Hablando del agua bendita
¡Es que no van a creer lo que me pasó!
Justo el domingo desde muy temprano, tres personas -una tras otra- pelearon conmigo sin motivo. La última, gritaba y gesticulaba con cara de loca. Tan asustada estaba, que empecé a gritarle de vuelta para que no me gritara. ¡Vaya escena! ¿Pueden imaginarla?
Hablando en serio, la verdad me asusté mucho.
Fue por eso que dejé a la persona gritando sola y salí corriendo por mi agua bendita. Me eché un poquito sobre la cabeza, me persigné y luego fui a aspergar los alrededores invocando los méritos de la Preciosísima Sangre de Cristo.
Tras hacerlo sobrevino la calma.
Me tenía desconcertada tanta gente enojada un domingo desde buena mañana, sin embargo, no fue sino hasta después de los gritos de la tercera persona y con el chispazo divino del agua bendita que caí en la cuenta que, para esa hora del día, ya el Papa habría consagrado el mundo al Inmaculado Corazón de María.
Deduje que el demonio andaba retorciéndose de la rabia y aprovechándose de cuánta debilidad hallaba desprevenida.
No recuerdo la fecha exacta, pero -por esos días- el papa había hablado contundentemente sobre el demonio y acerca de los sacerdotes que no dan crédito a sus obras.
Hoy, Juanjo Romero publicó ese artículo tan bonito sobre “Santa Teresa de Jesús y el agua bendita” el que dio pie a que hiciéramos bromas acerca del uso que podríamos darle de poderse aspergar por internet.
Claro, el asunto no es para bromas ya que el demonio es real y nuestra debilidad también.
Lo sé de primera mano ya que conocí a una persona con una obsesión que para todos era inofensiva pero no para “estos poderosos ojos míos que a veces parecen tener visión de rayos equis” para el alma de algunas personas.
A esa persona le hablé sobre su obsesión y del peligro que entrañaba pero rechazaba la idea y dado que era una persona enferma me preocupaba muchísimo su final por lo que, teniendo estos cinco litros de agua bendecida que –sin pedírsela- me quiso preparar el padre Fryar de la FSSP cuando visitó el país, realicé -mientras dormía- algunas sesiones de aspersión de agua bendita acompañada de oraciones.
Lo cierto es que no solo fue perdiendo el interés en el objeto de su obsesión sino que, luego de años de ser una persona de piel muy fría y también friolenta, su piel se volvió tibiecita y nunca más se le escuchó quejarse por el frío.
Le di muchas gracias a Dios y todavía lo hago ya que tiempo después murió con los sacramentos y reconfortada.
El día de hoy, tras el artículo de Juanjo, invité a mis contactos en facebok a pedirle a los sacerdotes que les bendigan agua.
Tuvimos una pequeña conversación y tras eso me vine a escribir esta notita para lo que quise investigar y hallé, adivinen qué?
Hallé un artículo sobre los sacramentales del padre Iraburu donde explica cada aspecto importante e incluye algunas oraciones y recomendaciones pero también comparte con sus lectores lo que ha llamado “una aplicación práctica” que parece la ha dicho tal como si me hubiese leído la mente.
Dice el padre Iraburu:
“Señalo una aplicación práctica de esta doctrina verdadera. Busque usted un bote o botella de cristal limpio y digno, hágase una estampa con la oración ya citada «Dios todopoderoso, fuente y origen de la vida del alma y del cuerpo, bendice + esta agua», etc. La perduración de la estampa será más segura si la plastifica. Y en algún momento oportuno, acérquese con la estampa y el frasco lleno de agua a un sacerdote: «padre, bendígame esta agua, por favor». Si consigue su intento, bendiga al Señor y dé gracias al sacerdote. Y si se ve rechazado, bendiga al Señor y no sienta rabia contra el cura, sino una gran compasión, porque la mala doctrina lo ha deformado, y rece por su conversión a la plena fe de la Iglesia”.
Recurran al artículo de Juanjo para que conozcan los efectos del agua bendita en santa Teresa y al artículo del padre Iraburu por las oraciones y mayor conocimiento.
Les cuento, por último, que durante esa conversación sobre el agua bendita en facebook, Alvaro y yo, notamos que nuestras respectivas aguas benditas, aún después de muchos meses, no muestran señales de deterioro; por qué debería, pregunto, no es, al fin y al cabo, agua bendecida por la mano de Dios?
2 comentarios
Otro punto, ¿cómo puedo saber yo, en el caso de que en alguna otra pila hay agua, si está bendecida o no?
Pero cuando un sacerdote es fiel al Magisterio de la Iglesia Católica y al Papa, cuando pone agua bendita, esa agua es agua bendita, y no sin bendecir. Pues el demonio se esfuerza en engañarnos de mil manera.
Terminas diciendo algo muy importante: "Les cuento, por último, que durante esa conversación sobre el agua bendita en facebook, Alvaro y yo, notamos que nuestras respectivas aguas benditas, aún después de muchos meses, no muestran señales de deterioro;... "
Yo he visto una pila bastante sucia, en el que algún día si habría agua bendita, pero hace años, en tal parroquia no se pone esa agua bendita.
Y reflexionando algo más, en las parroquias donde no hay siquiera pilas para el agua bendita, se ha llegado por parte de los visitantes, un olvido espiritual de que Cristo está en el Sagrario, la liturgia es deformada, (hace meses que no voy a esa parroquia), ahora voy a otra, pero también se echa en falta la necesidad de este sacramental.
La recomendación del P. Iraburu es lo mejor, teniendo un bote así, nos vamos a un sacerdote que sea fiel al Magisterio de la Iglesia Católica, si es necesario cogeremos el tren o el autobús, al pueblo donde lo haya. Y que bendiga el agua. Y según podría ser más de un litro por ejemplo, como ha hecho notar Maricruz, que pasando los meses, el agua bendita no se corrompe. Señal de su eficacia espiritual
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Lo mismo que mi agua bendita. Lleva en su botella cerca de cinco años. Tengo otra en una botella más pequeña y aunque tiene aire, sigue intacta. Es una maravilla!
Gracias por tu comentario, Eugenia.
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