(Fides/InfoCatólica) El prelado expresó su preocupación por el origen de estas sumas de dinero, señalando: «No sabemos de dónde proceden y por eso deberíamos estar preocupados». Citando el Evangelio -«Pero cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha» (Mt 6,3)-, instó a los políticos a evitar el uso público de sus contribuciones, subrayando que «las donaciones deben hacerse en secreto para garantizar que son auténticas y no una estrategia de campaña o autopromoción».
Las declaraciones del obispo llegan en un momento en que Kenia atraviesa una grave crisis económica. Este mismo 7 de marzo, la Asociación de Hospitales Privados Rurales y Urbanos de Kenia (RUPHA, por sus siglas en inglés) anunció el levantamiento de la suspensión de los servicios bajo la Autoridad de Salud Social (SHA). Esta decisión se produjo después de que el gobierno se comprometiera a saldar las deudas pendientes con el Fondo Nacional de Seguro de Salud (NHIF), algo que Mons. Oseso había solicitado días antes. El presidente de RUPHA, Brian Lishenga, calificó el compromiso del gobierno como un paso en la dirección correcta y propuso un pago inicial de 10 millones de chelines a las distintas instalaciones. Sin embargo, Lishenga advirtió que si el gobierno no cumple con los pagos en un plazo de siete días, se reanudará el boicot.