Los Heraldos del Evangelio son raros
Del tema del comisariamiento de los Heraldos del Evangelio se ha dicho ya casi todo. El P. Jorge se ha preguntado que, si los males de los Heraldos son tantos como para llegar a una medida tan severa como nombrar un comisario, ¿para cuándo se van a comisariar a los benedictinos de Montserrat, o a los jesuitas, o a los maristas? Todos ellos tienen casos muy graves con sentencias firmes, reconocimiento de los hechos y castigo de los implicados; pero en ningún caso se han intervenido congregaciones o comunidades, a pesar de que se supiera que en muchos de los casos las autoridades conocieran los hechos y no hicieran nada.
Yo quiero ir a un tema más de fondo, cuyo planteamiento puede comenzarse con una frase que empleaba hace unos días un artículo escrito por Daniel de Fernando (a quien desconozco) y publicada en el portal Infovaticana. La frase: «lo que parece raro es raro». En el artículo se citaba, al hilo de la actual intervención de la Santa Sede, el caso de algunos vídeos que salieron a relucir hace unos años. El contenido de dichos videos me pareció lamentable, y merecedor de una investigación seria, con depuración de las responsabilidades que pudiera haber. ¿Es la actual intervención consecuencia de lo que aparece en esos vídeos? Lo publicado por la Santa Sede parece indicar que no. Según declaran los Heraldos, y nadie ha dicho nada en contra, el asunto de los vídeos fue tratado y cerrado por las autoridades competentes. La situación actual respondería a la conclusión de una visita canónica realizada recientemente.