25-V: Conmemoración del Primer Ángelus

A los católicos que defendemos la vida humana sin excepciones, nos alegra juntar a la gran fiesta del Nacimiento o Navidad del Hijo de Dios, la fiesta de su concepción en el seno de María: el inicio de los 9 meses de vida del Hijo de Dios en el seno de su madre. Es la fiesta de la Encarnación, del primer Ángelus en que "El Verbo se hizo carne y empezó a habitar entre nosotros".
Perdóneseme la coma elidida detrás de "católicos", porque sabido, público, notorio y estridente es que no somos todos los católicos, los que defendemos la vida desde la concepción, y mucho menos los que estamos dispuestos a solemnizar el 25 de marzo como la gran fiesta del inicio de la vida. Es tan cómodo, comprensivo y socialmente aceptado deshacerse del ser humano recién concebido y cuanto antes mejor, que la conciencia de muchísimos católicos de todo rango, dejándose arrastrar por el ambiente, acepta que lo esencial para que el aborto sea comprensible y aceptable son los plazos: que mientras se aborte "a tiempo", todo está bien. Eso es, la cuestión no es si se aborta, sino cuándo se aborta: que si es antes de que la criaturita tenga forma, no hay por qué torcer el ceño ni ir de antiabortista.

Es ciertamente reconfortante pasar por las calles de Barcelona y constatar que no está proscrita la religión en nuestra ciudad, por más que lo digan los medios, por más que se esfuercen en propagar y magnificar cualquier movilización de rechazo, por más que muchos católicos hagan como si se lo creyesen para recluirse temerosos en los templos. Por más que los anticatólicos de la ciudad, numerosos y especialmente poderosos, hagan todo lo posible por escenificar su odio y aprovechen las grandes oportunidades, como por ejemplo la visita del Papa a Barcelona, para sobreactuar y las cámaras de la mayoría de los medios para enfocar esos espectáculos: a fin de dar una imagen “oficial” de odio y rechazo de todo lo que tenga que ver con las tradiciones religiosas sobre las que se ha construido nuestra civilización.
El 14 de marzo fallecía a los 84 años el Sr. Artur Mas i Barnet, el padre del actual presidente de la Generalitat, el viernes 16 se celebraba en el Tanatorio de Les Corts la Santa Misa córpore insepulto del finado, la ceremonia fue presidida por el Rvdo. Enric Canet (en la fotografía), religioso escolapio, según la nota oficial el "capellán de la familia". No sólo vinculado al actual president, sino también a su antecesor, el Sr. Jordi Pujol, que se 
Lo que decíamos: el Estado promocionando la que pretende que sea “su” ideología y la de la Nación. Una Nación que se precie, ha de tener ideología: ¿no es eso? ¿No venimos de ahí? ¿Y no es ése el desiderátum de los neodemócratas, únicamente “neo” a la espera de una adjetivación más precisa? Efectivamente, “La 2”, una televisión supuestamente de todos y para todos, en su sección de UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) tocaba hace unos días el tema de la ideología de género. Pero no, claro está, en formulación crítica y analítica, como una de tantas ideologías que ha de conocer un universitario que intenta ser versado en ciencias humanas, sino como la única ideología posible en el siglo XXI, como la superación de todas las aberraciones ideológicas cometidas al respecto en los siglos pasados. Nada de formato universitario, es decir de cultivo del conocimiento, sino en formulación adoctrinadora pura y dura.