Pues habrá que hablar de la Cope
Como muchos saben, mi conocimiento sobre las cosas que pasan en la Cope es, por decirlo de forma elegante, superior al de la media. Sin embargo, hace ya cierto tiempo que decidí no hacer uso público de mi conocimiento ni para informar ni para opinar sobre el presente y el futuro de la cadena de los obispos. Hoy me apetece romper esa norma.
Algunos “colegas” del sector en el que se mueve Religión en Libertad viven desde hace años en la obsesión continua y enfermiza sobre el futuro de Federico Jiménez Losantos al frente de La Mañana. Han profetizado repetidas veces su salida de la emisora y, como ya dije en su momento, alguna vez acertarían. ¿Puede que estemos ante ese momento tan deseado por ellos?
En estos días El Confidencial Digital ha dado bastantes noticias sobre lo que acontecerá en la próxima temporada en la cadena de los obispos. Independientemente de que yo sepa o deje de saber si esas informaciones son ciertas, y ciertamente sé si lo son o no, voy a analizar la situación bajo el supuesto de que efectivamente pasa lo que El Confidencial Digital dice que pasa.
En ese sentido, ofrecer a Losantos que se quede en la Cope compartiendo programa con César Vidal es una forma como cualquier otra de señalarles, a los dos, la puerta de salida. No es que piense que sea imposible que Losantos y Vidal acepten semejante oferta, siquiera no sea por otra razón que la de tocar las narices al sujeto que se la ha hecho, pero hay otras formas más “interesantes” de seguir adelante en el ámbito de la comunicación. En todo caso, serán ellos quienes digan si les interesa o no seguir en esas condiciones.
Quiero señalar algo que suele importar poco a quienes se mueven por las altas esferas, pero que es ciertamente importante. El PAVOR que hay en el seno de los trabajadores de Cope a la posible salida de Losantos y Vidal es ENORME. Saben lo dificilísimo que es conseguir que se mantengan los ingresos publicitarios sin Losantos en la Mañana. Y saben que sin ingresos publicitarios, la emisora se desploma en un abrir y cerrar de ojos, lo que supondrá el despido fulminante, vía ERE, de un gran porcentaje de la plantilla de Cope. No lo afirmo pero es posible que al presidente de la cadena le importe un carajo el tener que echar a un 30% de los trabajadores antes de que acabe el año. No lo afirmo pero no es imposible que incluso le importe otro carajo tener que llegar a cerrar la misma en un par de años. Al fin y al cabo él habrá hecho lo que ha prometido hacer -lleva vendiendo esta burra hace ya tiempo- y su futuro “profesional” estará “garantizado". Ahora bien, me gustaría saber qué opinan todos los obispos, incluidos los que quieren ver a Federico fuera de la Cope. ¿O es que de verdad alguien piensa que si la cadena entra en pérdidas la Iglesia va a dedicar una millonada a salvarla?