Caifás se rasga sus vestiduras laicistas
Mucho me temo, aunque más bien me alegro, que el obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, ha puesto en pie de guerra a quienes trabajan intensamente en el proceso de descristianizar la sociedad española. Proceso, dicho sea de paso, en el que han logrado grandes éxitos… y los que quedan por venir.
El obispo ha tenido la feliz idea de aprovechar la Navidad para hablar del papel del marido y la esposa en la familia. Papeles complementarios. Papeles iguales en dignidad pero necesariamente distintos. Es más, esa distinción viene de Dios, aunque la humanidad se haya empeñado en oscurecerla, distorsionarla y convertirla en instrumento de iniquidad. Incluso desde dentro del propio cristianismo, aunque no hay ninguna otra gran religión que, ni de lejos, haya dado a la mujer el papel que le corresponde, muchos de sus miembros no han sido, ni son, fieles al plan de Dios en esta materia.
¿Qué ha dicho el obispo? Esto:
La familia se constituye por la unión de los esposos que normalmente se convierten en padres. Varón y mujer, creados en igualdad de dignidad fundamental, son distintos para ser complementarios. Cuanto más varón sea el varón, mejor para todos en la casa. El aporta particularmente la cobertura, la protección y la seguridad. El varón es signo de fortaleza, representa la autoridad que ayuda a crecer. La mujer tiene una aportación específica, da calor al hogar, acogida, ternura. El genio femenino enriquece grandemente la familia. Cuanto más mujer y más femenina sea la mujer, mejor para todos en la casa.
¿Y qué ha pasado cuando el obispo ha dicho eso? Que ha salido un Caifás socialista y laicista a rasgarse las vestiduras diciendo:
«Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia.
(Mat 26,25)
Efectivamente, la fe católica es blasfemia para la nueva religión, a la que llaman democracia. Dice el diputado socialista Hurtado:
«Afortunadamente, la democracia ha puesto por encima de la moral católica, dominante en otros tiempos, a los derechos humanos y a la libertad».
Es altamente significativo que ese señor oponga la democracia a la moral católica. Sin la menor duda aparecerán muchos católicos, mayormente liberales, a decir que tal cosa es una barbaridad. Que la democracia es perfectamente compatible con su fe. Sin duda hay países donde tal cosa es posible. Pero hagamos la prueba del nueve y preguntemos: ¿en cuántos países democráticos del mundo se respetan los principios no negociables marcados por Benedicto XVI?
Sabemos la respuesta. Y si preguntamos lo mismo en Europa, cuna de la democracia liberal, la respuesta es aún peor. San Juan Pablo II describe exactamente en qué se ha convertido la democracia que reina hoy en Occidente (negritas mías):
Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana. Requiere que se den las condiciones necesarias para la promoción de las personas concretas, mediante la educación y la formación en los verdaderos ideales, así como de la «subjetividad» de la sociedad mediante la creación de estructuras de participación y de corresponsabilidad. Hoy se tiende a afirmar que el agnosticismo y el relativismo escéptico son la filosofía y la actitud fundamental correspondientes a las formas políticas democráticas, y que cuantos están convencidos de conocer la verdad y se adhieren a ella con firmeza no son fiables desde el punto de vista democrático, al no aceptar que la verdad sea determinada por la mayoría o que sea variable según los diversos equilibrios políticos. A este propósito, hay que observar que, si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia.
San Juan Pablo II, Centessimus annus, 46
Lo acabamos de ver. Si, algo lamentablemente no demasiado habitual, un obispo católico osa proclamar la fe católica contra los dogmas laicistas que comparten la izquierda anticlerical de toda la vida y la derecha pagana, enseguida saltan los sumos sacerdotes de esa nueva religión que, bajo la apariencia de libertad y democracia, es el nuevo totalitarismo que una sociedad cada vez más entregada en manos de la apostasía consume con gusto.
Y si encima ese obispo, siguiendo los pasos de santos y profetas como san Juan Bautista, usa un lenguaje fuerte para describir algunos pecados infames, como es la concepción de seres humanos en laboratorios y no en el lecho conyugal, la sentencia que recae sobre él por semejante “blasfemia” es la misma que recayó sobre Cristo:
¿Qué decidís?». Y ellos contestaron: «Es reo de muerte».
Mt 26,66
De momento esa muerte pretende ser solo social, civil. Veremos cuánto tardan estos paladines de la democracia totalitarista en proponer que esa muerte civil tenga algún tipo de equivalente penal.
Luis Fernando Pérez Bustamante
53 comentarios
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Salvo la frase resaltada, ese párrafo NO es doctrina católica. Eso es una opinión de un señor que es católico, y obispo: es ideología de ese señor. Me atrevo a decir además d que eso de "cuanto más varón", "cuanto más mujer" es una solemne bobada. Solemne por decirla alguien revestido de la especial dignidad del episcopado. ¿Resulta que hay grados en la masculinidad y la feminidad y los establece el obispo de Córdoba? ¿Cuál es el grado de masculinidad y feminidad aceptable, y que él cifra en rasgos culturales y no instrínsecamente ligados a los cromosomas XY y XX que nos hacen varón y mujer a los humanos? Este tipo de provocaciones (a las católicas principalmente) son las que han hecho crecer la perversa ideología de género. Aderezadas con ofensas gratuitas (¿no basta decir que la inseminación in vitro es contraria a la moral católica por esto, esto y esto? ¿es necesario buscar la ofensa directa y grave con la palabra "aquelarre"? ¿es la palabra "aquelarre" doctrina católica de catecismo?, ¿era necesaria? ¿qué aporta esa palabra a la verdad?). Luego que no se queje.
Eso tú lo sabes, y lo sabe él, y son ganas de dar vueltas a este tema, y son ganas de liarla para que le dediquemos tiempo.
Ah, el diputado socialista , un impresentable, sí. Pero a mí también me avergüenzan obispos como don Demetrio que para explicfar la fe católica se sienten tan impelidos a llamar la atención y buscar el martirio (y de paso el aplauso de su clac), y ofender con sus ideas personales de modo que le hagan parecer más mártir.
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LF:
Como quieras. Pero la palabra de Dios, inspirada por Dios, es clara, contundente, espada de doble filo. La puedo citar vez tras vez para que aprendas y aceptes de una vez lo que es el papel que Dios quiere para el hombre y la mujer en el matrimonio. Y nada ni nadie puede contradecir dicha palabra.
Tú avergüenzate de nuestros mejores obispos, que otros nos gloriaremos en ellos.
No tengo intención de debatir contigo una vez más sobre este tema. Fin.
Y... En cuántos paises no-democráticos? No creo que el problema sea la forma de gobierno, la verdad, sino la sociedad.
En cuanto al obispo, le ha echado ***** la verdad, hay que tenerlos bien puestos para decir eso hoy en día. Lo que no sé es si al final se retractará o matizará sus palabras, pero bueno, ahí queda dicho.
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LF:
En los países no democráticos... tampoco, hoy en día.
En otros tiempos, sí.
Como dice Gaudium et Spes: "toda la vida humana, la individual y la colectiva, se presenta como lucha, y por cierto dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas". Don Demetrio ha tomado partido por la Luz. Normal que rechinen las tinieblas. Y al fin y al cabo, como dice la propia GS, el problema actual (y sigue siendo vigente) es de raiz antropológica: cual es la vocación humana, y cómo el hombre puede llegar a ser verdaderamente humano. Y las dos preguntas tienen una sola respuesta: en Cristo.
Por lo tanto, Mons. Demetrio: ¡¡¡OLÉ!!!
Brillante tu apreciación de las ansias martiriales de mentirijilla de "nuestros mejores obispos", Yolanda. Tenemos que decirles alto y claro que no por ser nuestros pastores tienen derecho a dejarnos como borregos asentidores, avergonzados ¿pero orgullosos? YO NO.
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LF:
Ef 5,21-24:
Sed sumisos unos a otros en el temor de Cristo:
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia: Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para presentársela gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada.
Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia,porque somos miembros de su cuerpo.
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. Es este un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
En una palabra, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete al marido.
1 Tito 2,8-15
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones; de igual modo, las mujeres convenientemente vestidas, arregladas con decencia y modestia; no con peinados de trenzas y oro o perlas, ni con ropa costosa, sino como conviene a mujeres que profesan la piedad mediante las buenas obras.
Que la mujer aprenda sosegadamente y con toda sumisión. No consiento que la mujer enseñe ni que domine sobre el varón, sino que permanezca sosegada. Pues primero fue formado Adán; después, Eva. Además, Adán no fue engañado; en cambio, la mujer, habiendo sido engañada, incurrió en transgresión,aunque se salvará por la maternidad, si permanece en la fe, el amor y la santidad, junto con la modestia.
¿Sólo San Pablo?
No, también San Pedro:
1Pe 3:1-7
Igualmente, que las mujeres estén a disposición de sus propios maridos, de modo que, si hay algunos que son reacios a la Palabra, se convenzan por la conducta de las mujeres y sin necesidad de palabras, asombrados, fijándose en vuestra conducta intachable y respetuosa.
Que vuestro adorno no sea lo exterior, los peinados complicados, las joyas de oro, ni los vestidos lujosos, sino la profunda humanidad del corazón en la incorruptibilidad de un espíritu apacible y sereno; eso sí que es valioso ante Dios.
Pues así se adornaban también antaño las santas mujeres que tenían puesta su esperanza en Dios, con actitud de disponibilidad para con sus propios maridos; por ejemplo, Sara obedeció a Abrahán llamándolo señor: vosotras os asemejáis a ella cuando hacéis el bien, pero sin temor alguno.
Igualmente, los maridos, en la convivencia con la mujer, sabiendo que es más delicada, demuestren estima hacia ellas como coherederas que son también de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no encuentren obstáculo.
¿Censurar la palabra de Dios?
Mulieris Dignitatem
Luego aparecen comentarios de esos cristianos mundanizados que son lo malo de verdad de nuestra época (aunque posiblemente siempre hayan existido). La fruta podrida del cesto que contamina. Si el cesto tiene mucha o poca fruta no importa. Pero si la sal no sala...
Hay matices.
Creo que el hombre, a su modo, también aporta cierta ternura. Y la mujer, a su modo, también puede aportar cierta autoridad. Cada uno tiene su estilo. La ternura del hombre es como más recia. La de la mujer, como más mimosa. Igualmente, la autoridad de la madre le da su sello femenino. Las pruebas de afecto entre dos hombres no son iguales que entre dos mujeres o un hombre y una mujer. (hablo del afecto puramente fraternal.) Eso pasa incluso en la familia... porque, vamos a ver, ¿acaso no es verdad que un niño pequeño besa con más agrado a su madre que a su padre? Su madre, por lo menos, no va a pincharle nunca la cara.
Ya que enlazas la Mulieres Dinitatem, conviene citarla. La Jerarquía tiene la misión de interpretar la Sagrada Escritura, no un laico cualquiera. Es magisterio ordinario y reciente de un gran papa santo:
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A la verdad de esta institución responde la exhortación «maridos, amad a vuestras mujeres», [...]
El autor de la Carta a los Efesios no ve ninguna contradicción entre una exhortación formulada de esta manera y la constatación de que «las mujeres (estén sumisas) a sus maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer» (5, 22-23a). El autor sabe que este planteamiento, tan profundamente arraigado en la costumbre y en la tradición religiosa de su tiempo, ha de entenderse y realizarse de un modo nuevo: como una «sumisión recíproca en el temor de Cristo» (cf. Ef 5, 21), tanto más que al marido se le llama «cabeza» de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, y lo es para entregarse «a sí mismo por ella» (Ef 5, 25), e incluso para dar la propia vida por ella. Pero mientras que en la relación Cristo-Iglesia la sumisión es sólo de la Iglesia, en la relación marido-mujer la «sumisión» no es unilateral, sino recíproca.
En relación a lo «antiguo», esto es evidentemente «nuevo»: es la novedad evangélica. Encontramos diversos textos en los cuales los escritos apostólicos expresan esta novedad, si bien en ellos se percibe aún lo «antiguo», es decir, lo que está enraizado en la tradición religiosa de Israel, en su modo de comprender y de explicar los textos sagrados, como por ejemplo el del Génesis (c. 2)[49].
Las cartas apostólicas van dirigidas a personas que viven en un ambiente con el mismo modo de pensar y de actuar. La «novedad» de Cristo es un hecho; constituye el inequívoco contenido del mensaje evangélico y es fruto de la redención. Pero al mismo tiempo, la convicción de que en el matrimonio se da la «recíproca sumisión de los esposos en el temor de Cristo» y no solamente la «sumisión» de la mujer al marido, ha de abrirse camino gradualmente en los corazones, en las conciencias, en el comportamiento, en las costumbres. [...]
Pero el desafío del «ethos» de la redención es claro y definitivo. Todas las razones en favor de la «sumisión» de la mujer al hombre en el matrimonio se deben interpretar en el sentido de una sumisión recíproca de ambos en el «temor de Cristo». La medida de un verdadero amor esponsal encuentra su fuente más profunda en Cristo, que es el Esposo de la Iglesia, su Esposa.
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Las negritas son mías. Feliz Navidad
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LF:
Lo primero que hay que hacer es entender lo que significa sumisión. En el ámbito cristiano no tiene el mismo sentido que el mundano. Solo a partir de ahí se comprende todo. Y ciertamente la sumisión ha de ser recíproca. Tanto como el hecho de que el marido es cabeza de la mujer, no al revés. Eso no lo puede cambiar nadie. Es un orden establecido por Dios.
¿Ser cabeza es ser más en dignidad?
Pues no, a menos que pensemos que el Padre es más en dignidad por ser cabeza de Cristo (1ª Cor 11,3)
Y encima que el tal Hurtado es miembro del PSOE de Andalucía, donde ese partido promueve la corrupción económica para enriquecerse (los ERE) y ha creado un laboratorio de aberraciones morales y sociales (mayor porcentaje de abandono escolar, miles de abortos, imposición de la agenda de 'género' del lobby LGTB, subvenciones a la dictadura marroquí...).
Para mí que haya católicos que acepten ponerse de lado del PSOE porque no les gusta el obispo ni su mensaje revela por qué el catolicismo española carece de influencia política y social.
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LF:
Para empezar, sin duda hago muy bien en citar la Escritura. La razón es simple:
Toda la Escritura es inspirada por Dios es también útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena.
2 Tim 3,16-17
Pero por supuesto que tengo a mano mucho más que las epístolas, inspiradas por Dios. Puedo empezar a citar a Padres de la Iglesia, santos, doctores, Papas, etc, de tal manera, que no tendríais dónde meteros los que rechazáis la Revelación sobre el papel del hombre y la mujer en la familia cristiana. La enseñanza de la Iglesia a lo largo de 20 siglos sobre esa materia es unánime. Aplastante. Radical.
¿Empiezo?
Respecto a la fecundación artificial, el magisterio de la Iglesia es también muy claro. No es admisible. Fin.
No basta con análisis filológicos de los textos. Es necesaria la hermenéutica – la actualización del texto
Cordiales Saludos y Feliz Navidad.
PD.- Y cuando se tienen que hacer ambos papeles, ni les cuento; es agotador.
Gracias
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LF:
Eso daría para un post. No es este el momento de ello. Quizás más adelante.
Es una verdad que literalmente salva los matrimonios la que nos revela la Palabra de Dios, de que el esposo es la cabeza y la mujer debe someterse como la Iglesia se somete a Cristo. Tan importante es este sometimiento, que gracias a éste el marido suele recibir la gracia de entregarse a su esposa como Cristo se entregó a su Iglesia. Así nos revela Dios que es su manera de actuar: fue por el sometimiento de la Virgen María que entró la salvación al mundo; es por el sometimiento de la esposa que entra la salvación a la familia.
Es natural que esta enseñanza particular perturbe con tanta intesidad a quienes no quieren saber de esa gran virtud cristiana: obediencia (como la entiende la Iglesia, no el mundo). Si no quieren someterse a las enseñanzas de la Iglesia, pues mucho menos querrán someterse a sus maridos... y así se pierden el don de experimentar los frutos sabrosos de la redención.
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LF:
Tal cual.
A ver, estamos en una situación delicada, las fuerzas populares no soportan sermones ni catequesis públicas; son tolerantes, no imponen nada, siempre dialogan, pero no pueden tolerar el fanatismo en ámbito público. Si el tal Demetrio hubiera hecho unas declaraciones más sensatas, hubiera tocado la guitarra en público, echado unas cañas.... pues no, va y la casca.
Como hizo un diacono llamado Esteban: "Entonces exclamó: «Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios.»
Ellos comenzaron a vociferar y, tapándose los oídos, se precipitaron sobre él como un solo hombre; y arrastrándolo fuera de la ciudad, lo apedrearon."
Pues eso, si en vez de haber "chillado" esta tontería de cielos abiertos y muertos de pié, justo a quienes estos conceptos les ofendían, en un momento poco delicado, y hubiera dialogado dialogadamente... pues no lo habrían apedreado, es obvio. La culpa la tiene el tal Esteban, murió por fanático.
Pues así estamos..................
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LF:
Estuve en un tris de borrar el comentario por lo del "bocas". Luego vi la ironía, :D
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LF:
Bruno explica muy bien ese pasaje:
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/la-mujer-se-salvara-por-la-maternidad
Aquí nadie ha rechazado la Verdad, que es, por seguir las palabras del propio obispo de Córdoba, se puede resumir así:
"La familia se constituye por la unión de los esposos que normalmente se convierten en padres. Varón y mujer, creados en igualdad de dignidad fundamental, son distintos para ser complementarios"
Lo que se le pide al obispo de Córdoba es que, cuando predique esa verdad, no la disfrace, desfigure y "adorne" con sus manías personales, con su ideología particular y con sus tics.
Estos "martirios" buscados con denuedo, esta manera de perseguir ser mártir siempre me ha escamado. Al final, como queda aquí palpable, lo que obtiene es el aplauso inmediato de sus fans.
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LF:
El episcopado español está con don Demetrio. Hoy se lo han hecho saber.
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¿Y?
Pienso exactamente lo mismo.
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LF:
Y nada. Que quiero que se sepa. Hasta el Nuncio le respaldó.
¿Grados de masculinidad o feminidad? ¿Quien está graduando eso? Por lo visto, sigue sin leer los textos sobre los que versa la noticia, y se lanza a sus habituales ataques a aquellos obispos declarados non gratos por la casta partitocrática. El Obispo sólo recuerda la preciosa y magnífica diferenciación y complementariedad entre marido y mujer. ¿Esperaba acaso una proclama de feminismo de género? ¿Esperaba un discurso de exhortación a "superar los roles predeterminados por el poder patriarcal"?
Seguimos rezando por usted. Como el primer día.
Lo de la autoridad del marido y la sumisión de la mujer es asunto recurrente, el Magisterio no se moja demasiado sobre el tema, y no queda muy claro si hablamos de textos con incrustaciones propias de la época o realmente hay un trasfondo antropológico que explica la Revelación.
Yo, personalmente, cada vez soy más antifeminista, y cada vez tengo más claro que lo que el feminismo dominante llama machismo cultural no es más que la realidad biológica psicológica de los sexos: el hombre tiende más a la dominancia y la mujer más a la maternidad.
Pretender por ideología construir un hombre "nuevo" y una mujer "nueva" contra sus verdaderas tendencias psicológicas solo puede traer una neurosis colectiva.
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LF:
El Magisterio, aparcando bastante -sin rechazar- la Tradición -que es contundente-, ha querido limar asperezas, estirando la cuerda lo máximo para que la Revelación sobre los distintos roles sea menos rechazable para un Occidente apóstata, pero lo del trasfondo antropológico es evidente. Es más, afecta no solo al sacramento del matrimonio sino al del orden. Las mujeres no pueden ser ordenadas. No pueden formar parte de la jerarquía de la Iglesia. Dios ha establecido un orden para el matrimonio y para la propia Iglesia. Al que le guste, bien. Al que no, allá se las apañe con Dios.
Y sí, es aquelarre lo que se hace en las clínicas de fertilización in vitro. Se usan embriones fecundados y otros se congelan. ¿Habrá mayor barbaridad que esa, aparte de matar a dichos embriones?
Si decir la verdad ofende, que ofenda.
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LF:
Apenas veo la tele. ¿En qué programa aparece?
Dicho esto ¿Cual es exactamente el problema con las palabras del obispo? ¿Acaso el varón no es distinto de la mujer? ¿Y acaso el varón no debe desarrollar su masculinidad al máximo y la mujer lo mismo?¿Acaso la figura de la mujer no esta más asociada a la ternura y la del hombre a la fortaleza aunque ambos a su manera tengan estos valores?
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LF:
Hablas de sumisión y de relación en términos de dominio de una parte sobre otra. Pues no, no es eso.
Que el padre y la madre son complementarios, y que tienen una vocación particular en la familia, es enseñanza cristiana bíblica. Y ese es el fondo de las palabras de don Demetrio. Mientras más cumpla el varón y la mujer su particular vocación en la familia, tanto mejor para todos (padres, madres, hijos y sociedad).
Las palabras usadas por el obispo pueden gustar o no gustar, pero el contenido es este, y es cristiano y es bíblico, valga la redundancia.
Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí.
Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, él mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes.
Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.
Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora su pecado no tiene disculpa.
El que me odia, odia también a mi Padre.
Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro realizó, no tendrían pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo, me odian a mí y a mi Padre,
para que se cumpla lo que está escrito en la Ley: Me han odiado sin motivo.
Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio».
ante todo, gracias por rezar por mí. Es lo mejor que podemos hacer unos por otros.
En cuanto al resto de su comentario:
1- No me instruya acerca de lo que intenta instruirme: es superfluo. Gracias si es que le guía una buena intención, pero no es necesario.
2- Relea mis intervenciones, creo que, a juzgar por sus desatinadas respuestas, no las ha entendido.
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LF:
Se equivoca usted. No hay un solo obispo que haya intentado cerrar 13TV. Es más, ninguno hay que se oponga a que aparezcan políticos de izquierda. Sí hay unos cuantos obispos, pocos, que querrían que aparecieran más los escasísimos políticos que son católicos y se nota en su acción política que lo son. Esa es una especie en extinción en España -de hecho, apenas ha existido en los últimos 40 años- y convendría protegerla más. Pero ni la protegen ni la piensan proteger. Desaparecerá.
Por otra parte, me huelo que usted no es precisamente quién para hablar en nombre de toda la feligresía. Yo tampoco.
Coincidiendo contigo en que cada vez es más aborrecible esa pútrida ideología destructiva en que se ha acabado convirtiendo el feminismo dominante, y coincidiendo contigo también en que forma parte de la naturaleza (caída) masculina la tendencia al abuso sobre la mujer, el Magisterio sí se ha mojado y mucho. No se trata, como interpreta Luis Fernando, de "suavizar" nada. El Magisterio de san Juan Pablo II es claro y coloca esa pretensión de preeminencia injusta del varón sobre la mujer, como lo que es: pecado.
Esta discusión "recurrente" aburre. Pero cada vez que unos señores particulares quieran elevar a la categoría de voluntad de Dios sus manías personales, sus tics y, lo peor de todo, su ideología, se trate de un obispo o se tate del vecino del tercero, habrá que responderles.
Y si lo que pienso es que don Demetrio, como otros dos o tres obispos, en realidad tienen una sospechosa tendencia al martirio-show y a que los suyos les regalen los oídos con aplausos, elogios, parabienes y ensalzamientos desproporcionados, y que confunde la parresía que cabe exigir a un obispo con el espectáculo cutre de que los anticlericales le hagan blanco gratuito de sus iras, lo diré; como digo de otros que usan su condición de sacerdotes, o sus tocas monjiles como pretextos para recibir aplausos y martirios impostados.
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LF:
El Magisterio de San Juan Pablo II jamás puede interpretarse en contradicción con el magisterio unánime de veinte siglos precedentes. Con lo cual, ha de ser leído siguiendo el principio de la hermenéutica de la continuidad. Al igual que se hace con el resto del magisterio pontificio y de concilios ecuménicos.
Por tanto, dado que, aparte de la inequívoca y clara enseñanza de la Escritura, que nadie puede ignorar o hacer como si no existiera, hay unanimidad absoluta en los padres de la Iglesia, santos, doctores, papas, etc, durante veinte siglos, afirmando que en el matrimonio el hombre es cabeza de la mujer, sin que eso signifique dominio tiránico sobre ella, pues así va a seguir siendo, al menos mientras el catolicismo siga siendo lo que es. Pero claro, en estos momentos de la historia, en los que nada parece que sea firme, cualquier cosa puede pasar.
Como ya está dicho todo, no sólo hoy, sino que yo recuerde desde hace 9 años o así, es mejor no repetirse, no discutir lo ya mil veces discutido, que acabaremos mal.
Y así dedicáis el resto de los comentarios a aplaudir a don Demetrio, que es de lo que se trata, porque otro sentido no tienen sus periódicas escenificaciones y dramatizaciones de martirio.
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LF:
Mi ego masculino, dice... es que me parto de risa.
Conclusión: un paradigma de cómo Luis Fernando ha llamado a este artículo.
Que conste que dejé muy claro que yo sólo me casaba por la Iglesia y como lo entiende la Iglesia, educando a los hijos en la fe. Pero cumple lo que le apetece.
Ahora bien, si no tenemos claro lo que es ser hombre y ser mujer, ser padre y ser madre, ni siquiera entre católicos y en un foro como este, el problema no es de D. Demetrio o su más o menos discutible retórica.
Y en cuanto a la sumisión, sería bueno que se comience a reflexionar cuál es el origen de la misma en el evangelio y cuál en el mundo secularizado. En Cristo es una vocación de servicio y fruto del amor hacia el otro; en el mundo sin Dios, una relación de poder, de abuso y de alienación. Concepciones opuestas que se esconden bajo un mismo término. Esto lo debería saber distinguir cualquier católico.
Y no siendo la clac de nadie, todo mi apoyo a D. Demetrio.
A) Don Demetrio no es un problema, claro wue no. Sólo es un problemilla. El verdadero problema SOIS vosotros, los catolicos "de un foro como éste que no tenéis claro lo que es ser hombre y ser mujer, ser padre y ser madre"
B) Si algo se evidencia que tenemos claro los 4 católicos que hemos afeado la actitud del obispo, de LF y del resto de la clac es qué significa la sumisión para un católico y qué significa para el mundo secularizado; nosotros SÍ sabemos que " una vocación de servicio y fruto del amor hacia el otro" y que por eso Dios se la pide a ambos esposos.
C) Si no eras de la clac de los obispos proclives a impostar sus ansias de martirio, ahora te estarán dando la bienvenida.
Hidaspes: incomprensible que hables TÚ de ofensas ad hominem. Anda y lee mejor. Y no vuelvas a decir que rezas por alguien a quien te dedicas a ofender.
Aristóteles usaba el método peripatético, visto lo visto, Yolanda el tententiesico.
¿Mujeres sacerdotes? Ya tenemos papisas, ¿asi que para qué?
Lo que en esencia el sacerdote les ha dicho a los contrayentes es lo que acaba de expresar muy bien Don Demetrio. Luego de otorgarle la prelacía en el gobierno de la familia que se acaba de fundar, se amonesta severamente al varón de esta manera:"Compañera te he dado, que no sierva".
Es que ambos SON IGUALES en dignidad, pero SON DESIGUALES en su vocación, en su impronta, en su misión. Y sólo porque son desiguales es que pueden ser complementarios, ya que la Complementareidad exige la Desigualdad. Es que si todos son iguales, no hay manera de ser complementarios.
También la existencia de la Autoridad reclama la desigualdad: si todos son iguales no hay forma de que exista autoridad. La Iglesia le concede al hombre la autoridad sobre su esposa y sobre su familia, pero al mismo tiempo pone los contrapesos necesarios para evitar los abusos en el ejercicio de esa autoridad.
Este lenguaje recio, tradicional, respetuoso del Orden Natural y harto de Sentido Común, es no obstante "locura" para el Mundo. Esto queda clarísimo a quien acometa la insalubre tarea de abrir ese paquete de lo que el politicastro de la pajarita llama "los derechos humanos de la Democracia". ¡Ay, qué manera tan radicalmente diferente de ver las cosas!
Por eso es tan gratificante conocer las declaraciones de Don Demetrio, como penoso comprobar y constatar que la ideología derechohumanista se ha colado puertas adentro de la Iglesia. Ideología que en la forma de un larvado feminismo ha afectado a muchas mujeres católicas, incluso de excelente formación y de un probado amor a la Iglesia y a Cristo, su esposo.
Es necesario salirles al cruce a esas desviaciones de lo que la Iglesia viene enseñando desde NSJC en adelante. Por más que se presenten bajo un ropaje sutil, es necesario confrontarlas en honor y servicio a la verdad católica. Y hacerlo tantas veces como ellas sean presentadas, aún si comprobáramos que es humanamente imposible convencer a quienes sostienen estos errores, los cuales se defienden -duele reconocerlo- hasta en ambientes sedicentemente católicos.
Por eso lo de San Pablo: decir la verdad completa siempre, oportuna y/o inoportunamente.
Como lo ha hecho Don Demetrio.
“………. no tenéis claro que es ser hombre y ser mujer, ser padre y ser madre”.
No sé si hace refiere a mi escrito si es así le diré que, al menos tan bien como usted, sé lo que es ser padre, madre, hombre y mujer. Padre y madre porque los he tenido, al menos, tan extraordinarios como los suyos. Hombre porque por experiencia vital así lo dicen y yo, así plenamente me siento y, mujer porque mi esposa y madre están muy por encima de todas entre las que la incluyo.
Al ser obra de Dios, intento profundizar en el misterio de la vida, ‘por sus obras los conoceréis’, convencido que aquí nunca llegaré a conocerlo pero sí acercarme a ese conocimiento a Él, Jesús. Dice que es: ‘el camino, la verdad y la vida’ adelante,… profundicemos en conocer la vida que tanto ignoramos pero, al parecer, unos más que otros.
Gratuitamente nunca he aplaudido a nadie, pero sí he aceptado todas las bienvenidas de los seres humanos por eso de: ‘es de bien nacidos ser agradecido’
No me refería a usted. Así que el colocarme muy por encima de su señora esposa, siendo cierto para usted como conviene a su vida, sobra.
Y hace tiempo que el dueño de este blog pretendió zanjar la discusión conmigo: si siguen enfrentándose a mí, y no a sus absurdas pretensiones de ser más que sus esposas, no va a haber manera.
Este texto, tal cual esta redactado, si no lo es, deberia ser delito...
Editado
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LF:
Eso, ya está usted más cerca de los totalitarios que quieren prohibir la Biblia y encarcelar a los que creen en ella.
Pero de momento aquí, en este blog, mando yo y usted no tiene lugar. Largo.
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