¿Por qué encendemos velas ante las imágenes? Nikolai de Zica
Hace tiempo, publiqué en el blog una impactante oración por los enemigos escrita por Nikolai de Zica, un obispo serbio ortodoxo de la primera mitad del siglo XX, considerado santo por los ortodoxos y conocido a menudo como el “Crisóstomo serbio". Como a varios lectores les gustó mucho, traduzco hoy otro pequeño texto del mismo obispo, acerca del significado de las velas que encendemos en la iglesia, ante las imágenes de Cristo, de Nuestra Señora o de los Santos.
Es un texto muy sencillo, pero que refleja la sabiduría de alguien que es consciente de que la Tradición de la Iglesia está llena de gestos profundísimos, que nos llevan de forma segura y directa hacia Dios. Sin duda, todos habremos encendido velas alguna vez, pero quizá no hayamos meditado con detenimiento sobre el significado de ese gesto. Y por supuesto, los paganos, que piensan que lo que hacemos es “pedir un deseo", no se enteran de nada.

Hoy se celebra la memoria litúrgica de
El domingo pasado, después de la misa, mientras explicaba a mis hijos el significado de las curiosas bolitas colocadas en forma de cruz en el cirio pascual (que, en otros países, tienen forma de clavos), yo mismo me quedé asombrado de lo que les estaba contando. Como sabrán los lectores, las bolitas son una mezcla de cera y de incienso y, cuando el sacerdote las clava en el cirio, al comienzo de la Vigilia Pascual, dice: Por sus santas llagas gloriosas, nos proteja y nos guarde Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Participante invitado: El P. Robert Longshanks es un antiguo anglo-católico que cruzó el Tíber hace cincuenta años. Conocido (a sus espaldas) por sus compañeros sacerdotes como Father “Battleaxe” Bob, se comenta que su propio obispo le tiene algo de miedo desde que le dijo que “el problema de Inglaterra ha sido siempre que sus obispos no están dispuestos a morir mártires”.
Con la edad, los años vuelan y se entremezclan hasta hacerse casi indistinguibles, como golondrinas que revolotean en una tarde de verano. Parece que inauguré el blog esta mañana, pero, si miro las fechas reales, tienen la impertinencia de revelarme que llevo años escribiendo y descubro con sorpresa que he firmado ya cientos de artículos. Ay, qué ganas de eternidad que no se acaba.









