Dichosos los turreros
En otro artículo de hace unos días, hablé de algo que me había llamado la atención este verano en el pequeño pueblo de Turre y prometí contar otras cosas que también me habían gustado de este pueblo almeriense. Por razones que no vienen al caso, no pudimos ir a Misa en otro pueblo en el que nos alojábamos, así que decidimos tomar una carretera al azar e intentar ir a Misa en el primer pueblo que encontrásemos. Es algo que hacemos bastante a menudo, pues nos gustan esas pequeñas aventuras y es la única forma de ver sitios a los que uno nunca iría de otro modo.
Así llegamos a Turre, preguntamos cuándo era la Misa y nos dirigimos a la iglesia, que, como debe ser, está en el centro del pueblo y puede verse desde cualquier lugar del mismo. Es una bonita iglesia de estilo andaluz, con el interior pintado con colores vivos y esos arabescos de pintura azul que son tan comunes por aquella zona y causan una impresión más alegre que nuestras sobrias iglesias castellanas.