(Luis F. Pérez/InfoCatólica) El sector ultranacionalista de la Iglesia en Guipúzcoa ha decidido utilizar el diario Gara para profundizar en su campaña contra el Obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, al que acusan de querer imponer el nacional-catolicismo en su diócesis.
La excusa para dicha acusación es la decisión del obispo de que la Cruz Peregrina de la JMJ Madrid 2011, que está recorriendo todas las diócesis españolas, llegue a San Sebastián “con desembarco en la Concha incluido”.
De Mons. Munilla dicen que “persigue que Donostia acoja una manifestación pública y masiva de la religión católica, recuperando espacios públicos al mejor estilo nacional-católico de antaño”. También le acusan de promover la “adoración nocturna del Santísimo, la vuelta al Sagrado Corazón, las prácticas de piedad, las cofradías, las juventudes obreras, las hijas de María”, lo cual chocaría, según esas fuentes, con un modelo eclesial basado en la implicación “en el movimiento de ikastolas, en las cooperativas, en la promoción de la bertsolaritza y de la cultura vasca”.
Desde Gara se asegura que el obispo vasco quiere una Iglesia que “mantenga sus espacios de poder para intervenir más en la vida pública en general, importando a Guipuzcoa movilizaciones del estilo de las manifestaciones pro-vida y contra el aborto, por la familia tradicional, la defensa de las clases de religión en las escuelas, o por el crucifijo que se desarrollan periódicamente en ciudades españolas”.
El sector nacionalista radical de la diócesis guipuzcoana asegura que “hemos procurado la emancipación de esos movimientos y no su dependencia, evitando con ello además un mimetismo con el nacional-catolicismo que supuso la herida abierta del Alzamiento Nacional de 1936”.
En el reportaje de Gara se menciona igualmente la reciente polémica por las declaraciones del franciscano José Agrregui quien, en contra del criterio expresado por su orden religiosa, llevó a la opinión pública su versión manipulada del proceso que se abrió contra él por el anterior obispo de San Sebastián, Mons. Uriarte, debido a unas declaraciones que hizo en contra de la llegada de Mons. Munilla, en la que denunciaba la supuesta presencia de una carpeta llamada Mafia, con información sobre sacerdotes guipuzcoanos, en el ordenador del prelado cuando era párroco en Zumárraga.