(ACIPrensa/InfoCatólica) Durante el mes de mayo, mes mariano por excelencia, el Perú se unirá al Rosario Mundial de Mujeres con celebraciones programadas en tres ciudades: Lima, Arequipa y Piura. Este evento internacional busca dar testimonio público del poder del Santo Rosario y fomentar una vivencia más profunda de la fe a través de la oración comunitaria.
Esther Gómez, una de las impulsoras de la iniciativa en Perú, compartió con ACI Prensa el sentido de esta convocatoria. «El Rosario Mundial de Mujeres es un movimiento que busca visibilizar el rosario como una herramienta para acercarnos a Dios, y este año, como es el mes de María, tenemos actividades especiales que incluyen regalos y momentos de oración muy especiales», explicó.
La ciudad de Lima será sede de la primera jornada el sábado 3 de mayo. El encuentro comenzará a las 4:45 p.m. en la gruta de la iglesia Virgen Milagrosa, ubicada en el Parque Kennedy del distrito de Miraflores. La Santa Misa se celebrará a las 5:00 p.m., seguida de un espacio para confesiones a partir de las 6:00 p.m. Los organizadores entregarán estampitas y rosarios como obsequio a los participantes.
Además, esta edición tendrá una intención especial por la Iglesia universal. «Invitamos a todas las mujeres de Lima a unirse a este rosario mariano por el mes de María, en el que pediremos especialmente al Espíritu Santo que ilumine el nuevo cónclave que se celebrará la próxima semana. Queremos lo mejor para Lima, para el Perú y para toda la Iglesia Católica», señaló Gómez.
En Arequipa, la cita será también el 3 de mayo, a las 8:30 a.m., en la Plaza San Francisco, un espacio muy querido por los fieles arequipeños. Piura, por su parte, vivirá su jornada el lunes 13 de mayo, en conmemoración de la Virgen de Fátima. La oración se realizará a las 6:00 p.m. en la Plaza de Armas, donde se sorteará una imagen de la Virgen María Reina de la Paz de Medjugorje. También se pondrán a la venta libros y artículos religiosos a precios especiales.
El Rosario Mundial de Mujeres nació en Colombia y hoy tiene presencia en 41 países. Su propósito es claro: promover el rezo del Rosario como una oración pública y comunitaria capaz de transformar corazones y realidades. Este año, se espera una participación aún mayor de mujeres comprometidas con la fe y la oración.