Del Padre Cutie a Lope de Vega, y viceversa
Las rabiosas reacciones a la campaña de catequesis de la Pastoral familiar de los obispos polacos me dejaron pensativo. San Juan Pablo II instaba «a recordar siempre y meditar con gran atención estas graves palabras de Pío XII (una expresión que se ha hecho casi proverbial): ‘El pecado del siglo es la pérdida del sentido del pecado‘ (cf. Discorsi e Radiomessaggi, VIII, 1946, 288)» No debemos olvidarlo, a las pruebas me remito, y ahí radica parte del éxito de la «catequesis publicitaria»: doctrina clara y limpia que posibilita que podamos decir «Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo» y oir Su misericordiosa repuesta.
Porque pecadores somos todos, yo el primero, la naturaleza humana es la que es, cierto que las condiciones son distintas, pero no peores en muchos aspectos. No somos ni mejores, ni peores que nuestros antepasados.
1.- Padre Alberto Cutie
Supongo que recordaréis la triste historia del P. Alberto Cutie. Un escandalazo en Miami y en USA en general. Sacerdote bien plantado, mediático, párroco de San Francisco de Sales en Miami, director de Radio Paz, escritor. Sus «charlas» televisivas eran famosas. Un buen día aparecieron unas fotos comprometedoras en TVnotas en pose acaramelada con una mujer de su quinta en la playa.
¿Cuál fue su reacción? Afirmar que él no había hecho «nada malo», era la Iglesia la que estaba equivocada, que lo del celibato tal y cual y que todos estaban errados.
Lógicamente, dejó el sacerdocio, la Iglesia y se hizo episcopaliano. No buscó al Señor, buscó que le diesen la razón.
Creo que después ha escrito un par de libros reafirmándose en su postura. Una pena, una persona con grandes talentos. O quizá por esos grandes talentos las asechanzas del demonio eran más fuertes, no sé, yo si fuese Maligno lo haría.
2.- Lope de Vega
Otro personaje de enorme talento. Mujeriego en su juventud, mujeriego en su madurez. Una de las cumbres de la literatura española, llamado el Fénix de los ingenios o como le consideraba su enemigo Cervantes: Monstruo de la Naturaleza. Decir «es de Lope» fue una frase utilizada frecuentemente para indicar que algo era excelente.
Dos esposas, 6 amantes y 16 hijos entre legítimos e iligítimos. Con el agravante de que dos de esas amantes lo fueron después de 1614, año en el que fue ordenado sacerdote, Jerónima de Burgos, actriz, y Marta de Nevares, de quien tuvo una hija, Antonia Clara.
La verdad, nadie podrá decir a ojos humanos que era un ejemplo de vida cristiana o de vida sacerdotal. Pero, a diferencia de Alberto Cutie, nunca pensó que lo que hacía estaba bien, sabía de su debilidad, sabía de su pecado, sabía de su lucha y del Amor misericordioso del Señor que siempre espera. Sabía de Su perdón. Las continuas caídas iban acompañadas de arrepentimiento, el Señor nunca se cansa. Y así se puede entender, con estremecimiento, uno de sus famosos sonetos, que más allá de su hermosura técnica reflejan el estado del alma:
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Cayetano Alberto de la Barrera cuenta en su biografía que la noche de su muerte «recibió el Viático y la Extremaunción; pasola inquieto y rendido, y amaneciendo el lunes 27 con el pecho ya levantado y sin poder casi articular palabra, expiró a las cinco y cuarto de la tarde», fueron testigos sus albaceas. Y quizá en esos últimos instantes volvieron a su cabeza los versos antiguos sobre los que escribió variaciones:
La ciencia más acabada
es que el hombre en gracia acabe,
pues al fin de la jornada,
aquél que se salva, sabe,
y el que no, no sabe nada.
No voy a insultar a los lectores detallando las similitudes y diferencias entre el comportamiento de Cutie y de Lope de Vega, son obvias. Del mismo modo que puedo asegurar que la mayoría de lectores desearán un final a lo Lope para Alberto Cutie, la gracia de una muerte santa en Sus brazos misericordiosos, que abrirán amorosamente con un sentido «Señor pequé»
Que los confesionarios estén vacíos no es muestra de que haya menos pecadores, lo es de que hay menos arrepentidos. Y no le arriendo la ganancia a aquellos pastores, en especial obispos, que por no desentonar con el ambiente impiden el acceso a la misericordia divina. Que por mimetismo con el entorno son incluso incapaces de decir la palabra «pecado», hurtando a la grey encomendada la gracia de la conversión.
48 comentarios
Lo hizo de dos maneras:
+DONANDO por la asistencia de su gracia la capacidad de vencer al pecado, no cayendo en la tentación y
+PER-DONANDO por su gracia nuestros pecados cuando caemos.
Bendito sea nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
No lo digo solo por el tema del celibato, que al fin y al cabo no es un dogma fe de, sino sobre todo por el hecho de que la amante de Cutie era una divorciada. Es decir, no se trata de que ese ex-cura se enamorara de una mujer con la que podría haberse casado tras pedir la secularización. Es que incurrió en adulterio, y por más que los Kasper y cía quieran quebrar la fe de la Iglesia en esa materia, las palabras de Cristo, de Trento y de san Juan Pablo II brillan con luz propia.
Qué gran favor nos harían a todos, si no quieren convertirse, largándose al anglicanismo.
"¡Clemente Dios, gloria a Tí!
Mañana a los sevillanos
aterrará el creer que a manos
de mis víctimas caí.
Mas es justo, quede aquí
al universo notorio
que, pues me abre el purgatorio
un punto de penitencia,
es el Dios de la clemencia
el Dios de don Juan Tenorio".
Y el nuestro, que evidentemente No es el de los calvinistas ni el de tantos que se dicen católicos.
Que en Gracia seamos llamados.
De todos modos, aunque su vida fue verdaderamente escandalosa (más aún tras ordenarse sacerdote; Cervantes ironizaba de él que "admiraba su ocupación continua y virtuosa"), lo cierto es que Lope fue un convencido cristiano, un fiel católico al que jamás se le hubiera ocurrido justificarse con sentimentalismos y menos aún defender herejías. Seguramente haya tenido (o tenga) un largo purgatorio, pero sé que la Sangre del Señor es muy poderosa para limpiar los graves pecados de sus hijos si mueren arrepentidos.
Durante las Navidades suelo releer su deliciosa novela "Pastores de Belén", llena de bellísimos versos, sana doctrina y de un amor a Nuestra Madre que emociona. La recomiendo a todos.
Cuanta conciencia pudo verse confundida por este caso. Porque la trascendencia mediática de Cutie aquí en América era enorme.
Hoy muchos afirman la inexistencia del diablo, aduciendo que solo es una representación o una interpretación.
Lo mismo como afirmar que Dios no castiga y que TODO lo perdona.
Entonces COMAMOS Y BEBAMOS QUE LA VIDA ES MUY CORTA...
Ciertamente innegable lo infinito en su amor pero también es innegable que es LENTO A LA IRA.
Hoy se ha perdido el sentido del pecado y de solo nombrarlo es motivo de risa.
Los aportes que habéis hecho me han dado ideas para otros artículos. Lo dicho: mil gracias.
Y por otro lado, si me permites el consejo, si dices cosas como "el juicio es solamente de Dios" deberías aplicártelo a tí mismo y abstenerte de hacer algún comentario sobre mí, ¿no crees?, ¿no sería lo coherente? Es que es un argumento muy gastado.
Algo que no logro entender desde mi perspectiva latinoamericana es la frase "confesionarios vacíos". A menos que se refiera a vacíos de confesores, que sí es algo habitual aquí, acá cada vez que hay cura en el confesionario, de inmediato se forma una fila que no siempre da tiempo a que termine. En mi parroquia las jornadas penitenciales con diez confesores que se realizan dos veces al año, duran de tres a cuatro horas ininterrumpidas, y eso que se instruye a los penitentes que sean lo más concretos posibles. "Es confesión, no guía espiritual", se nos advierte. El evento se repite en el decanato (diez parroquias cercanas) con el mismo resultado. En otras parroquias que visito, a pesar de tener horario fijo de confesiones, las filas raras veces duran menos de media hora y no han sido pocas las veces que he visto gente quedarse sin el sacramento por falta de tiempo (yo suelo llegar pronto, pero ya una vez vi salir agotado al sacerdote mientras quedábamos varios en la fila. Otra vez me tocó esperar dos horas al siguiente turno).
Y eso que vivo en un país donde el catolicismo "formal" ya no es mayoría y el catolicismo "práctico" no alcanza ni al 10%.
Mil gracias.
Vengo ante ti Señor en esta tarde
Con lo que soy, lo que tengo y con mi nada.
En silencio me postro, no hay palabras
Ante tu presencia llena de amor que me arrebata.
Resplandeces con tu amor que me delata
En mudez silenciosa y asombrada.
Por tu Divina presencia en Hostia Santa
Se ilumina mi corazón en fuerte llanto.
Cómo amarte Señor en mi arrogancia,
Cómo mirarte Señor con mi mirada.
Vengo ante ti en esta tarde
Cuando las sombras invaden la jornada
Para descansar en tus brazos levantados
Victoria ante la muerte, elevación humana
Pascua 2009
1. Sí existe la tentación, el maligno, y siempre estará intentando arrastrarme a él.
2. Sí existe el infierno, y lo peor es que mientras estemos en este mundo ni siquiera prefiguramos lo que sería pasar la eternidad sin la visión beatífica.
3. Debo buscar mi propio camino de conversión. Pero primero debo dsrme cuenta!
4. Hay que orar por todos, por uno mismo y por los demás. Papá me decía que el diablo siempre estaba a las salidas de las iglesias porque esos son los que ocupa, ya tiene al resto. Y a los que más busca es a los sacerdotes. Orar más fuertemente por ellos.
5. Y finalmente, confiar en la misericordia de Dios...
Los que hablan de la necesidad de arrepentimiento y de la Misericordia son perversos, y los que la desprecian son "nobles y sensibles". ¿Podría dar un solo argumento que apoye sus "simples" palabras, y no insultar gratuitamente al autor del artículo?
Lógicamente, dejó el sacerdocio, la Iglesia y se hizo episcopaliano".
Eso es ser coherente; no cree en ello, pues se larga, y hace muy bien. Pero bueno, parece que algunos apuestan por la hipocresía o la doble vida. Tampoco es que pase nada, pues ya nos conocemos el percal; allá cada uno con su conciencia.
El pecado de Cutié es no arrepentirse. La virtud de Vega es el arrepentimiento. Si Lope se hubiera escudado en su conversión para decir "ya no soy pecador", habría hecho tanto mal como el otro. Si Cutié se arrepintiera, haría tanto bien como el otro.
Pero no se juzga a las personas como personas. Lope de Vega ya no puede arrepentirse más, queda a juicio del Señor cuál será su destino. Cutié y nosotros todavía podemos cambiar y eso es lo importante, particularmente en Cuaresma. No es la gravedad o ligereza de nuestro pecado lo que nos hace santos o todo lo contrario, sino nuestra capacidad de aceptar el error y convertirnos.
Hay que hacer un buen examen de conciencia, que para ello nos dejaron los 10 Mandamientos. Hablo por mí.
Una, creo que Vd. no ha entendido el artículo. Realmente no es malo ser hipócrita, en su sentido etimológico. Como decía el padre Castellani, la hipocresía es el tributo que el vicio concede a la virtud.
El artículo y algunos comentarios que han dejado, me han hecho pensar lo profundo que han llegado las raíces del pecado dentro del corazón del hombre y por lo mismo dentro de la Iglesia.
Yo soy Sacerdote misionero, pecador como todos los hombres y necesitado de la misericordia de Dios.
En mis 5 años de ministerio sacerdotal he descubierto que en realidad lo que se ha perdido es "la conciencia del pecado". Las confesiones casi siempre se reducen a hablar mal de los otros, o sea hecharle la culpa o otea persona que si pecó, fué por la influencia del otro; o simplemente mucha gente reduce la confesión a decir que "cosas buenas ha hecho". Pocos son los penitentes que vienen a confesarse y de los que lo hacen, poquísimos muestras un arrepentimiento.
Ciertamente que el sacramento de la Penitencia no es un interrogatorio, pero yo trato de hacer siempre dos preguntas:
¿Te arrepientes de tus pecados?
¿Crees en la Misericordia de Dios?
Y muchos titubean o hasta ponen condiciones.
Dios nos asista con una conciencia clara, capaz de reconocer nuestro pecado, para arrepentirnos y alcancemos de Él su misericordia.
Saludos!
Dejar un comentario
Últimos comentarios