(341) La Masonería ya ha ganado las elecciones en Argentina
“La fachada y forma exterior de este nuevo Gobierno secreto es el funcionamiento meramente mecánico de lo que se llama “Sistema de Partidos”. El Sistema de Partidos no consta, como se cree, de dos Partidos, sino de uno solo. Si hubiese de veras dos Partidos, no podría haber Sistema. En estas condiciones, el voto resulta una cosa tan útil como un boleto de tranvía con una obstrucción permanente en la línea…” (G. K. Chesterton)
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“En las repúblicas democráticas la tiranía deja el cuerpo y va derecha al alma. El amo ya no dice: ‘Pensad como yo o moriréis’, sino: ‘Sois libres de no pensar como yo. Vuestra vida, vuestros bienes, todo lo conservaréis, pero a partir de ese día seréis un extraño entre nosotros. […] Os dejo la vida, pero la que os dejo es peor que la muerte’» (Tockeville)
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“La fachada y forma exterior de este nuevo Gobierno secreto es el funcionamiento meramente mecánico de lo que se llama “Sistema de Partidos”. El Sistema de Partidos no consta, como se cree, de dos Partidos, sino de uno solo. Si hubiese de veras dos Partidos, no podría haber Sistema. En estas condiciones, el voto resulta una cosa tan útil como un boleto de tranvía con una obstrucción permanente en la línea…” (G. K. Chesterton)
Hace tiempo, los que no vivimos personalmente el horror de la guerra, asistimos a las noticias muchas veces de manera anónima, hablando de Israel y Palestina como de entidades completamente abstractas; como si sólo fuese una cuestión entre “pueblos", con multitudes sufrientes, sí, pero lejanas y anónimas.
“Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que pasa de esto, procede del maligno” (Mt. 5, 37)
«Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto» (Mt 4, 10).
“Con su mirada de águila más perspicaz y más segura que la corta vista de los miopes raciocinadores, veía el mundo tal cual era, veía la misión de la Iglesia en el mundo… y su deber en el seno de una sociedad descristianizada… contaminada por los errores del tiempo y por la perversidad del siglo” (Pío XII, Breve por ocasión de la
“Maldito el hombre que confía en el hombre” (Jn.17,5)