(Asia News/InfoCatólica) En un post publicado en Douyin (ndr: parecido al TikTok), un residente del condado de Peyziwat, en la prefectura de Kashgar, dijo que había tenido que grabar un vídeo mientras almorzaba todos los días hasta Eid al-Fitr (عيد الفطر), la festividad que marca el final del mes sagrado de ayuno y oración.
Las autoridades han confirmado que se exige a los residentes que presenten pruebas de que están comiendo.
Uigures
Los uigures son un grupo étnico de origen túrquico que habita principalmente en la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China. Son un pueblo de tradición musulmana y cuentan con una identidad cultural, lingüística y religiosa distinta de la mayoría han (la etnia mayoritaria en China).
Los uigures son un grupo étnico de origen túrquico que habita principalmente en la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China. Son un pueblo de tradición musulmana y cuentan con una identidad cultural, lingüística y religiosa distinta de la mayoría han, la etnia mayoritaria en China. Tienen raíces en las antiguas civilizaciones de Asia Central y han sido históricamente parte de importantes rutas comerciales como la Ruta de la Seda. Durante siglos han mantenido una fuerte identidad cultural influenciada por el islam, el idioma uigur similar al turco y sus propias tradiciones. Xinjiang ha sido históricamente disputada entre diversos imperios y estuvo bajo el control chino de manera intermitente hasta su anexión formal en el siglo XVIII. Durante el siglo XX hubo intentos de establecer estados independientes como la República del Turquestán Oriental, pero fueron reprimidos por China.
Hablan el uigur, una lengua túrquica escrita en alfabeto árabe modificado. Son mayoritariamente musulmanes suníes. Tradicionalmente han sido agricultores y comerciantes, pero en los últimos años han enfrentado dificultades económicas debido a las políticas de desarrollo impuestas por el gobierno chino. Tienen una rica tradición en la música, la poesía y la danza, con influencias persas y túrquicas.
Desde hace años, los uigures han sido objeto de represión por parte del gobierno chino, que los considera un grupo potencialmente separatista. Algunas de las medidas impuestas en Xinjiang incluyen el internamiento masivo, con más de un millón de uigures detenidos en campos de reeducación, donde el gobierno afirma que reciben «formación profesional». Es decir, se les obliga a renunciar a lo que son. Sufren el control de la religión, con el cierre de mezquitas, la prohibición de ciertas prácticas islámicas y la obligación de comer durante el Ramadán; la vigilancia extrema, ya que Xinjiang es una de las regiones más vigiladas del mundo, con cámaras de reconocimiento facial, controles de seguridad y seguimiento digital; y la destrucción de la cultura, con la eliminación de lugares históricos uigures y la limitación del uso del idioma en la educación y los medios de comunicación.
China justifica estas medidas alegando la necesidad de luchar contra el extremismo y el separatismo, pero numerosos organismos internacionales consideran que el gobierno está llevando a cabo una política de asimilación forzada e incluso genocidio cultural. Miles de uigures han huido a otros países, especialmente a Turquía, donde tienen lazos culturales e históricos.