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21.08.19

Allá en el fondo del sufrimiento... ¿es o no es, así?

Hablando por correo con un apreciado sacerdote, le he hecho la siguiente pregunta:  

“Fíjese, padre, una cosa que pensé el otro día. Pensé que, me parece, que allá -en el fondo del sufrimiento- donde uno, finalmente sufre, y sufre, y sufre sin ver que nada ni nadie puede ayudar o rescatarle; allí donde uno -aparentemente solo- no tiene otra opción que dar gracias a Dios, rendido, alabarle y glorificarle continuamente y con todas las fuerzas que le quedan. Allí, en ese lugar vacío, donde parece que no hay nada más que tu alma. Allí, uno, como que escucha el mandato de ser feliz. Y sale de ahí, siéndolo y ya parece que nunca se le quita. Es o no es así?”

La verdad, le hice la pregunta más que por la respuesta para darle aviso de que voy por buen camino y alegrarle. Saben? A ese sacerdote, pienso, le debe dar mucha felicidad escuchar estas cosas. Digo, les debe dar alegría saber que hay almas que siguen a Dios, lo aman, adoran y glorifican en todo momento. Cierto? Es que, para qué más se haría uno sacerdote y perseveraría en el servicio de Dios?

Eso, pienso, viene a ser como un toque de gloria del tipo que habla Bruno Moreno en su último post y del que le compartí como comentario cuando le conté que en mi parroquia sucede lo mismo pero, además, cosas como la que observé apenas hace unos días cuando la viejecita más vieja, gran servidora que ha adornado el presbiterio desde hace 20 años y  llevado la Santa Comunión a los enfermos durante 40,  ha empezado a comulgar de rodillas.

No realmente extrañada (en ella era algo de esperar) sino por mera curiosidad, este domingo le pregunté: “¡Diay, Doña Ana! ¿Qué fue eso? ¡Usted comulgado de rodillas! ¿Qué se le metió?” 

Lo pregunté de ese modo porque somos amigas y porque muchas veces hemos conversado sobre la necesidad de hacerlo aunque ella nunca quiso profundizar debido a que respeta mucho lo que ordenan los sacerdotes y como ellos nunca ordenan, piden o sugieren comulgar de esa forma, ella, poco o nada habla de cosas que, aparentemente, suenan a desobediencia o rebeldía.

El caso es que me respondió: “Mire, lo hago como acción de gracias por tantos años que el Señor me ha permitido servirle en los enfermos. Como acción de gracias. Solo por eso y no para que me vean” (Se ve que ha luchado con este asunto).

“¡Acción de gracias!” Haría falta alguna otra cosa para tirarse al suelo aun teniendo las coyunturas oxidadas, los huesos viejos y cansados? Nada. Nada más hace falta más que un corazón agradecido que alegre, reboza de gozo y paz. 

Tal como a Doña Ana, a muchos les toma años decidirse pero a la “santita", como con cariño le decía mamá hablando de ella entre nosotras, al fin le llegó el momento.  

Este fue mi toque de gloria que en el fondo, allá muy en el fondo del sufrimiento que sufro, lo escucho como aquél mandato de ser feliz. 

Sí, esos pequeños toques de gloria, me mandan ser feliz.

¿Es o no es, así?

25.07.19

De cuando rezo el rosario (III) Tras el calvario del día

“La cruz horada con su merced divina la necedad del pecado, y se planta como victoria de Cristo en tu horizonte humano. Surge el Calvario en tu vida donde antes no había nada, y así caminas a grandes pasos, de horizonte en horizonte, hacia la meta".

Alonso Gracián

 

Yo, lo de Alonso me lo aplicaría diciendo que voy caminando “a grandes pasos de rosario en rosario hacia la meta”

Es tanto el ajetreo, tanto sobrellevar dolores y realizar deberes, que se pasan las horas volando al punto de que uno olvida para quién trabaja y para qué lo hace.

El caso es que, la hora en que la Madre me espera para conversar, es el pedacito de cielo que necesito para recordar lo que es fundamental jamás olvidar.

Qué cosa buena era recostarme junto a mamá para conversar antes de la siesta. Platicábamos y, luego, dormíamos un ratito.  Era tan reconfortante, brindaba una seguridad y paz tan grandes!

Ese delicioso momento, bastaba para seguir con lo que quedaba del día.

Pues bien, algo parecido –ya que no es igual sino mucho mejor- son esos minutos que paso con la joven María, a quien tanto quiero.

Claro, siempre que el mundo quede fuera de mi cabeza o que los de fuera dejen de tocar la puerta pese a que coloqué el rotulito que dice “Rezando”.

Qué caray! Debo admitir que, de cuando rezo el rosario tras el calvario del día, regreso a mí por María solo para darme cuenta que por merced divina su Hijo amado tiene la victoria sobre el territorio de mi existencia donde antes no había nada.


Madre adorada, gracias por esperarme cada tarde.

Gracias por la gracia que me alcanzas para regresar a mí y, por ti,  a ya sabes Quién.

20.07.19

De cuando rezo el rosario (II) A su lado la gracia te moldeará en Amor

El otro día miré un video en el que entrevistaron a Fray Nelson Medina en el que contó que, siendo joven y estando alejado de Dios, se despertó en el una enorme fascinación por la Virgen María la que, al fin y al cabo, fue lo quien lo atrajo a la fe y a su vocación como miembro de la Orden de Predicadores (OP) o dominicos.

A Fray Medina, de cuando lo veo en persona, le pongo mucha atención porque, por poco que diga, lo que dice es algo que debe ser dicho. Ni una letra más ni una menos.

En esta ocasión, haber conocido de su boca que María lo atrajo y que sea algo que tengo con el en común me pareció bellísimo. Estaba escrito que mirara yo ese video para conocer el hecho de su propia boca.

A mí María Santísima me atrajo hace poco y fue que, de repente, se me despertó una gran necesidad de consagrarme; así que tomé el primer curso que pude y que consistía en la lectura y meditación de Tratado de la Verdadera Devoción, algunas lecturas de varios otros santos y papas.

De las lecturas caí en la cuenta que consagrarme iba a ser un acto definitivo del que, no solo emanaría gracia sino también sufrimiento ya que, pertenecer a Jesús por María, es pertenecer a la obra de redención hasta en sus mínimos detalles sean o no agradables.

Sufrir a nadie le gusta por lo que, por supuesto que titubeé por un micro-instante; sin embargo, me tiré de consumida en la experiencia con una confianza que, ahora entiendo, no era mía sino un regalo de Dios. 

El caso es que, desde entonces todo lo que prometió María se ha cumplido: llega sufrimiento hasta de las cosas más insignificantes pero también mucha gracia al punto que mi vida ya no parece mía aunque lo sigue siendo.

Ahora bien, qué tiene que ver con María, con fray Medina y conmigo?

Tiene que ver con que, así como con Fray Medina presto atención con el fin de no perderme detalle de su boca durante el poquitico tiempo en que nos encontramos, igual con María cuando con ella rezo el rosario ya que, de tenerla delante por tan solo minutos, no querrías perder detalle de su boca. .

Por eso rezarlo con devoción, modestia y atención es tan importante (aunque a veces requiera de una doble o triple invocación al Espíritu Santo) ya que siempre te dirá algo que debes saber como, por ejemplo, algo tan simple como su-pre-ma-men-te importante como que te conserves en la confianza y esperanza de que a su lado la gracia te moldeará en Amor. 

Por eso y muchas otras cosas, presto atención a los instantes con fray Medina y pido la gracia que necesito para también ponerla durante el ratico chirrisquitico que paso a diario con Nuestra Señora, María Santísima, Madre de Dios, Madre Nuestra y Madre Mía.

“Tratad mucho a Santa María. No hay senda más segura para afinar en la vida interior. Saboread esos piropos que nos muestran su dignidad sin par: Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa de Dios Espíritu Santo. Y utilizad el atajo: ir por María a Jesús “. Beato Álvaro del Portillo

9.07.19

¿Adónde irás esta mañana?

Podría ser que de aquí a cien años haya sucedido.

Podría ser que sea que el NOM haya triunfado sobre los pueblos sometiéndolos a su ideario.

Podría ser que, como dijo Benedicto, hayamos quedado reducidos al mínimo y que, como hace tiempo, estemos celebrando culto en las casas. Quizá sin templos, sin signos religiosos, sin poder salir a la calle en procesión, sin poder manifestarnos abiertamente por no quedarnos sin trabajo o morir dejando a nuestros hijos sin padre y/o madre.

Podría ser llegue a ser así porque, simplemente, antes ha sucedido.

Podría ser que, efectivamente, la única forma de culto que no nos signifique peligro sea la forma extraordinaria por silenciosa y poco llamativa. Podría ser ya que, el latín será todavía una lengua más desconocida que antes aunque seguirá siendo nuestra, con la que nos comunicamos con Dios y entre nosotros sin correr peligro.

Podría ser que el ministerio sacerdotal no quede prohibido, como en China, por lo que llevar sotana será la única forma de hacer presente la fe en la vida pública y con lo que los fieles sabremos que no estamos solos ni que todo está perdido.

Podría ser que todas esas visiones (que nunca leo) y profecías se cumplan, especialmente y sobre todo, las que señalan que el Inmaculado Corazón de María triunfará y nos daremos cuenta que está siendo así porque todos seremos hijos de María y devotos del Sagrado Corazón de Jesús.

San José, nuestro bien amado padre, será tutor y custodio de nuestra familia tanto como lo fue de la suya 

Ciertamente, la familiaridad con el Espíritu Santo crecerá porque ya no habrá mucho libro que podamos leer, ni mucho teólogo o sacerdote a quién recurrir y por eso, el Santo Espíritu que habita en María nos concederá aquello de lo que carecemos para llevar una vida santa, agradable a Dios.

Quizá será la manera en que reconoceremos que el Reino existía desde tiempo atrás y para lo único que había que esforzarse era para vivir en santidad, con lo mínimo necesario y quizá ni eso; en la humildad de haber visto todo perdido, no depender de nadie sino de Dios y de las gracias de las que María Santísima es administradora.

Uno se despierta un buen día, tal como hoy, pensando en estas cosas y aunque sabe que no vivirá para verlo se dice que, al menos, espera ser contado entre los miembros de la Resistencia la que, en  buena hora existe.

Dentro de cien años, quizá quinientos, seremos recordados (o quizá no) como los católicos que salvaguardaron la fe ante el embate del Mal que se había propagado sobre la Tierra consumiendo miles de almas en el Infierno.

Dirán que fuimos quienes actualizaron en significado del martirio que, si bien en los primeros años no fue sino expiar con el propio sufrimiento por los pecados propios y ajenos, le dio el empuje necesario al plan de Dios con el que rescataría a los que le pertenecen desde el principio del mundo.

No sé, digo todo esto porque por las mañanas tiendo estar muy lúcida pero, obviamente, podría ser que no.

Adónde irás esta mañana? Adonde quiera que vayas y lo que pienses hacer hazlo teniendo en mente que, dentro de esta maravillosa historia (que no necesita agradarte), estás colaborando con Dios en lo que tenga planeado para el ser humano; todo lo que (aunque no en apariencia) será definitivamente un bien.

El Señor te acompañe. 

4.07.19

Whatsapp, mi párroco y yo (II)

El whatsapp puede ser un recurso para un respetuoso intercambio con el párroco. 
Yo lo he convertido en el medio para compartir con el mis preocupaciones e inquietudes.
Es mi intención ofrecer algunos de dichos intercambios que puedan servir como modelo para que otros se animen a utilizar la aplicación de la misma forma.  
Sin embargo, que no se piense que existe garantía de obtener respuesta. 

Yo nunca la espero. 

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Padrecito, cómo amaneció?


Digame una cosa: usted piensa hacer algo al respecto de varios de sus más cercanos colaboradores que en fb hablan abiertamente de estar en contra de los evangélicos y a favor de los neo-marxistas que ostentan el poder? 

Si, esos que votaron en contra del evangélico provida movidos por el engaño de que nos quitaría a la patrona de Costa Rica; de los que dieron su voto a los mismísimos anti-católicos sobre quienes usted nos alerta en las homilías. 

Yo es que, sinceramente, lo que hago es preguntarles directamente si es que, acaso, ponen atención en misa. Claro, nunca me responden.