(Zenit/InfoCatólica) El Papa, en su discurso, insistió en la importancia de estos años de preparación que quedan hasta 2017, cuando se cumplirá el quinto centenario de la publicación, por parte de Lutero, de las 95 Tesis de Wittenberg, acto que supuso el inicio de la ruptura con Roma.
Con esta ocasión, recordó que la Comisión Internacional mixta católico-luterana está preparando un nuevo documento conjunto, similar a la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación, en el que se recogerá “lo que los luteranos y los católicos son capaces de decir juntos en este momento respecto a nuestras cada vez más estrechas relaciones después de casi cinco siglos de separación”.
Debate sobre el bautismo y la comunión eclesial
Además, apuntó al tema que la Comisión está debatiendo en estos años, sobre “el bautismo y la creciente comunión eclesial”, apuntando a la cuestión de la eclesiología como la “clave” del diálogo ecuménico.
Esta cuestión, la de la comprensión de la Iglesia como nudo principal del diálogo ecuménico, había sido apuntada ya por el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, monseñor Kurt Koch, en su intervención en la plenaria de este dicasterio, el pasado 19 de noviembre.
El Pontífice afirmó que “los católicos y los luteranos estamos llamados a reflexionar nuevamente sobre adónde nos ha llevado nuestro camino hacia la unidad, y a implorar la guía y la ayuda del Señor para el futuro”. Quiso también recordar la anterior visita, el 10 de noviembre de 2005, de una delegación de la Federación, encabezada por el entonces presidente, Mark Hanson, precedesor del obispo Younan.
En aquella ocasión, recordó el Papa, “tuve la alegría de recibir a vuestros predecesores y de expresarles mi esperanza de que los contactos estrechos y el diálogo intensivo que habían caracterizado las relaciones ecuménicas entre católicos y luteranos continuasen produciendo ricos frutos”.
Frutos significativos
“Hoy podemos con gratitud hacer recuento de los muchos frutos significativos producidos en estas décadas de discusiones bilaterales”, afirmó. Por último, el Papa insistió en la importancia del “ecumenismo de vida”, que consiste en, “despacio y tranquilamente, quitar barreras y fomentar lazos visibles de unidad a través del diálogo teológico y la cooperación práctica, especialmente a nivel de comunidades locales”.
“Es mi esperanza de que estas actividades ecuménicas proporcionen nuevas oportunidades para que los católicos y los luteranos sean cada vez más cercanos en sus vidas, su testimonio del Evangelio, y sus esfuerzos para llevar la luz de Cristo a todas las dimensiones de la sociedad”, concluyó.