Aunque algunos crean que nací ya mayor y con barba, pidiendo un auto de fe para la comadrona y el doctor que atendieron a mi madre, yo también fui niño en cierta ocasión. Y como tal me gustaba ver la programación infantil, que por aquel entonces era bastante más sana de lo que ha llegado a ser posteriormente. Me acuerdo bien del “Un globo, dos globos, tres globos", de los payasos de la tele -también eché una lagrimilla cuando murió Fofó- y de Barrio Sésamo. Cuando empezaron las emisiones de Epy, Blas, Coco, la Rana Gustado y compañía yo ya andaba por los diez años de edad, pero creo recordar que esos personajes habían salido anteriormente en los globos.
El caso es que cuando uno tiene una decena de años no necesita que le expliquen la diferencia entre arriba y abajo, dentro y fuera. Pero a mí me hacía gracia la forma en que los muñecajos lo contaban a los críos. Y, por lo que se ve, hay algunos adultos que deberían repasar esas lecciones tan elementales. Por ejemplo, la diputada socialista Laura Seara.
Esta buena mujer ha repetido una especie de mantra absurdo que tenemos que oir siempre de boca de los defensores de la cultura de la muerte. Hablando de la futura reforma de la ley del aborto, ha reivindicado el derecho de a mujer “a decidir sobre su cuerpo".
Mira, Laurita, hija, atiende bien a lo que te voy a explicar. ¿Estás lista? Pues voy a ello. Coge una caja de cartón y mete dentro un huevo de gallina. ¿Ya lo has hecho? Vale. Pues fíjate. El huevo está deeentro de la caja, ¿lo ves? Pero el huevo no es la caja. Sólo está dentro, pero no pertenece a la misma. ¿Lo comprendes? ¿te da la inteligencia para ello? Espero que sí.
Pues bien, en relación al aborto, el feto o embrión humano que es eliminado está deeentro del cuerpo de su mami, pero no forma parte del mismo. Es un ser vivo distinto del de su madre. Por tanto, no se puede hablar del derecho a decidir sobre el cuerpo de las madres, sino en todo caso del derecho de las madres a matar a sus hijos. Y, estimada Laura, eso es una salvajada hoy, hace 35 años, hace dos siglos, hace veinte y dentro de mil quinientos años.
Ya sé que no os gusta llamar a las cosas por su nombre. Queda feo eso de decir “yo quiero que las madres puedan matar a sus hijos no nacidos", pero la verdad es la verdad y esa es vuestra propuesta. Es más, aunque tengas razón -ciertamente la tienes- en hablar de la hipocresía del PP en esta materia, eso no cambia las cosas. Vosotros sois promotores de la aniquilación del derecho a la vida. No nos vengáis hablando de que sois defensores de los derechos sociales. Si un ser humano no tiene derecho a nacer, ¿de qué le valen los otros derechos?
Gracias a vuestra ideología, gracias a la podredumbre moral de una sociedad que ha comprado vuestros discursos mentirosos, millón y medio de niños no han podido ver programación infantil en la tele. Han acabado en el cubo de basura de las clínicas abortistas. Los socialistas como tú podéis presumir de ello. Podéis salir a la calle a exigir que todo siga igual. Con ello solo demostráis vuestra miseria ética, moral, intelectual, espiritual y política. Sois un cáncer para el bien de España.
Luis Fernando Pérez Bustamante