(ACIPrensa/InfoCatólica) Mons. Javier del Río Alba, Arzobispo de Arequipa, presentó tres retos para contribuir a la creación de un «mundo nuevo», en sintonía con los mensajes del Papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, celebrada el 1 de enero. En su mensaje semanal enviado a ACI Prensa este sábado, el prelado peruano indicó que, aunque los llamados del Papa son de alcance global, «nosotros también podemos cumplirlos en nuestra vida cotidiana, en lo más pequeño de cada día».
1. Perdonar las deudas
El arzobispo destacó que «perdonar la deuda externa es algo que solo las naciones ricas pueden hacer, pero nosotros podemos ofrecer otro tipo de perdón», tal como lo expresamos en el Padre Nuestro: «Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», o en la versión anterior: «perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores».
Mons. Del Río invitó a aplicar este concepto de perdón a nivel personal, sugiriendo que quien haya prestado dinero a alguien en dificultades económicas podría considerar condonar la deuda, total o parcialmente, si su situación lo permite. También hizo un llamado a perdonar a quienes nos han ofendido, restaurando la relación, como Jesús lo hizo con nosotros.
2. Defender la vida y el matrimonio ante las ideologías
En su reflexión sobre el segundo pedido del Papa, Mons. Del Río instó a defender la dignidad humana y promover la vida. No solo al oponerse al aborto y la eutanasia, sino también evitando que ideologías provenientes de países desarrollados invadan nuestros hogares y comunidades. Estas ideologías promueven la disolución del matrimonio, favorecen la tenencia de mascotas en lugar de hijos, y favorecen la exclusión de los ancianos y enfermos.
3. Educar a los hijos en la fe
Finalmente, el prelado peruano destacó la importancia del tercer pedido del Papa, que nos llama a cooperar para que los padres de familia asuman con mayor dedicación y responsabilidad su misión de educar a sus hijos. Mons. Del Río sugirió que los padres deben dedicar más tiempo a sus hijos en el hogar, transmitirles la fe, vivirla en familia y acompañarlos en su crecimiento integral.
El arzobispo concluyó su mensaje afirmando que, al cumplir con estas tres acciones sencillas pero poderosas, podremos convertirnos en «artífices de ese mundo nuevo que todos anhelamos». Y lanzó una invitación: «¿Comenzamos hoy?».