Leyendo y explicando el sentido de las Escrituras
"Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra. Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura. Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero:
- `Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis.´
Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley."
(Nehemías 8, 8-10)
El contexto histórico de ese suceso es cuando el pueblo de Dios había sido liberado de la cautividad babilónica, en la que había caído por sus pecados. Ya se habían levantado los muros y las puertas de la ciudad santa, Jerusalén, y era tiempo de reinstaurar el culto y las ordenanzas de la ley mosaica. Pero nada de ello podía hacerse sin acudir al texto bíblico, testigo fundamental de la revelación de Dios. Si había de reconstruirse la relación entre el Señor y su pueblo, era necesario que éste conociera su voluntad y su ley.