Vender, vender, vender
Leo hoy en Libertad Digital que “todos los comercios madrileños que lo deseen pueden abrir desde el domingo al público las 24 horas del día, sin restricciones, según establece la Ley de Dinamización de la Actividad Comercial en la Comunidad de Madrid publicada hace un mes en el Boletín Oficial de la región (BOCAM)".
Como quiera que los comercios necesitan de personal que atienda a los clientes, parece evidente que, a menos que la ley indique otra cosa, habrá personas que tengan que trabajar, sí o sí, tanto los sábados como los domingos. Supongo que se sigue manteniendo el hecho de que quienes trabajen en días festivos cobra un plus en sus salarios. Ahora bien, el problema no está tanto en que se conceda esa prima salarial como en el hecho de que el trabajador no tenga manera de oponerse a desarrollar su labor profesional en esos días.
No niego que esa medida favorece la actividad económica y que impulse la creación de nuevos puestos de trabajo. Ahora bien, un porcentaje no desdeñable de la población es católica practicante, lo cual implica que quieren cumplir con el precepto dominical. Le ocurre lo mismo a los evangélicos y los miembros de otras religiones no cristianas también tienen sus propios días de “descanso".