El Credo del incrédulo
Un comentarista tuvo la amabilidad de decir que el artículo de ayer le recordaba al “Credo del incrédulo", del P. Castellani. Como este sacerdote y pensador argentino es muy poco conocido en España, me ha parecido oportuno recordarlo hoy en el blog.
Leonardo Castellani, primero jesuita y luego sacerdote diocesano, tuvo una vida agitada y un pensamiento inclasificable pero profundamente católico. Espero que otro día podamos hablar más de él y tengo pendiente recomendar en el blog su comentario al Apocalipsis, que es un libro excelente.
El breve “Credo del incrédulo", que hoy les ofrezco como aperitivo de sus obras, es un texto irónico, que compara el Credo católico con un imaginario credo de los que no creen en Dios.
Como el artículo de ayer, se trata de una parodia, pero extremadamente cercana a la realidad de muchísimas personas, que han abandonado el cristianismo (o no lo han conocido nunca) y lo han sustituido por una mezcla de determinismo pseudocientífico, esperanzas ingenuas y creencias vacías que no pueden satisfacer los deseos profundos del ser humano. De todo eso nos ha liberado Cristo, sin que lo mereciéramos.
Castellani tiene un don especial para encontrar términos sonoros que retumban como aldabonazos al leerlos. No pasen por alto el momento en el que, al final del credo, el incrédulo proclama su estremecedora fe en la “putrefacción de la carne". A mí me produce escalofríos.