(224) Los sacramentales –4. El agua bendita
–Un cura me dijo que después del Concilio ya estas cosas, agua bendita y demás, no tienen sentido.
–Dígale que se lea la constitución Sacrosanctum Concilium (60-61) del Vaticano II, y que nos explique cómo del Concilio, que elogia los sacramentales, pueden proceder su menosprecio y su desaparición.
El agua bendita es un sacramental, instituido por la Iglesia, y usada con fe y devoción, purifica al cristianos de sus faltas veniales. Las bendiciones de personas y de cosas van acompañadas de algunos signos, y los principales son la imposición de manos, la señal de la cruz, el agua bendita y la incensación (Bendicional 26). El agua bendita es constituida por la bendición del sacerdote o del diácono (ib. 1224-1225), y como todos los sacramentales, «tiende como objetivo principal a glorificar a Dios por sus dones, impetrar sus beneficios y alejar del mundo el poder del maligno» (ib.11),
El agua bendita «gozó siempre de gran veneración en la Iglesia y constituye uno de los signos que con frecuencia se usa para bendecir a los fieles» y también a los objetos. «Evoca en los fieles el recuerdo de Cristo… que se dio a sí mismo el apelativo de “agua viva”, y que instituyó para nosotros el bautismo, sacramento del agua, como signo de bendición salvadora» (ib. 1223).
–Los judíos no bendecían el agua, considerándola, a diferencia de otros pueblos, una criatura bendita por sí misma, y le daban un uso religioso como elemento de purificación. Una ablución total es prescrita antes de la unción sacerdotal de Aaron y de sus hijos (Ex 29,4). Y después de la época de cautividad, el agua se empleaba en Israel como un bautismo de conversión y purificación, semejante al de Juan el Bautista. Los que se convertían, confesaban sus pecados, y mientras oraban, recibían del bautizador el agua purificadora (Mc 1,4.8; Mt 3,6.11; Lc 3,3.16.21). En Babilonia, en Grecia, en Roma, también se practicaban ritos de purificación mediante el agua. Tertuliano (+220) describe los ritos de purificación de personas, objetos y lugares mediante el agua, que eran usuales entre los romanos (De baptismo V).
El libro de los Números habla de «un agua de expiación», que era ritualmente preparada y empleada (19,7-9). El libro de los Salmos refleja este uso: «rocíame con el hisopo, y quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve» (Sal 50,9). Y el Señor promete: «derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará; de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar» (Ez 36, 25). En la tradición bíblica de Israel son muchas las indicaciones de veneración por el agua. El Espíritu divino planea sobre las aguas primordiales, dando vida por ellas a todas las criaturas (Gén 1,2).
Son las aguas en el diluvio universal las que dan muerte al pecado de la humanidad, y vida a los supervivientes, que «se salvaron por el agua», como dice San Pedro. Ella es una figura del bautismo en Cristo (1 Pe 3,18-21). Las aguas del Mar Rojo, a las que Moisés dedica un himno, dan muerte a los egipcios y vida a los israelitas, anticipando así también el bautismo cristiano (1Cor 10,2). Golpeada por Moisés la Roca en el desierto, la convierte en fuente, que da la vida a los que morían ya de sed (Núm 20,1-11); «y la Roca era Cristo» (1Cor 10,4), de cuyo costado salió en la Cruz «sangre y agua» (Jn 19,34). Agar e Ismael, en el desierto, se salvan por el agua que Dios les da (Gén 21,14), como también Naamán se libra por el agua de su lepra (2Re 5,1ss). El profeta Ezequiel ve que del costado del Templo, al oriente, brota un agua viva que todo lo vivifica a su paso (47,1-12).
En fin, es el agua del Jordán, donde Jesús es bautizado, el comienzo del bautismo cristiano; es el agua, como dice San Cirilo de Alejandría (+444), «el principio del Evangelio», como antes fue «el principio del mundo» (Catequesis III,5). Se sirve Dios del agua en la piscina de Betsaida para sanar a los enfermos (Jn 5,1-9). Y enseña Jesús a Nicodemo que los hombres nuevos han de nacer de nuevo «del agua y del Espíritu» (Jn 3,5).
–Los cristianos, pues, desde el principio veneran siempre el agua, viendo en esa criatura el inicio de la primera creación y el comienzo de la creación nueva. Esta transformación del mundo por la gracia de Cristo es elocuentemente anunciada en Caná, donde el Nuevo Adán convierte el agua en vino (Jn 2,1-11). En el pozo de Jacob se manifiesta Jesús a la samaritana (Jn 4,6), y después a todo el pueblo, como fuente inagotable de una agua que da la vida eterna: «si alguno tiene sed, venga a mí y beba» (7,37-39).
San Cirilo de Alejandría considera el agua, en el orden de la naturaleza, como «el más hermoso de los cuatro elementos» que constituyen el mundo (Catequesis III,5). Y en el orden de la gracia, sabemos que Dios elige el agua no sólo como medio de salvación en el Bautismo, sino también como materia imprescindible de la Eucaristía. Ya a mediados del siglo II, San Justino, al describir la celebración de la Eucaristía, testimonia que se realiza con «pan, vino y agua» (I Apología 67). Tertuliano (+220) refiere el lavatorio de manos en la celebración del sacrificio eucarístico (Apologia 39), rito, por cierto, que sigue vigente en el Novus Ordo de la Misa (n. 24), aunque no pocos sacerdotes lo omiten, rompiendo una tradición de al menos dieciocho siglos. «El sacerdote, a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto: Lava me, Domine, ab iniquitate mea, et a peccato meo munda me».
No obstante la gran devoción de los cristianos hacia agua, criatura excelsa y sacramento de regeneración, la Iglesia en un principio se mostró reacia a establecer el sacramental del agua bendita, precisamente porque eran muchos los ritos paganos –egipcios, romanos, griegos, casi todos los pueblos antiguos, también la India– que usaban el agua lustral profusamente en sus ritos sagrados, casi siempre con un sentido de purificación. En esos ritos era antiquísimo el uso de la sal y de otros elementos que se mezclaban con el agua.
Al principio del siglo II se halla ya, sin embargo, en la Iglesia la primera fórmula conocida de bendición del agua, mezclada con la sal, y está prescrita por el papa San Alejandro (105-115) para aspersión de las habitaciones (A. Gastoué, Dict. Spiritualité IV, 1982). El agua bendita es, pues, uno de los muchos casos en que la Iglesia, realizando históricamente un misterio de encarnación, cristianiza –asume, purifica y eleva– antiguos ritos paganos, que también usaban el agua y la sal. Ninguna religión, ciertamente, tiene tantos motivos como el Cristianismo para venerar el agua y para convertirla, con la gracia de Cristo, en uno de sus sacramentales más preciosos. Posteriormente, esta tradición se expresa con relativa plenitud en las Constituciones Apostólicas (380), en las que hallamos preciosas fórmulas de bendición del el agua bautismal (VII,43), y también del agua y el aceite (VIII, 29):
«Es el obispo el que bendice el agua o el aceite. Pero si él se encuentra ausente, que lo haga el presbítero, asistido por el diácono. Pero si el obispo se encuentra allí, que el presbítero y el diácono lo asistan. Y que diga así:
«Señor del universo, Dios que todo lo puedes, Creador de las aguas y dador del aceite, misericordioso y amigo de los hombres, tú, que das el agua que sirve como bebida y para las purificaciones y “el aceite que alegra el rostro” [Sal 103,15] para nuestro gozo y alegría [Sal 44,8.16], tú mismo, ahora, por Cristo, santifica esta agua y este aceite, en nombre de aquel (o aquella) que los ha traído, y concédeles la fuerza de dar salud, de evitar las enfermedades, de alejar los demonios, de proteger la casa, de apartar de cualquier asechanza. Por Cristo, “nuestra esperanza” [1Tim 1,1], por quien te sean dados gloria, honor y veneración, en el Espíritu Santo, por los siglos. Amén».
El sacramentario gelasiano antiguo (mediados del s. VII) contenía ocho fórmulas de bendición del agua. Alcuino (+804) reunió cinco fórmulas, añadidas al sacramentario gregoriano-adrianeo, que el Papa Adriano envió a Carlomagno (finales del s. VIII). Estas oraciones se mantuvieron en el Ordo ad faciendam aquam benedictam del Ritual romano hasta el ritual De benedictionibus (1984), compuesto por la Congregación del Culto divino y de los Sacramentos, que expongo a continuación.
–La bendición del agua puede hacerse en la Misa, según indica el Bendicional (1224): «La bendición y la aspersión del agua se hace normalmente el domingo, según el rito descrito en el [actual] Misal Romano» (apéndice 1: Rito para la bendición del agua y aspersión con el agua bendita). Tras un breve saludo, una de las oraciones que el Misal ofrece, y que expresa los efectos propios del agua bendita, dice así:
«Dios todopoderoso, fuente y origen de la vida del alma y del cuerpo, bendice + esta agua, que vamos a usar con fe para implorar el perdón de nuestros pecados y alcanzar la ayuda de tu gracia contra toda enfermedad y asechanza del enemigo. Concédenos, Señor, por tu misericordia, que las aguas vivas siempre broten salvadoras, para que podamos acercarnos a ti con el corazón limpio y evitemos todo peligro de alma y cuerpo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén».
Prevé este Rito que donde «la costumbre popular» lo aconseje, se conserve «el rito de mezclar sal en el agua bendita», bendiciendo previamente la sal. Una vez bendecida el agua, el sacerdote se rocía a sí mismo con el hisopo y puede luego recorrer la iglesia para la aspersión de los fieles. En el Tiempo de Pascua, por su carácter bautismal, este Rito es recomendado especialmente.
–La bendición del agua fuera de la celebración de la Misa es dispuesta en el Bendicional según su orden propio: signación trinitaria, saludo, monición, lectura de la Palabra divina, oración de bendición (ofrece dos posibles), aspersión y despedida. Transcribo una de las oraciones de bendición:
«Señor, Padre santo, dirige tu mirada sobre nosotros que, redimidos por tu Hijo, hemos nacido de nuevo del agua y del Espíritu Santo en la fuente bautismal; concédenos, te pedimos [ + ], que todos los que reciban la aspersión de esta agua queden renovados en el cuerpo y en el alma y te sirvan con limpieza de vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén».
Es de notar que en tanto que el Misal Romano bendice la misma agua con fórmula expresa y con el signo de la cruz, la bendición del Bendicional no realiza una bendición directa del agua como criatura, y no lleva el signo de la cruz, que le he añadido yo [ + ] en cumplimiento del Decreto de 2002, al que ya aludí (223). Por eso estimo más recomendable el uso de la fórmula bendicional que ofrece el Misal Romano del Novus Ordo, más fiel a la tradición.
–Las pilas de agua bendita en las parroquias y las aguabenditeras en los conventos y en las casas de familia han formado parte del mundo cristiano de la gracia durante siglos, pero hoy han desaparecido casi por completo en las Iglesias más o menos descristianizadas. En ellas la gran mayoría de los bautizados son alejados habituales –concretamente de la Eucaristía y de la Penitencia sacramental–, y si menosprecian los sacramentos, a fortiori ignoran y desprecian los sacramentales. Son pelagianos, que para seguir «el camino abierto por Jesús» solamente se apoyan en su voluntad, no en los sacramentos, que para ellos vienen a ser ritos mágicos. O son vagamente gnósticos, muy débilmente adictos a las fabulaciones de alguna ideología del Cristianismo, desvinculada completamente de Escritura, Tradición y Magisterio.
Y es frecuente hoy que incluso en el pequeño Resto de practicantes –no pocos de ellos voluntaristas semipelagianos, por falta de formación o por mal adoctrinamiento–, la fe y la devoción por el agua bendita hayan desaparecido. Ahora bien, debemos reconocer que el pueblo cristiano sencillo permanece normalmente en la fe de la Iglesia, en la fe de siempre –también en los sacramentales y el agua bendita–, aunque viva la fe con mayor o menor fidelidad, si no se la quitan ciertos sacerdotes, teólogos y liturgistas. Actualmente se la han quitado mediante comentarios despectivos o por un silenciamiento sistemático de los sacramentales, que los lleva a desaparecer, pues no creen en ellos.
«Creí, y por eso hablé» (2Cor 4,13). No creí, y por eso callé.
Reforma o apostasía.
José María Iraburu, sacerdote
Post post.– Señalo una aplicación práctica de esta doctrina verdadera. Busque usted un bote o botella de cristal limpio y digno, hágase una estampa con la oración ya citada «Dios todopoderoso, fuente y origen de la vida del alma y del cuerpo, bendice + esta agua», etc. La perduración de la estampa será más segura si la plastifica. Y en algún momento oportuno, acérquese con la estampa y el frasco lleno de agua a un sacerdote: «padre, bendígame esta agua, por favor». Si consigue su intento, bendiga al Señor y dé gracias al sacerdote. Y si se ve rechazado, bendiga al Señor y no sienta rabia contra el cura, sino una gran compasión, porque la mala doctrina lo ha deformado, y rece por su conversión a la plena fe de la Iglesia.
Índice de Reforma o apostasía
51 comentarios
Hace falta una catequesis tan amplia y profunda que no es fácilmente manejable en el momento de la petición. Un lío, pues...
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JMI.-Todo lo bueno puede ser mal usado si no hay una formación doctrinal y una educación espiritual suficientes. Aquí, como en todo, hay que hacer las dos cosas: formar a la gente y poner a su alcance TODOS los medios que la Iglesia da a sus fieles para su santificación: para configurarse a Cristo más y más, y para liberarse más y más de todo influjo del maligno.
El otro día conocí a una chica a la que le comenté que uno de mis hijos había salido con una chica americana que llevaba una pistola en el bolso para defenderse y ella me dijo: yo para defenderme llevo un pulverizador con agua bendita en el bolso y me ha sido útil.
Debo ser sincero y decir que, por mucho tiempo, pensé que lo del agua bendita eran -y que me perdone Dios- tonterías. Cosas de viejitas, usted sabe. Pero gracias a lo que usted escribe puedo entender el sentido del agua bendita.
Debo decir, también, que la iglesia a la que asisto hace ya como dos años que implementó dos aguabenditeras (primera vez que veo esa palaba), una a cada lado de la entrada de la iglesia. Creo que comenzaré a hacer uso de la misma.
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JMI.-Bendigamos al Señor.
Santa Teresa de Jesús, que era una gran santa y muy lista, decía que de nada como del agua bendita huyen los demonios. Y ella la usaba para espantarlos.
Padre: me hacen mucha gracia los comienzos de sus post, siempre me río con ellos..
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JMI.-Yo también me río con ellos.
Bendición +
Lo que comenta Percival de Venezuela creo que demuestra bien a las claras que cuando los ministros olvidan enseñar lo verdadero, el pueblo "agarra para el lado de los tomates" como aquí decimos, produciéndose la mar de los desvaríos paganizantes y hasta ridiculizantes.
En Argentina a los aguabenditeros les llamamos simplemente "benditeros".
Gracias Padre por llevar con tanto tesón y energía la tarea de reconstruir lo destruido. Las bestias furiosas de la progresía han dejado de la Iglesia un páramo y urge restaurar desde los cimientos. Que Dios lo asista y lo bendiga, porque en usted es claro aquéllo de que "el celo por Tu casa me consume".
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JMI.-También aquí decimos benditeros, sí.
Bueno, se decía.
Visiten anticuarios, pues a veces tienen benditeros de objetos recogidos de algunas casas antiguas que se cerraron o cambiaron de dueños. Los más antiguos suelen ser más preciosos que los modernos; aunque también se hallan algunos cursis y de mal gusto.
La misma respuesta con la que inicia su post me la dió mi Párroco cuando al poner el aire acondicionado le pregunté - ¿ y para cuando el agua bendita?
... pero caerá... porque he implicado a María Auxiliadora y como Ella se empeñe mi Párroco no tiene nada que hacer.
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JMI.-A ver quién puede más.
Rezo.
Mi abuela, cuando era niño, me lo enseñó muy clarito con una poesía, que había hecho poner junto al aguabenditera de su dormitorio:
"Con devoción reverente
tomad el agua bendita,
pues es mucho lo que da y quita
con su virtud excelente:
da al que se signa en la frente
el remedio de sus males,
quita las culpas veniales,
fortalece el corazón
libra de la tentación
¡...y ahuyenta los infernales!"
Supongo que resume la doctrina del Catecismo de S. Pío V
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JMI.-Un buen resumen, sí.
Con abuelitas así, ya se puede.
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JMI.-También roban sagradas Hostias para ritos satánicos,
y no por eso se deja de celebrar la Eucaristía.
Digo yo.
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JMI.-Nos ha descubierto. Bieeeeeeeeeeeeen !!!
Ahora falta que no nos deje y siga visitándonos.
Bendición +
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Como bien lo demostró el Padre, eso es un sofisma.
Por regla general y de acuerdo a mi experiencia, detrás de los sofismas hay una intención torcida.
Su artículo me ha decidido a preguntarle por qué no la pone, seguro que todos los parroquianos estarían encantados con ello. Le tendré informado.
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JMI.-Dios quiera que pueda darnos buenas noticias.
le quiero hacer unas preguntas para ver si me puede sacar de una dudas debido a mi ignorancia:
1) ¿El agua bendita se vence? Es decir, tengo un bidon de 5 litros de agua bendita desde hace varios años que nunca termino de usar, ¿Tengo que volver a bendecirlo?
2) Si yo quisiera bendecir mi casa con este agua, ¿Esta bien haga una aspersion en forma de cruz por todas las habitaciones? ¿O deberia hacer otra cosa?
Muchas gracias por su ayuda,
Victor
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JMI.-No, el agua bendita, como no se corrompa, sigue siendo lo que es. Le diré de paso que el agua perdura mucho más si no le da la luz y se mantiene a oscuras.
Ud. puede hacer aspersión de agua bendita por las habitaciones de su casa, y es obra buena. No hay duda.
Pero propiamente el Ritual establece que el rito de bendición de una casa sea realizado por "el sacerdote, el diácono, y también el laico, con los ritos y fórmulas previstos para él" (Bendicional 535).
La bendición de una casa es un sacramental, y para realizarla es preciso atenerse al rito dispuesto por la Iglesia.
Anécdota aparte, tengo dos preguntas: ¿el rito de rociar al pueblo con agua bendita al inicio de la misa dominical está abolido? Acá sólo lo he visto en la Misa Crismal de Jueves Santo en la Catedral, y sin que se cante/ore el Asperges-me?
Lo otro que quisiera consultarle, padre, es si hay alguna oración recomendada a la hora de uno como fiel persignarse con el agua bendita.
Gracias por esta interesante seria. Bendición.
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JMI.-Que yo sepa, uno no se bendice a sí mismo. Y por tanto no hay fórmulas de ello en el Bendicional.
La costumbre es signarse "en el nombre del P,ydel H y del ESanto".
En el Bendicional, al final, en bendiciones para diversas circunstancias, dice:
"Si el ministro es laico, concluye el rito santiguándose y diciendo:
"Dios, bendito en todo,
nos bendiga por Cristo en todo,
para que todo nos sirva para el bien. Amén.
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JMI.-Pues si el Ritual para las Bendiciones (De Benedictionibus), instituido por la Santa Iglesia, le suena a usted mal, será que tiene mal el oído. Habrá que afinarlo en la fe.
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JMI.-Está bien. Mire lo que ya le he dicho a un comentarista anterior, de cómo al persignarse con agua bendita no se bendice uno a sí mismo, sino que dice "en el nombre del Padre, etc., una jaculatoria, etc. Aque benedicta, sit nobis salud et vita.
Seguiré el consejo que da de ir con un frasco y la oración, a ver que pasa.Si fracaso, voy a tener que ir en su busca ;)
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JMI.-De acuerdo. A mandar, que para eso estamos.
Bendición +
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JMI.-Que yo sepa, el agua bendita no está hecha para ser bebida. Aunque no creo que sea algo malo hacerlo. Yo lo desaconsejaría.
Lo digo como aviso general. Recuerden siempre que las bendiciones en la Iglesia unen siempre algunas fórmulas oracionales y algún signo (signo de la cruz, agua bendita, incienso, etc.). Cuando algunos usan sólo el signo, pero no la oración, es fácil que el acto venga a ser magia o superstición, ya se comprende.
Me gustaría pedirle que me dijera las fórmulas que un laico puede hacer para bendecir objetos o personas (como a sus hijos), o algún enlace para ver las bendiciones.
Soy acólito y lector y en alguna parte de sus artículos, quiero recordar,decías que pueden éstos bendecir, pero no sé qué bendiciones distintas de las del laico.
No sé que significado tiene la sal en la bendición del agua o con ella. Tampoco entiendo su uso (¿perdido?) en el ritual del bautismo.
Muchas gracias.
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JMI.-El Bendicional vigente ofrece, no sé, cien, doscientos ritos de bendiciones, y en cada uno dice si es propio de sacerdote-diácono, o también del laico. No conozco una lista de las bendiciones que puede dar un laico. Eso tendría Ud. que explorarlo en el Bendicional. A veces ofrece un rito propio para el laico.
Como ya he explicado en el artículo, el rito de la sal es tradicional para la bendición del agua, asimilando ritos de otros pueblos no cristianos. En el Misal Romano actual del Novus Ordo prevé "conservar el rito de mezclar sal en el agua bendita" con una oración propia (Rito para la bendición del agua). Por lo que conozco, ha caído bastante en desuso, pero el Ritual da esa fórmula propia de bendición de la sal para emplearla donde la costumbre y devoción se mantenga.
Yo bendigo las habitaciones, a los niños, si a cosa se pone fea, pongo aceite exorcizada por los marcos de las puertas, todo en el nombre de Jesús.
Desde hace años, en la esquina de mi casa se sentaban los fines de semana drogadictos, que bebían y no me dejaban dormir. Un día se me ocurrio poner agua bendita y se fueron a la esquina de enfrente, pero igual molestaban, Seguí orando por ellos y tb por la calle; se me cayó en mi escritorio el frasquito de aceite exorcizada y como no sabía que hacer con él, no quería limpiarlo, lo recogí con la mano y me fui a los escalones de mi casa; pedí al Señor que en esas escaleras sólo se sentaran quienes El invitara a hacerlo NUNCA MAS SE SENTARON!! ES MAS, SE FUERON DEL BARRIO... ah, y tampoco, por primera vez en siete años que vivo aquí, nadie vino le noche de Halloween a molestar
Los frutos de los sacramentales son preciosos, son concretos e inmediatos, es una de las herramientas que nos da la Iglesia. Gracias por sus artículos padre
.
Siento que los Santos y los Angeles nos cuidan mucho mejor que las alarmas si se lo pedimos...
padre tenemos tres cosas en común, soy de Burgos, de ascendencia navarra y vivo en Chile!
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JMI.-¡Viva Chile! mier...mosa patria.
Durante la enfermedad de papá le expliqué las razones por las que estaríamos utilizándolas y le encantó. De hecho, me pedía el agua bendita regularmente antes de dormir y al despertar.
Para mi fueron de gran apoyo el tenerlas. Todavía las conservo y utilizo.
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JMI.-Bendición +
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JMI.-Se bendicen los campos, se bendice el pan, etc. etc., que son tan "sanos y naturales" como puedan serlo el agua y la sal.
El pecado del mundo, iniciado en el pecado original, y prolongado con entusiasmo a través de muchas generaciones, no solo afecta a los hombres, también a las criaturas que "esperan ser liberadas de la servidumbre de la corrupción [a la que se ven sometidas por el pecado del hombre], para participar de la libertad gloriosa de los hijos de Dios" (Rm 8,21-22). Cualquier objeto puede, por tanto, ser exorcizado, y liberado de cualquier influjo del Maligno, también el agua y la sal.
De hecho, en el Rito antiguo del Misal Romano se incluía en la bendición del agua la exorcización de la sal: ""Exorcizo te, creatura salis, per Deum + vivum, per Deum + verum", etc.
Y en el Misal romano del Novus Ordo, también se incluye la posibilidad (no obligatoria) de bendecir el agua bendiciendo también la sal: "Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que te dignes bendecir + esta sal", etc.
Ahora bien, toda bendición lleva en sí misma un elemento de exorcismo, de alejar todo influjo del Maligno de personas, cosas o lugares.
Otra cosa es que la Iglesia conserve ese uso, opcional, o se limite a bendecir el agua. Es ya algo prudencia, según lugares y costumbres.
Bendicion + Padre....
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JMI.-Bendición +
Me comentaba que la Inmaculada, el Rosario y San Miguel son las armas más poderosas contra el demonio, pero que el agua bendita es siempre útil.
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JMI.-En el art. que estoy terminando, el agua bendita es para STeresa de Jesús el sacramental más potente contra el demonio. Y el Fuerte es Dios omnipotente, P-H-ES, Cristo Salvador, la Virgen María, SMiguel arcángel...
Querido Padre, Dios sea con usted eternamente.
Algunos sacerdotes usan la formula del rito antiguo del misal romano para exorcizar la sal y bendecir el agua. No se si con el motus proprio “Summorun Pontifucum” se puede usar esas formulas actualmente. O si incluso se puede usar todo el antiguo bendicional.
¿Es posible?
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JMI.-No sabría decirle. La Summorum yo creo que autoriza a cualquier sacerdote a celebrar la Misa tradicional, pero que yo sepa no a celebrar todos los sacramentos y sacramentales según el Rito anterior-antiguo.
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JMI.-No lo sé. Este artículo, como ve, es el 224º de mi blog, y por supuesto no soy especialista en casi ninguno de los 224 temas tratados. Sobre el agua bendita, p.ej., no conozco ninguna norma escrita que afirme lo que Ud. indica como posibilidad (quizá exista). De hecho, es frecuente que los cristianos sigan ese criterio que Ud. consulta como válido. Pero no puedo basarme en ese hecho para responder su pregunta con certeza. No lo sé.
Y como no lo sé, yo en la duda, cuando se me va acabando el agua bendita, vuelvo a rellenar de agua mi frasco y vuelvo a bendecirla.
Esos casuismos, lo confieso, no me agradan nada. La pregunta que Ud. hace podría plantearse así en un segundo paso: ¿Qué proporción debe haber entre el agua bendita restante y el agua normal que se le añade para que el resultado siga siendo agua bendita? Entramos así por mal camino. ¿Bastará una décima parte de agua para que nueve partes más que se le añaden sean también agua bendita?... ¿Y si a unas gotitas restantes de agua bendita les añadimos veinte litros de agua corriente, podremos creer que el bidón resultante de veinte litros está lleno de agua bendita?
Mal asunto.
Cuando se le termine el agua bendita, lleve de nuevo su botella o lo que tenga llena de agua nueva para que se la bendigan. Es mi consejo.
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JMI.-La espiritualidad cristiana está obra por el Padre celestial, que por su Hijo encarnado, nos comunica el Espíritu Santo, que habita y obra en nosotros.
No escribe en mayúsculas, por favor.
En algunos portales suprimen sin más todo comentario en mayúsculas.
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JMI.-Bienvenida. Bendición +
Entrada gratuita.
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JMI.-Con todo respeto le diré que
>no dé ningún valor a su palabra personal
>cuando sea contraria a la palabra de la Iglesia, la Esposa de Cristo, Madre y Maestra de los cristianos.
Cordial saludo.
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JMI.-No le comento porque no conozco bien el asunto.
Pero me suena muy mal.
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JMI.-Eso tendrá que preguntarlo allí donde Ud. vive a algún sacerdote o laico de su confianza.
Quiero hacer un comentario y a la vez que espero sea de aclaracion para muchos. Se trata que he escuchado a algunos catolicos, incluyendo algunos sacerdotes, que dicen que cuando queda poca agua en la pila bautismal o en cualquier lugar y esta bendecida se le agrega mas y ya no hay que volver a bendecirla. A mi entender eso no es asi.
Si asi fuera el caso, no necesitamos todos pedir la bendicion al cura, pues toco o abrazo a alguien que ha recibido la bendicion y ya se me pasa a mi. Lo digo en broma, pero no vale con que cada sacerdote tenga su librito, sino que se formen y formen a la feligresia. Gracias.
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JMI.-No conozco ninguna norma litúrgica de la Iglesia que autorice o que prohíba aumentar el agua bendita echándole un poco más de agua natural.
Quizá exista, pero yo no la conozco.
Yo no he estudiado la cuestión porque, simplemente, cuando se me acaba el agua bendito vuelvo a hacer la bendición de más agua.
Muchisimas gracias por su respuesta, en Jesus y Maria reciba usted bendiciones.
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JMI.-No sé decirle. No conozco la normativa de la Iglesia en esa cuestión.
Estoy buscando documentación que pruebe el uso popular de los botellines con agua del bautismo y de momento, aparte de la tradición oral, no lo encuentro. He encontrado documentación que prueba el uso del agua bendia en las cosyumbres populares. Es cierto que es un tema más de antropología que religioso, pero usted quizá pueda ofrecerme alguna orientación, gracias.
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JMI.-Ya lo siento, pero ni idea.
Muchas gracias.
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JMI.-Doy gracias a Dios porque le ha dado fe-devoción por el agua bendita. No, no basta con llevarla a Misa. El sacerdote ha de bendecirla.
Bendición +
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JMI.-Los católicos creemos en los sacramentales, y consiguientemente también en el agua bendita.
Jesús bendice a los niños, a la multitud, bendice el pan elevando sus ojos al cielo... Seguimos su ejemplo y la norma y tradición de la Iglesia católica desde su principio.
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JMI.-No, usted no es católico, porque no cree en la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana. No cree en que Cristo confió al colegio de los Obispos, en comunión con el sucesor de Pedro, la enseñanza y la guía del pueblo de Dios en materias de fe, moral y disciplina. Es decir, no cree Ud. en la Iglesia, como Mater et Magistra. Prefiere en la interpretación de la Biblia entenderla según su propio criterio, aun cuando éste contra-diga lo que la Iglesia dice y manda.
"...que alguien me diga"...
A poco que estudie Ud., se enterará de que jamás la Iglesia ha "idolatrado" las imágenes, y conocerá también las razones teológicas y pastorales que ha tenido para establecer el bautismo de los niños y los sacramentales, concretamente el agua bendita.
El Señor le conceda volver a la Iglesia, que es su casa.
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JMI.-Debe decirles que no hagan mal uso de este sacramental. Y sobre todo que no se molesten o se ofendan porque defienda un sacramental.
///////////editado////////////////
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JMI.-No tengo idea de que esté prohibido.
Agua lávame, purifícame. Dame agua, tu espíritu; agua lávame.
Se canta mucho. Entiendo que con agua bendita (física, material) tendría sentido hacer esa oración (cantada), pero sin el agua bendita, ¿cree usted que tiene sentido hacer esta oración?
O las oraciones que acompañan al agua bendita, ¿tienen sentido hacerlas sin tener físicamente el agua? Espero explicarme.
(No sé si me llegará al email la respuesta si usted pudiera darme su opinión personal, o tendría que entrar a esta página para ir comprobando la respuesta. Ojalá, si es usted tan amable fuera la opción de en el email)
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JMI.-No creo que se pueda.
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JMI.-Tengo idea de que sí, pero no estoy seguro. No conozco norma litúrgica que lo reconozca. Y por mi parte, cuando se va acabando, bendigo otro frasco grande con agua bendita nueva.
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JMI.-Bendición +
Deo gratias.
Gracias Padre me ayudó mucho toda la explicación del agua bendita.
Dios le bendiga
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JMI.-Dios le conceda tener en casa agua bendita, y usarla con la reverencia que pide un sacramental. Bendición +
La INSTRUCCIÓN sobre la aplicación de la carta apostólica motu proprio data «Summorum Pontificum» de Su Santidad Benedicto XVI;
vatican(punto)va/roman_curia/pontifical_commissions/ecclsdei/documents/rc_com_ecclsdei_doc_20110430_istr-universae-ecclesiae_sp.html
Dice explicitamente: "35. Se permite el uso del Pontificale Romanum y del Rituale Romanum, así como del Caeremoniale Episcoporum vigente en 1962, a tenor del n. 28 de esta Instrucción, quedando en vigor lo dispuesto en el n. 31 de la misma."
Ignoro si estos ritos se encuentra en el Rituale Romanum, eso sí.
Ah, y NO, "Traditionis Custodes" no impide usar este Rituale Romanum, ya que dice, explicitamente "Art. 8. Quedan abrogadas las normas, instrucciones, concesiones y costumbres anteriores que no se ajusten a las disposiciones del presente Motu Proprio" y en todo el documento no cita ni el Rituale Romanum ni el Caeremoniale Episcoporum.
Por aclarar.
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JMI.-La Iglesia instituye los sacramentales, como el agua bendita, y ésta tiene fuerza santificante. No debe usar ni guardar lo preparado por su amigo. Vendría a ser una práctica supersticiosa.
Bendición +
la bendición del Obispo comenzó asi: nuestro auxilio está en el señor que hizo el cielo y la tierra y bendijo estos sacramentales .
perdone mi ignorancia Quiero saber con esta bendición el agua el aceite y la sal son agua aceite sal exorcizadas Muchas gracias bendiciones
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Son agua, sal y aceite bendecidos. Un exorcismo requiere un ritual especial y no parece que usted le pidiera un exorcismo sino una bendición.
Puede leer el Catecismo sobre los sacramentales y en particular la bendición de objetos:
1668 Han sido instituidos por la Iglesia en orden a la santificación [...] del uso de cosas útiles al hombre. Según las decisiones pastorales de los obispos, pueden también responder a las necesidades, a la cultura, y a la historia propias del pueblo cristiano de una región o de una época. Comprenden siempre una oración, con frecuencia acompañada de un signo determinado, como la imposición de la mano, la señal de la cruz, la aspersión con agua bendita (que recuerda el Bautismo).
1670 Los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con a ella. "La liturgia de los sacramentos y de los sacramentales hace que, en los fieles bien dispuestos, casi todos los acontecimientos de la vida [...] sean santificados por la gracia divina que emana del misterio Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, de quien reciben su poder todos los sacramentos y sacramentales, y que todo uso honesto de las cosas materiales pueda estar ordenado a la santificación del hombre y a la alabanza de Dios" (SC 61).
1671 Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición es alabanza de Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales" (Ef 1,3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.
- se puede añadir al agua bendita tantas veces como se quiera una cantidad menor de agua. Accesorium sequitur principale.
- la puesta en venta o comercio con cualquier sacramental, como el agua bendita, suprime la bendición.
- el Rituale Romanum contiene la fórmula tradicional secular de bendición del agua, incluyendo los exorcismos de agua y sal, y a mi entender es absurdo pretender que está prohibido.
- la fórmula que se suele usar al pasar el agua bendita es: Aqua benedicta (el que la da) Sit nobis salus et vita (el que la recibe).
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