es un efecto explosivo contra pared que iria contra (x) falseada.
Podríamos decir que los sistemas de seguridad en gran parte son penetrables exponiendo miles de víctimas inocentes ante un mal que es cada dia mas sagas.
"de defenza legitimo" en esa direccion es la discucion.
Se habla de 2 elementos comun en muchos paices, es cuestion de distingir la "absoluta necesidad".
Si no fuera así los policías no tendrían que usar Ama de fuego
¿Podemos decir que un policía católico que tiene que dirimir en un segundo la posible peligrosidad de un sujeto está en pecado mortal si lo mata? Los terroristas que actuaron en Cataluña sólo llevaban armas blancas, la mayoría de los muertos lo fueron por atropello.
Coincido totalmente. Buscó un pretexto para meterse a cambiar el Catecismo. No deja títere con cabeza.
"Dios mío, ven en nuestro auxilio. Señor, date prisa en socorrernos".
Por eso estemos atentos pues la corriente baja fuerte y al que se despiste se lo puede llevar ya que no es oro todo lo que reluce".
Muy buena la comparación con la aparente clemencia del tiempo. Bendiciones.
puede ser visto por este lado:
“Animus conservationis” Es un derecho irrenunciable a la “legítima defensa de la sociedad” frente a una Agresion LEGITIMA (1). Y este acto de defensa en esa condición real y concreta se convierte en el único medio posible “la misma proporción” (2) para repeler o contrarrestar la consecuencia que se da sin provocación alguna del que defiende (3).
Sin duda es mayor el mal que se quiere evitar no solo en numero de victimas sino en otros aspectos psicosociales.
Esto sin duda trastoca área del derecho y otras materias ya muy dilucidadas por expertos y que a la luz de los acontecimientos se están quedando cortos..
saludos cordiales y gracias por sus comentarios muy buenos
He quitado el artículo y he puesto enlace al mismo. No conviene poner artículos in extenso en los comentarios, porque dificultan mucho la lectura para los demás comentaristas.
En cuanto a su contenido, una vez más hay que distinguir entre la cuestión prudencial sobre la aplicación concreta y la cuestión doctrinal sobre la licitud en sí de la pena de muerte. Ya hemos dicho más arriba que Juan Pablo II fue lo más lejos que pudo en la cuestión prudencial de si conviene o no aplicar la pena de muerte en concreto en la actualidad. Sin embargo, la gran diferencia es que, conociendo la doctrina de la Iglesia sobre la licitud en sí de la pena de muerte, mantuvo esa doctrina sin negarla ni pretender cambiarla.
Sobre posturas prudenciales se puede decir mucho y se pueden tener opiniones muy diferentes, pero lo que importa, lo que aquí se juega, como ya han dicho varios comentaristas, es si permanece o no la doctrina de la Iglesia.
Estamos de acuerdo en que Francisco ha ido más lejos que Juan Pablo II, pero el Papa polaco, "al ir lo más lejos que pudo en la cuestión prudencial de si conviene o no aplicar la pena de muerte en concreto en la actualidad" allanó el terreno para que un Papa posterior y más atrevido haya dicho lo que ha dicho Francisco.
No supone nada nuevo; el pontificado de Francisco es sólo el estadio más avanzado de un proceso que empezó hace varias décadas dentro de la Iglesia.
El cambio que se pretende ahora afecta a la esencia.
Yo no declaro nada, simplemente aclaro el hecho objetivo que cualquiera ve a cierta distancia, la posición de Infocatolica en relación a las opiniones del Papa y la reacción que genera en sus lectores y comentaristas de los blogs, al extremo de endilgarme querer cambiar el Credo.
Tranquilo Carmelo, soy católico, sigo a Cristo, a la Iglesia, y por supuesto, al Papa, algo que ya no se ve por estos lugares.
Saludos.
"Fernando Sánchez, yo es que parto del dogma de fe de que nadie, ni siquiera un Papa, tiene autoridad para cambiar la Revelación. Usted crea lo que quiera."
Así es, y yo también, por eso es un acto de soberbia pensar que somos más listos y misericordiosos apóstoles, santos, doctores de la Iglesia y el Papa.
Saludos.
En efecto, la sabiduría cristiana nos viene de la Fe. El problema viene cuando creemos que nosotros somos los que tenemos esa sabiduría ¡y no el Papa!
Y como bien dijiste, no requiero ser erudito teólogo para saber de ello, ayudaría más bien llevar una vida de fe y caridad, como sin duda, la ha llevado Francisco.
Y ciertamente no sé a quién te refieres cuando dices que no se debe despreciar a los santos, papas y doctores de la Iglesia. Yo no, por cierto.
Saludos.
Lo de ustedes no es catolicismo. Es otra cosa.
Usted se habría puesto del lado de Honorio o Juan XXII. Yo no.
Se está con Pedro y bajo Pedro si Pedro está con Cristo y bajo Cristo. Si el sucesor de Pedro es, como dijo Santa Brígida de Suecia un "asesino de almas, más injusto que Pilatos y más cruel que Judas", es evidente que la Iglesia no va a ir detrás de él. Y aquel Papa, por cierto, no pretendió tocar la doctrina. Este, a lo que se ve, sí.
Dices "soy católico, sigo a Cristo, a la Iglesia, y por supuesto, al Papa, algo que ya no se ve por estos lugares".
Uno debe seguir al "Papa" (coincidimos todos y siempre) mas no es lícito seguir a X o Y Papa, Mama, tío, Jefe en el Error venga de quien venga (espero medite y si permite responda). Hay algo que se llama “obediencia legitima y debida” si no es legitima ni debida, sépalo: estamos fritos…..y desde el punto de vista Evangélico, Jesús dio la herramienta como recoger y no desparramar y en caso de "escandalizar" también fue tajante y clarito como el agua: Mateo 18:6 & Lucas 17:2 "pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar"
Hoy la sociedad sufre de quebranto, violencia, pecado social, miedo, aterrorizada, desconfianza exagerada ect... Quien viaja sabe de lugares donde la "vida inocente" no vale nada y eso es una calamidad (no me refiero al genocidio legal del aborto).
Ni lo sueñen.
Viva Cristo Rey.
"Solo los hombres muy hombres
se reconocen culpables,
cuando de eso alguien te hable
recordá la diferencia:
No conozco ni un ladrón
que no ha gritao su inocencia"
La admisión de la culpabilidad y la aceptación de la pena es lo único que restablece el orden quebrado, sin eso todas las "misericordias" tienen poco valor. La pena puede ser de muerte o no pero al verdaderamente arrepentido eso le importa poco, como a Dimas o a Jacques Fesch.
Y si alguien está pensando que ahora el arrepentimiento es más sencillo y que no tenía que haber pasado por todo eso es que no entiende nada.
Como dijo un articulista: ¿Por qué hoy no entendemos Dunquerke?
Porque no entendemos el honor, ni la dignidad, ni el valor, ni la patria, ni el arrepentimiento. Tendríamos que preguntarnos en qué nos hemos convertido.
¡Viva Cristo Rey!
Sí, de acuerdo con los comentaristas que lo han intuido: esta contradicción de la enseñanza de la Iglesia, que el Papa Francisco expone ahora, trae como consecuencia directa, entre otras, la inadmisibilidad de la guerra justa.
Al paso que va Bergoglio terminará como Honorio...
"Es evidente que, precisamente para conseguir todas estas finalidades, la medida y la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente, sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo salvo en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo. Hoy, sin embargo, gracias a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes. De todos modos, permanece válido el principio indicado por el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, según el cual « si los medios incruentos bastan para defender las vidas humanas contra el agresor y para proteger de él el orden público y la seguridad de las personas, en tal caso la autoridad se limitará a emplear sólo esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana »" (EV 56).
Ya al principio de la encíclica, el Papa elogia y valora la actitud moral en contra la guerra y de la pena de muerte:
"Entre los signos de esperanza se da también el incremento, en muchos estratos de la opinión pública, de una nueva sensibilidad cada vez más contraria a la guerra como instrumento de solución de los conflictos entre los pueblos, y orientada cada vez más a la búsqueda de medios eficaces, pero « no violentos », para frenar la agresión armada. Además, en este mismo horizonte se da la aversión cada vez más difundida en la opinión pública a la pena de muerte, incluso como instrumento de « legítima defensa » social, al considerar las posibilidades con las que cuenta una sociedad moderna para reprimir eficazmente el crimen de modo que, neutralizando a quien lo ha cometido, no se le prive definitivamente de la posibilidad de redimirse" (EV 27).
Y Benedicto XVI se dirigió a los participantes del Congreso de la Comunidad de Sant’Egidio sobre la abolición de la pena de muerte. El Papa les deseó que puedan, mediante sus actividades, favorecer «las iniciativas políticas y legislativas promovidas en un mayor número de países para eliminar la pena de muerte y continuar los progresos sustanciales realizados conforme al derecho penal», tanto a favor de la dignidad humana de los prisioneros como de la eficaz tutela del orden público. En la Ciudad del Vaticano (Jueves, 16-04-2009) Benedicto XVI agradeció al gobernador del estado de Nuevo México, Bill Richardson, por la abolición de la pena de muerte en el estado, después de la declaración oficial del gobernador a la prensa.
Se puede repasar las hemerotecas para ver la oposición de Benedicto XVI a la pena de muerte. En otro texto, firmado por el Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, el Papa Francisco recordó en este sentido que similares llamados hicieron sus predecesores Benedicto XVI y el Beato Juan Pablo II en contra de la pena de muerte. Con lo cual, el Papa Francisco está siguiendo el magisterio de la iglesia con el Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI que se oponen claramente a la pena de muerte, por tanto, ya la fe e iglesia no admiten la pena de muerte.
Saludos cordiales
Hace dos días que se viene debatiendo en este espacio sobre las diferencias entre los consejos prudenciales de Juan Pablo II y Benedicto XVI, y el cambio doctrinal que promueve Francisco.
Si usted cree que puede venir y saltearse todos los debates y argumentos, y simple y alegremente copiar todo entero un texto y ni molestarse en leer nada antes, pues lo menos que creo es que lo suyo es una falta de respeto.
Cuando el Emperador de Austria Francisco José le pidió a Pio X de bendecir sus ejércitos , el Santo Papa , ( quien le debía su elección al Emperador ) le contesto simplemente :
" Bendigo la Paz , no la guerra . "
El barco se hunde (sabemos que al final el Señor nos salva en medio de la tempestad, pero humanamente se hunde).
Cardenal Turkson: "El Papa quiere que la Iglesia abandone la teoría de la guerra justa"
Como veis, va todo en la misma línea, contradiciendo el magisterio bimilenario de la Iglesia.
Si a eso se le une la tolerancia con el adulterio y la fornicación, queda claro que se nos quiere imponer el lema hippie "Haz el amor y no la guerra". Todo muy propio del ADN modernista.
estuve meditando una argumentación mas estructurada para tratar de explicar el porque personalmente creo que difícilmente se trate de clasificar la pena de muerte como intrínsecamente mala (sin excepción posible).
La razón central es que lo políticamente correcto utiliza a placer el principio "Todos somos iguales, pero hay unos mas iguales que otros". Algunas veces dice algo y otras lo contrario, conforme a su conveniencia. De verdad creo que es demasiado evidente la incoherencia, aún para nuestros días.
Para empezar, es incorrecta la afirmación "Hoy en día la pena de muerte es inadmisible....": desde el principio de los tiempos hasta hoy en día la pena de muerte es aceptada en todos los ejércitos del mundo en sus leyes castrenses. Esto de por sí evita que sea declarada "intrínsecamente mala" debido a un argumento de "impopular". Pero no queda ahí, los "políticamente correctos" algunas veces usan un argumento y otras veces lo contrario. El ejemplo mas significativo: Los combatientes sin insignias que los identifiquen en una guerra (partisanos), las leyes de la guerra los condena a muerte, pero si les conviene hablarán de "heroica resistencia", "luchadores de la libertad".... y si no les conviene hablarán de "terrorismo". En el primer caso alegarán que es un crimen de lesa humanidad aplicar la ley militar y pondrán como "víctimas" a quienes fueron ajusticiados, en el otro se dirá que es legítima defensa del ejército hacerlo.
¿Intentarán usar la pena de muerte para cambiar las enseñanzas morales de la Iglesia? ¿Usarán como argumento que siguen las "enseñanzas" del Evangelio? ¿Les resistiremos y venceremos con ayuda Divina? Sin lugar a dudas.
¡Viva Cristo Rey! ¡Santiago y cierra, España!
responsables, quienes así lo hemos conformado.
En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto.
Nadie podrá negar que en este idolatrar ésta nuestra triste vida de cada vida; tanto más desagradecidamente menospreciaremos la futura vida que Dios nos ha prometido.
Haber cuando un Papa declara públicamente que es mejor y más sano el morir -y morir cuanto antes- en gracia y paz de Dios, que éste vivir nuestro mundanal vivir eternamente.
Que en este mundo todo es vanidad de vanidades; que nada persiste o persevera más allá de lo que se definen en la medida de su limitado principio.
Haber cuando un Papa declara y bendice públicamente a esa muerte; la que en justicia de Dios, sin la cual, no podemos volver a nacer.
Que está escrito que tanto más y mejor morimos a este mundo; tanto más y mejor podremos nacer al otro mundo prometido.
Dice el Cristo: -¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? Y yo añado:
-¿De qué le sirve al Hombre conocer los intermedios de las cosas si por estos menosprecia el principio y el fin de los mismo?
Dadme un punto de apoyo y moveré la Tierra dijo alguien. Y yo digo:
Dadme un medio apropiado y desintegraré el Universo. Y mientras el punto de apoyo no lo tuvieron; el medio apropiado si que lo tenemos.
¿Cómo se llama a esto? Entre otras cosas, HIPOCRESÍA.
c
Si la pena de muerte fuera un bien ,.... de un bien se podría gozar . Y si se gozaría de este bien , sería sadismo .
Siento mucho que varios comentaristas piensan así .
Por eso , pienso como San Juan Pablo II y el Papa Francisco .
Nunca reyes Santos infligieron la pena de muerte como un bien .
" Quien maldiga a su padre o a su madre, será muerto (Éxodo 21, 17 Mateo 15, 4 Marcos 7, 10 )sin remedio, pues ha maldecido a su padre o a su madre; su sangre caerá sobre él.
Si un hombre comete adulterio (Levítico 18, 20 Éxodo 20, 14 Deuteronomio 5, 18 Mateo 5, 27 Mateo 19, 18 Marcos 10, 19 Lucas 18, 20 Romanos 13, 9 Santiago 2, 11) con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la adúltera.
El que se acueste con la mujer de su padre, ha descubierto la desnudez de su padre; (Levítico 18, 8 Deuteronomio 22, 30 Deuteronomio 27, 20 )ambos morirán: caerá sobre ellos su sangre.
Si un hombre se acuesta con su nuera, ambos morirán; Levítico 18, 15 han hecho una infamia: su sangre caerá sobre ellos.
Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: (Levítico 18, 22 )morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos.
Si uno toma por esposas a una mujer y a su madre, es un incesto. (Levítico 18, 17 Deuteronomio 27, 23) Serán quemados tanto él como ellas para que no haya tal incesto en medio de ustedes.
El que se una con bestia, morirá sin remedio. (Éxodo 22, 18 Levítico 18, 23 Deuteronomio 27, 21 )Mataréis también la bestia.
Si una mujer se acerca a una bestia para unirse a ella, matarás a la mujer y a las bestia. Morirán; caerá sobre ellos su sangre. (Éxodo 22, 19 Levítico 18, 23 Deuteronomio 27, 21)
Si alguien toma por esposa a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, viendo así la desnudez de ella y ella la desnudez de él, (Levítico 18, 9 Deuteronomio 27, 22) es una ignominia. Serán exterminados en presencia de los hijos de su pueblo. Ha descubierto la desnudez de su hermana: cargará con su iniquidad.
El que se acueste con mujer durante el tiempo de la reglas descubriendo la desnudez de ella, ha puesto al desnudo la fuente de su flujo y ella también ha descubierto la fuente de su sangre.( Levítico 18, 19 )Ambos serán exterminados de entre su pueblo."Lev 20,9-18
Y es la verdad qua ya se ha escrito, soberbia descomunal de los que quieren aparentar ser más buenos que Dios y que los santos. Y encima se lo creen.
La señora esta-lamento ahora no recordar su nombre- que sale y entra de las cárceles en Canadá por manifestarse ante los abortorios ¿estará gozando? ¿y si no goza de su estancia en las cárceles debemos deducir que lo que hace está mal? El policía que se ve obligado a disparar contra un delincuente armado ¿gozará por ello? Pues si no goza también debemos deducir que ha hecho mal. A ver si afinas mejor.
La pena de muerte es un gran mal
Y si se gozaría de este bien , sería sadismo .
LF:
Ya solo le falta decir que el Dios del Antiguo Testamento es un ser perverso y malvado. O sea, lo mismo que el blasfemo Marción.
En su discurso del Angelus del 7 de junio de 2017, Fista del Corpus Christi, dijo lo siguinete (lo cito en le original italiano)
"“Gesù prende tra le mani il pane e dice «Prendete, questo è il mio corpo» (Mc 14,22). Con questo gesto e con queste parole, Egli assegna al pane una funzione che non è più quella di semplice nutrimento fisico, ma quella di rendere presente la sua Persona in mezzo alla comunità dei credenti” [Jesús toma entre las manos el pan y dice: Tomad, esto es mi cuerpo (Marcos 14, 22). Con este gesto y con estas palabras, Él asigna al pan una función que no es más la de un simple alimento físico sino la de hacer presente su Persona en medio de la comunidad de los creyentes”]
¿Cree o no en la transubstanciación? Aquí no parece. No hay, que yo sepa ninguno, pero NINGUNO:de los Padres de la Iglesia esta doctrina, aunque no utilizaban la palabra transubstanciación sino "metamorofis". A principios del siglo III, Tertuliano manifiesta la exitencia de la costumbre de llevarse Eucaristía a la casa. Advierte alos lectors la importancia de evitgar que la coma un ratón!! Obviamente porque no se trata de un pan que ha cambiado de "función". No digo que el PF haya negado la doctrina en este caso, sino no la afirma. Anádase a esto su premura para dar la comunión a luteranos, que no comparten la misma fe en la Eucariistía que nosotros y las Iglesias Ortodoxas.
Hay que rezar muchos rosarios para que el Papa Francisco cuando menos aprenda en que consiste el ministerio petrino y evite más deslates. ,
Blasfema tu que dice que Dios quiere la muerte
Libro de la sabiduria
13 Dios no hizo la muerte,
ni se goza con la pérdida de los vivientes.
14 Sino que creó todas las cosas para que existieran:
las criaturas del mundo son saludables,
no hay en ellas veneno mortífero,
ni el mundo del Hades reina sobre la tierra:
15 porque la justicia es inmortal.
2,23 Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad
y lo hizo a imagen de su propia eternidad.
24 Mas por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo,
y la experimentan los que son de su bando.
La maldad del aborto no se extiende ni al hecho de comer un asado de tira ni tampoco al hecho de ejecutar legalmente a un criminal.
Es un insulto a los no nacidos eliminados en el vientre de sus madres decir que su caso es el mismo que el de los criminales ejecutados.
Y eso de que "hoy día la pena de muerte ya no es necesaria" es una forma en todo caso de eurocentrismo o algo así. Habría que darse una vuelta por muy distintas partes del planeta para ver si las condiciones son en todos lados las mismas, que sin duda no.
San Luis, Rey de Francia, fue a la Cruzada, donde fue hecho prisionero, y no sería nada raro que hubiera matado a alguien en combate, al menos, lo ordenó sin duda. Y durante su reinado sin duda que se aplicó varias veces la pena de muerte.
Santa Juana de Arco iba al frente de sus soldados en cumplimiento de la misión que Dios le había encomendado.
Y el Santo Rey David, si leemos la Biblia, otro tanto.
Y los Macabeos, otro.
Y a los centuriones romanos Nuestro Señor no les dijo que debían abandonar su profesión.
Y la historia de la Iglesia está llena de solados cristianos bendecidos por Papas y por santos como San Bernardo, que redactó la regla de los Templarios.
Aclarando que no es lo mismo, obviamente, pena de muerte que guerra justa, pero contra ambos iría el argumento que dice que toda vida humana es intocable siempre.
La única forma de que la pena de muerte no sea buena es que no sea justa, porque es absurdo decir que lo justo es malo o no es bueno.
Y según el Catecismo, puede ser justa. Y por tanto, buena.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
"Ya el Papa Juan Pablo no admitía la pena de muerte porque, hoy en día, prácticamente no es necesario..."
Podríamos responderle, pero como ya se ha respondido unas diez veces a esa misma afirmación, quizá lo que podría hacer, como dice Marisa, es leer el artículo y los comentarios. Es lo mínimo que hay que hacer antes de comentar.
Tiene usted un gran cacao mental, porque no conoce las distinciones básicas en estos temas, como la diferencia entre mal moral y mal físico. El mal moral nunca se puede hacer con conciencia recta, el mal físico sí. Un dentista te hace mal físico, pero no por eso comete un pecado. No es que le guste hacerte daño o se "goce" en hacerte daño, sino que quiere darte la salud y lo que hace es bueno. Lo mismo sucede con la pena de muerte, según la doctrina de la Iglesia, que inflige justificadamente un mal físico, no un mal moral.
Cuando el Papa enseña que la pena de muerte es contraria en sí misma al Evangelio, está diciendo que es un mal moral, un pecado, y no solo un mal físico. Y eso es contrario a lo que la Iglesia ha enseñado siempre.
"Si el Papa Francisco piensa que tiene él autoridad para contradecir una doctrina tan asentada en la Sagrada Escritura, toda la Tradición y el Magisterio, ¿entonces pensará que puede cambair otras doctrinas enseñadas por la Iglesia siempre y en todas partes, que de hecho son irreformables e infaliblemnte propuestas por el Magisterio Ordinario? ¿Por que´no podría venir otro día y rechazar la doctrina de la transubstanciación? ¿La doctrina expresada en Humanae Vitae? ¿Toda la moral católica?"
Exactamente. Ahí está el quid de la cuestión. Esta discusión no enfrenta a los que están a favor de la pena de muerte y en contra de la pena de muerte, sino a los que creen en la doctrina de la Iglesia como revelada por Dios y los que piensan que se puede cambiar a voluntad para adaptarla a la mentalidad de cada época.
De hecho, ya ha habido peticiones de que se aplique el criterio de Amoris Laetitia (o intentos directos de aplicarlo) a eutanasia, apostasía, parejas del mismo sexo o no casadas, sacerdocio, aborto, coqueteo con el mundo, etc.
Eso contradice bastante el esfuerzo que hizo C.S.Lewis por meterse en la piel del Diablo. Cuando su sobrino le dice a Escutropo que está contentísimo porque hay una guerra mundial, éste le contesta que no entiende cuál es su misión, que los mortales tienen su vida limitada por un número de años y que estos sean muchos o pocos no tiene importancia porque ellos no están interesados en eso, sino en sus almas inmortales. Le dice que la guerra hará que muchas de esas almas se pierdan, pero también sacudirá muchas conciencias que en tiempos normales eran fáciles de llevar a la condenación eterna, pero que en tiempos de guerra podían sacar a flote lo mejor de sí mismos, por lo que la guerra en sí no podía ser considerada por ellos como una coyuntura favorable. Le dijo que, a veces, la vida normal de molicie y decadencia podía ser mucho mejor para sus propósitos. Mucha gente ha meditado bastante con las "Cartas del diablo a su sobrino". Te aconsejo que lo hagas tú también porque los intereses del Diablo pueden ser bastante distintos a los que tú te supones.
La persona que ajusticia a otro matandolo, entonces no siempre es un asesino. Posríamos decir que matar una persona se convertiría en un pecado venial cuando es un acyo no.intrínsecamente malo?
Me parece que hay que pensar empíricamente también.
"Imdependientemente de si es o no intrínsecamente malo"
Es que esa es la clave de la cuestión.
"La persona que ajusticia a otro matandolo, entonces no siempre es un asesino"
Claro que no. ¿O es que piensa que eran asesinos San Fernando, San Luis, San Eduardo, San Esteban, San Francisco de Borja, no sé cuántos Papas e infinidad de reyes cristianos?
"Posríamos decir que matar una persona se convertiría en un pecado venial cuando es un acyo no.intrínsecamente malo?"
Claro que no. Lo que es pecado es matar a un inocente. Eso es lo que dice el mandamiento.
La pena de muerte, cuando es justamente aplicada, no es pecado ni mortal ni venial. De otro modo no podría ser justa. Igual que no es pecado que un soldado mate a un enemigo en la guerra o que un policía mate a un delincuente cuando es necesario en el desempeño de sus funciones o que cualquiera mate a un agresor en legítima defensa.
Si la Bula de San Pio V «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» ero magisterio , doctrina ....?
"Si la Bula de San Pio V «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» ero magisterio , doctrina ....?"
La bula De salutis gregis Dominici" es una decisión disciplinar de San Pío V, como se deduce inmediatamente del lenguaje que utiliza y de que su sucesor la anuló sin el más mínimo problema. La doctrina es algo muy distinto.
El Papa Juan Pablo II rechaza con claridad y rotundidad toda guerra, armas y violencia: “¡Nunca más la guerra!». ¡No, nunca más la guerra!, que destruye la vida de los inocentes, que enseña a matar y trastorna igualmente la vida de los que matan, que deja tras de sí una secuela de rencores y odios, y hace más difícil la justa solución de los mismos problemas que la han provocado. Así como dentro de cada Estado ha llegado finalmente el tiempo en que el sistema de la venganza privada y de la represalia ha sido sustituido por el imperio de la ley, así también es urgente ahora que semejante progreso tenga lugar en la Comunidad internacional. No hay que olvidar tampoco que en la raíz de la guerra hay, en general, reales y graves razones: injusticias sufridas, frustraciones de legítimas aspiraciones, miseria o explotación de grandes masas humanas desesperadas, las cuales no ven la posibilidad objetiva de mejorar sus condiciones por las vías de la paz. Por eso, el otro nombre de la paz es el desarrollo. Igual que existe la responsabilidad colectiva de evitar la guerra, existe también la responsabilidad colectiva de promover el desarrollo. Y así como a nivel interno es posible y obligado construir una economía social que oriente el funcionamiento del mercado hacia el bien común, del mismo modo son necesarias también intervenciones adecuadas a nivel internacional. Por esto hace falta un gran esfuerzo de comprensión recíproca, de conocimiento y sensibilización de las conciencias “(CA 52).
Siguiendo a Benedicto XV, a Pablo VI y Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI también se opone claramente a la guerra y a las armas: "Papa Benedicto XV no se limitaba a condenar la guerra; indicaba, en un plano jurídico, los caminos para construir una paz justa y duradera: la fuerza moral del derecho, el desarme equilibrado y controlado, el arbitraje en las controversias, la libertad de los mares, la condonación recíproca de los gastos bélicos, la restitución de los territorios ocupados y negociaciones justas para dirimir las cuestiones. La propuesta de la Santa Sede se orientaba al futuro de Europa y del mundo, según un proyecto de inspiración cristiana, pero que todos pueden compartir, porque se funda en el derecho de gentes. Es la misma línea que siguieron los siervos de Dios Pablo VI y Juan Pablo II en sus memorables discursos a la Asamblea de las Naciones Unidas, repitiendo, en nombre de la Iglesia: "¡Nunca más la guerra!". Desde este lugar de paz, en el que se sienten más vivamente aún como inaceptables los horrores de las "matanzas inútiles", renuevo el llamamiento a emprender con tenacidad el camino del derecho, a rechazar con determinación la carrera de armamentos y, más en general, a evitar la tentación de afrontar situaciones nuevas con sistemas antiguos" (Angelus, 22 de Julio del 2007).
Ya el Vaticano II enseña que las guerras son una crueldad (cf. GS 80) y esclavitud (cf. GS81) y que se deben promover una cultura de la justicia y de la paz, unas leyes y autoridades mundiales donde "pueda ser absolutamente prohibida cualquier guerra" (Cf. GS 82). Para todo ello se hace necesario que se termine con la carrera de armamentos, un desarme simultaneo (cf. GS 82), mundial; acabando así con la industria militar y bélica que impide erradicar la miseria y la exclusión en el planeta, con cuyos recursos y bienes se podría acabar con el hambre y la pobreza en el mundo (cf. GS 81). "La carrera de armamentos es la plaga más grave de la humanidad y perjudica a los pobres de manera intolerable. Hay que temer seriamente que, si perdura, engendre todos los estragos funestos cuyos medios ya prepara" (GS 81). Hay que erradicar las guerras "y toda acción bélica que tienda indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de extensas regiones junto con sus habitantes, que es un crimen contra Dios y la humanidad que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones" (GS80).
Como católicos, estamos llamados a guiarnos por la actualización y profundización de la Palabra de Dios que hace la fe e iglesia en la realidad humana, social e histórica. Como nos enseña Juan Pablo II en la EV, siguiendo al Vaticano II, el Dios revelado en Jesús es un Dios del amor y de la vida que defiende y promueve la vida en todas sus fases, dimensiones y aspectos. Tal como nos transmite la iglesia con el Concilio y los Papas como Francisco, hay tratar de ser coherentes y no sólo defender la vida al inicio o al final, sino en todas sus fases y dimensiones. Luchar contra “todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad de la persona humana, como las mutilaciones, las torturas corporales y mentales, incluso los intentos de coacción psicológica; todo lo que ofende a la dignidad humana, como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables; todas estas cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador “ (EV 3).
Saludos cordiales.
Una pena de muerte no es una simple pelea entre soldados en guerra que se maten, sino una sentencia dada por una justicia dada. Para algunos grupos extremistas el ajusticiamiento mediante la muerte sería igualmente valido entonces. No da esto lugar a q grupos extremistas católicos tambien puedan llegar a utilizarlo?
Estoy de acuerdo q san juan pablo II fué al limite y esto es otro paso y no creo que sea el momento por lo revuelto que esta todo y con la cola del diablo dando vueltas, pero no está mal pensarlo dada la proxima guerra interreligiosa que se avecina.
O bien sigue sin leer nada de lo que se ha escrito más arriba o bien no ha entendido nada.
"Estar en contra de la guerra y de la pena de muerte" no significa nada. Lo que se está discutiendo es si la pena de muerte (y en consecuencia también la guerra) son justas, legítimas y necesarias en algunas ocasiones o no. Si son un pecado o no. Si son admisibles moralmente o no. Es decir, si son intrínsecamente malas o no.
Es una cuestión de teología moral y, si no la entiende, tiene que formarse un poco más antes de dar alegremente su opinión.
Nadie quiere tener que ir al dentista, ni, salvando las distancias, que haya guerras o que haya que aplicar la pena de muerte, pero en ocasiones, según la doctrina de la Iglesia, hay que hacer la guerra y que aplicar la pena de muerte. Igual que a veces hay que ir al dentista, aunque no nos guste.
Ninguna de esas citas que ha dado dice nada sobre la cuestión de si la pena de muerte o la guerra justa son lícitas o son un pecado. Dar cita sobre cita que no tienen nada que ver con lo que se discute no añade nada a una argumentación.
De hecho, tanto el Concilio Vaticano II, como Juan Pablo II y Benedicto XVI (así como todo el Magisterio y la Tradición anteriores, al igual que la Escritura) han respondido a esa cuestión diciendo que la pena de muerte y la guerra justa son lícitas moralmente y no son intrínsecamente malas. Puede ver las citas del artículo en las que se indica eso.
Por favor, no siga dando citas larguísimas sin entender el tema del que se habla.
Un saludo.
"Bruno, el mandamiento dice 'no matarás' a secas"
¿Ve como no sabe bien de lo que habla?
El mandamiento, en el hebreo original, no dice eso. Dice algo parecido a "no asesinarás", en el sentido de matar un inocente, que es como siempre lo ha definido la Tradición de la Iglesia. Ni en la pena de muerte ni en la defensa propia se mata al inocente.
"Una pena de muerte no es una simple pelea entre soldados en guerra que se maten, sino una sentencia dada por una justicia dada. Para algunos grupos extremistas el ajusticiamiento mediante la muerte sería igualmente valido entonces. No da esto lugar a q grupos extremistas católicos tambien puedan llegar a utilizarlo?"
Solo las autoridades constituidas pueden aplicar legítimamente una pena. Por supuesto, la autoridad se puede utilizar mal, pero eso pasa con absolutamente todo lo bueno, que puede usarse mal.
"Estoy de acuerdo q san juan pablo II fué al limite y esto es otro paso"
Eso que dice no tiene nada que ver con el cristianismo. El cristianismo ha recibido la verdad revelada por Dios, en la que debe profundizar. No tenemos derecho a ir "dando pasos" para cambiarla.
"Oscar Ignacio:
Hace dos días que se viene debatiendo en este espacio sobre las diferencias entre los consejos prudenciales de Juan Pablo II y Benedicto XVI, y el cambio doctrinal que promueve Francisco.
Si usted cree que puede venir y saltearse todos los debates y argumentos, y simple y alegremente copiar todo entero un texto y ni molestarse en leer nada antes, pues lo menos que creo es que lo suyo es una falta de respeto".
Excelente tu contestación al comentario de Oscar Ignacio. El actuar de este hombre es lisa y llanamente una falta de respeto. Bendiciones.
En la actualidad y realidad histórica, la pena de muerte y las guerras son intrínsecamente perversas ya que, como afirma claramente el magisterio, no son necesarias y hay otros medios de resolver los problemas o conflictos. En el caso de la guerra, como ya afirmé con el magisterio de la iglesia, es todavía más perversa e injusta debido al poder destrucción y muerte que tienen las armas sobre los otros e inocentes. Uno de los caminos de solución de la iglesia a las guerras, como ya mostré con el Vaticano II, es el desarme mundial
Así es como se entiende bien la teología moral, de forma concreta e histórica, como nos enseña el Catecismo y los Papas como Francisco: teniendo en cuenta las condiciones, contextos y circunstancias concretas e históricas de los problemas, de las personas y de los pueblos. Y, en este sentido, es claro que en el Evangelio de Jesús, nuestro Dios nos revela que hay que optar personalmente siempre por la la gratuidad del amor, por la vida, la paz, la no venganza, la no violencia, reconciliación y perdón. Es el Dios que, a pesar de ser crucificado, no se venga ni responde con violencia sino que respeta la vida del otro, nos perdona y reconcilia. Y así, como nos enseña el Catecismo e iglesia, hay que entender la pasión de Jesús: desde la misericordia y el amor, su entrega por amor para darnos vida, salvarnos y liberarnos íntegramente de todo mal e injusticia.
Saludos fraternos.
Es lícito estar a favor de la pena de muerte y también es lícito estar en contra por razones personales si tu conciencia te lo dicta. Lo grave es negar lo que la Iglesia ha enseñado siempre y que se encuentra en el catecismo...lo grave es enseñar que la Iglesia enseño error durante siglos...
"Bruno, es bueno mantener la humildad y respeto, no descalificar al otro, yo no lo he hecho con usted. Ya que si no es imposible el diálogo"
Yo no le he descalificado. Le he mostrado lo más suavemente que he podido que no está calificado para esta discusión porque no entiende de lo que habla y no se molesta en leer los argumentos que se han dado. Es decir, le he mostrado que quien hace imposible el diálogo es usted.
"Sí, conozco la teología moral"
Entenderá que esto es intrínsecamente contradictorio con lo que dice a continuación.
"en la actualidad, son un mal y un pecado"
Eso no significa nada. Lo que es un pecado hoy lo era también hace mil años.
"En la actualidad y realidad histórica, la pena de muerte y las guerras son intrínsecamente perversas"
De nuevo, y sin ánimo de ofender, esto muestra una gran ignorancia sobre los principios básicos de la moral. Lo que es intrínsecamente perverso lo es hoy, ayer y hace mil años.
"ya que, como afirma claramente el magisterio, no son necesarias y hay otros medios de resolver los problemas o conflictos"
Eso, por su propia naturaleza, es una afirmación prudencial y no doctrinal.
"En el caso de la guerra, como ya afirmé con el magisterio de la iglesia, es todavía más perversa"
Puede usted leer los números 2307 a 2031 del Catecismo para ver que existe la guerra justa, que no solo no es perversa, sino que es un deber moral.
"Así es como se entiende bien la teología moral, de forma concreta e histórica, como nos enseña el Catecismo"
Como le acabo de mostrar, el Catecismo enseña lo contrario. Y la teología moral no es una disciplina histórica, porque lo que era verdad ayer sigue siendo verdad hoy y mañana y hace dos mil años. Lea usted las múltiples citas que se dan en el artículo.
Eso que usted defiende no tiene nada que ver con la moral católica. Ni de lejos. No es más que la ideología mundana relativista, amoral y cronolátrica de nuestra época.
Todas las palabras pseudopiadosas del mundo no cambian eso. Una cosa es la doctrina de la Iglesia, que acepta la guerra justa y la pena de muerte, y otras sus elucubraciones, que, siento decirlo, no tienen ningún valor al lado de esa doctrina.
Si supiera algo de teología moral, sabría todo esto. Siento ser tan duro, pero no hay otra forma de explicarle las cosas para que las entienda, precisamente porque no sabe nada de teología moral.
Un saludo.
Lea por favor el catecismo:
"2267 La enseñanza tradicional de la Iglesia NO EXCLUYE, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, EL RECURSO A LA PENA DE MUERTE, si esta fuera el UNICO CAMINO posible para defender eficazmente del AGRESOR INJUSTO las vidas humanas.
Pero si los MEDIOS INCRUENTOS BASTAN para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana"
La Iglesia Católica no excluye la pena de muerte y si los medios incruentos NO BASTAN es necesaria la pena de muerte.
Abimael Guzmán, un terrorista genocida responsable de miles de asesinatos y que está preso purgando cadena perpetua y continúa dando órdenes desde la carcel a través de su abogado y continúa asesinando a más personas merece la pena de muerte porque en este caso el "medio incruento" no sirve para impedir más asesinatos y es el "único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas". Eso es lo que dice el catecismo.
"Descendiendo a consecuencias prácticas de máxima urgencia, el Concilio inculca el respeto al hombre, de forma de cada uno, sin excepción de nadie, debe considerar al prójimo como otro yo, cuidando en primer lugar de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente, no sea que imitemos a aquel rico que se despreocupó por completo del pobre Lázaro...En nuestra época principalmente urge la obligación de acercarnos a todos y de servirlos con eficacia cuando llegue el caso, ya se trate de ese anciano abandonado de todos, o de ese trabajador extranjero despreciado injustamente, o de ese desterrado, o de ese hijo ilegítimo que debe aguantar sin razón el pecado que él no cometió, o de ese hambriento que recrimina nuestra conciencia recordando la palabra del Señor: Cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mi me lo hicisteis. (Mt 25,40).
No sólo esto. Cuanto atenta contra la vida -homicidios de cualquier clase, genocidios, aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado-; cuanto viola la integridad de la persona humana, como, por ejemplo, las mutilaciones, las torturas morales o físicas, los conatos sistemáticos para dominar la mente ajena; cuanto ofende a la dignidad humana, como son las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; o las condiciones laborales degradantes, que reducen al operario al rango de mero instrumento de lucro, sin respeto a la libertad y a la responsabilidad de la persona humana: todas estas prácticas y otras parecidas son en sí mismas infamantes, degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al honor debido al Creador" (Vaticano II, GS 27).
Saludos fraternos
¿Puede una sociedad defenderse y matar en legítima defensa a un agresor interno que la daña? ¿Y a uno externo?
Si se llegase a afirmar que la guerra justa o que la pena de muerte no pueden darse, ambos como último recurso y después de haber agotado las demás instancias, se está aceptando en forma implícita que una persona no se tiene derecho a defenderse.
El mundo moderno considera un estorbo la fidelidad a los principios o coherencia, los católicos no, y algunos hasta la consideramos una virtud.
Ustedes niegan el magisterio de la iglesia, lo tergiversan y manipulan a su conveniencia e integrismo como hacen con el de Juan Pablo II. Y eso les lleva a romper con la comunión con el Papa y con la iglesia como están haciendo con Francisco u otros Cardenales y Obispos.
Se lo digo como hermano y corrección fraterna, espero que no acaben como los Lefrebistas. Yo como católico con el sucesor de Pedro como los Papas como Francisco y con el Evangelio de Jesús.
Saludos fraternos
LF dice:
"Os recuerdo el titular de una noticia de septiembre del año pasado:
Cardenal Turkson: "El Papa quiere que la Iglesia abandone la teoría de la guerra justa"
Como veis, va todo en la misma línea, contradiciendo el magisterio bimilenario de la Iglesia.
Si a eso se le une la tolerancia con el adulterio y la fornicación, queda claro que se nos quiere imponer el lema hippie "Haz el amor y no la guerra". Todo muy propio del ADN modernista."
---
EXACTAMENTE. Se está siguiendo una hoja de ruta paso por paso, al final de la cual ese "haz el amor y no la guerra" inevitablemente culmina en el RECHAZO AL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO. La última estación de este viaje es DESDIOSAR A JESUCRISTO: la sinagoga de Satanás conoce perfectamente que mediante el Hijo de Dios se ha establecido una protección divina sobre la raza humana, si esa protección se desactiva rechazando al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo la humanidad entera caerá en manos de Satanás y los que le sirven desde el principio.
No se puede ir en contra de una sola de las enseñanzas de la Iglesia (en este caso sobre la pena de muerte), eso supondría un precedente que automáticamente se convierte en ariete para derrumbar todo el edificio de nuestra fe...
¡VIVA CRISTO REY!
Cuando a la ignorancia y el sectarismo unen la típica acusación de los modernistas - "es usted un rigorista" -, se llega al esperpento.
Lo siento, no me agrada decir esto, pero es la verdad y realidad que ustedes no aceptan y deben acoger para no ir en contra en la fe y de la iglesia a la que tanto daño están haciendo, sobre todo, a nuestro querido Papa Francisco. Conversión a Jesús, a la iglesia y a los pobres. Gracias a Dios.
Saludos fraternos con mi oración
Bruno es teólogo. No le dieron el título en una rifa. Si es incapaz de refutar lo que dice, tenga un mínimo de respeto hacia sí mismo y cállese.
Nosotros hemos demostrado aquí de forma clara y rotunda que la legitimidad de la pena de muerte -y de paso la guerra justa- está basada en la Escritura, la Tradición y el Magisterio. Quien va contra eso, no puede venir a darnos lecciones de catolicismo.
Y vuelvo a decir que ser católico no consiste en ser un sectario que dice sí y amén a cualquier cosa que diga un Papa, tanto si tiene sentido como si no. Eso se lo dejamos a los Testigos de Jehová y su Watchtower.
A los Papas, cuando se equivocan, la Iglesia no les sigue. Y quien diga lo contrario, no tiene ni repajolera idea de la historia del catolicismo.
Dice usted que el Concilio Vaticano II, el Catecismo y los Papas enseñan que la pena de muerte y la guerra son pecado.
Sin embargo, el Concilio Vaticano II enseña "no se podrá negar el derecho de legítima defensa a los gobiernos. A los jefes de Estado y a cuantos participan en los cargos de gobierno les incumbe el deber de proteger la seguridad de los pueblos a ellos confiados, actuando con suma responsabilidad en asunto tan grave" Gaudium et Spes 79
Sin embargo, el Catecismo de la Iglesia CAtólica enseña que existe una guerra justa: CIC 2307 a 2031.
Sin embargo, Juan Pablo II admite la posibilidad de aplicar la pena de muerte cuando sea necesario: EV 56
Sin embargo, Benedicto XVI enseñó lo mismo, por ejemplo en su carta a los obispos norteamericanos sobre las condiciones para recibir la comunión.
Sin embargo, todos los Papas, doctores de la Iglesia y Padres de la Iglesia han enseñado lo mismo, como muestran las citas que hemos puesto en el artículo y que, aparentemente, se niega usted a leer.
La realidad es la realidad, aunque usted no la quiera ver. Llamarnos "integristas" y "rigoristas" no es un argumento, es un mero insulto (al menos en su mente). Para argumentar, uno se basa en la realidad, que esta que le hemos presentado con multitud de pruebas. Si no quiere verla, no puedo hacer nada.
Lo siento, pero me temo que no solo ignora lo más básico sobre este tema, sino que además no quiere aprender. Esa es la peor ignorancia, porque hace que sea imposible ayudarle.
Estar contra las guerras , no es negar el derecho la legitima defensa ni negar la guerra justa ...
Un Papa se puede equivocar y es el caso de Francisco con la pena de muerte y no hay que hacer un drama, ya ocurrió antes, lea a Honorio, lea la historia de la Iglesia y de los Papas. Hoy está Francisco y enseña un error, mañana está otro Papa y lo rechaza. La infalibilidad papal solo aplica en el magisterio extraordinario. A veces pienso que Dios permite todo esto para 1. Probar nuestra fe y 2. Enseñar a su pueblo en qué consiste la infalibilidad papal y cuáles son sus límites. Como siempre se dice: hasta de lo malo saca un bien...Bendito Dios!
Si Europa piensa como Ud, se merece ser invadido y aplastado por el Islam...
----
Estar contra la aplicación de la pena de muerte por razones prudenciales, no es llamar intrínsecamente perversa a la pena de muerte ni negar que, si no se dan dichas razones, puede aplicarse.
Aquí lo tenéis:
http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2017/10/14/la-inadmisible-pena-de-muerte-tambien-la-eterna-religion-iglesia-papa-mujer.shtml
Hay que reconocer que la coherencia de los testigos de Jehová con sus principios fue admirable, pero no salvaron a nadie porque con nadie se identificaban; los cuáqueros-que eran mucho menos-actuaron de salvadores de muchos: judíos y no judíos a pesar de su pequeño número. Lo sé porque hice un estudio sobre eso.
¡Miserere nobis!
Se las recuerdo de nuevo a ver si aprenden y recapacitan, que muestran la verdad de la fe e iglesia, espero que les ayude:
- "Es evidente que, precisamente para conseguir todas estas finalidades, la medida y la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente, sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo salvo en casos de absoluta necesidad, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo. Hoy, sin embargo, gracias a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes. De todos modos, permanece válido el principio indicado por el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, según el cual « si los medios incruentos bastan para defender las vidas humanas contra el agresor y para proteger de él el orden público y la seguridad de las personas, en tal caso la autoridad se limitará a emplear sólo esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana »" (EV 56).
- Benedicto XVI se dirigió a los participantes del Congreso de la Comunidad de Sant’Egidio sobre la abolición de la pena de muerte. El Papa les deseó que puedan, mediante sus actividades, favorecer «las iniciativas políticas y legislativas promovidas en un mayor número de países para eliminar la pena de muerte y continuar los progresos sustanciales realizados conforme al derecho penal», tanto a favor de la dignidad humana de los prisioneros como de la eficaz tutela del orden público. En la Ciudad del Vaticano (Jueves, 16-04-2009) Benedicto XVI agradeció al gobernador del estado de Nuevo México, Bill Richardson, por la abolición de la pena de muerte en el estado, después de la declaración oficial del gobernador a la prensa.
- "Entre los signos de esperanza se da también el incremento, en muchos estratos de la opinión pública, de una nueva sensibilidad cada vez más contraria a la guerra como instrumento de solución de los conflictos entre los pueblos, y orientada cada vez más a la búsqueda de medios eficaces, pero « no violentos », para frenar la agresión armada. Además, en este mismo horizonte se da la aversión cada vez más difundida en la opinión pública a la pena de muerte, incluso como instrumento de « legítima defensa » social, al considerar las posibilidades con las que cuenta una sociedad moderna para reprimir eficazmente el crimen de modo que, neutralizando a quien lo ha cometido, no se le prive definitivamente de la posibilidad de redimirse" (EV 27).
- "Entre los signos de esperanza se da también el incremento, en muchos estratos de la opinión pública, de una nueva sensibilidad cada vez más contraria a la guerra como instrumento de solución de los conflictos entre los pueblos, y orientada cada vez más a la búsqueda de medios eficaces, pero « no violentos », para frenar la agresión armada" (EV 27).
- “¡Nunca más la guerra!». ¡No, nunca más la guerra!, que destruye la vida de los inocentes, que enseña a matar y trastorna igualmente la vida de los que matan, que deja tras de sí una secuela de rencores y odios, y hace más difícil la justa solución de los mismos problemas que la han provocado. Así como dentro de cada Estado ha llegado finalmente el tiempo en que el sistema de la venganza privada y de la represalia ha sido sustituido por el imperio de la ley, así también es urgente ahora que semejante progreso tenga lugar en la Comunidad internacional. No hay que olvidar tampoco que en la raíz de la guerra hay, en general, reales y graves razones: injusticias sufridas, frustraciones de legítimas aspiraciones, miseria o explotación de grandes masas humanas desesperadas, las cuales no ven la posibilidad objetiva de mejorar sus condiciones por las vías de la paz. Por eso, el otro nombre de la paz es el desarrollo. Igual que existe la responsabilidad colectiva de evitar la guerra, existe también la responsabilidad colectiva de promover el desarrollo. Y así como a nivel interno es posible y obligado construir una economía social que oriente el funcionamiento del mercado hacia el bien común, del mismo modo son necesarias también intervenciones adecuadas a nivel internacional. Por esto hace falta un gran esfuerzo de comprensión recíproca, de conocimiento y sensibilización de las conciencias “(CA 52).
"Papa Benedicto XV no se limitaba a condenar la guerra; indicaba, en un plano jurídico, los caminos para construir una paz justa y duradera: la fuerza moral del derecho, el desarme equilibrado y controlado, el arbitraje en las controversias, la libertad de los mares, la condonación recíproca de los gastos bélicos, la restitución de los territorios ocupados y negociaciones justas para dirimir las cuestiones. La propuesta de la Santa Sede se orientaba al futuro de Europa y del mundo, según un proyecto de inspiración cristiana, pero que todos pueden compartir, porque se funda en el derecho de gentes. Es la misma línea que siguieron los siervos de Dios Pablo VI y Juan Pablo II en sus memorables discursos a la Asamblea de las Naciones Unidas, repitiendo, en nombre de la Iglesia: "¡Nunca más la guerra!". Desde este lugar de paz, en el que se sienten más vivamente aún como inaceptables los horrores de las "matanzas inútiles", renuevo el llamamiento a emprender con tenacidad el camino del derecho, a rechazar con determinación la carrera de armamentos y, más en general, a evitar la tentación de afrontar situaciones nuevas con sistemas antiguos" (Benedicto XV, Angelus, 22 de Julio del 2007).
- Las guerras son una crueldad (GS 80) y esclavitud (GS81) y se deben promover una cultura de la justicia y de la paz, unas leyes y autoridades mundiales donde "pueda ser absolutamente prohibida cualquier guerra" (Cf. GS 82).
- Se hace necesario que se termine con la carrera de armamentos, un desarme simultaneo (cf. GS 82), mundial; acabando así con la industria militar y bélica que impide erradicar la miseria y la exclusión en el planeta, con cuyos recursos y bienes se podría acabar con el hambre y la pobreza en el mundo (cf. GS 81). "La carrera de armamentos es la plaga más grave de la humanidad y perjudica a los pobres de manera intolerable. Hay que temer seriamente que, si perdura, engendre todos los estragos funestos cuyos medios ya prepara" (GS 81).
- Hay que erradicar las guerras "y toda acción bélica que tienda indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de extensas regiones junto con sus habitantes, que es un crimen contra Dios y la humanidad que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones" (GS80).
Como católicos, estamos llamados a guiarnos por la actualización y profundización de la Palabra de Dios que hace la fe e iglesia en la realidad humana, social e histórica. Como nos enseña Juan Pablo II en la EV, siguiendo al Vaticano II, el Dios revelado en Jesús es un Dios del amor y de la vida que defiende y promueve la vida en todas sus fases, dimensiones y aspectos. Tal como nos transmite la iglesia con el Concilio y los Papas como Francisco, hay tratar de ser coherentes y no sólo defender la vida al inicio o al final, sino en todas sus fases y dimensiones. Luchar contra “todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad de la persona humana, como las mutilaciones, las torturas corporales y mentales, incluso los intentos de coacción psicológica; todo lo que ofende a la dignidad humana, como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables; todas estas cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador “ (EV 3).
Como bien dice la Escritura "mi pueblo perece por falta de conocimiento".
Gracias a Dios, mi alumnos salen con el corazón del Evangelio y del sentir con la iglesia y con los Papas como Juan Pablo II o Francisco al que quieren mucho: personas y católicos de bien que, desde la Gracia de Dios, luchan por la defensa de la vida y dignidad de las personas, por la fraternidad solidaria, la paz y la justicia con los pobres de la tierra. Como nos enseña nuestro Señor Jesucristo y su iglesia católica.
Es lo que debería conocer y buscar todo católico verdadero. Saludos fraternos
----
O sea, antes sí, ahora no.
Así nos va. Antes no era legítimo que los adúlteros comulgaran, ahora sí, según y como.
¿De qué depende la fe y la moral de la Iglesia?
Del "actualmente".
¿Y dice usted que sus alumnos salen muy bien formados?
Será "bien" formados en el relativismo y el modernismo.
El catolicismo es otra cosa.
Que actualmente la pena de muerte no sea válida y que no sea lícito ningún tipo de guerra, con perdón, es lo que dice la ONU. ¡Vaya coincidencia!
Saludos, que el Señor siga protegiendo la Iglesia a través del sucesor de Pedro.
"Yo soy doctor y profesor de teología y moral"
Le he mostrado textualmente las enseñanzas de Juan Pablo II, el Catecismo, Benedicto XVI y el Concilio VAticano II que admiten la posibilidad de la guerra justa y de la pena de muerte... Y usted hace como si no existieran y sigue diciendo lo contrario. ¿Qué más necesita?
¿Está usted mal de la cabeza? ¿O está mintiendo sobre ser profesor de moral? ¿O peor aún, le han hecho doctor y le dan alumnos sin que entienda usted las cosas más básicas de teología moral o escogiendo solo la parte que le gusta?
No sabe lo que enseña la Iglesia, no conoce las diferencias básicas entre algo que es intrínsecamente malo y algo que no lo es, no sabe diferenciar entre mal moral y mal físico, se atreve a defender el increíble disparate de con el tiempo va cambiando lo que es malo y lo que es bueno... ¿y pretende saber algo de teología moral? Si un alumno de primero de teología dijera esas cosas sería suspendido inmediatamente.
Esto ya es demasiado.
Verá, se lo voy a explicar de nuevo, hay un principio clave que enseña la tradición moral e iglesia como es tener en cuenta las circunstancias concretas y realidad histórica de las personas en la que se encarna la realidad moral.
De esta forma, la iglesia actualmente se opone a la pena de muerte porque, como dice Juan Pablo II, "hoy, sin embargo, gracias a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes" (EV). Si no es necesario acabar con una vida, es injusto e inmoral matar como se hace con la pena de muerte ya que atenta contra la vida y dignidad de la persona.
De forma similar la realidad de la guerra en la que, como nos enseña el Papa "ha llegado finalmente el tiempo en que el sistema de la venganza privada y de la represalia ha sido sustituido por el imperio de la ley, así también es urgente ahora que semejante progreso tenga lugar en la Comunidad internacional...Hoy en día, con la potencia destructiva de las armas y de las guerras, como nos sigue enseñando Juan Pablo II, "¡Nunca más la guerra!». ¡No, nunca más la guerra!, que destruye la vida de los inocentes, que enseña a matar y trastorna igualmente la vida de los que matan, que deja tras de sí una secuela de rencores y odios, y hace más difícil la justa solución de los mismos problemas que la han provocado" (CA).
Una mora inteligente y real va a las causas de las problemas de las guerras y violencia o crimen que, como nos sigue enseñando el Papa: “en la raíz de la guerra hay, en general, reales y graves razones: injusticias sufridas, frustraciones de legítimas aspiraciones, miseria o explotación de grandes masas humanas desesperadas, las cuales no ven la posibilidad objetiva de mejorar sus condiciones por las vías de la paz. Por eso, el otro nombre de la paz es el desarrollo. Igual que existe la responsabilidad colectiva de evitar la guerra, existe también la responsabilidad colectiva de promover el desarrollo. Y así como a nivel interno es posible y obligado construir una economía social que oriente el funcionamiento del mercado hacia el bien común, del mismo modo son necesarias también intervenciones adecuadas a nivel internacional. Por esto hace falta un gran esfuerzo de comprensión recíproca, de conocimiento y sensibilización de las conciencias “(CA 52).
Y estas circunstancias concretas y realidad de la persona es la que hay que tener en cuenta, igualmente, a la hora de valorar y discernir otras realidades como las rupturas matrimoniales y familiares. Lo dicho, tiene que leer un buen manual de teología moral, ir a alguna facultad de teología…, les explicaran esto muy bien le estoy transmitiendo.
Saludos
El dilema aparece cuando la pena de muerte se aplica con criterio abusivo y equivocado. Por ejemplo un vecino que mata su vecino por que éste tocando el piano todas las noches no le deja dormir,, Pues la cosa no va de suyo; Bastaría que le rompiere el piano al pianista; O si se me obliga, pues con congelarle las teclas o los dedos al pianista ya bastaría.
No Obstante: como causa justa y principal: Causar la muerte por defender los verdaderos intereses de Dios, por lo menos, es un signo de sentir el celo por las cosas de Dios. (Jn.2,3-25; Mr.11,15-17)
Morir o matar en la batalla de Lepanto, de todos conocida, fue un acto justo que salvó a la Europa cristiana del Islam.
Morir o matar por una bárbara ideología como fuere la de la Primera y Segunda guerra mundial fue, pues eso: la excusa de una estúpida y criminal ideología zoroástrica.
Es como decir que "en la actualidad" los triángulos tienen tres lados.
"Intrínsecamente mala" quiere decir "mala por naturaleza", y la naturaleza de las cosas es siempre la que es.
Un hada podrá tal vez convertir un gato en un perro, pero cae fuera hasta de la Omnipotencia divina hacer que "ser gato" sea lo mismo que "ser perro", o incluya ser un reptil.
Por tanto, si un acto es intrínsecamente malo, lo es siempre, y si no lo es, no lo es nunca. Hablar de la "actualidad" acerca de este punto es no haber entendido nada.
Saludos cordiales.
Las circunstancias pueden hacer que una acción cuyo objeto es bueno sea mala, pero no hacen que el objeto de la acción sea malo, y por eso, no hacen que la acción sea intrínsecamente mala.
Por ejemplo, el que da limosna por vanagloria, su acción es mala por las circunstancias, no por su objeto, y por eso no es intrínsecamente mala.
Son tres fuentes distintas de moralidad, el objeto, el fin y las circunstancias (cfr. el Catecismo), y la acción que es intrínsecamente mala lo es por su objeto.
Otro tema distinto es que hay circunstancias que forman parte del objeto de la acción, por eso Santo Tomás dice que robar en lugar sagrado es sacrilegio. Pero eso no tiene nada que ver con las circunstancias "actuales", porque siempre ha sido y será así.
Saludos cordiales.
Por desgracia, la legítima defensa siempre ha sido lícita y siempre lo será. Eso aplica a individuos, sociedades, países y religiones. "Lo que natura no da, Salamanca non presta" que significa que hay grandes cerebros sin ningún título.... y grandes títulos (reales o ficticios) sin ningún cerebro.
En México, ya tuvimos una guerra muy justa hace casi 100 años y han reiniciado las agresiones a nuestras familias ¿Tenemos derecho a defender a nuestros hijos? ¿Necesitaremos un título de doctor o profesor de teología moral para contestar tan acuciante pregunta? Creo que tener un poco de coherencia basta.
Primero, como he argumentado con la tradición, por ejemplo Santo Tomás, y la enseñanza de la iglesia (catecismo, Juan Pablo II...), en moral siempre hay que tener en cuenta la realidad humana, social e histórica que es donde se encarna y realiza la moral. Segundo, ustedes al final caen en el relativismo e integrismo a la vez, los extremos se tocan, ya que relativizan los principios firmes y permanentes de la defensa de la vida y de estar en contra la cultura de la muerte que es intrínsecamente perversa. Por todo ello, no comprenden que hoy no es necesario ni justo la penar de muerte y, por eso, se convierte en intrisicamente perversa porque atenta contra la vida y dignidad de la persona sin necesidad ni razón. Lo mismo la pena de la muerte que la guerra, que ni siquiera se pueden justificar como mal menor. Ya que, entre otras razones, como nos enseña la moral y la iglesia con Juan Pablo II, como ya he dicho:
1. Es posible buscar otros caminos y soluciones pacíficas.
2. Trae males mayores como la destrucción de la vida y de los pobres que siempre son los que más sufren y acaban sin vida tanto en la pena de muerte como en las guerras, entre otras razones, por las injusticias sociales y la destrucción que las armas causan hoy
Ustedes, al no tener en cuenta la encarnación de la fe y moral realidad, principio básico de la fe y teología e inteligencia - siguiendo al Verbo encarnado-, caen en legitimar y colaborar con ese mal intrínseco que es no respetar la vida e ir con la cultura de muerte. Por eso mismo, estamos en contra del aborto, de la eutanasia, de las desigualdades e injusticias del hambre y pobreza o de la injusticia laboral, tanto del inmoral capitalismo como del perverso comunismo, de la destrucción ecológica, del terrorismo doméstico y violencia contra la mujer, etc.
Lo dicho, estudie y fórmese más, abra su mente, acoja lo que nos enseña la fe, moral y magisterio de la iglesia. Y no juzgue a los demás como hace, con esos juicios tan gruesos, que no es educado ni católico, es pecado. Sé qué ustedes tratar de ser católicos sinceros y coherentes, yo les valoro todo lo bueno y verdadero que dicen o hacen, como tendríamos que hacer siempre con los otros para no caer en el integrismo, pero de esta forma no van por el buen camino. El de Cristo, la iglesia y los pobres, deberían abandonar infocatolica o darle todo este enfoque que les digo
Saludos fraternos
Como le digo Luis Fernando, ustedes no han estudiado la teología y moral de la iglesia
LF:
No, nada más que llevo unos 18 años estudiando la Escritura, los Padres de la Iglesia, los doctores de la Iglesia -especialmente San Agustín y Santo Tomás-, la vida y escritos de los santos -obviamente no todos-, los cánones conciliares y el magisterio pontificio.
Casi nada, oiga.
Como dice Bruno, usted dice que sabe y enseña, pero está demostrando que no conoce ni los rudimentos de la moral católica. Difícilmente puede enseñar lo que no conoce. Es como si nos dice que es catedrático de física cuántica y luego se ve que no sabe ni sumar ni restar.
Sólo lo voy a intentar una vez más, a ver si lo entiende.
Primero, está usted en mi casa y no a la inversa, de manera que no parecen apropiadas esas indicaciones de cómo debo actuar y esos juicios sobre mis supuestos pecados. Quien modera aquí soy yo, no usted, al igual que en su clase, será usted quien modere a los pobres alumnos que le hayan tocado en suerte.
Segundo, y ya no sé cómo explicárselo porque se niega a escuchar. No estamos discutiendo si es apropiado o no aplicar la pena de muerte en el momento actual. Eso es una decisión prudencial, que es imposible zanjar,ni magisterialmente ni de ninguna otra forma, porque depende de las circunstancias, del país, del momento y del caso concreto. Cada Papa da su opinión, que es muy respetable y debe tenerse en cuenta, pero eso es todo.
De lo que estamos hablando es de la enseñanza de la Iglesia, es decir, de una cuestión doctrinal. Y la doctrina no depende del momento, de las circunstancias, del país ni del caso concreto.
Estamos hablando de la cuestión de si la pena de muerte es intrínsecamente mala o no. Intrínseco significa en sí mismo y, por lo tanto, es algo que no depende del momento, de las circunstancias, del país ni del caso concreto. Si algo es intrínsecamente malo, es malo siempre y en cualquier circunstancia, por eso no se puede hacer nunca con conciencia recta. Es un principio básico de la moral católica (lea, por ejemplo, la Veritatis Splendor).
La doctrina de la Iglesia siempre ha enseñado que la pena de muerte no es intrínsecamente mala, sino que hay circunstancias en las que puede y debe aplicarse. Eso dicen todas esas citas que usted no parece querer leer.
Sin embargo, el Papa Francisco, en un discurso, ha dado a entender que la pena de muerte es intrínsecamente mala (es decir, "contraria en sí misma al Evangelio"). Eso niega la doctrina de todos los Papas y concilios anteriores, y así lo hemos hecho notar.
Por alguna razón, usted se empeña en seguir hablando sobre la cuestión prudencial de si la pena de muerte es apropiada hoy o no, etc., que no es lo que discutimos.
Lo más curioso es que la postura que no tiene en cuenta las circunstancias es la que afirma que la pena de muerte es intrínsecamente mala (es decir, que no se puede emplear en ninguna circunstancia). Tiene gracia que usted, después de defender precisamente eso, nos acuse de no "tener en cuenta la realidad humana, social e histórica que es donde se encarna y realiza la moral", que es justamente contrario de lo que estamos diciendo y justamente lo que ha hecho usted en este caso. Es imposible no deducir que no entiende usted bien lo que está diciendo.
Un saludo.
Usted utiliza un argumento y dide de SJPII:
, "hoy, sin embargo, gracias a la organización cada vez más adecuada de la institución penal, estos casos son ya muy raros, por no decir prácticamente inexistentes" (EV)
Le digo:
No basta, con estudiar y dar clases en el salon hay que darce una vueltesita por Korea del Norte, Luanda, Nigeria, Algunos paices de Centro o Sur America, porque no tambien alguna areas de Europa y norte de Africa.
Para defender un punto de vista crucial para la "necesaria existencia" hace falta mas que estudios. Cuando visites ciudades donde la vida vale 50 $, te daras cuenta de que se esta hablando y contea quien edtas lidiando y a quoen estas defendiendo.
Por lo demas siga estudiando porque al paso que va no creo que se quiera bajar al llano de la realidad. Quizas usted tenga instituciones solidas, fuertes, serias, instituciones en todo su contexto reformadores de delincuentes, carceles con toda la ayuda, eso quizas lonhace ver el tema del tamaño de un alfiler.
Trate de escuchar a otros sin pretender dar catedra.
Le habla un marinero de años...un esposo un Papa y todavia un hijo de Mama, que solo ora tambie por usted...saludos
“CAMBIAR EL 2267 DEL CATECISMO
La "inadmisible" pena de muerte. ¿También la eterna?
"¿No es también de esperar que dicte otro 'no' rotundo a la discriminación de la mujer?"”
Fuente: www.periodistadigital.com/religion/opinion/2017/10/14/la-inadmisible-pena-de-muerte-tambien-la-eterna-religion-iglesia-papa-mujer.shtml
Esto es una estrategia perfectamente planificada y coordinada: Francisco abre el melón con estas declaraciones que parecen poner en cuestión la vigencia del magisterio sobre la pena de muerte e inmediatamente aparecen los operativos, en este caso mediáticos, de los demoledores de la fe para extender la aplicación de lo dicho por Francisco a la enseñanza sobre el infierno, por ejemplo. Estad atentos, os apuesto a que Spadaro y la Civiltá Cattolica no tardarán en sumarse al resto de la "manada" en este ataque modernista que se ha desatado a raíz de las palabras de Francisco... Pues muy bien, en toda guerra hay un solo bando ganador y el Dueño de la Iglesia prometió que las puertas del hades no prevalecerán contra ella; que se pregunten en qué bando se encuentran quienes demuestran, con palabras y hechos, NO SER CATÓLICOS.
"En México, ya tuvimos una guerra muy justa hace casi 100 años..."
En efecto, pretender que la guerra y la pena de muerte son intrínsecamente malas es lo mismo que decir que los cristeros fueron unos asesinos, al igual que San Francisco de Borja, San Luis de Francia, San Fernando, el Beato Pío IX, San Pío V y un larguísimo etcétera.
No sé si es algo planificado, pero sin duda tiene consecuencias. Como he señalado en el primer comentario, el mismo Vatican Insider enseguida ha sugerido que, si la doctrina tiene que "progresar" (es decir, cambiar), también podrá hacerlo en otros temas, como anticonceptivos, parejas del mismo sexo, eutanasia, aborto, etc.
"¿Cuál es la diferencia con siglos anteriores? Solamente que no hay guerra en Europa, pero el mundo es más grande que un continente"
Sí. Incluso en el ámbito prudencial, es muy discutible que estemos en unas circunstancias tan distintas. Pero bueno, en eso cada uno puede tener su opinión.
Bruno, que este sea su blog, no le exime a tener cierta cortesía y respeto. Se lo digo con cariño y educación, como usted me lo diría a mí y yo le admitiría. No le gusta a uno que le digan, por ejemplo, mentiroso. Bueno, vamos a la cuestión, le he argumentado de sobra las razones de mis comentarios, conviene que los repase. Trataré de explicárselo una vez más y en una perspectiva que puede ser valiosa y comprensible.
Para ello, primero como nos enseña la moral y los Papas como Francisco, es muy importante distinguir entre el valor y principio moral que es firme, permanente..., en este caso el respeto a la vida, con la norma que lo quiere realizar como es la pena de muerte. Lo fundamental en la doctrina moral es salvaguardar el valor y principio natural del respeto a la vida, esa es la auténtica naturaleza del acto moral: vivir y realizar el valor y principio fundamental, como lo comprende la ley natural- en este caso, el principio de la vida- que además para ser real y concreto siempre se encarna y realiza en la realidad, circunstancias y contextos propios de la persona. De no seguirse todo lo anterior, se cae en el moralismo, fariseísmo e incoherencia.
Esto nos lo muestran los Evangelios, en donde nuestro Señor Jesucristo rechaza las normas de respetar el sábado y el templo ya que no hacían posible el principio esencial de la vida y dignidad de la persona. Por ello, antes la iglesia admitía la norma de la pena de muerte o practicar la guerra, para salvaguardar la vida e integridad de los otros, de las personas y sociedad. Pero como ya he argumentado con el magisterio, hoy la iglesia ya no admite la norma moral de la pena de muerte y de la práctica de la guerra porque va en contra de la vida y dignidad de la persona, porque hay otras salidas y caminos, porque causa más daño e injusticia moral y social. Los Papas como Francisco no cambian la doctrina moral de la iglesia, que se funda el valor y principio del respeto de la vida, sino que pone en suspenso la norma que no es la que define en su entraña la naturaleza de la vida moral.
Más ejemplos, la norma es ir a misa los domingos o practicar la oración en uno u otro momento. Pero esa norma se puede romper, por ejemplo, si estás tú o tu hijo gravemente enfermo o está alguien en peligro de su vida e integridad. Aquello, por ejemplo, que San Vicente les decía a las hijas de la caridad cuando había que necesariamente ocuparse de los pobres, "dejar a Dios por Dios". Lo mismo se puede decir cuando en la realidad de una mujer por cuidar su vida y salud, si no tiene más remedio-por ejemplo con una operación necesaria-, provoca un aborto involuntario y no querido, que no se puede considerar aborto ya que no es su objeto directo; o un enfermo grave acorta algo su vida con cuidados paliativos y a eso no se puede llamar eutanasia. La norma es estar con el marido, pero si el marido te está maltratando, y hasta en peligro de muerte, se admite la separación de la mujer por parte del esposo.
Hay que discernir siempre todos estos valores y principios o circunstancias de la norma como tal para no caer en el moralismo, rigorismo e integrismo moral, para respetar y salvaguardar los principios innegociables de la vida y del bien común como nos enseña Benedicto XVI. Tal como nos transmite todo ello la fe con la Palabra de Dios en el Evangelio de Jesús, la mora y enseñanza de la iglesia. He de reconocer que con este debate con ustedes lo encuentro muy interesante y estimulante para mi reflexión teológica, y si lo hiciéramos con respeto y sin juzgar o descalificar al otro, haríamos un buen servicio a la teología y a la iglesia.
Saludos fraternos
Oiga, perdone, pero usted no puede tener ni una formación mediana diciendo esta tontería. ¿Cree que Jesucristo rechaza las normas del descanso sabático y el respeto al Templo o está de broma? ¿y qué tiene que ver el Sabath y el Templo con el principio esencial de la vida y la dignidad de la persona? ¿Acaso no fue presentado Nuestro Señor Jesucristo en el Templo, tal vez no estuvo en él discutiendo con los doctores cuando tenía 12 años, quizás no defendió la Casa de su Padre con un látigo porque lo habían convertido en cueva de ladrones? O usted no es profesor o que el Espíritu Santo, Espíritu Paráclito,libre a sus alumnos de su influencia.
"Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas...Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones. Pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones" (Jn 2, 13-25).
"Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos" (Mt)
"La religión verdadera y perfecta ante Dios, nuestro Padre, consiste en esto: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus necesidades " (St)
"El amor no le causa daño a nadie; así que el amor satisface toda la ley. El que ama no hace daño al prójimo; o sea, que el amor constituye la plenitud" (Rm)
"Ama y haz lo que quieres" (San Agustín)
"La caridad es la forma de todas las virtudes" (Santo Tomás)
"Al final de la vida nos examinaran del amor" (San Juan de la Cruz)
Los modernistas de escritorio tienen una tara que les impide ver en cualquier decisión recia (como sería la ejecución de un reo) puede ser un acto de caridad. Ellos sólo están para la sensiblería.
“Dios es Padre infinitamente bueno y misericordioso. Pero, por desgracia, el hombre, llamado a responderle en la libertad, puede elegir rechazar definitivamente su amor y su perdón, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él. Precisamente esta trágica situación es lo que señala la doctrina cristiana cuando habla de condenación o infierno. No se trata de un castigo de Dios infligido desde el exterior, sino del desarrollo de premisas ya puestas por el hombre en esta vida. Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta el infierno deben interpretarse correctamente. Expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría. Por eso, la «condenación» no se ha de atribuir a la iniciativa de Dios, dado que en su amor misericordioso él no puede querer sino la salvación de los seres que ha creado. En realidad, es la criatura la que se cierra a su amor. La «condenación» consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre”
“La fe cristiana enseña el riesgo del «sí» y del «no» que caracteriza la libertad de las criaturas, se nos exhorta continuamente a evitar la tragedia en la que desemboca el pecado y a vivir nuestra vida según el modelo de Jesús, que siempre dijo «sí» a Dios. La condenación sigue siendo una posibilidad real, pero no nos es dado conocer cuáles seres humanos han quedado implicados efectivamente en ella. El pensamiento del infierno -y mucho menos la utilización impropia de las imágenes bíblicas no debe crear psicosis o angustia; pero representa una exhortación necesaria y saludable a la libertad, dentro del anuncio de que Jesús resucitado ha vencido a Satanás, dándonos el Espíritu de Dios, que nos hace invocar «Abbá, Padre» (Rm 8, 15; Ga 4, 6)”.
(Audiencia, 28 de Julio de 1.999).
El sábado está hecho para el hombre quiere decir que es el día sagrado en el cual se ha de dar honra a Dios y se debe descansar, pero si se te cae el burro a un pozo puedes sacarlo. Simplemente eso. ¿Por qué no lo explica así y no de una manera en que el Sabath, ahora Domingo para nosotros, parezca perder su carácter de día consagrado a Dios y al descanso? ¿por qué lo explica de una manera en que parece que es un día para que hagamos lo que nos dé la gana y esté sujeto a nuestros caprichos en el que Dios ya no tiene cabida?
En cuanto al Templo, eso ya lo había dicho yo, pero su eminencia lo explica tan mal como la cuestión del sábado. ¡pobres alumnos!
"En efecto, la Sagrada Escritura, los Padres de la Iglesia, el magisterio eclesial y los Doctores de la Iglesia siempre han considerado la pena de muerte como una posibilidad justa y lícita en algunas ocasiones, que puede incluso llegar a ser un deber para el Estado en ciertas circunstancias."
Está concediendo el punto en la siguiente cita
"Verá, se lo voy a explicar de nuevo, hay un principio clave que enseña la tradición moral e iglesia como es tener en cuenta las circunstancias concretas y realidad histórica de las personas en la que se encarna la realidad moral."
Usando esa lógica, podemos concluir que las circunstancias pueden obligar a la Iglesia a declarar que es imposible decir que es intrínsecamente mala la pena de muerte.
"Bruno, que este sea su blog, no le exime a tener cierta cortesía y respeto"
Nos ha llamado usted rigoristas, integristas, ignorantes, rebeldes a la enseñanza de la Iglesia, maleducados, incoherentes, que nos dejamos llevar por los nervios, cerrados de mente y un largo etcétera. ¡Y en mi propia casa, en la que usted puede entrar porque le invito! A lo que se suma que no ha dejado de decir barbaridades contrarias a la moral católica. Que con todo eso se atreva a demandar respeto es, francamente, asombroso.
Me temo que sigue usted demostrando que no conoce los principios más básicos de la moral. Los dos ejemplos de ir a Misa los domingos y no trabajar el sábado que pone son de normas rituales o positivas, no de normas morales. Las normas positivas se pueden dispensar y no obligan cuando hay grave incomodo. Las normas morales de la ley natural o ley divina no se pueden dispensar nunca, aunque sea con el fin bueno de "hacer posible el principio esencial de la vida y dignidad de la persona", porque se identifican con el bien mismo de la persona y con su dignidad.
Por esa misma razón, las cosas intrínsecamente malas son malas hoy, ayer y siempre y no se pueden hacer en ninguna circunstancia ni con ningún fin.
No entiende usted la doctrina del mal menor o doble efecto. Esa mujer no aborta ni ese enfermo se suicida, sino que ese aborto y ese suicidio se producen sin que ellos los busquen. Por lo tanto, no son ejemplos de que a veces hay que incumplir la norma o hacer algo intrínsecamente malo, porque ellos no están incumpliendo la norma ni haciendo algo intrínsecamente malo, solo lo soportan sin buscarlo.
Las frases que usted pone sobre el amor no tienen esa consecuencia que les da, porque las normas morales siempre señalan el camino del amor y transgredirlas es, ipso facto, traicionar el amor.
Su comprensión de la moral ha sido condenada, varias veces, por la encíclica Veritatis Splendor y por toda la doctrina moral de la Iglesia. Se llama circunstancialismo, proporcionalismo, cronolatría, negación de la existencia de actos intrínsecamente malos y defensa de que el fin justifica los medios. En suma, algo completamente apartado de la moral católica.
Si usted enseña eso a sus alumnos, los está enseñando a destruir la moral y los aparta de la enseñanza de la Iglesia, sea por ignorancia (ojalá) o sea conscientemente.
Antes me acusaba usted de pecar por decirle la verdad que tanto necesita oír. Pues bien, enseñar la falsedad y corromper las mentes de los estudiantes es un pecado gravísimo, contrario a la misericordia y equivalente a la negación de Cristo, que es la Verdad misma. Que el Espíritu Santo le ilumine y le libre de cometerlo.
Imagínese a un cristiano que va a misa dominical y comulga, que reza el Ángelus, bendice la mesa, reza el rosario por la tarde y lee libros santos por la noche-por ejemplo a San Agustín-¿de verdad cree que ese domingo celebrado así ofende a Dios? Lo único que podría ofenderle es que por hacer todo eso el cristiano en cuestión no fuera a visitar a su madre al hospital, por lo demás sería un domingo perfecto. Es puro sentido común, ni todos los Sabath se cae un burro al pozo, ni todos los domingos hay que ir al hospital.
Por desgracia, el problema de la heterodoxia modernista es que no pretende ser lógica. No tienen el más mínimo problema en sostener cosas mutuamente contradictorias al mismo tiempo. No solo han renunciado a la fe, también a la razón, como era inevitable que sucediera.
Sucede con usted lo mismo que con muchos por aquí, no dialogan ni comprenden las razones del otro sino atacan y descalifican. Me retiro ya otras labores.
"Los modernistas de escritorio tienen una tara que les impide ver en cualquier decisión recia (como sería la ejecución de un reo) puede ser un acto de caridad. Ellos sólo están para la sensiblería"
Sí. En el mundo, es consecuencia del rechazo apóstata de la moral católica, que ha hecho que solo se basen en los sentimientos y lo políticamente correcto. En los modernistas... es consecuencia del rechazo apóstata de la moral católica, que ha hecho que solo se basen en los sentimientos y lo políticamente correcto.
Usted no ha comprendido la moral de la fe e iglesia y va en contra de esa doctrina de la iglesia. Eso me pasa por tratar de dialogar con el rigorismo e integrismo, en fin…. Y cuidado con lo que dice usted de mí, ya me agrede verbal y moralmente y eso no lo voy a permitir, eso ya tiene consecuencias hasta jurídicas. Así que no se pase conmigo y me respeta.
Adiós, que le vaya bien
Si no le importa que Veritatis Splendor y toda la tradición moral de la Iglesia le condenen, allá usted.
Es muy significativo que, las dos veces que he mencionado Veritatis Splendor, se haya callado. Empiezo a creer que es consciente de que lo que dice está condenado.
Dios le ilumine, porque lo necesita.
Luis Fernando, ya he mostrado más que de sobra mis conocimientos sobre la teología moral.
LF:
Sí, y yo le he mostrado que jugando al fútbol, Leo Messi es un aprendiz a mi lado.
Hale, vaya feliz con sus conocimientos...
Ademas que entra a opinar contra el señor Bruno, y tratas de confundir a todos los seguidores, intentas por este medio, mediante intimidacion judicial entorpecer su labor en detrimento a nosotros su seguidores y otros usuarios, me parece que su violencia se pasa y deja mucho que desear.
Lo invito a terminar su posicion a la altura y que de los frutos que Dios nos pide. Si no es posible mediante el argumento preciso logar el entendimiento, recuerde que la Violencia suya, la intimidacion, el brazo potente de la lengua no va a llevar a ningun lado a nadie...
Saludos.
Pero bueno, como digo, ni sigo para que no me condene este Santo Oficio que no sé muy bien quien lo ha instituido, seguro que Dios y la iglesia no. Pero bueno, si en esta web de infocatolica como hacen Luis Fernando u otros, constantemente se está descalificando al Concilio Vaticano II o a los Papas como a Juan XXIII o a Francisco, hasta al mismo Juan Pablo II, que le va a esperar a uno.... En fin, lo dicho, sigan con su Inquisición particular.
Que les vaya bien, yo con la iglesia y como los Papas como nuestro querido Papa Francisco.
"Por desgracia, el problema de la heterodoxia modernista es que no pretende ser lógica. No tienen el más mínimo problema en sostener cosas mutuamente contradictorias al mismo tiempo. No solo han renunciado a la fe, también a la razón, como era inevitable que sucediera."
Amén. Es evidente que no tienen empacho de decir una cosa y luego otra y luego otra y luego.......... Empezaron perdiendo la fe para terminar perdiendo la vergüenza, famosa frase que leí aquí en Infocatólica por parte, creo de Luis Fernando
Dice usted: "a ve, como ahora que, según Bruno, estoy condenado. Típico de ustedes en infocatólica, del fundamentalismo e integrismo, condenar a diestro y siniestro."
Hace falta tener una cara de cemento armado para decir algo así. Usted me ha dicho que no acojo "lo que nos enseña la fe, moral y magisterio de la iglesia", que "legitimo y colaboro con ese mal intrínseco que es no respetar la vida e ir con la cultura de muerte", cometo "pecado" al juzgar a los demás, que caigo "en el moralismo, fariseísmo e incoherencia", que usted está con la Iglesia y nosotros con el fundamentalismo, que pecamos y no actuamos como católicos, que vamos "contra la fe y la iglesia a la que tanto daño están haciendo", que "negamos el magisterio de la iglesia, lo tergiversamos y manipulamos a nuestra conveniencia e integrismo", que "rompemos con la comunión con el Papa y con la iglesia". Y después de condenarnos a diestro y siniestro, tiene el descaro de acusarnos de condenar a diestro y siniestro porque somos fundamentalistas e integristas. ¿Pero es que no tiene vergüenza?
" yo no me ha callado con la VS, la conozco y todo lo que digo no la contradice...."
Sabe usted perfectamente que la Veritatis Splendor enseña que las acciones intrínsecamente malas no se pueden hacer nunca con conciencia recta, sin importar las circunstancias, el fin o las consecuencias. Nunca. Y usted lo ha negado varias veces aquí. Su concepción de la moral es un ejemplo perfecto de consecuencialismo o proporcionalismo, en el que se pueden incumplir las normas morales si es "para el bien de la persona". Eso va en contra del mensaje central de Veritatis Splendor (y de toda la doctrina de la Iglesia). Y nada tiene que ver con eso que exista la conciencia, porque, repitámoslo, también enseña la Veritatis Splendor que la las normas morales no pueden incumplirse nunca con conciencia recta. Asimismo, las acciones intrínsecamente malas, por definición, tienen que ser las mismas hoy que ayer que hace mil años.
"Si en esta web de infocatolica como hacen Luis Fernando u otros, constantemente se está descalificando..."
Después del falso victimismo, las acusaciones difusas no podían faltar. Cuando alguien acusa al contrario en vez de dar argumentos, es señal clara de que está desesperado.
Digamos otra vez lo fundamental: la concepción de la moral que ha defendido usted está condenada en Veritatis Splendor como proporcionalismo, negación de la existencia de las acciones intrínsecamente malas y defensa de que el fin justifica los medios. Usted ha mostrado esas tres cosas repetidas veces en estos comentarios.
Y lo más triste es que ha empezado defendiendo que la pena de muerte es intrínsecamente mala. Eso sí, "hoy". Aunque eso no signifique nada.
Qué lío mental.
Un saludo.
"menos soberbia....Eso es idolatría, solo Dios juzga."
¿De verdad no le llama la atención que, en el mismo momento que nos acusa de juzgar, nos esté juzgando como soberbios? ¿Eso no le indica que hay algo que no funciona en lo que dice? ¿No será que está usando la carta victimista? ¿Será quizá que usa la argumentación del embudo, ancha para usted y estrecha para los demás?
Déjese de temas personales, por favor, y piense en por qué lo que ha dicho es condenado por la Veritatis Splendor. Eso es lo que importa, para que deje de enseñar a sus alumnos graves errores morales.
Jesús les contestó: «Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís “vemos”, vuestro pecado permanece.
Jn 9,40-41
Pues eso.
"El procedimiemto de estos "teólogos" es mas o menos así: primero se elabora lo que se quiere indulgenciar (comuniones de adülteros, pena de muerte intrínsecamente mala, etc) y después se escogen las razones o justificativos, dejando de lado todo lo que obste. Es decir son ideólogos"
¡Eso es! Mi conclusión más triste cuando los dos Sínodos fue que, a los partidarios de dar la comunión a los divorciados, les importaban un bledo los argumentos (tanto los suyos como los ajenos). Lo importante era dar fuera como fuese la comunión a los adúlteros. Todo lo demás era pura fachada. Por eso no les importaba que los argumentos que daban fueran contradictorios entre sí.
"desgraciadamente no son muy diferentes, por ejemplo, del prepósito de la Compañía de Jesús o de Spadaro"
Es irónico que precisamente esta época, que se caracteriza por el pensamiento más débil de los últimos tres milenios por lo menos, sea también la que mira por encima del hombro a todas las generaciones anteriores.
Hace tiempo, Diego de Jesús me animó a escribir un elogio de la ironía y ciertamente no sería mala idea. Hay material abundante.
Es un gusto verte por aquí de vez en cuando.
Cuando hay polémicas como la de hoy, tan poco fructíferas, me acuerdo de algunas discusiones que hemos tenido tú y yo. Un contrincante que ama la verdad y capaz de razonar con agudeza es un verdadero don del cielo. Cuánto se echa de menos cuando no se tiene.
Dices refiriwndo a VS" "particular, la cual se convierte así para el hombre en un dictamen interior, una llamada a realizar el bien en una situación concreta" (VS 59).
Le respondo:
1. Mas a nuestro favor, cuando lo que se trata de proteger un un derecho irrenunciable a la “legítima defensa de la sociedad” ante una LEGITIMA agrecion que pone en riesgonla sociedad, por eso se hace en la misma proporcion para repeler o contrarrestar las consecuencias. Ninguno de losnque estamos aqui desea repeler asi de hecho oramos para jamas se llege a ese punto.
2. En vista que lo que su argumento No es que trate de elavorar un discernimiento en busca del bien comun de la sociedad sino que en el fondo busca poner la Ley natural en crisis, en duda. Para esto usas el contra argumento de in consistencia facil y vicible. Es decir el mal intrinceco del adulterio vrs el mal intrinceco de No matar. No hay dicernimiento en ninguno porque no es la volunrad de Dios y en concentirlos sostenerlos esta el pecado.
3. Es evidente que usa la regla del jake pero nonpodras encerranos porque la Pena no entra en este combo. La el hombre tiene no solo el derecho de subsistir sino de no dejarce destruir.
En su línea, usted me atribuye cosas que no son ciertas y que se inventa porque no comprende bien la teología moral. Yo no he negado que haya actos intrínsecamente perversos, al contrario eso ya lo he afirmado, por ejemplo, como son la explotación de los obreros y la injusticia de la pobreza, por cierto, de la que ustedes no suelen hablar mucho. Sólo digo que lo que cualifica a los actos son los valores y principios que los guían como la defensa de la vida y del bien común. Cuando no se cumplen esos principios, se está pecando y cometiendo el mal, lejos de mí el relativismo. Ahora, esos valores y principios se encarnan en las circunstancias concretas, y el respeto de la vida actualmente es estar en contra de la pena de muerte y de las guerras porque no ya tienen razón de ser. Sigue usted sin entender la distinción básica entre los principios, que son sólidos y permanentes, y las normas que son orientadas por estos valores y principios.
Las normas no son absolutas e inamovibles, como es la pena de muerte, los principios sí, son innegociables, como es el de la vida y el bien común. Lo contrario es caer en el relativismo de los principios, como la vida digna, en el legalismo y moralismo, como enseña el Papa Francisco, o en el rigorismo y jansenismo que ha sido rechazado por la iglesia.
Además, usted tampoco parece distinguir entre el mal objetivo, que existe ciertamente, y la culpa (responsabilidad) subjetiva que se puede atenuar o desaparecer por diversas circunstancias. Tal como enseña todo ello el Catecismo y que cita el Papa Francisco en AL. Eso también es importante a la hora del discernimiento moral con la conciencia, sagrario del hombre, que tiene un papel insustituible en ese discernimiento y juicio en las circunstancias concretas. Ya que la moral no es ciencia pura ni matemática. Como nos enseñaba ya Tomás de Aquino y el Vaticano II. En fin, lo dicho, tienen que estudiar e investigar más en teología moral y en el magisterio de la iglesia que, por supuesto, lo que nos enseña es que la moral está al servicio del bien del ser humano, de la vida y dignidad de la persona. Lo contrario, ya no es el Evangelio de Jesús ni el humanismo cristiano que marca la moral de la iglesia.
El problema de ustedes puede ser que ponen la ideología e ideologización, como es el rigorismo e integrismo, antes que la fe y moral de la iglesia. Y por eso caen en ese fanatismo y fundamentalismo que termina negando el bien de la persona, que no se alegra y estremece cuando el magisterio de la iglesia enseña, profundiza y defiende esa vida y dignidad trascendente del ser humano que se llama Evangelio. Como nos enseña Juan Pablo II en la RH
Lo que sí te agradezco Bruno, no como hace Luis Fernando, es que me hayas dejado expresarme libremente hasta ahora y no me hayas cortado el diálogo u opinión. Eso dice mucho de ti. Y creo que debemos buscar lo que nos une, y no exagerar nuestras diferencias, pienso que los dos creemos en lo sustancial de la fe y de la moral católica, estamos a favor de la vida en todas, sus fases, aspectos y dimensiones. No se crean que soy tan "hereje", por Dios, que trato de ser católico.
Y, por eso, de hecho los progresistas con sus ideologías relativistas, como el abortismo e ideología de género, por ejemplo, no me pueden ver. En fin, perseguido y crucificado por todos como el Señor Jesús, por estar en comunión con la fe e iglesia con mis pecados y virtudes, claro, con mis luces y sombras, con mis aciertos y errores ¿Y quién no los tiene?
Quiero terminar mi participación en el blog de una forma fraterna y, como ya he dicho antes, valoro su actitud de fidelidad a la tradición y magisterio de la iglesia, su afán de evangelizar y misionero..., como digo, seguro que son más santos que yo. Yo no quiero caer en el integrismo de no reconocer lo bueno, bello y verdadero que tú e infocatolica tienen y seguro que si los progres me escuchan decir esto, como me han dicho ya, me tildaran de integristas y fundamentalista. Yo, como le digo, trato de ser fiel a la Palabra de Dios, a la tradición y magisterio de la iglesia; he entregado mi estudio, salud, familia y vida a ello, con mayor o menor acierto. Y espero decir, como Santa Teresa, al fin muero hijo de la iglesia. Así me educaron y formaron, en el amor a Cristo, a la iglesia con el sucesor de Pedro y a los pobres. Yo por supuesto les pido perdón si les he ofendo en algo que, repito, no es mi intención ni juzgarlo personalmente.
Bueno, como se despedían los viejos católicos obreros, hasta mañana en el Altar.
Saludos fraternos
Saludos
Yo sé muy bien que lo verde es verde y lo blanco, que Cristo perdonó a la adultera, que sí (por tanto) existe el adulterio- ayer y hoy-, que el Señor la perdonó y le encomendó que no pecara más, porque evidentemente el adulterio es pecado. Conozco muy bien hay que defender la vida desde el inicio hasta el final, que un hombre es un hombre y una mujer es una mujer que conforman el matrimonio y la familia natural abierta a la vida e hijos; contra las ideologías abortistas y de género. Yo todo lo que ha argumentado y dicho se ajusta al magisterio de la iglesia con los Papas como el querido Francisco, al que que muchos rechazan por aquí, y he estudiado la Palabra de Dios, la tradición y el magisterio de la iglesia como el que más. Así que no me venga a tomar el pelo, más respeto, más prudencia y decir la verdad.
Y desde lo anterior se aborda bien lo del objeto del acto moral y las circunstancias o lo intrínsecamente perverso que ya he argumentado hasta la saciedad con el magisterio de la iglesia y que, por tanto, no voy a volver a repetir. En todo caso, más allá de disquisiciones morales, lea los textos que he puesto más arriba de Juan Pablo II o Benedicto XVI que junto al Papa Francisco rechazan el mal e injusticia que suponen la pena de muerte y las guerras en la realidad y circunstancias concretas e históricas actuales. Los textos son claros y al menos haga caso a los Papas, aprenda de ellos. Le pongo de nuevo los de Juan Pablo II, que muestra como la iglesia está en contra de la pena de muerte y de la guerra tal como nos transmite claramente el Papa Santo (cf. EV 26, 56).
“¡Nunca más la guerra!». ¡No, nunca más la guerra!, que destruye la vida de los inocentes, que enseña a matar y trastorna igualmente la vida de los que matan, que deja tras de sí una secuela de rencores y odios, y hace más difícil la justa solución de los mismos problemas que la han provocado. Así como dentro de cada Estado ha llegado finalmente el tiempo en que el sistema de la venganza privada y de la represalia ha sido sustituido por el imperio de la ley, así también es urgente ahora que semejante progreso tenga lugar en la Comunidad internacional. No hay que olvidar tampoco que en la raíz de la guerra hay, en general, reales y graves razones: injusticias sufridas, frustraciones de legítimas aspiraciones, miseria o explotación de grandes masas humanas desesperadas, las cuales no ven la posibilidad objetiva de mejorar sus condiciones por las vías de la paz. Por eso, el otro nombre de la paz es el desarrollo. Igual que existe la responsabilidad colectiva de evitar la guerra, existe también la responsabilidad colectiva de promover el desarrollo. Y así como a nivel interno es posible y obligado construir una economía social que oriente el funcionamiento del mercado hacia el bien común, del mismo modo son necesarias también intervenciones adecuadas a nivel internacional. Por esto hace falta un gran esfuerzo de comprensión recíproca, de conocimiento y sensibilización de las conciencias “(CA 52).
Dices: sobre el discernimiento: "como enseña todo ello el Catecismo y que cita el Papa Francisco en AL. "
Le respondo:
Todo el cuerpo de su extenza participacion lo que reflora en su interes de mezclar chana con juana para formular una exusa. El espiritu de su participacion en el post de Bruno a la Luz del acontecimiento tiene como columna vertebral este punto, y lo formula con premeritacion. (Es decir han esperado la reaccion)
La extrategia que usan tiene el mismo patron y que al final, jamas les conducira a ningun lado porque no estan luchando con ninguno aqui, ni contra Bruno lo Luis..sino contra la verdad misma.
La humanidad la subsitido por la virtud de la "PRUDENCIA ILUMINADA POR LA FE". A esto debe entenderlo, solo algunas personas nos han guiado a traves de tiempo "los Santos/as".
Ellos/as se han dejado enseñar por Dios y nosotros les seguimos, ellos han sido dociles al Espiritu Santo.
Lo de hoy sobre el tema de la pena de muerte y lo de AL la situacion objetiva de pecado en adulterio, cuando uno no se deja enseñar por Dios, y lo que ha brotadonen los Santos/as pasa que " Cree uno que su camino es recto y va a parar a la muerte".
Porque si de condenar y ejecutar la muerte o la vida alguien pretende que hay que respetar y seguir eternamente este mal vivir: Mal haya le sea dado porque en su ignorancia sigue sin entender que en este su mal vivir temporal no hay vida sino eterna muerte.
No penséis que he venido a poner paz en la tierra; no vine a poner paz sino espada. Dice el Cristo. (Mt.10,34)
Cristo ha venido a este mundo a dividir, condenar y matar a todo aquello que, como oscuridad y muerte siendo propio de este mundo temporal; no pue ser ni pertenecer al fututo mundo de luz y vida celestial..
Paz y Bien a todos, en especial, a Bruno por dejarme estar en su casa hasta ahora a la que ya no volveré más como digo. Saludos fraternos con mis oraciones
A la condena y justa muerte de este mundo y todo lo que en este mundo de oscuridad y muerte se mueve; se corresponde la justa luz y vida del otro mundo -Nueva Jerusalén- ( Ap. 21,1-27;22,1-5) que nunca muere.
Consejo a todos: ignoradle. No merece ya la pena.
Ha dicho ya como 20 veces que se retira. Pues cumpla su palabra y VAYA CON DIOS!!!
Cuando escribí el comentario anterior, todavía no aparecía el tuyo... :)
Perdió aquí el Maestro una buena ocasión para hablarles de lo pernicioso de su ocupación, ¿no les parece?
No deja de ser curioso además la cantidad de centuriones que (como el que esto escribe) aparecen en el Nuevo Testamento, siempre con tintes positivos, en una época en que parece inverosímil que estos oficiales no hubiesen participado en ejecuciones y guerras (la autoridad del centurión romano la representaba el sarmiento con el que castigaba las faltas más leves). Nunca les reprocha el Maestro su ocupación.
¿Está seguro? No se olvide que en esa época no habían grabadoras!!!!
(Ironía... ironía)
Estoy muy de acuerdo con el planteamiento del Santo Padre Francisco I., en cuanto a la Pena de Muerte, dada a los que han sido Juzgados y condenados, como Enfermero, y como Cristiano que soy, aunque pecador, como todos somos pecadores, y necesitamos de la Misericordia de Dios, para ser perdonados, no puedo estar de acuerdo con la Pena de Muerte, hoy día en los que existen otras opciones, como es la Privación de Libertad, del Reo; como decía Cervantes,:" Odia el delito, y compadece al delincuente". Cuando opino de esta forma, es porque, me he leído todo el argumento que ha hecho el Santo Padre el Papa Francisco I. y además estoy convencido, de que la pena de Muerte a los condenados a la Pena Capital, no aporta nada a la ciudadanía, y desde el punto de vista Médico, es muy fuerte, inyectar primero tal vez, un Sedante, y luego inyectar el Medicamento que paraliza el Corazón, esto en el supuesto que se actúe con Misericordia hacia el condenado.
¡Que Dios, nos libre, de vernos en esa situación tan límite.! ¡AMÉN!.. ¡Paz y Bien! SIMÓN!.
Yo no creo que la intención del Santo Padre haya sido que se considerara a la pena de muerte como intrínsecamente mala. Porque hay circunstancias que, en el pasado y aún hoy en día, la hacen necesaria.
a) La pena de muerte es universalmente aceptada y reconocida como apropiada en el mundo militar, siempre lo ha sido, siempre lo será, porque en el duro mundo de la guerra, el soldado debe tener conciencia que en la lucha contra el enemigo puede morir, pero que si huye VA a morir.
b) Negar el derecho a una sociedad de defenderse utilizado la pena de muerte como último recurso, implica negar el derecho de defenderse en una guerra justa (como la guerra cristera) e incluso, de manera individual.
Me gusta mucho este Beato ..
https://es.wikipedia.org/wiki/Nuno_%C3%81lvares_Pereira
..... y no creo que su Santidad Pio XII era modernista ..
Sobre la pena de muerte yo antes, como muchos, decía: " para que pena de muerte si existe cadena perpetua". Lo metes preso de por vida y solucionas el problema sin matarlo y le das la oportunidad o el tiempo a esa persona para que se arrepienta y quizás se salve. Ya no pienso así. Los hechos o la evidencia se ha encargado de hacerme cambiar de opinión. Abimael Guzmán, un terrorista genocida responsable de miles de asesinatos purga cadena perpetua y ahora se sabe que desde la carcel sigue dirigiendo a Sendero Luminoso que intenta reagruparse. Tenemos que esperar que mueran miles de personas más? para recién decir: "Ups! Debimos aplicarle la pena de muerte" Y no es que a mí me guste o me hace feliz la idea de aplicarle la inyección letal a una persona pero pienso en cuántas vidas se salvarían con la desaparición de ese monstruo. Lo dice el catecismo que habla en condicional: si los medios incruentos bastan no es necesaria la pena de muerte. Con ese monstruo no basta el medio incruento.
El terrorismo en Europa les hará cambiar de opinión a muchos. Tiempo al tiempo.
De hecho en la frase dada San Juan Pablo II pone la pena de muerte como ultimo recurso pero planteándolo como una circunstancia que hace lícito el acto, entreviendose que insinua que el acto no es correcto salvo en las circunstancias.
Corríjanme pero es lo que me parece extraer de ciertos fragmentos de Evangelium Vitae.
San Juan Pablo II hace inciso en las mismas frases en el "inocente".
En el caso del culpable menciona fugazmente algo que otros autores dicen, y es que el humano NO inocente no es "matado" sino que el mismo se ha excluido de la vida, cito de Evangelium Vitae:
" Por desgracia sucede que la necesidad de evitar que el agresor cause daño conlleva a veces su eliminación. En esta hipótesis el resultado mortal se ha de atribuir al mismo agresor que se ha expuesto con su acción, incluso en el caso que no fuese moralmente responsable por falta del uso de razón".
Yo no creo que la intención del Santo Padre haya sido que se considerara a la pena de muerte como intrínsecamente mala.
---
LF:
Hombre, pues es que ha dicho esto:
"Se debe afirmar con fuerza que la condena a la pena de muerte es una medida inhumana que humilla la dignidad de la persona. sea cual sea el modo en que se lleve a cabo. Es en sí misma contraria al Evangelio..."
Algo inhumano y contrario al Evangelio es intrínsicamente malo.
El cambio es esencial. Francisco contradice la Escritura, la Tradición y el Magisterio previo.
Por cierto, es evidente que el responsable final de la pena de muerte no es el que la aplica sino el que se ha puesto en una situación que lleva a tener que aplicarla.
una disculpa, pero me cuesta mucho trabajo que creer que la opinión humana del Santo Padre sea que es intrínsecamente mala la pena de muerte, sin ninguna excepción posible. Simplemente porque en el mundo actual es evidente que existen situaciones que es aceptada y necesaria, se puede concluir con simples argumentos humanos. A nadie nos gusta ni la guerra ni la pena de muerte, pero no la podemos condenar absolutamente.
Anticonceptivos de monjas en Congo, no hay que tener hijos como conejos, evitar la mexicanizacion de Argentina, Lutero testigo del Evangelio..... El santo Padre parece ser un tanto imprudente en sus entrevistas, discursos y otras comunicaciones donde expone sus opiniones privadas, siempre respetable por su cargo, pero que no estamos obligados a creer.
1. No excluye la pena de muerte y esta se enmarca en la legítima defensa de la sociedad.
2. Si basta el medio incruento no es necesaria.
3. Si no basta el medio incruento si es necesaria la pena de muerte aunque en casos de absoluta necesidad cuando la defensa de la sociedad no sea posible con un medio incruento.
"56. En este horizonte se sitúa también el problema de la pena de muerte, respecto a la cual hay, tanto en la Iglesia como en la sociedad civil, una tendencia progresiva a pedir una aplicación muy limitada e, incluso, su total abolición. El problema se enmarca en la óptica de una justicia penal que sea cada vez más conforme con la dignidad del hombre y por tanto, en último término, con el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad. En efecto, la pena que la sociedad impone « tiene como primer efecto el de compensar el desorden introducido por la falta ».46 La autoridad pública debe reparar la violación de los derechos personales y sociales mediante la imposición al reo de una adecuada expiación del crimen, como condición para ser readmitido al ejercicio de la propia libertad. De este modo la autoridad alcanza también el objetivo de preservar el orden público y la seguridad de las personas, no sin ofrecer al mismo reo un estímulo y una ayuda para corregirse y enmendarse. 47
Es evidente que, precisamente para conseguir todas estas finalidades, la medida y la calidad de la pena deben ser valoradas y decididas atentamente, sin que se deba llegar a la medida extrema de la eliminación del reo SALVO EN CASOS DE ABSOLUTA NECESIDAD, es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo"
Si lo comparamos con lo dicho por Francisco es el día y la noche.
Pero no deja de ser un mal .
Es común que a los provida, los que defendemos al inocente bebé en el vientre, nos critiquen por estar a favor de la pena de muerte del "injusto agresor" en casos de absoluta necesidad, creen encontrar una contradicción con el mandamiento "no matarás" y se burlan, la ignorancia es atrevida.
Exacto, Adsertor, ese SI es magisterio de la Iglesia Católica en materia moral repetida por varios Papas.
"El mal menor es moralmente permitido , muchas veces es obligatorio por necesidad. Pero no deja de ser un mal."
¿Por qué se empeña en hacer afirmaciones temerarias sobre temas que no conoce? El mal menor no es eso. El mal moral no se puede elegir nunca. Ni siquiera el más pequeño mal moral que exista. El principio del mal menor establece que a veces se puede soportar o sufrir un mal menor, pero no buscarlo ni elegirlo. El mal moral no está nunca permitido. Nunca.
Es la misma premisa para el "adulterio", que AL afirma con abierta alegria "DVC".
Bueno, comencemos con un concilio universal entonces. Destituirlo y ya. Agotan las idas y vueltas. Este papa fué formado de otros papados, con corrientes diversas que, prevalecen. No veo criticas a los papados que permitieron llegar a este punto.
Abrazo en cristo a aquellos de buena Fé.
""¡No tengáis miedo!" ...
Tienen necesidad de esas palabras los pueblos y las naciones del mundo entero. Es necesario que en su conciencia resurja con fuerza lo certeza de que existe Alguien que tiene en sus manos el destino de este mundo que pasa ( ... ) Y este Alguien es Amor (cfr. 1 Jn 4,76): Él es el único que puede dar plena garantía de las palabras "¡No tengáis miedo!" ... "
San Juan Pablo II.
del libro Cruzando el Umbral de la Esperanza.
"No veo criticas a los papados que permitieron llegar a este punto".
De buena fe le digo que lea todo y verá las críticas, así también verá los argumentos que refutan esas críticas, marcando las claras diferencias entre los papados anteriores y el actual.
No es que "ahora" la pena de muerte sea intrínsecamente mala. Es que ahora se reconoce que siempre (por supuesto ) ha sido intrínsecamente mala, y que antes erróneamente se consideraba lo contrario.
2)Aclaración a Menka. ETA mataba con pena de muerte y sin ella. En los EEUU hay pena de muerte y eso no evita más de treinta mil muertes al año por arma de fuego.
La pena de muerte no disuade.
3)Los ejemplos de pena de muerte en la Biblia no sirven porque son casos en los que o bien Dios castiga directamente o bien ordena que se castigue.
Y Dios no puede pecar.
Dios puede arrasar a la humanidad con un diluvio, matar al primogénito de cada familia egipcia, o mandar a unos osos que devoren a unos niños por reírse de la calvicie de un profeta, y no está pecando.
Como no pecaba de ira Jesús cuando echó a los mercaderes del templo a latigazos, porque la ira de Dios no es pecado.
Tampoco pecaban Moisés o Josué cuando Dios les hablaba directamente y les ordenaba algún genocidio. Porque obedecían órdenes directas del Altisimo.
Pero los hombres sí pecan y Dios no ha revelado los códigos penales de cada Estado, sino que son construciones humanas.
Y a lo largo de la historia los hombres han ejecutado a otros hombres por razones tan dispares como falsificar moneda, contar un chiste sobre Hitler y Goering, practicar la sodomía, blasfemar, pensar distinto al jefe de gobierno, rezarle a un Dios distinto al de la mayoría, acostarse con el marido de otra, matar a otra persona, etc.
4)Incluso en la Biblia se ve una evolución tendente a suavizar la pena de muerte.
Ahí está el contraste entre el Levítico y el Deuteronomio que no tienen en cuenta el arrepentimiento para castigar con la muerte a los adulteros, y el Evangelio de Juan donde Jesús evita la lapidación de la adúltera y la perdona.
Si Dios no puede pecar, y Él mismo ha aplicado pena de muerte o así lo ha ordenado a otros, entonces la pena de muerte NUNCA ha sido (ni podrá serlo) intrínsecamente mala.
Qué verguenza.
Marisa ...
La pena de muerte existe para proteger la sociedad , no para imitar a Dios .
"La pena de muerte existe para proteger la sociedad , no para imitar a Dios"
Ya no se lo digo más veces: con cada intervención suya muestra que no sabe de este tema. No se obstine en decir lo primero que se le ocurre, por favor. Bastaría con que leyera a Santo Tomás o a cualquier otro teólogo para que entendiera que la justicia humana siempre es reflejo de la justicia de Dios, por lo que, para examinar teológicamente si cualquier pena es justa, hay que basarse siempre en la actuación de Dios.
"Excelente el resumen de gringo"
Si faltaban otras pruebas, es significativo que le parezca excelente el resumen de gringo, que es ateo y, como es lógico, discurre sobre presupuestos ateos.
Dios puede hacer lo que quiera y no peca porque el concepto de pecado se aplica únicamente a los humanos .
Dios cometió varios genocidios (Diluvio universal, muerte de primogénitos de Egipto, arrasar Sodoma y Gomorra) y no por eso el genocidio deja de ser intrínsecamente malo,y además los castigos colectivos son sumamente injustos (¿Qué culpa tenían los niños de los pecados de sus padres?).
Para el creyente es un misterio que Dios a veces aplique justicia de forma tan contundente, pero eso no implica que se crean los humanos con derecho a imitar a Dios y realizar grandes matanzas.
Por eso aunque en la Biblia Dios castigue con la muerte a personas concretas, o bien ordene a sus servidores matar al culpable, los hombres no tienen derecho a quitar la vida a un reo, porque Dios reveló la Biblia pero no el código penal.
Ya sabemos que Yavé ordenó ejecutar al adúltero, al blasfemo, al sodomita, al idólatra, al apóstata . Pero hoy en día hasta los cristianos piensan que la pena de muerte para esos "delitos" es algo propio de regímenes intolerantes como los islámicos.
Ahora mismo recuerdo por ejemplo la situación de Asia Bibi y otros cristianos en países como Pakistán, o la masacre en la redacción de Charlie Hebdo.
Curiosamente hay delitos que no se castigaban con tanta contundencia entre los judíos, como por ejemplo provocar el aborto de manera accidental (Ex 21,22-25). Sin embargo hoy en día los cristianos consideran mucho más grave el aborto que la homosexualidad.
Vuelve usted a caer en lo mismo. Razona desde presupuestos ateos y, por lo tanto, no hace más que confundir esta discusión teológica, en la que todos los demás tenemos en común la fe católica, es decir, tenemos una gran parte del camino ya recorrido. Su participación nos obliga a volver a justificar cada cosa que se dice desde el principio y eso impide que se llegue nunca a una conclusión.
¿No lo ve? Desde nuestro punto de vista, es como si dos matemáticos estuvieran discutiendo sobre derivadas y se acercara un niño diciendo que donde han puesto un signo menos tiene que ir un signo más, porque a él le parece más bonito el segundo y pretendiera participar en la discusión sobre esos presupuestos y que le justificaran todo sobre esa base. Los matemáticos, para poder llegar al punto que se estaba discutiendo, tendrían que explicarle al niño diez cursos de matemáticas. Y si además el niño se riese de las matemáticas y se negase a aprenderlas, la empresa sería inacabable e infructuosa.
Algunos ejemplos.
"No es que "ahora" la pena de muerte sea intrínsecamente mala. Es que ahora se reconoce que siempre (por supuesto ) ha sido intrínsecamente mala, y que antes erróneamente se consideraba lo contrario"
Al discurrir desde presupuestos no católicos, no entiende la fuerza de lo que dice Néstor. Si lo que se dice es que siempre ha sido mala, eso supone que la Iglesia siempre ha estado equivocada sobre el tema, que lo que ha enseñado no es cierto, que lo que dice la Escritura sobre el tema no es cierto, etc. Eso es evidentemente un problema para un católico, e inmediatamente lo percibe, pero usted discute sobre otros presupuestos.
"Aclaración a Menka. ETA mataba con pena de muerte y sin ella. En los EEUU hay pena de muerte y eso no evita más de treinta mil muertes al año por arma de fuego. La pena de muerte no disuade"
En Estados Unidos y en todos los países están también las otras penas que se proponen en sustitución de la pena de muerte y, curiosamente, eso no evita que siga habiendo robos, asesinatos y un larguísimo etcétera. Luego, según su forma de discurrir, ninguna pena disuade, así que habría que eliminarlas todas. Pero la discusión moral no está determinada por la eficacia.
"Los ejemplos de pena de muerte en la Biblia no sirven porque son casos en los que o bien Dios castiga directamente o bien ordena que se castigue.
Y Dios no puede pecar. Dios puede arrasar a la humanidad con un diluvio, matar al primogénito de cada familia egipcia, o mandar a unos osos que devoren a unos niños por reírse de la calvicie de un profeta, y no está pecando"
De nuevo, no entiende nada. Eso, me temo, no es más que un prejuicio ateo. No voy a intentar explicarle la moral católica entera desde sus comienzos... otra vez. Ya en más de una ocasión le he explicado algunas de esas cosas que menciona, con escaso resultado, a lo que se ve. No tiene sentido que introduzca aquí sus temas (o, desde mi punto de vista, prejuicios) preferidos, porque no es eso lo que se discute.
"Incluso en la Biblia se ve una evolución tendente a suavizar la pena de muerte. Ahí está el contraste entre el Levítico y el Deuteronomio que no tienen en cuenta el arrepentimiento para castigar con la muerte a los adulteros, y el Evangelio de Juan donde Jesús evita la lapidación de la adúltera y la perdona".
De nuevo, una muestra de que no tiene sentido que discuta estas cosas con nosotros sobre este tema. Los católicos creemos que en Jesucristo se ha revelado la verdad plena, porque es el Hijo de Dios. No tiene sentido hablar de tendencias que nos lleven a ir más allá de lo que dice el Evangelio.
Aunque se puede discutir sobre la pena de muerte de forma meramente racional, no es lo que estamos haciendo. Es una discusión entre católicos sobre teología y no tiene sentido que se esfuerce por convertirla en una discusión que no se base en la fe católica. La otra discusión podría ser interesante, pero no es esta discusión y mezclar ambas es la mejor forma de que la discusión no sirva de nada.
Un saludo.
----------
Aquí nos separamos los que seguimos a Ratzinger y su "Reforma en continuidad" de los tradis que hablan de una ruptura gradualista.
Este tema de la pena de muerte es un ejemplo de reforma en continuidad: no se excluye, se prefiere medios incruentos pero si no bastan se recurre a la pena de muerte en casos de absoluta necesidad. Este es un sano desarrollo según San Vicente de Lerins.
Lo de Francisco si es ruptura con el magisterio sobre pena de muerte.
Y que conste que yo siempre he dicho que la FFSPX son católicos pero falta que entiendan la reforma en continuidad.
Hace decadas existe un "magisterio paralelo" y contrario al bimilenario magisterio catolico que se fundamenta en la Tradición. El error de Juan Pablo II y Benedicto fue creer que el fuego se apaga con encíclicas, magisterio ordinario, y lo que la Iglesia necesita es rechazar errores con la fuerza del magisterio extraordinario para de una buena vez arrancar la cizaña de ese "magisterio paralelo".
"hay que decir que Pascal, a pesar de la docta opinión de gringo, era 100% favorable a la pena de muerte"
Sí, sigue a San Agustín y, por lo tanto, la comprensión tradicional de la pena de muerte.
Yo siempre tomo las Provinciales con cierta cautela, porque son un escrito polémico y Pascal, cuando se dejaba llevar por el genio, a veces no era muy escrupuloso, pero en este caso eso no es un problema, porque Pascal considera (muy apropiadamente) como algo ya sabido y aceptado la concepción tradicional católica de la pena de muerte y lo que hace es sacar las conclusiones pertinentes para mostrar que algunas ideas de sus enemigos no eran correctas (como la famosa afirmación de que era posible matar a alguien porque te robase una moneda, los duelos de honor, etc.).
Y, en cualquier caso, siempre es un placer leer a Pascal.
Gracias y felicitaciones por el bello artículo.
1)Para hablar de teología no hace falta tener fe.
2)No he sido ateo toda mi vida y se muy bien cómo piensa un católico.
3)Pío IX en la encíclica Non abbiamo bisogno se refería a los católicos fascistas como "católicos sólo de bautismo y de nombre", pero les echaba en cara que No vivían como auténticos cristianos.
Yo soy ateo, pero de católicos como los que muy bien retrató el Papa, por aquí hay unos cuantos.
4)
Es curioso que la aclaración de que ninguna pena disuade me la hagas a mí y no a Menka, que menciona a ETA dando a entender que con la pena de muerte mataba menos .
Además de que Menka confunde lo de post hoc con propter hoc, es evidente que si ninguna pena disuade entonces se debe abandonar ese argumento para justificar una pena tan extrema.
Tampoco entiendo que si esto es una discusión en la que se deben usar argumentos exclusivamente teológicos se mencione a ETA, y no te quejes.
5)La Iglesia no se equivoca si obedece a Dios.
Que yo sepa Dios nunca impuso a las sociedades cristianas legislar para penar con la muerte determinados delitos, como tampoco impuso una determinada forma de gobierno ni un código civil.
Lo de dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César supongo que va por ahí.
6)No me vas a provocar con los ejemplos del niño. Ese truco ya lo tienes muy visto.
El Catecismo no dice que solo la pena de muerte es moralmente lícita como legítima defensa, sino que se deben preferir otros medios cuando el agresor pueda ser impedido de hacer más daños porque esos medios son “más conformes” con la dignidad humana. Le repito: ese “más conformes” deja entender que la pena de muerte también es conforme con la dignidad humana.
El mandamiento “no matarás” se refiere solo a los inocentes, y por eso la palabra hebrea que allí se utiliza se refiere al “asesinato” y no aplica a la aplicación de la pena de muerte por la justicia. En el mismo contexto del judaísmo se entendió de esa manera, porque existía la pena de muerte a los culpables. Si no hubiese sido una contradicción evidente que por un lado Dios prohibiera lo que por el otro ordenaba.
Y en el artículo mismo que cita de Bruno, el coloca citas de Santo Tomás que niegan lo que usted sostiene. Por ejemplo cuando dice: “matar a los malhechores, a los enemigos de la república, eso no es cosa indebida. Por tanto, no es contrario al precepto del decálogo, ni tal muerte es el homicidio que se prohíbe en el precepto del decálogo”
Si relee el resto de las citas que da Bruno comprobará que no se limita su aplicación a los casos de legítima defensa. Y el mismo Catecismo cuando habla de la pena de muerte introduce diciendo: “La pena tiene, ante todo, la finalidad de reparar el desorden introducido por la culpa.”
1)Para hablar de teología no hace falta tener fe.
LF:
Ya, y para hablar de fútbol, no hay que saber jugar como Messi. Pero al mismo tiempo, san Pablo es claro:
1Co 2,14
Pues el hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque solo se puede juzgar con el criterio del Espíritu.
"¿El Papa es católico? .
Pues resulta que el Papa ha dicho que la pena de muerte es intrínsecamente mala."
¿Sabe usted en qué estrictas circunstancias el Papa es infalible?
No, no sabe. Por eso habla sandeces. Ya me cansó.
Dicho esto, me quedo simplemente con la cita de Juan Pablo II, que viene a ser el principio de defensa propia de toda la vida de Dios, en este caso aplicado a emergencias sociales de urgente necesidad. Pero ya está. No hacen falta muchos cursos de patrísticas ni teologías morales para traducir que resulta hasta perentorio eliminar a cualquier Hitler de los que periódicamente salen. Pero ya está. Me parece que también el Papa Francisco hasta ahí llega, creo yo. Si algunos siguen necesitando las costumbres sanguinarias que se estilaban y veían bien cientos de años atrás, allá ellos. Hay países donde las tienen. Aquí ya poca utilidad nos puede ofrecer San Clemente de Alejandría 18 siglos después.
Pero en fin, es tontería ponerse a escudriñar de qué meticulosa manera son ustedes capaces de justificar cómo es que el feto no debe ser eliminado pero sin embargo el malhechor sí. Curioso...
Cuando estés en tu banco perdido de misa, no pienses en la suerte que tienes... reza por mí, que no tengo inteligencia intuitiva como los ángeles, sino racional como los hombres, para que la aproveche bien y me instruya adecuadamente antes de creer que sé algo acabadamente y, sobre todo, antes de decirlo a los demás.
Gracias desde ya.
- las palabras del Papa no tienen el mismo valor magisterial que el cambio en el Catecismo.
- El literal del texto en el catecismo no es un cambio esencial en la doctrina sobre la pena de muerte respecto de la anterior redaccion, sino que es un juicio prudencial sobre las circunstancias actuales que hacen inadmisible la aplicacion de una pena que ya se consideraba extrema.
- Trento calificaba de "licita", hoy se califica de inadmisible, que no ilicita, sino rechazable en todo caso. Por lo tanto, la actual redaccion no declara que sea intrinsecamente mala, sino que es un juicio positivo sobre su inadequacion en las circunstacias presentes.
Hay que aceptar el magisterio con espiritu filial. Lo sustancial para la redencion humana es la salvacion del alma. Que duda cabe, que encontrarse ante el patibulo, con la debida preparacion, es un remedio eficacisimo para la conversion, la expiacion y el arrepentimiento. Quien se acerca a su propia muerte con serenidad, arrepentido, y ofreciendo su vida en reparacion del crimen cometido, se asemeja en mucho al buen ladron, pues comparte la misma cruz que Jesucristo.
No obstante, el Papa, considera ahora, que la significacion y la defensa de la dignidad de la vida humana, debe estar por encima del medicinal castigo. Se me ocurren muchas razones, siendo la primera que cuando se desconoce la dignidad de la propia vida, su perdida es muy facilmente trivializable, como pasa ya con el aborto, la eutanasia o el suicidio.
Le debería dar vergüenza .
Javier, gracias por su aclaración pero no se esfuerze, los tiros no van por ahí, sino por la intención de algunos de tachar al Papa de apóstata.
Para ellos que se declare la pena de muerte de inadmisible es equivalente a cambiar la doctrina sobre los sacramentos o el canon de la Biblia.
Además del disgusto que se han llevado otros porque son partidarios de la aplicación de la pena de muerte, y con generosidad. Que admiradores del presidente filipino y sus asesinatos extrajudiciales no faltan.
"la intención de algunos de..."
Hasta que invente un intenciómetro o reciba del cielo el don de la cardiognosis, le agradeceríamos que se guardara sus opiniones sobre las intenciones de los demás.
"Para ellos que se declare la pena de muerte de inadmisible es equivalente a cambiar la doctrina sobre los sacramentos o el canon de la Biblia."
No, es equivalente a cambiar la doctrina sobre la pena de muerte. Y eso, a los católicos, nos preocupa, porque la Iglesia no se inventa su doctrina, sino que la ha recibido de Cristo. Si la doctrina cambia (y encima para afimar que la doctrina enseñada anteriormente era inmoral), es que no es de Dios. Es una preocupación bastante fácil de entender. Al menos para un católico.
Cristo no dictó el catecismo ni el código de derecho canónico.
La Iglesia intenta interpretar las enseñanzas de Jesús y los apóstoles y llevarlas al terreno práctico en este valle de lágrimas donde nos ha tocado vivir.
Si las cosas estuvieran tan claras como tienen algunos, no se hubiera tardado hasta el s.XVI en llegar a la conclusión de que los sacramentos son siete. O no se hubiera esperado varios siglos a cerrar el canon de la BIBLIA.
Conocida es la anécdota de que santo Tomás de Aquino no era partidario de la Inmaculada concepción, cuestión cerrada por Pío IX cuando declaró el dogma.
Sobre la licitud de la esclavitud se estuvo discutiendo hasta el s. XIX.
Hay bulas escritas por Papas sobre los judíos que harían sonrojarse hoy en día a cualquiera.
Ahora parece que definitivamente se va a cerrar la cuestión de la pena de muerte.
Puede que haya discusiones bizantinas entre vaticanistas y algunos digan que hay una ruptura y otros dirán que es evolución y continuidad.
Yo ahí me pierdo.
No conozco ningún pasaje del Evangelio donde Jesús hable de la pena de muerte.
Sé que impidió la lapidación de la adúltera.
También sé que en su momento Juan Pablo II y el entonces cardenal Ratzinger por las festividades del tercer milenio pidieron perdón por los errores de la Iglesia: "Nunca más ofensas hacia ningún pueblo, nunca más recurrir a la lógica de la violencia...".
La Iglesia rechaza ahora totalmente la pena de muerte, y yo me alegro. Otros , no.
"La raíz de este acto cismático se puede individuar en una imperfecta y contradictoria noción de Tradición: imperfecta porque no tiene suficientemente en cuenta el carácter vivo de la Tradición, que —como enseña claramente el Concilio Vaticano II— arranca originariamente de los Apóstolos, "va progresando en la Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo; es decir, crece con la comprensión de las cosas y de las palabras transmitidas, cuando los fieles las contemplan y estudian repasándolas en su corazón, cuando comprenden internamente los misterios que viven, cuando las proclaman los obispos, sucesores de los Apóstoles en el carisma de la verdad"
Cuando uno lo ignora todo sobre el tema que se está hablando, lo que debe hacer es callarse y aprender. Y, desde luego, no venir, ¡a casa ajena! con esa mala educación y prepotencia.
Todo lo que dice es absurdo y muestra una enorme ignorancia de las cosas más básicas sobre el catolicismo. Es como si fuera usted a una clase de matemáticas de la universidad y dijera que sumar es restar dos veces porque el signo de la suma tiene dos palitos y el de la resta uno.
Si hablara con educación, nos molestaríamos en desasnarla un poco, pero como viene con insultos y malos modos, parece evidente que se niega a aprender nada.
Hasta donde puedo ver, lejos de ser lo mismo son cosas que no tienen nada que ver.
Una cosa es crecer en la comprensión de algo, siendo ese algo siempre lo mismo, y otra cosa es cambiar ese algo por lo contrario. Lo primero es parte de la Tradición, lo segundo es cambiar la Tradición por otra cosa.
Nigún apóstol habría dicho que en Dios había tres personas y una naturaleza, mientras que en Cristo había dos naturalezas y una sola persona, como dijeron Nicea, Éfeso y Calcedonia, pero eso es lo mismo en lo que ellos creían, explicitado, definido y profundizado. La fe permanece la misma, pero crece su comprensión.
Nada tiene eso que ver con pretender que "la pena de muerte es inadmisible" es una profundización de "la pena de muerte no es inadmisible".
Mi punto al exponer ese texto en particular de Ecclesia Dei fue mostrar como desde Dei Verbum (y probablemente con algunos antecedentes anteriores), se nos está colando no ya la noción de "magisterio vivo", tal como lo explica Pío XII en "Mediator Dei", sino la ambigua y sumamente peligrosa de "tradición viva", que en Francisco, a mi modo de ver, simplemente alcanza toda su desnudez y, diría, hasta desfachatez.
Francisco no está inventando la pólvora y ya tenía su precedente claro en esta doctrina de mirar la Tradición como algo elástico, capaz de decir un día negro y al otro blanco, abierto a las "novedades" del Espíritu Santo.
En "Ecclesia Dei" también se condena la concepción de Tradición que no tiene en cuenta "su carácter vivo" y esto para precisamente entender que se puede cambiar, no sólo hacer progresar, la doctrina. Hoy Francisco lo aplica a un punto que desagrada a los conservadores (la pena de muerte), pero en su oportunidad lo mismo se hizo respecto a quienes sostenemos la tesis de la confesionalidad del Estado o que atacamos la práctica inédita en la Iglesia del ecumenismo y que contradicen otros textos (ej: "Syllabus", "Mortalium Animos") y también bajo el mismo argumento, aunque de modo más elegante y más elaborado, incluso con expresiones más ambiguas si se quiere.
¿Y el sentido común, no dice lo mismo?
¿Se puede exigir a estados tercermundistas, sin medios para encarcelar una nutrida delincuencia, que dejen de proteger a sus ciudadanos?
¿Estos señores no saben que todo el mundo no está desarrollado ni cuenta con medios para asumir el grandísimo costo de un sistema penitenciario tan agigantado como el español, por ejemplo?
¿Los gobernantes no deben defender a los que están colocados bajo su responsabilidad?
Lo cual es incoherente, son circunstancias sujetas a cambio. Un país como Siria, por ejemplo, no está hoy en las mismas condiciones que hace 10 años.
"Una cosa es evolucionar doctrinalmente partiendo de unas verdades primitivas, y otra cosa es decir que el martes una cosa era admisible, y el miércoles inadmisible"
Eso es. No se puede llamar profundización, evolución o desarrollo de una doctrina, en el sentido católico, a afirmar lo contrario de lo que antes se afirmaba. Eso se llama negar esa doctrina o cambiarla.
Dicho eso, hay que tener en cuenta que, como tiene por costumbre el Papa Francisco, la nueva afirmación es muy confusa. "Inadmisible" no es un término moral ni teológico tradicional, así que no está claro cuál es su alcance. ¿Se refiere solo a que hoy no es conveniente? CUalquiera sabe. Pero si quiere decir que intrínsecamente es mala, eso es un cambio de doctrina, no un desarrollo.
"sino la ambigua y sumamente peligrosa de "tradición viva""
Bueno, es ambigua si no se define. Y eso se soluciona fácilmente: definiéndola. Si se define como yo lo he hecho más arriba, no creo que sea peligrosa. En cuanto al término en sí, si la Palabra de Dios "es viva y eficaz" a pesar de ser siempre la misma, parece que, por analogía, es apropiado decir que la Tradición es una Tradición viva.
"pero en su oportunidad lo mismo se hizo respecto a quienes sostenemos la tesis de la confesionalidad del Estado o que atacamos la práctica inédita en la Iglesia del ecumenismo y que contradicen otros textos (ej: "Syllabus", "Mortalium Animos") y también bajo el mismo argumento, aunque de modo más elegante y más elaborado, incluso con expresiones más ambiguas si se quiere."
Hasta donde puedo ver, el Concilio Vaticano II dijo expresamente que no cambiaba la doctrina sobre la confesionalidad del Estado. Y el ecumenismo es algo muy vago, de nuevo hay que definir. Buscar la unidad con la Iglesia de los grupos cismáticos o heréticos no es nada nuevo. Véase, por ejemplo, el Concilio de Ferrara-Florencia o el II Concilio de Lyon. Otra cosa muy diferente son los abusos en esos campos, claro.
"¿Estos señores no saben que todo el mundo no está desarrollado..."
Como afirmación prudencial, en efecto, parece bastante imprudente decir que en todos los casos la pena de muerte es inadmisible hoy. Piénsese, por ejemplo, en Somalia.
Como afirmación moral que defendiese la maldad intrínseca de la pena de muerte, sería además contraria a la doctrina de los dos últimos milenios.
"No conozco ningún pasaje del Evangelio donde Jesús hable de la pena de muerte. Sé que impidió la lapidación de la adúltera. "
Jesús no hablo sobre ninguna ley civil, es más, MANDÓ dar al César lo que es del César.
Por otro lado, el intento de lapidación de la la adúltera, NO fue obra de la autoridad civil en Judea, es decir Roma.
Entonces es un acto moral que depende de las circunstancias, pero no intrínsecamente malo.
Y la doctrina es clara que las circunstancias no pueden modificar la naturaleza del acto moral.
Sólo la intención.
El Santo Padre sin querer, está sembrando un pensamiento blasfemo contra Dios, y cometiendo un grave error teológico que debe rechazarse en base a la Revelación Divina.
A la Iglesia no le corresponde decir a los gobernantes si pueden o no aplicar la pena de muerte. Les toca a ellos ese juicio, no al Papa ni a los Obispos.
Y es que seguimos igual, deben aburrirse y todo está mediatizado por la política. La política no les corresponde a ellos, sino al otro poder, el de los gobernantes.
Cuando ello ocurre, puede ser peor para el pueblo el cumplimiento de la ley de la Iglesia. Con un adecuado camino penitencial de discernimiento, el gobernante puede seguir ejecutando en el convencimiento de que es lo que Dios le pide en su vida.
No comparto prácticamente nada de lo que dice Bergoglio. De hecho mi opinión de el es muy negativa.
Pero a veces dice cosas que tienen su aquel. Y esta es una de ellas.
Hay gente malvada, que está más allá de la redención pero mi opinión es que en esos casos se les aplique una cadena perpetua. Que vivan en prisión con dignidad, con horas de trabajos para pagar parte de la estancia, y cuando mueran pues que sean juzgados como todos. Y si realmente se han arrepentido pues que Dios estime lo justo para ellos.
Matarlos no soluciona nada. Salvo que se cuele algún inocente como ha pasado ya.
Algunos dirán; pero es que aparece justificada en ciertos textos y luego en concilios y escritos. Si. Y ahora también aparecen en ciertos textos cosas como que los divorciados puede comulgar.
Y basándose en ciertos textos surgieron monstruos como la teología de la liberación.
No es mezclar churras con merinas. Simplemente pienso que todo lo que ha venido tras Jesus está dictado y sometido al efecto humano. La Iglesia es humana y cualquiera que haya estudiado su larga historia puede ver grandes épocas donde ha sido de todo menos cristiana, y con Papas que virtudes muy pocas.
Lo dicho, está muy claro en cierto escrito. No matarás.
Uds no se preocupen que como ya ha hecho fray Nelson, un ejército de teólogos explicarán que lo que ha hecho el Papa no es romper con la doctrina tradicional, y que aunque en el pasado la Iglesia admitió la pena de muerte (y poseer esclavos, y encerrar a los judíos en guetos insalubres), ahora puede condenado a sin contradecirse (como ahora he horrible la esclavitud y los a judíos son "nuestros hermanos mayores en la fe").
Yo desde luego me alegro de que la pena de muerte vaya camino de abolirse, al menos en los países "civilizados" o "cristianos". Porque lo cierto es que salvo Estados Unidos y Japón, los únicos estados donde se ejecuta son dictaduras totalitarias e islámicas.
Mirenlo por el lado bueno, otra cosa que nos va a distinguir de los musulmanes y comunistas.
Si no creyera en Dios, creo que me devolveríais la fe, porque sois seres prodigiosos. Gringo es capaz de pasarse años y años hablando del mismo tema ¡y no aprender absolutamente nada! Es como un superpoder: la impermeabilidad absoluta, sin la más mínima grieta a un argumento racional. Ese tipo de invulnerabilidad es una pasada. ¿Se puede conseguir de alguna forma? Si hace falta que me pique un mosquito radioactivo o algo, estoy dispuesto. Me vendría muy bien cuando mis hijos me piden por quincuagésimo octava vez que les compre algo.
Claro que Antonio1 no se queda atrás. Su superpoder consiste en volver atrás en el tiempo y repetir una y otra vez lo que ya ha sucedido. Casi se podría considerar como una especie de eternidad dentro del tiempo. Viene al blog, sin dar un solo argumento, y se burla de los demás mientras deja oír una risilla suficiente de superioridad. Y uno cree que estamos en 2012 y siente el impulso de pedirle que se comporte, sin darse cuenta de que esa misma situación se ha repetido ya cientos de veces. Es como el día de la marmota pero a lo bestia. Im-pre-sionante.
¿Cómo puede veros alguien y no creer en Dios? Sólo Él podría haber creado algo tan asombroso.
¿Qué es teodicea?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul
¿Qué es teodicea? ¿Y tú me lo preguntas?
Teodicea eres tú.
Me gustaría parecerme más a esos seres inteligentes y tolerantes como Haddock, JUAN NADIE, Francisco de México, Alberto el retrógrado y reaccionario (¡cómo no vas a estar dispuesto a cambiar de opinión ante argumentos racionales con ese nick!). Pero es que soy un pecador muy débil de espíritu.
¡Qué le vamos a hacer!.
Pero me comprometo a intentarlo. [Maldades no, por favor].
¿Es la pena de muerte intrínsecamente mala?
Para la Iglesia , no.
Y el Papa no ha dicho lo contrario. Lo que ha dicho es que su aplicación práctica resulta ya inadmisible.
Desde luego este Papa habla mucho (aunque sea un topicazo sobre los argentinos) y se expresa muy mal.
Y eso lo aprovechan desde los extremos. Los progres que quieren ver un Papa que lo reforme todo, y los carcas que no lo tragan y quieren ver un blasfemo, hereje y falso Papa.
Que dice el Papa ante la pregunta impertinente de unas monjitas, que va a crear una comisión para investigar la figura histórica de las diaconisas, de un extremo gritan "¡Aleluya, En Papa aprueba el sacerdocio femenino!". Y del otro "¡Horror, el Papa aprueba el sacerdocio femenino!" .
En realidad el Papa lo que hizo es lo mismo que los políticos, dar largas. "Que sí Sor Piluca, diaconisas. Ya lo estuadiaremos desde el punto de vista histórico, y una subcomisión emitirá los resultados cuando se congele el infierno ".
Y con esto de la pena de muerte, pues tres cuartos de lo mismo.
El Papá ha hecho una reforma necesaria, pues desde que salió el catecismo de Juan Pablo II, a muchísimos católicos clérigos incluidos les chirriaba eso de la "pena de muerte justa".
Y no se ha cargado el Magisterio.
No dice que ahora sea intrínsecamente mala (¿y por cierto alguna vez la Iglesia dijo que era intrínsecamente buena, o simplemente era necesaria según las circunstancias? ).
Que queréis pensar que el Papa es un hereje. Pues vale.
Que se ha cargado la Tradición y el catecismo. Pues bueno.
Que tendréis que estar el cueva rezando para que el.Señor se lo lleve pronto y venga un Pontífice de verdad. Ahora en verano se tiene que estar muy fresquito en la caverna. No salgais. Si no se está tan mal.
Si yo entiendo que hay muchos lectores de esta web partidarios de la pena de muerte, de los de "¡"Contra ETA, metralleta!" que gritaban los fachillas en los setenta, y hasta "¡Tarancón al paredón!". Pero oye, igual si hablamos de hacer caso a argumentos racionales pues puede que en esta ocasión y sin que sirva de precedente, la Santa Sede tendrá más razón que los blogueros de Infocatólica.
Porque hay que ser ingenuo para pensar que estas reformas del Catecismo las hace el Papa él solo en el Vaticano, cuando en.verdad esto se viene cocinando desde pontificados anteriores y con el asesoramiento de muchos teólogos.
Hale, se acabó el sermón.
Vaya comparación del caso de Asia Bibi, con el enfoque de la pena de muerte que la Iglesia mencionaba en el Catecismo.
Dudo que la mención en el Catecismo se hiciera sólo por el mero hecho del poder, del poder civil, pues de ser arbitraria la autoridad, el ciudadano está condenado a cada vez ir perdiendo libertad. Ello pasa en Pakistan con su ley contra la blasfemia.
Cual es daño infligido por Asia Bibi? quién es la víctima de su delito?.... quienes la acusan, estarán diciendo la verdad?.
Bueno Gringo, no sólo basta que una ley prevea una condena a la pena capital, sólo por ser ley. De ser así, la condena a muerte se aplicaría sólo por lo que autoridad así se le antoje, y este criterio es más bien el que se aplica para matar al no nacido en aquellos países donde se el aborto es legal.
Por otro lado, Pakistan y su ley contra la blasfemia no está nada lejos de España y Europa con sus normas contra lo que llaman delitos de odio, donde los "grupos" y "colectivos", priman sobre la libertad individual del ciudadano.
El secuestro de las conciencias de los ciudadanos que se produce con las leyes de blasfemia y contra los delitos de odio, conduce inevitablemente a una esperial de violencia contra la propia libertad.
Menudos mendrugos tenemos de supuestos "purificadores" en la Iglesia. No conocen ni los fundamentos de su fe. Su Señor es otro, que no Cristo.
María Asunción Milá, la española de 99 años que presionó al papa Francisco para erradicar la pena de muerte.
Ella lo sabía desde 2015, desde que, en carta manuscrita, con letra pequeñísima, llegara hasta su casa en Sevilla un mensaje del Papa Francisco informándole de que el salto iba a producirse, pues el Santo Padre había dado ya orden para que "el cambio se estudie". El hito era -es-, mayúsculo, la modificación del Catecismo católico para declarar «inadmisible la pena de muerte».
También lo supo antes que nadie el mismo día en que el Papa tomaba esta decisión histórica, el pasado 2 de agosto.
¿Quién es María Asunción Milá?
María Asunción Milá es una activista que formó una asociación contra la pena de muerte y se alió con Amnistía Internacional.
Una teóloga muy evolucionada esta María Asunción. Explica, con toda propiedad, desde su hogar veraniego y catalán en Esplugas de Llobregat:
«JESÚS NOS SALVA CON SU VIDA, NO CON SU MUERTE».
Es de esperar que esta aseveración también se tome en cuenta para un nuevo cambio en el Catecismo.
Amnistía Internacional, que responde a la ONU y al NOM, ha tenido resonante participación en campaña pro-aborto de Argentina. Todavía debe estar llorando por el resultado en el Senado.
1) Amnistía Internacional pide que la Argentina acepte posiciones de la ONU sobre el aborto (Ver en: Nuevos Papeles - 16.03.2018)
2) Impactante aviso de Amnistía Internacional: despenalización del aborto en la contratapa del New York Times (martes 7 de Agosto de 2018)
Parece humor negro la coincidencia del momento elegido para el cambio del Catecismo en relación a la pena de muerte, justo cuando se estaba tratando en Argentina la ley del aborto.
Mientras en Argentina se debate la ley del aborto, la PENA DE MUERTE DEL SER HUMANO MÁS INOCENTE E INDEFENSO, el Papa Francisco, que no ha abierto la boca al respecto, se dedica a cumplir los sueños de una activista de Amnistía Internacional, derogando la pena de muerte en el Catecismo de la Iglesia Catolica.
Lc 22,31s: «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»
Le dijo: "CONFIRMA a tus hermanos ", no le dijo: "CONFUNDE a tus hermanos".
Hipocresía en grado superlativo.
Mi enhorabuena. Entiéndase la ironía.
Dejar un comentario