El Tradicionalismo en comunión con la Iglesia (I)
Estos días, en la Iglesia, todos esperamos (y rezamos por) la vuelta a la plena comunión eclesial de los obispos de la FSSXP, o al menos algunos de ellos, y la posible creación por el Papa de una Prelatura Personal en la que puedan integrarse. Muchos sugieren, sin duda con razón, que no será un camino de rosas, porque después de más de veinte años de separación, los obstáculos tanto internos como externos podrían ser muy grandes. Sin embargo, es bueno recordar que no se trataría de territorio inexplorado. Un obispo tradicionalista, amigo y colaborador de los lefebvrianos, ya volvió a la comunión de la Iglesia en el año 2001. Su experiencia durante esta última década resulta valiosísima y providencial, al haber abierto el camino que ahora podría seguir una FSSPX reconciliada con Roma.
Por ello, la Fundación Gratis Date acaba de publicar un librito de su sucesor, Monseñor Arêas Rifan, Tradición y Magisterio Vivo de la Iglesia, en el que se trata la actitud que debe tener el Tradicionalismo ante el Magisterio de la Iglesia (incluyendo el Concilio Vaticano II y el papa actual). He tenido la oportunidad de traducir el libro y me he dado cuenta de que supone una explicación excelente y especialmente relevante en estos momentos de la forma en la que el Tradicionalismo puede integrarse en la Iglesia.
He decidido dedicarle algunos posts a este libro de Mons. Arêas Rifan (aunque, por supuesto, lo mejor es leer directamente el libro, que tiene un precio ridículo: 2,5 euros en Europa y gratis en Hispanoamérica para los que no puedan pagarlo). En el post de hoy, trataremos los antecedentes históricos, para poner en situación a los lectores que no conozcan la historia de Mons. Rifan, Dom Antonio de Castro Mayer y la Sociedad Sacerdotal San Juan María Vianney.