(InfoCatólica) El SPI atribuyó este incremento al escándalo de abusos que afectó a la Iglesia suiza en septiembre de 2023. En ese mes, el Vaticano ordenó una investigación sobre acusaciones contra seis miembros de la Conferencia Episcopal Suiza. Este escándalo coincidió con la publicación de un estudio independiente que documentó 1.002 casos de abusos sexuales en la Iglesia desde mediados del siglo XX, con 510 presuntos responsables y 921 víctimas.
Las tasas de salida más altas se registraron en los cantones del norte de Suiza, como Basilea-Ciudad (4,5 %), Argovia (4,6 %) y Soleura (4,6 %). En contraste, los cantones occidentales de Ginebra, Valais, Neuchâtel y Vaud registraron cifras mínimas de salidas debido a una estructura diferente, en la que no se exige el pago de un impuesto eclesiástico. Excluyendo estos cuatro cantones, la tasa media de salida ascendería al 3,1 %, frente al 1,6 % en 2022.
Disminución de sacramentos
En 2023, solo 1.004 personas se unieron a la Iglesia católica en Suiza, una ligera disminución respecto a las 1.080 de 2022. Además, se registraron 15.142 bautizos y 2.234 bodas católicas, según el portal Kath.ch.
Reacciones desde la Iglesia
El obispo Markus Büchel, al frente de la diócesis de San Galo desde 2006, afirmó: «Estamos haciendo lo que podemos para corregir los errores cometidos. Queremos ser abiertos y ofrecer a los fieles lo que esperan de la Iglesia».
Por su parte, Urs Brosi, secretario general de la Conferencia Episcopal Suiza, señaló que «los profundos cambios sociales en Europa occidental, como la secularización y la individualización, hacen que este fenómeno sea difícil de revertir».
Contexto internacional y protestante
La situación en Suiza refleja una tendencia similar en países vecinos como Austria y Alemania, donde también se ha informado de numerosos abandonos de la Iglesia católica en medio de crisis de abusos.
La Iglesia Protestante de Suiza (IPS) también experimentó un aumento en las salidas, con 39.517 personas abandonando la federación en 2023, frente a las 30.393 de 2022. Al cierre del año, los protestantes contaban con 1,86 millones de miembros, casi un millón menos que la Iglesia católica.
Panorama futuro desolador
Por su parte, Ecoplan AG, empresa de investigación y consultoría económica y política, acaba de publicar «Avenir du financement ecclésial – Évaluation et analyse» (Futuro del financiamiento eclesial – Evaluación y análisis), un trabajo encargado por la Iglesia católica y la IPS.
Dicho estudio analiza la evolución reciente y las proyecciones futuras del número de miembros de estas iglesias y su impacto financiero. Aquí están los puntos principales:
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Pérdida de miembros:
- Se proyecta que la Iglesia Evangélica Reformada verá reducido su número de miembros en casi un 50 % para 2045.
- La Iglesia Católica Romana experimentará una disminución del 33 % en el mismo período.
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Evolución financiera:
- Los ingresos de los impuestos eclesiásticos sobre personas físicas y jurídicas alcanzaron su punto máximo alrededor de 2020.
- Para la Iglesia Católica Romana, se espera que los ingresos agregados caigan de 860 millones de CHF en 2017 a 760 millones de CHF en 2045.
- En el caso de la Iglesia Evangélica Reformada, se proyecta una disminución de 750 millones de CHF en 2017 a 568 millones de CHF en 2045.
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Impacto generacional:
- La salida de jóvenes de las iglesias contribuye significativamente al declive, mientras que las generaciones mayores, que son los principales contribuyentes, comienzan a envejecer.
- Las contribuciones de los miembros más jóvenes son modestas y no compensan la pérdida de los mayores.
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Impuestos eclesiásticos sobre empresas:
- Existe incertidumbre sobre la continuidad de los impuestos eclesiásticos a las empresas. Se prevé una disminución a partir de 2033, con una pérdida potencial del 20 % debido a cambios políticos y legislativos.
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Escenarios alternativos:
- El estudio considera escenarios de «ralentización de la disminución» y «aceleración de la disminución». En el peor caso, los ingresos podrían reducirse aún más rápido.
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Conclusiones estratégicas:
- Las iglesias aún tienen margen financiero para adaptarse, priorizar sus objetivos y destacar su relevancia social. Sin embargo, deben actuar rápidamente para contrarrestar las tendencias negativas.