Campaña contra el paro. Algo vamos mejorando. O empeorando
A estas alturas de la película ya saben mis lectores de qué pie cojea uno, y tienen claro que una de mis manías, acepto que se tome así, es luchar para que en todas las campañas y acciones de la Iglesia quede claro que son de la Iglesia. Ya está bien de años de renuncia vergonzosa y vergonzante de nuestra propia identidad.
Lo de Cáritas y Manos Unidas realmente clama al cielo. Y lo he denunciado ya en demasiadas veces en este mismo blog:
Vergonzoso que nos dé vergüenza
Harto de comunicados de Iglesia sin Dios
Un cartel de Cáritas que podía haber publicado Podemos
Por qué a algunos no nos gusta la actual deriva de Cáritas
Algo se va arreglando, aunque sea despacito, por la cosa supongo de pisar los menos callos posibles, que hay gente que tiene los pies especialmente delicados. Pero sí, algo se va corrigiendo. O empeorando.
Este próximo domingo se celebra en Madrid un año más, y creo que debemos andar por la edición número veinticinco, la jornada diocesana de lucha contra el paro. He estado fijándome en el histórico de carteles de la campaña. Vale. Observen y díganme dónde encuentran en todos estos años referencias claras a la Iglesia católica. Lo único, el logotipo de Cáritas y Hermandades del trabajo en la parte inferior de cada cartel y además en pequeñito. Seguimos siendo unos acomplejados que sentimos terror ante la posibilidad de que se nos identifique como católicos. O bueno, católicos sí, pero solo un poquito.
Este año me ha sorprendido el cartel. ¿Y cuál ha sido la novedad? Pues colocar en el cartel un puzzle donde aparece la palabra Iglesia y luego nada menos que una frase del papa Francisco: “El trabajo da dignidad".
Eso es bueno… ¿o no?
Pues como siempre, depende.
Lo bueno, que añadimos una frase del papa Francisco. Es decir, que se destaca que la campaña es algo que va en completa sintonía con el papa Francisco.
Lo malo, que se ha escogido una frase del papa tan corta, tan sin contexto, que exactamente igual podría colocarse detrás de ella como autor al papa Francisco, a Marx, a Lenin o al Che Guevara. Uno podría interpretar que es el propio papa quien apoya este tipo de campañas, y que lo importante no es la confesionalidad, sino la lucha por la dignidad de la persona a través del trabajo.
El problema evidentemente no es el papa. El problema está en los que manipulan incluso al papa para justificar unos carteles completamente laicos y laicistas. El problema está en quienes se empeñan en hacer de Francisco un papa light y de paso difuminar los grandes signos de caridad católicos en una nebulosa buenista de consenso universal.
24 comentarios
Estoy de acuerdo, como cristiana, en q el trabajo da dignidad y q el empleo es cosa de todos. Es decir, estoy de acuerdo con el mensaje q se quiere transmitir a toda persona de buena voluntad, muy en la línea de San Pablo (nada que ver con Marx, ni Carlitos ni Groucho)
No sé qué se debería poner para contentar a los descontentos.
Ave María
2. El trabajo es un castigo, es por nuestra santificación.
3. La dignidad la da Cristo en el trabajo como a Abel. Quien trabaje como Caín no le da dignidad el trabajo.
4. En relación a la Caridad. Aristóteles mediante la razón nos dijo que la generosidad no procede del bien público, de los impuestos, sino del bien privado, de la donación personal. Dios es Caridad escribe San Juan evangelista. La Caridad es una virtud teologal por el Bautismo que nos mueve a hacer lo que Jesucristo Nuestro Señor nos manda: dar limosna a los pobres, dar abrigo al que tiene frío, ... obras de misericordia espiritual y corporal.
5. Bien, pues Cáritas, como ONG, se ha olvidado de la Caridad espiritual, que es la Primera y más importante.
6. La Caridad no se trata de quitar el hambre corporal sino de quitar el hambre y la sed espiritual.
7. Pobres siempre vamos a tener con nosotros, lo que no hay es que aprovecharse de los pobres y que los pobres no lo sean de Dios. Es la misma línea del coronavirus y la Eucaristía, se prima lo natural sobre lo sobrenatural para su celebración, y en las ONGs dan sus frutos en los carteles. Se está perdiendo la verdadera Caridad, de la fe que obra en Cristo, para salvación de las almas en sustitución por la salvación de los estómagos. Santiago 2. ¿Las obras de Cáritas tiene fe en Cristo?
Otra cosa es como se vive el trabajo, que tipo de trabajo es y porqué se accede a él, si es un recurso , una vocación, o una salida para poder vivir materialmente.
¿Que el trabajo realiza a las personas? Pues depende de muchas cosas, del ambiente laboral (a veces, muy tóxico); de las condiciones, etc.
El trabajo en sí mismo no salva al hombre, puede ser una fuente de tentaciones y problemas, y a nivel creyente ¿le damos un sentido cristiano al trabajo? ¿el trabajo que se realiza hace presente el reino de Dios? Porque si no es así, pues algo falla, y todo se convierte en una mercancía económica de intercambios, ascensos e intereses.
Se podía hablar mucho más (reparto del trabajo, retribuciones, justas, excesivas o minúsculas, tipo de empresa, etc).
El mundo laboral ha cambiado mucho y cambiará y la moral tendrá que tener en cuenta todo esto
Cosa distinta es el tema del post: esos carteles vergonzantes de mostrarse abiertamente "católicos" y con frase tan genérica del Papa que cualquiera podría haberla dicho.
1. El Señor Jesús trabajó de tekton, con el sudor de Su frente. Al ser la Gracia Suprema no requería de santificación, pues Su humanidad es Santa, como por Él es la de Su madre. El Señor Jesús también nos hace Compañía en la carne en la tentación, en el sudor de la frente, en el sufrimiento, en el dolor y en la muerte para reparar el daño del pecado original. No Acompaña en todas y cada una de las debilidades y flaquezas por la injusticia del pecado en su origen.
2. El trabajo es para nosotros un castigo divino, pues no somos santos, para recordarnos que con Dios lo tenemos todo y que sin obediencia y sin servirLo no tenemos ni somos nada. Si el trabajo es un bien para el hombre es a imitación de Cristo, gracias a Él, así la dignidad la da Cristo. Todo lo del mundo es un bien para el Hombre si se trabaja en el mundo para la Caridad, para Cristo, para el Padre y Dios nuestro, movidos por el viento del Espíritu Santo.
3. Ahora bien, si no quiero trabajar por cualquier excusa o si trabajo como Caín o de forma marxista, no trabajando para la Caridad, el paro es malo si hay trabajo y se rechaza, o bien se trabaja de mala manera, no se está obedeciendo y sirviendo a Cristo. Así, es muy difícil que el trabajo te de dignidad. Por otro lado, está la comunidad cristiana para ayudar con organización propia y/o mediante Cáritas y Manos Unidas. Pero, si no se da a conocer a Cristo ¿cómo va a tener dignidad la persona en el trabajo y en sí misma? Lo del cartel es simple reflejo de lo que digo.
Disiento totalmente del que dice que el trabajo es un castigo, cualquier persona que tenga la posibilidad de trabajar encontrará la satisfacción de que paga con su dinero, tiene la posibilidad de alimentar a su familia y de ayudar a otros. Una cosa fue el Paraíso Terrenal y otra la de los que vivimos al Este del Edén.
Me parecen muy oportunos tanto el planteamiento de Roberto como el de África y agradezco la referencia a Laborem Exercens del comentario de Javier Sánchez.
Pero sigo sin saber qué se podría poner en el cartel para satisfacción de los descontentos.
A mí me parece que la autoría firmada en la parte de abajo deja claro que lo que se afirma es desde la perspectiva cristiana, así como el mensaje esta claro que se ofrece a todo el que quiera sumarse sin necesidad de pedirles antes un carnet.
1. El trabajo no es ningún castigo; al hombre ya se le había encomendado antes de su caída a trabajar (lee Gen. 2:15). Sobre la dignidad del trabajo está la Laborem exercens de JPII.
2. Santo Tomás de Aquino enseñó que la pena del hombre tras el Pecado Original no era trabajar, sino que el trabajo resultase pesado para el hombre en lugar de reconfortante (Ver ST I, q.102).
4. La distribución de bienes ejercida por la comunidad política no es un precepto que emane de la caridad, que como usted a señalado, es voluntaria e individual; de donde emana es de la Justicia.
5. La afirmación de que Cáritas se ha olvidado de la caridad espiritual es simplemente falsa. La suya es una caridad que es espiritual y material a la vez, como el ser humano que aún siendo alma y cuerpo es sin embargo una sola y única sustancia.
El dualismo no es aristotélico-tomista.
6. Su concepción de la Caridad resulta sospechosamente docética en este punto.
7. Que siempre vayamos a tener pobres no significa que no debamos tratar de reducir la pobreza a los índices más bajos posibles o que no vayamos a preocuparnos por que a esos pobres les vaya bien en su difícil situación.
Para nada, el cuerpo y la mente del ser humano están diseñados por Dios para trabajar y en Génesis antes de la Caída Dios ya le encarga al hombre trabajos y tareas a realizar.
Génesis 2,15: "Dios puso al hombre en el jardín del Edén para que lo labrara y guardase": trabajo sobre la materia.
Génesis 2,19: Dios trae "toda bestia del campo, y toda ave de los cielos" a Adán "para que viese cómo las había de llamar" (o sea, trabajo de filólogo y naturalista).
La indigna es esta sociedad q priva de ese bien a muchísimas personas. Eso es algo a lo q tenemos q poner remedio.
Naturalmente que el que carece de trabajo no pierde por eso su dignidad, pero no se le está reconociendo, cuando se le niega ese bien.
Y por supuesto el cobro del paro y la jubilación son justos y dignos, ganados con el propio trabajo -otra fase de una misma realidad laboral.
Seré menos teólogo y más práctico y claro. Suele pasar que el que pontifica sobre la teología del trabajo no ha estado en un trabajo de verdad, en una empresa privada agobiante que sólo mira por el beneficio, y lo hace desde la comodidad de un escritorio de profesor de teología, con una hora de clase al día como mucho y poca tarea pastoral encomendada.
Esto de la dignidad, depende del trabajo que tengas. Si tu trabajo es de jornadas eternas, horarios implacables, duro física y/o mentalmente, sueldo mísero, horas extras que no te pagan, con contrato temporal, repetitivo y agotador, tu jefe es como un terrateniente del algodón sudista, tus compañeros son mafiosos y amorales, tu puesto invisible y sin perspectiva de mejora, y, para colmo, es un trabajo con dudosa ética (porque has de dar de comer a tus hijos, no hay otro, y te tragas dicha ética), pues el trabajo, en vez de "dignificarte", está convirtiendo tu vida en un infierno. Y en estos tiempos que corren, más de uno me dirá que muchas de estas cosas que describo, las encuentra en su trabajo. Yo, que aparte de diácono permanente, soy trabajador normal y corrientito, encuentro varias en el mío.
Encontrar un trabajo hoy que te construya como persona, en el que te sientas valorado, con buen horario (o al menos algo amable, que te deje ver a tus hijos de vez en cuando), bien remunerado, en el que encuentres un clima laboral bueno, en el que se respeten tus derechos, en el que haya un proyecto de carrera personal, en el que pongas en práctica los estudios que tanto te costó sacar adelante y blablabla, es misión imposible. Así que no me vengan con gaitas. Lo menos que uno piensa y siente en un trabajo así, es en Teologías, en construir Reino de Dios, en la Creación y en la dignidad o indignidad. Uno aguanta ahí porque no tiene más remedio, hay que comer, y ya.
Bien sencillo: pregunten a su alrededor y vean cuántos quieren jubilarse ya, cuántos están contentos con su trabajo y cuántos se amargan cuando suena el despertador por la mañana. A puñados, a puñados, oiga.
Pero una cosa está clara, de nada le sirve al hombre ganar todo el comfort y toda la dignidad humana del mundo si pierde su alma. La mayor caridad es la espiritual, aunque estemos llamados a ayudar al necesitado en todos los órdenes (cuerpo, mente y ALMA).
Tengo el convencimiento de que la ayuda espiritual debe ir siempre muy cerquita de la ayuda material, al mismo tiempo. Esa es la filosofía de la "misión" católica cuando evangeliza. Aúnar ambas. De nada nos sirve llenar estómagos y dejar las almas negras y vacías listas para el infierno, ó para un purgatorio durísimo. Cáritas debe llenar estómagos pero llenando de cruces, testimonios y símbolos católicos toda su actividad, y así evangelizaremos mientras ayudamos. Que TODOS se enteren de que lo hacemos por Cristo. De que servimos a Cristo en el necesitado... y la más excelsa forma de servir es sin avergonzarse de Cristo (aunque sólo sea demostrando que Cáritas es ante todo una entidad de la Iglesia católica, con sus símbolos y principios morales, y no una ONG "solidaria"). Caritas es Caridad, que significa el Amor de Dios compartido con los demás... no tiene nada que ver con la solidaridad filantrópica, que sí puede ser simplemente material.
Definitivamente el mensaje que proyectan estas campañas marketinianas es LAICO. Daría la sensación de que se averguenzan de los símbolos y los conceptos católicos. Es un problema, creo yo, de desmoralización y laicización de la etapa post-conciliar... y sus frutos son terribles.
Obviamente y como siempre, no se critica a los voluntarios, trabajadores y donantes de Cáritas, ni a la ayuda al desfavorecido, sino la campaña de Marketing... y a algo más profundo que es la laicización y mundanización de ciertos planteamientos, creo que en cierta medida no inocentes.
No estoy llamando indignas a las honradas trabajadoras sexuales, como personas, sino que su trabajo no es digno, porque les obliga a venderse y a pecar y a hacer pecar. Aunque aquí tanta culpa tiene que lo busca como el que lo ofrece. Si no hubiese demanda no habría oferta. El problema es que como el propio Evangelio advierte la carne es debil.
Otra frase de Bergoglio de esas que suenan bien, pero no resisten un pequeño análisis.
Así que lo lógico es hablar de empleo o negocio, si se trata de autónomos, pero no exactamente de trabajo. Es bastante poco probable que la vida en el Edén fuera un ocio perpetuo, para que le adoraran Dios creó a los ángeles que son espíritus puros, pero si creó al hombre en un mundo material es lógico que tuviera que trabajar aunque fuera con menor esfuerzo, la creatividad no puede expresarse sin trabajo y el conocimiento - no el del Bien y del Mal para ser como dioses - requiere esfuerzo.
1. Creo que no leyó mi segundo comentario.
2. Dios es Caridad, cuando se es cristóforo eres caritativo y justo. Pero, siempre en Cristo como Centro: ya política, filosofía, trabajo, etc. La Caridad y la Justicia es intrínseca no extrínseca del mundo, pues la infusión teologal y la virtud es interior por el Espíritu Santo.
3. "La afirmación de que Cáritas se ha olvidado de la caridad espiritual es simplemente falsa. La suya es una caridad que es espiritual y material a la vez, como el ser humano que aún siendo alma y cuerpo es sin embargo una sola y única sustancia."
Dios es Caridad en el Confesionario y en la Eucaristía, en el Pan de cada día. Y Dios es Caridad en la sopa diaria. Al menos, en su Caridad un leproso regresa a adorar a Dios.
4. A esto me refiero con Cáritas y Manos Unidas hoy: no se antepongan ustedes antes que Dios, que únicamente Él es la Caridad como reprende a Judas y Él es la Providencia. Nosotros no reducimos nada es Él por medio de nosotros Quien hace las Obras. Si no, acabamos diciendo que nosotros contruimos la sociedad. Y le recuerdo que el altruismo no es la Caridad, la Caridad se da en el valor que tenga la fe que obra en el amor a Dios. No es el valor monetario ni el valor de los estómagos saciados ni el valor de sí mismo, sino el del Amor de Dios que haya en Su obra en nosotros. Y esto, necesariamente, pasa por una digna y verdadera adoración de oblación y recepción de Dios en la Eucaristía.
"Que siempre vayamos a tener pobres no significa que no debamos tratar de reducir la pobreza a los índices más bajos posibles o que no vayamos a preocuparnos por que a esos pobres les vaya bien en su difícil situación."
P. Jorge entiendo que su preocupación o denuncia es porque en el cartel, los signos que indican que pertenece a la iglesia son muy pequeñitos, como si con ellos se demostrara un complejo, ya que pasan casi desapercibidos. Y estos signos deberían expresar claramente por qué debemos preocuparnos por los demás. Cual es nuestra motivación y en nuestro caso a que mandato obedecemos y que ejemplo seguimos.
Para lo cual deberían ser mas visibles. El trabajo da dignidad. Pues en muchos casos sí, en no pocos embrutece. Pero bueno se entiende lo que dice, o quiere decir el Papa. A mi me habría gustado mas: El trabajo de dignidad; cambiando el da por de, reivindicando ese tipo de trabajo. Aun mejor escoger alguno de los Evangelios.
Me gustaría saber si ese cartel ha sido diseñado por personas voluntarias que viven la Caritas o por personas asalariadas. Tiene sus diferencias: El buen pastor, quieras que no, trata de forma diferente a las ovejas que el asalariado, tiene otras motivaciones.
Puede ser diferente lo que se estudia en el Evangelio y se aprende en la oración ante la Eucaristía, que lo que se estudia en las escuelas de comunicación y propaganda y cosas de esas.
Y claro lo que se aprende, predomina en los carteles.
Sea cura raso, Obispo o Papa, del clero yo no aceptó consejos ni frases bonitas sobre el trabajo, sencillamente porque no saben de lo que hablan.
Naturalmente nadie defiende aquí las condiciones laborales injustas a las que se ven sometidas muchas personas, estamos todos de acuerdo en que se mejoren las condiciones laborales, siempre, continuamente.
Pero la más flagrante de todas esas injusticias laborales es que se plantee una sociedad en la que la inmensa mayoría carezca de empleo y tenga que depender de las "concesiones" de un gobierno que debería estar preocupado de crear empleo y de distribuirlo.
No tiene sentido una sociedad en la que las personas se vean obligadas a resignarse, carentes de toda autonomía e iniciativa, a depender de las colas del hambre y de las subvenciones, en vez de depender de su propio esfuerzo para crearse un porvenir. Sociedades sin futuro laboral.
Si hay poco trabajo, razón de más para que lo repartamos bien y que las condiciones sean justas para todos. El empleo es cosa de todos.
Se sobreentiende que hablamos de que el trabajo tiene que ser justo y digno, con igualdad de oportunidades y valoración del esfuerzo. Nadie está alabando las excelencias de la esclavitud.
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