(LaJornada/InfoCatólica) El obispo reclamó que se escuche la voz de la Iglesia católica no para imponer un Estado confesional "porque nunca ha sido nuestra pretensión", sino para imprimirle valores morales a la política y a la economía.
Dijo que la Iglesia, al igual que otros sectores de la población, como los jóvenes o las mujeres, tienen cosas que aportar a la nación y que deben ser no sólo escuchadas sino valoradas en su dimensión, para contribuir al avance del país.
Criticó a los partidos políticos que sólo buscan destruirse entre sí, en lugar de escucharse mutuamente y construir de manera conjunta un mejor futuro para México. El prelado indicó que con las alianzas los partidos políticos sólo buscan ganar un determinado puesto; pero deberían escucharse y formar grupos para sacar adelante las reformas económicas, fiscales y políticas que el país requiere.
Aunque aclaró que la Iglesia católica de ninguna manera quiere inmiscuirse en el poder político, lamentó que sus actores se nieguen a escuchar a esta institución e incluso le prohíban hablar, hasta con amenazas de cárcel, como ocurre en los procesos electorales.
Defensa de la verdadera libertad religiosa
El obispo Arizmendi opinó, en otro orden de cosas, que la modificación al Artículo 40 constitucional que ratifica al Estado laico no significó avance alguno, porque solamente menciona lo que en la práctica ya ocurre. Más bien, continuó, sería interesante analizar si en una reforma propuesta al Artículo 130 constitucional se establece claramente la libertad religiosa, que hoy no existe "porque sólo tratan de acallarnos". Explicó que, por ejemplo, a la Iglesia católica se le prohíbe abrir estaciones de radio o de televisión, mientras los protestantes tienen decenas de ellas.
En su intervención, el profesor de la Universidad Pontificia Alberto Anguiano García lamentó la "práctica beligerante" que prevalece en el México actual. Aseguró que es tiempo de que los foros dejen de ser el cuadrilátero del circo, maroma y teatro que sólo explotan la morbosidad pura, y que en este año se conmemore la unidad nacional y no únicamente se recuerde la división entre conservadores y liberales.