Un toque de gloria
El sábado por la mañana fui a una parroquia cercana a confesarme. Mientras esperaba, vi a un grupo que rezaba el rosario, claramente con la costumbre de hacerlo a aquella hora, en la que normalmente no hay nadie en la iglesia.
Más que un grupo se trataba de un grupito. Apenas eran media docena de viejecillas y un anciano tan encorvado que parecía estar en continua adoración. Sentados en los últimos bancos de la Iglesia, repetían palabras que debían de haber dicho innumerables veces, gastadas suavemente como el brocal de un pozo por el roce persistente de la cuerda. En el templo vacío y silencioso, daba la impresión de que estaban solos en el mundo, sin necesidad ni deseo alguno de tener espectadores a los que dar buen ejemplo, sin fines prácticos, sin preocupaciones ecológicas, políticas o filantrópicas. Un acto de pura adoración, solo para Dios, de la mano de nuestra Señora.
Quizá fuera un efecto de la luz, pero me pareció que aquellos rostros arrugados y sus cabellos encanecidos brillaban más que el sol, como tocados por la gloria del Altísimo. Por un instante, solo por un instante, creí ver sentado entre ellos a su Señor, el de las manos traspasadas, mirándolos con un cariño inmenso.
Pensé: “Ten piedad de mí, Señor, porque he visto gigantes que sostienen el cielo con sus brazos". Y me sentí pequeño, inútil y bueno para nada ante aquellos cristianos de fe que habían encontrado el secreto del universo, que únicamente está en la alabanza y la adoración.
Entonces me tocó confesarme y pasé a ocuparme de otros misterios, pero se me quedó en el corazón la imagen de aquellos rostros tocados por la gloria invisible del Eterno.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.
23 comentarios
Me ha tocado el corazón este post.
Que simple es todo y que complicados somos nosotros.
Alabado sea Dios, sea por siempre bendito y alabado. Bendita su Santa Madre.
No, Bruno, no.
Esas palabras no se gastan. Como tampoco se gastan o se cansan las olas que -dale que dale- insisten continuamente en llegar suavizadas a la orilla de la playa para ser caricias de nuestros pies y quizás como metáfora de que hay ámbitos en los que no existe la monotonía.
Siempre nuevo; siempre bello; siempre dulcísimo, el rezo del Santo Rosario es ejemplo de ello.
"Gastado" no es algo malo, al menos tal como yo lo utilizo. San Pablo dice: "gustosamente me gastaré y desgastaré por vuestras almas". El brocal de un pozo se desgasta precisamente porque cumple su misión de dar el agua que los aldeanos necesitan para vivir (y eso lo hace infinitamente más bello que los falsos pozos de adorno que pone la gente en sus jardines). Las heridas de Cristo son lo que nos curó.
La monotonía es otra cosa y viene de nuestro propio pecado, que nos ciega ante las maravillas que tenemos a nuestro alrededor.
De hecho, estoy preparando un librito sobre las oraciones cotidianas del cristiano que intenta mostrar esas maravillas que encierran y que, como dices, son siempre nuevas, siempre bellas y siempre dulcísimas. Deo volente, estará listo en octubre o noviembre.
A los contemplativos nos quieren eliminar, reformar, aggiornamentándonos, porque según los cabezas pensantes de lo práctico-mundano, rezamos muchos (los pocos que aún lo hacemos), alegando que somos unos inútiles con todo lo que hay que hacer en la sociedad, en el mundo, en las ong o de cooperantes allende los mares. Y no se enteran los tan entendidos activistas-religiosos, que el mundo se sostiene por la oración de unas anónimas personas que se sustentan con el humilde trabajo diario y la oración.
"los gallos de Vidal recitando con la lira su "Nadie puede parar la Primavera de la Iglesia en primavera", entre rumores de melaza espesa y pegajosa..."
Cuando leo que J.M. Vidal dice cosas como esa, siempre me entra la sospecha de si no será un infiltrado para ridiculizar el progresismo, porque escoge las frases más casposas y absurdas que una mente humana puede pergeñar. Es como si dijera que nadie puede parar el martes cuando es martes. Completamente carente de sentido.
"Esa visión es intemporal y siempre produce la misma sensación al que la contempla: la eternidad"
Sí, lo eterno presente en el mundo. Justo lo que desea nuestro corazón.
Por otra parte en los mayores a menudo vemos una dicotomia muy grande, algunos transmiten paz, fe, sabiduria... Otros todo lo contrario. Y hasta se les ve en la cara. Es fruto de toda una vida de opciones. Y no puedes evitar preguntarte que tipo de anciano vas a ser.
Lo particular de las personas que vio Bruno no es que sean viejas sino su unción al rezar, que ya es rara a cualquier edad. Podría resultar más sorprendente que fueran jóvenes pero yo no pierdo la esperanza de que en un futuro sea así.
El tipo de persona que vayas a ser está en manos de Dios, dependerá de la gracia, fundamentalmente.
Otra cosa que observe apenas hace unos días es que la viejcita más vieja gran servidora porque ha adornado el presbéterio con flores desde hace 20 años y llevado la Santa Comunión a los enfermos, ha empezado a comulgar de rodillas.
Este domingo le pregunté: Diay, Doña Ana, y qué fue eso? Usted comulgado de rodillas! Qué se le metió?
Lo dije así porque muchas veces hemos conversado sobre la necesidad de hacerlo aunque ella nunca quiso profundizar sobre tema debido a que respeta mucho lo que ordenan los sacerdotes y ellos nunca ordenan, piden o sugieren comulgar de esa forma.
El caso es que me respondió: Mire, lo empecé a hacer como acción de gracias por tantos años que el Señor me ha permitido servirle. Solo por eso y no para que me vean (se ve que ha luchado con ese asunto sobre el que al fin el Señor venció).
"Accíon de gracias", pues, si, qué más haría falta para tirarse al suelo aun con teniendo las coyunturas oxidadas, los huesos viejos y cansados? Nada.
A muchos les toma años decidirse pero don Ana, la "santita" como de cariño le decía mamá hablando entre nosotras, al fin lo hizo.
Ese fue mi pedacito de gloria.
Cuando alguien les llame ultracatóliicos o ultrareligiosos o ultra-lo-que sea, piensen que esa persona se considera "el centro", y que piensa que ustedes están en el extremo... ¿pero quién decide quién es el "centro"? A menudo esos críiticos "centrados", cuando les acusan a ustedes de ultras en realidad lo que les están diciendo es: "no sean coherentes, no sea que quede en evidencia que los ultras somos nosotros").
Que santa Marta interceda por ustedes, y adelante con un par... de bendiciones.
1.Parte de la biología que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con el medio en el que viven.
2.Relación que se da entre los seres vivos de una zona determinada y el medio en el que viven.
El primer concepto es científico, el segundo no tanto.
El amor a la Creación es parte de la Teología, la ecología no. Por lo tanto la ecología no es función de la Iglesia, el cuidado de la Creación sí. La invasión de términos que nos están colando por todas partes arrinconando el lenguaje propio de la Iglesia es monumental. Teniendo en cuenta la de veces que en la Biblia aparece el agua como fuente de vida podríamos incluir también la hidrología; como hay una parábola del Buen Pastor, la zoología, como está la parábola del sembrador el estudio de los cereales, etc...
Debemos cuidar la Creación que el Señor nos entregó y en ese concepto ya entra todo lo que la Iglesia dice que debemos hacer: ecología, biodiversidad, etc...no tienen porque colarse en un discurso teológico, de la misma manera que en un discurso político nadie habla de caridad aunque el discurso trate de acogida a los emigrantes.
"Usted, Sr. Juez, hágame Justicia, que para eso está y luego deje que yo reaccione como me dé la gana siempre que no actúe".
En cambio Dios puede pedirte no solo que perdones sino que ames a tu enemigo.
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