La fealdad del alma que vive sin Dios
“Así como en otro tiempo Dios, irritado contra los judíos, entregó a Jerusalén a la afrenta de sus enemigos [ ] así también ahora, airado contra el alma que quebranta sus mandatos, la entrega en poder de los mismos enemigos que la han seducido hasta afearla” De las homilías atribuidas a san Macario sobre la III de Pedro
No es solo que el alma se afea sino que se afea también la Iglesia.
Como Cuerpo de Cristo no podrá nunca ser fea pero podemos afearnos sus miembros. Actualmente lo somos; mucho más feos de lo que sospechamos.
No solo son feos los malos sino que, muchos de los buenos se afean porque, en su soberbia, olvidan pedir la gracia para evitar decepcionarse, desesperarse, frustrarse, enojarse, obsesionarse, etc. y que, por desdicha, cunde. .
Por tanta cosa que solo es producto de la fealdad del alma que viven sin Dios es que no me extraña que esté airado y que, en nuestra soberbia, ni siquiera lo consideremos. Bien podría estar Dios, mucho, muy molesto.
Démosle oportunidad a la idea y verán que tiene sentido.
Si no, por qué sería que los malos tienen mayor influencia y poder; y, por qué los buenos sufren tanto y de tantas maneras?
Es cierto, el mundo siempre ha sido así pero no tan feo como ahora, por no creer en Dios.
Por lo que observo que sucede en todas partes y debido a mi impotencia, prefiero tomármelo como castigo divino que debo sufrir de tantos modos en que lo sufro y, por eso, lo considero la mayor oportunidad que pudiera jamás haber tenido, tal como aquellas que Dios da a sus colaboradores.
Querías un camino claro para llegar a ser santo? Aquí lo tienes. Mi buen Jesús me lo muestra en la realidad. Por eso actúo en consonancia. Cada uno actuará en lo que corresponda.
Qué puede ser eso? Nada complicado, en lo mismo que la Iglesia siempre ha enseñado: vivir en gracia (sin pecado mortal) confesión y comunión frecuente, mucha oración; obras de misericordia (para empezar) algunas se presentarán como oportunidades de Evangelización a los propios miembros de la Iglesia que han caído en apostasía y herejía; lecturas piadosas, alejarse de distracciones y facilitar al alma estar en contacto con la verdad, el bien y la belleza.
El Señor irá instruyendo al alma que ha comprendido que su vida está oculta en Dios. Dará luces y todo lo necesario. Probablemente mucha ocasión para sufrir pero, qué mejor que eso? “Te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad” (De Pablo)
Por cuánto tiempo? Por “dos mil trescientas tardes y mañanas, después el santuario será reivindicado” (del libro de Daniel 8, 1-26)
O sea, que el sufrimiento no será eterno ni la fealdad de la Iglesia o de las almas.
Amen