«El diagnóstico de muerte cerebral ya no basta para declarar a una persona muerta»
Heinz Josef Algermissen, obispo emérito de Fulda (Alemania), foto oficial

Mons. Algermissen plantea la necesidad de cambiar el magisterio

«El diagnóstico de muerte cerebral ya no basta para declarar a una persona muerta»

El obispo emérito de Fulda (Alemania), Heinz Josef Algermissen, ha planteado públicamente la necesidad de revisar el concepto de muerte cerebral. En una carta de lectores publicada en la edición más reciente del semanario católico Die Tagespost, Algermissen abordó el debate sobre la validez del criterio neurológico de muerte y los últimos avances científicos en este ámbito.

(CNAd/InfoCatólica) Según el prelado, investigaciones neurológicas recientes «sugieren que no puede atribuirse al cerebro aquella función integradora del organismo que justificaba, en su momento, la plausibilidad de declarar muerto a un ser humano ante la pérdida irreversible de todas sus funciones cerebrales».

El planteamiento contrasta con la posición expresada por san Juan Pablo II en el año 2000, cuando afirmó que «el criterio actualmente adoptado para constatar la muerte —es decir, la cesación completa e irreversible de toda actividad cerebral— no se opone a los elementos esenciales de una antropología racional, siempre que se aplique con rigurosa precisión». No obstante, algunos pensadores discrepan de esta interpretación.

Fundamental para el trasplante de órganos

El filósofo y defensor del derecho a la vida Josef Seifert declaró el año pasado que, en su visión, el alma —que no puede reducirse a funciones cerebrales— constituye el núcleo del ser humano. A su juicio, la práctica de la extracción de órganos en personas con diagnóstico de muerte cerebral requiere una revisión urgente desde el punto de vista filosófico y ético. «Advertimos del peligro de tratar al ser humano como un medio para un fin y de negar su dignidad fundamental», sostuvo.

Algermissen, por su parte, explica:

«El ser humano en estado de muerte cerebral se encuentra en un transitus interrumpido por medidas externas de medicina intensiva. Se le impide completar el proceso de morir que ya ha comenzado. Este estado, inducido artificialmente por los recursos de la medicina intensiva, presenta características tanto de la vida —como la regulación de la temperatura o ciertos reflejos— como de la muerte, lo cual dificulta enormemente determinar su estatus ontológico y moral».

A partir de ello, el obispo emérito se pregunta:

«¿Estamos realmente ante un cadáver que simplemente parece un ser humano vivo? ¿O no deberíamos más bien considerar al paciente con muerte cerebral como alguien sentenciado a muerte, pero aún no muerto del todo?»

«Si asumimos con honestidad que los órganos se extraen de personas moribundas tras un diagnóstico terminal de muerte cerebral —y no después de la muerte en sentido pleno—, y que el criterio de muerte cerebral ya no puede considerarse un signo seguro del fallecimiento, entonces resulta aún más evidente qué es en verdad la donación de órganos: un don que supera toda exigencia, una “dádiva generosa” (san Juan Pablo II), que nadie puede exigir y solo cabe admirar», subrayó.

Finalmente, Algermissen concluyó: «Una trasplantación de órganos no equivale a una simple reparación en la que se sustituye una pieza defectuosa. El ser humano no solo tiene un cuerpo, sino que es ese cuerpo impregnado de espíritu. Hablar de estas cuestiones exige sinceridad».

39 comentarios

Juan Mariner
Necesitamos un profundo análisis.
31/03/25 9:27 AM
Estudioso
Por primera vez se dice la verdad sobre la muerte. La donación de órganos es quitartelos cuando aún estás vivo.
31/03/25 9:58 AM
Alejandro Galván
En mi opinión, no hay incompatibilidad entre lo expresado por este obispo y Juan Pablo II el 29 de agosto de 2000.

S. Juan Pablo habla claramente de un momento determinado "criterio actualmente adoptado", y por la ciencia médica, no un concepto arraigado en el Magister moral de la Iglesia.

Por lo tanto entiendo que se pueda desarrollar.

No es siquiera magisterio ordinario, ni por forma o por fondo.
31/03/25 10:20 AM
anawim
Los médicos siempre han certificado el éxitus de una persona con un electrocardiograma plano, es decir, sin actividad cardíaca. Pero el post no habla del electrocardiograma sino del electroencefalograma, que a mí juicio, está en un nivel superior, puesto que el cerebro es el centro de operaciones del resto de órganos, y un electroencefalograma plano nos indica que no hay actividad cerebral, pero el éxitus no se certifica por el electroencefalograma, en mi experiencia nunca he visto hacer para certificar un éxitus, de hecho, en todos los certificados médicos de defunción, el médico firma éxitus por paro cardíaco con electrocardiograma plano, aunque el paciente haya fallecido de VIH. Hasta aquí llega la ciencia, no creo que pueda ayudar mucho más.
31/03/25 10:36 AM
Chico
Yo no donaré mi cadaver no quiero morir asesinado con elegancia medica
31/03/25 10:39 AM
anawim
A ver... no quiero asustarles, pero es totalmente cierto que en los hospitales, al amenos en el que he trabajado, nunca se ha hecho un electroencefalograma para certificar el éxitus de un paciente. Ahora bien, sería imposible, ni siquiera con el uso de palas, sacar a un paciente con un electrocardiograma plano.
Para tranquilizarles voy a decirles que se hace el electrocardiograma cuando el paciente ya no tiene pulso, lo cual indica que el paciente ha fallecido, y esto se corrobora, es decir se asegura con el electrocardiograma plano. Pero además, a los pocos minutos, nunca lo he calculado con reloj, pero puedo asegurarles que no es más de 30 minutos del electrocardiograma plano, el paciente entra en el rigor mortis. Y evidentemente con un rigor mortis sólo queda colocarle el sudario. Digo esto porque no vayan ustedes a pensar que enterramos a los pacientes cuando aún están vivos; esto conviene aclararlo porque puede generar ansiedad.
31/03/25 11:02 AM
Vytas
El único transplante que no genera dudas respecto a su licitud es el de órgano cadavérico. Y el único transplante de órgano cadavérico viable hasta el día de hoy es el de córnea. Los demás, todos, son de órganos que conservan su "vitalidad", o dicho de otro modo, de órganos vivos.
31/03/25 11:02 AM
Marta de Jesús
Coincido con Alejandro Galván. No veo incompatibilidad ninguna. Son temas donde la ciencia va dando nuevas pistas. Entonces me pregunto, qué debemos hacer, ¿no estar a favor de la donación? Eso es lo que da a entender este señor?
31/03/25 11:07 AM
anawim
A ver, nunca he trabajado en trasplantes, pero supongo que un órgano para ser trasplantado tiene que estar vivo, las células del órgano tienen que estar vivas para que puedan realizar las funciones fisiológicas propias del órgano en el paciente trasplantado.

A ver, sabemos que los gobiernos sacan leyes del aborto, de la eutanasia, muerte asistida... pero tenemos que tener en cuenta que las personas que trabajan en los hospitales, somos personas normales que no tenemos nada que ver con las leyes que sacan los gobiernos, y que sólo queremos hacer bien nuestro trabajo, un trabajo por cierto donde no puedes cambiar nada porque todo son protocolos y no puedes decir, voy a hacer esto de esta manera porque hay un protocolo. Y sobre todo, que tengáis confianza cuando ingreséis en un hospital de España donde la sanidad es buenísima y los profesionales son de lujo.
31/03/25 11:36 AM
Néstor
Tardaban ya en decirlo, y tampoco es claro del todo lo que dice este Obispo, porque parece decir que es muy meritorio dejar que lo maten a uno para sacarle los órganos.

San Juan Pablo II, probablemente llevado por su filosofía fenomenológica, atribuyó equivocadamente al cerebro un papel que sólo puede corresponder al alma. Seifert se opuso desde el principio a eso, pero fue derrotado en la votación de la Academia Pontifica, que no recuerdo si era la de las ciencias o la de la vida.

Es urgente que la Iglesia se desmarque del criterio de la muerte cerebral, porque con ese criterio se está matando a personas para quitarles los órganos. Así de claro y crudo, y eso pasa cuando se aparta uno de la filosofía perenne.

Saludos cordiales.
31/03/25 11:52 AM
Néstor
Un órgano no puede ser el factor de integración del organismo, porque también tendría que integrarse a sí mismo y por tanto debería estar por encima de sí mismo. Además, todos los órganos, cerebro incluido, tienen actividades específicas, que son solamente una parte de la vida del organismo. Ninguno de ellos, por tanto, puede hacerse cargo del todo ni de la coordinación de la totalidad de los órganos, es decir, de la vida del organismo como tal.

Para eso está justamente el alma, "principio vital".

Que un órgano deje de funcionar no quiere decir que la persona haya muerto, sobre todo si otros órganos siguen funcionando. No hay almas de repuesto para hacer que el corazón siga latiendo y la persona siga respirando una vez que, supuestamente, el alma se ha separado del cuerpo porque no hay actividad cerebral.

Saludos cordiales.
31/03/25 12:38 PM
Feligres
Me parecen bien todas las iniciativas e investigaciones necesarias para defender la vida y no dejar morir a la persona antes de tiempo por cualquier excusa.
31/03/25 12:47 PM
Cristián Yáñez Durán
Increíble como el abandono de la doctrina tradicional lleva a este tipo de planteamientos.
La Iglesia siempre ha considerado que la muerte es la separación del alma del cuerpo y esto se constata inequívocamente con los primeros signos de descomposición, cosa que, evidentemente, se contradice con la donación de órganos.
31/03/25 1:13 PM
M.A.
No sería cambiar el Magisterio sino aplicarlo mejor. El busilis es cuándo está una persona muerta de verdad.
31/03/25 1:27 PM
Irene
Siempre he pensado en esto, no me gusta la idea de la donación de órganos, aunque muchas personas de mi entorno creen que es bueno, creo que hay acciones que no deberían hacerse, por más adelantos de la ciencia que haya.
31/03/25 1:39 PM
Charo Burgos
Lo que tarda el alma (la conciencia, dicen los ateos) en abandonar el cuerpo, es un tema muy discutido en la actualidad. Todo empezó con el auge las ECM (experiencis cercanas a la muerte) que tantos quebraderos de cabeza están dando a los médicos, sobre todo a los que no creen en otra vida posible. Por supuesto es algo interesantísimo, que a mí me parece muy difícil llegar a saber...
Cuando murió mi padre, el sacerdote llegó justo cuando acababa de fallecer. Ante mi disgusto me dijo que no me preocupara, que el alma tardaba hasta media hora en salir del cuerpo. Naturalmente sólo pudo darle la bendición, no la extremaunción... Yo he leído mucho al respecto, pero no hay nada claro respecto a ese tiempo aunque todos coinciden en que la salda no es inmediata.
31/03/25 2:19 PM
madre
Desde hace tiempo, no veo claro lo del trasplante de órganos, ya que se hace con un paciente que no ha muerto.
Tanto como avanza la ciencia, no es posible, pregunto, ¿extraer los órganos cuando la persona acaba de fallecer...? El trasplante de córnea, dicen que si...
31/03/25 2:38 PM
Néstor
Además, no hay un "proceso de morir", porque el alma o está unida al cuerpo o no. La muerte, en su esencia metafísica, es instantánea, como todo cambio sustancial. No se puede estar menos vivo o más muerto, y mucho menos, ni vivo ni muerto.

Saludos cordiales.
31/03/25 2:58 PM
Masivo
Los trasplantes son hoy por hoy necesarios, pero al final se reemplazarán por órganos creados artificialmente, al igual que ocurrirá con las transfusiones de sangre.
31/03/25 3:29 PM
Néstor
Los trasplantes no son malos, lo que es malo es matar a la persona cuando se le extraen los órganos. La persona tiene que estar ya muerta para que eso se pueda hacer en forma ética. El problema, dicen, es que en ese caso muchos órganos ya no sirven. Pero la solución no es quitarlos cuando la persona aún vive. La "muerte cerebral" es compatible con que la persona siga respirando y su corazón funcione, así que es "óptima" para extraer órganos aptos, pero si la persona todavía está viva, es homicidio. ¿Y si la persona no está viva, cómo es que respira y le late el corazón? Como dije, no existen las almas de repuesto.

La persona está muerta cuando el alma se ha separado del cuerpo, y para medir eso no existe ni puede existir aparato alguno, lo que hay son signos de muerte, el tradicional es el cardiorrespiratorio, el novedoso es la "muerte cerebral", pero con la persona todavía respirando y el corazón funcionando, una clase muy extraña de "muerte", si tenemos en cuenta que el alma es el principio de toda función vital en el cuerpo.

Saludos cordiales.
31/03/25 4:19 PM
Masivo
Los médicos que realizan trasplantes no son asesinos y las personas que los reciben, y sus familiares, no están colaborando con ningún crimen. Eso hay que decirlo también claro y crudo.
---

LF:
A mí me parece que hace parar un corazón que está latiendo se acerca mucho a matar a la persona en la que está ese corazón. Debo ser muy raro, pero así lo veo.
Pocas personas conocen cómo funciona esto.
31/03/25 4:23 PM
Alberto Ramón Althaus
Posiblemente haya que estudiar más teología y el tema de la potencia intelectiva y volitiva en el alma porque el alma aunque simple tiene una parte superior que está relacionada con la intelección y el ejercicio de la voluntad, las otras partes del alma animan el cuerpo humano pero serían inferiores.
Desde mi punto de vista, las otras "partes" del alma podrían morir como sucede con el ánima de los animales por lo que se dice que el alma no es todavía la persona sino que para ser la persona necesitamos del cuerpo. De allí la resurrección de los muertos.
Así que no sólo sería necesario un estudio del tema de la muerte cerebral sino un estudio de aquella "parte" superior del alma relacionada con las funciones cerebrales.
31/03/25 5:27 PM
Vladimir
Si la persona respira, es que está viva.
31/03/25 5:46 PM
Néstor
Y en un plano no tan metafísico pero sí muy real, hay un negocio de millones en esto de los trasplantes hechos posibles gracias a la "muerte cerebral".

Saludos cordiales.
31/03/25 6:27 PM
Berto
Bueno, esto es realmente otro ejemplo de que la ambigüedad doctrinal no es cosa reciente. Mientras en la puerta principal se discutían otras cuestiones como los anticonceptivos, estas cosillas se colaban por la entrada de carga y descarga.

¿Por qué se aceptó?, No lo sé. Hasta el más duro de entendederas sabe que si el cuerpo no se pudre, sigue vivo. La doctrina es muy clara en eso, la vida no empieza, se sostiene y termina por la materia, tiene su origen en un alma inmaterial. Atar cabos no es muy complicado.

Da vértigo pensar por qué entonces eclesiásticos tan formados llegaron a aceptar que un cuerpo sin alma ¿puede mantenerse vivo solo con máquinas?. Ese lenguaje tan poco claro y erróneo ("características de la muerte" solo las puede tener un cadáver, no un moribundo) para defender una verdad tan evidente.

Y luego está el hecho biológico. Consideramos a un señor muerto, para poder quitarle los órganos. Vale, bien. Pero ¡cuidado!, no se le puede desconectar las máquinas antes de quitarle los órganos, porque ese señor muerto, se muere todavía más y los órganos ya no valen. No sé, ¿Cómo se llama ese nuevo estado ontológico dónde te mueres lo justito, pero no demasiado?

Tampoco hay que obviar que el supuesto avance médico de los trasplantes está muy lejos de las propiedades que el imaginario popular les concede. Muy pocos trasplantes duran más de 15 años, la media con infinidad de cuidados apenas llega a los 10 y, aún así, una parte no despr
31/03/25 7:02 PM
Emilio
Después de pasar un ictus por derrame cerebral con coma inducido, estoy con Vladimir. Y que nadie piense que la sedación te paraliza el cerebro: aún recuerdo las pesadillas horribles. De estado vegetativo nada. Lo único que me devolvió la tranquilidad fueron unas palabras del neurólogo, aunque tuviese los ojos sellados: "tiene que animarse, con su edad (57) puede vivir muchos años todavía". Pues bien, acabo de cumplir los 75. Con secuelas motrices, pero de mi hemiplegia recuperé el habla y el brazo (para "no entregar la cuchara" en lenguaje cuartelero). Laus Deo Virginique Matri.
31/03/25 7:07 PM
2 Timoteo 3,12
El concepto de "muerte" cerebral es otra mentira de la pseudociencia moderna para perpetuar la cultura de la muerte, como el aborto, o la eutanasia. Ya que es ilegal asesinar a una persona, hizo falta inventarse una terminología que facilite extraer los órganos de una persona que aun vive. Porque hay ciertos órganos que no se pueden extraer de un cadáver.

Una persona con muerte cerebral es una persona que todavía está viva. Pero después del trasplante está verdaderamente muerta.

Por eso hay tantas noticias de "muertos" cerebrales que se han recuperado y vuelto a la vida. Hay una fundación católica llamada Life Guardian que se dedica a combatir este tema; y en lifesitenews cada cierto tiempo publican noticias de muertos cerebrales que se recuperan y sobreviven al trasplante, que de otro modo los hubiera matado.

La historia empieza en los años 60(1967 para ser exactos), cuando algunos médicos (Christian Barnard y Adrian Kantrowitz) asesinan a algunas victimas para ser pioneros trasplantando un corazón vivo. Kantrowitz asesinó a dos bebés, tanto el "donador" como el recipiente intentado un trasplante de corazón. A raíz de esto, al año siguiente en agosto de 1968, la JAMA (Revista de la Asociación Médica Estadounidense) publicó el concepto de muerte cerebral. Luego el Comité de Harvard estableció que el criterio para definir la muerte estaba obsoleto.

La definición de la muerte cerebral, no surgió producto del método científi
31/03/25 7:15 PM
Masivo
No preveo vigilias ni pancartas provida delante de la sede de la Organización Nacional de Trasplantes, o del helipuerto del hospital donde llegan a toda prisa los contenedores refrigerados.
31/03/25 9:41 PM
mercedes
En ARGENTINA, GRACIAS A LA lEY jUSTINA, SOMOS TODOS DONANTES PRESUNTOS, ALGO PELIGROSÍSIMO, CONSIDERANDO LOS CRITERIOS ERRÓNEOS QUE RIGEN .
HAY UN GRAN PELIGRO TAMBIÉN, POR LA POSIBILIDAD DEL TRÁFICO DE ÓRGANOS, YA QUE, QUEDARÍA BASTANTE "DISFRAZADO", POR LA LEY VIGENTE.
PARA LOS ARGENTINOS QUE QUIERAN PROTEGERSE DE ÉSTE PELIGRO, TIENEN QUE ENTRAR EN LA PÁGINA "ARGENTINA, MI PAÍS Y DEJAR CONSTANCIA , DE QUE NO DONAN.
EN TODO CASO, UNA VEZ MUERTO EL PARIENTE, SE PUEDEN DONAR CÓRNEAS Y DEMÁS.

31/03/25 10:09 PM
Marta de Jesús
Me he quedado ojiplática leyéndoles. Gracias a Néstor por su claridad. No vea cómo le entiendo en comentarios y qué poco puedo seguirle en sus posts, más densos para mí. Los errores según se vayan viendo, han de corregirse.

¿Entonces nada de donar ni permitir donaciones? Eso de que la persona tenga que estar muerta ya, y la muerte cerebral no sea realmente muerte, no creo que fuera a cambiar mucho, cuando sea posible, en caso de ver eso alguna vez. Pudieran venir presiones o actos directos para conseguir esas muertas en esas personas afectadas de determinadas cosas. Mejor no pensarlo. Los médicos no deben tener interés en aumentar nuestra desconfianza, ni nosotros en favorecer el camino errado y el aumento de la desconfianza.

Y lo de desconectar en esos casos es siempre matar? Hemos de negarnos? Y si se niegan a mantenerles en ese estado, qué hacemos? Madre mía. Nuevo tema de interés.

Fructífera Cuaresma.
31/03/25 10:53 PM
Merxe
Mi hermana bioquímica que trabajó en hospitales y farmacéuticas buscando salvad vidas, despues de sufrir muchisimo y muchos años ELA, donó todos sus órganos. Lo tenia muy claro. El Presbitero que la casó también donó su cuerpo a la ciencia.
Ese día no sé bien todo lo que pasó. Cuando ya no había nada más que hacer nos llamaron al hospital para despedirnos de ella en Cuidados Intensivos rezamos y el presbitero de la familia le dió la extrema unción. De allí la pasaron a quirófano para “irrigar “ cada órgano menos los ojos. Un tiempo después entramos los familiares y estuvimos con ella dentro del quirófano hasta que las máquinas pitaron. ( se me hizo eterno) Nos explicaron que cada órgano tenía su equipo de extracción, y los sacaban por orden de prioridad: corazón, pulmones etc… Yo vi a mi hermana que estaba dando la vida cuando ella ya no podía vivir más. Rezo constantemente por ella pero sobretodo por su esposo y sus hijos. Y comparo con algunos mártires que donan su vida por otros ( pensé en San Maximiliano K y en otros)
1/04/25 5:25 AM
Antonio
No se puede confirmar con datos fisiológicos, ni se puede hacer un instrumento que lo detecte, el momento en que el alma abandona el cuerpo.
Se sabe que, fuera de un evento que desintegre o consuma un cuerpo, como una explosión, la muerte puede durar algunos días en completarse. Algunas células como las de las uñas o el cabello siguen activas en los cadáveres por varios días.
Tradicionalmente se empleaba el criterio cardiorrespiratorio para declarar muerto a un difunto, pero en algún momento se constató que se podía mantener artificialmente la función cardiopulmonar en las terapias intensivas, resultando que se vio la necesidad de un criterio más exacto, médicamente hablando, del momento de la muerte, para no tener cadáveres hospitalizados, consumiendo recursos caros y escasos sin sentido. Lo de la donación de órganos vino después.
Así surgió el criterio neurológico, considerando que vivo está un cuerpo organizado, y que la falta de función del tallo cerebral implica falta de organización y por tanto la muerte.
No hay forma de constatar la separación del alma del cuerpo. La medicina no da para medir algo espiritual inmaterial, solo podemos ver efectos que lo sugieren. Así que es necesario tener algún consenso razonable, pero siempre incierto, sobre el momento exacto de la muerte.
1/04/25 8:51 AM
Cristián Yáñez Durán
Es evidente que no podemos constatar el momento exacto en que el alma se separa del cuerpo. Pero sí es evidente que un cuerpo inerte que se comienza a descomponer esta muerto. La ambiguedad doctrinal es de los modernos. No es tradicional.
1/04/25 2:14 PM
Estudioso
Estoy leyendo lo que han escrito y veo que hay muchos que comprenden: los médicos están asesinando miles de personas para sacarles los órganos. Esto lo supe en cuanto que ocurrieron los primeros transplantes. Sí un corazón late, es que la persona está viva. El proceso de la muerte lleva un tiempo aproximado de dos o tres días, pero esto los médicos no van a intentar comprobarlo porque hay muchísimo dinero invertido en los transplantes. Por mi parte he hecho un testamento vital en el que me niego a donar los órganos (no quiero formar parte de un Frankenstein). Quiero que me dejen morir en paz. Aconsejo a todos que hagan eso o no morirán de muerte natural sino asesinados para robarles el corazón.
1/04/25 3:34 PM
Masivo
Si el cerebro está dañado hasta cierto punto, hoy es inviable su recuperación. El cuerpo seguirá vivo con asistencia mecánica.

Pero en el futuro puede que sea posible recuperar el cerebro, sea cual sea su daño, como otros órganos del cuerpo. La pregunta es si la persona será siendo la misma después de una reconstrucción profunda del cerebro. Porque un transplante de corazón o de hígado no afectan a la memoria ni la conciencia, pero reconstruir un cerebro que tenga dañada determinadas zonas sí afectaría a esas funciones.
---

LF:
Somos mucho más que materia gris pero ese no es el tema de esta noticia. Fin.
1/04/25 4:00 PM
Juan Argento
Para responder con certeza la cuestión de si la separación del alma y del cuerpo ocurre antes del electrocardiograma irreversiblemente plano se necesitaría una revelación divina explícita.

Mientras eso no ocurra, y nadie espera que ocurra, tenemos que adoptar el principio de precaución, en este caso suponer que la separación del alma y del cuerpo NO ocurre antes de ese momento.

Personalmente, yo manifesté en el sistema de mi país mi voluntad de NO donar mis organos. No quiero ser complice de un homicidio, y menos del mío.
1/04/25 4:02 PM
Juan Argento
1 de 2

Néstor dijo:

"No hay almas de repuesto para hacer que el corazón siga latiendo y la persona siga respirando una vez que, supuestamente, el alma se ha separado del cuerpo porque no hay actividad cerebral."

Néstor, en el caso de un chimpancé el corazón late y el simio respira sin que haya un alma espiritual. Es posible en principio que, cuando la actividad cerebral haya cesado irreversiblemente (irreversibilidad conocida sólo por Dios), Dios haga que el alma espiritual se separe del cuerpo, que en ese momento queda en un estado puramente biológico como el del chimpancé. Tal sucesión de estados de animación sería simétricamente inversa a la que Santo Tomás, siguiendo a Aristóteles, sostenía que ocurría luego de la concepción, con la infusión del alma espiritual ocurriendo a los 40 o 42 días de ésta.

(sigue)
1/04/25 4:21 PM
Juan Argento
2 de 2

Resumiendo ambas sucesiones de estados, la sostenida por Aristóteles y Santo Tomás al comienzo de la vida y la posible en principio al fin de la vida:

Concepción -> (40 o 42 días) -> Infusión del alma espiritual cuando el embrión alcanzó un desarrollo adecuado

Separación del alma espiritual al ocurrir la muerte cerebral irreversible -> (intervalo durante el cual el corazón sigue latiendo) -> Muerte biológica (electrocardiograma irreversiblemente plano)

A partir de aquí la consideración etica es la misma. Así como, al no saber con certeza el momento de la infusión del alma espiritual, debemos por el principio de precaución actuar como si ocurriese en el momento de la concepción, así tambien, al no saber con certeza el momento de la separación del alma espiritual, debemos por el principio de precaución actuar como si ocurriese en el momento de la muerte biológica, no en el de la cerebral.
1/04/25 4:24 PM
Néstor
"Tradicionalmente se empleaba el criterio cardiorrespiratorio para declarar muerto a un difunto, pero en algún momento se constató que se podía mantener artificialmente la función cardiopulmonar en las terapias intensivas"

¿Y quién dice que esas personas estaban muertas, y porqué? "Artificiales" son en un sentido todos los procedimientos médicos, por ejemplo, el respirador que normalmente se le pone a algunas personas. No quiere decir que por eso estén muertas.

Saludos cordiales.
1/04/25 5:35 PM

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