(EWTN) Según informa el diario La Nación, la celebración de la Misa, que se realizó el 2 de agosto en la Basílica de Los Ángeles en Cartago, contó con la participación de la Presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla y de importantes autoridades gubernamentales y eclesiales.
El prelado señaló que “cada nuevo ser concebido es portador de un destino único e irrepetible, el ser humano es una realidad sagrada que no puede profanarse, es un misterio que debe ser acogido y respetado”.
Tras resaltar el papel de la mujer en la sociedad el Purpurado explicó que “la concepción y el aborto no puede ser una decisión entre la mujer y su médico pues ignoran al ser humano concebido” y agregó que “si aplastamos los brotes, jamás existirán los árboles”.
Costa Rica, demandada
El enviado papal, quien entregó como regalo un rosario de oro enviado por el Papa, habló luego de la demanda presentada el 1 de agosto contra el Gobierno de Costa Rica ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por prohibir la técnica asistida de fecundación in vitro.
Tras una apretada votación de 26 votos a favor y 25 en contra en la cámara de diputados en junio de 2011, los legisladores de Costa Rica decidieron archivar el proyecto de ley que habría permitido la fertilización in vitro en el país, debido a una serie de inconsistencias en la pretendida norma.
La doctrina católica se opone a la fecundación in vitro por dos razones primordiales: primero, porque se trata de un procedimiento contrario al orden natural de la sexualidad que atenta contra la dignidad de los esposos y del matrimonio; segundo, porque la técnica supone la eliminación de seres humanos en estado embrionario tanto fuera como dentro del vientre materno, implicando varios abortos en cada proceso.