(Kath/InfoCatólica) Jan-Heiner Tück advirtió sobre las decepciones que sufrirán los que tienen expectativas equivocadas sobre la Sinodalidad que actualmente se celebra en Roma. Según Tück, un «concepto de reforma a medias» que se centre solo en cambios estructurales podría generar desilusión. El principal interés del Papa es «fortalecer la misión evangelizadora de la Iglesia», afirmó el teólogo.
Tück enfatizó la complejidad de mantener unida a la Iglesia en todo el mundo, especialmente debido a la diversidad cultural y de valores en los distintos continentes. Señaló que sería un error pensar desde una perspectiva eurocéntrica que las propuestas de reforma eclesial en circulación desde los años setenta sean la solución definitiva que debería implementarse en la Sinodalidad.
El teólogo también destacó la reciente visita del Papa Francisco a Asia, indicando que esta no fue casual: «El Papa quiere mostrar que el centro de la Iglesia está ahora en el sur global. Su intención con el proceso sinodal es revitalizar las Iglesias occidentales, que se encuentran fatigadas en su fe», explicó Tück.
El profesor también desestimó la idea de que solo con reformas estructurales la Iglesia podría renacer, señalando el ejemplo de las iglesias protestantes, que, a pesar de haber implementado muchos de estos cambios, enfrentan los mismos problemas de erosión espiritual. Para Tück, es fundamental reavivar el espíritu evangelizador, comenzando por prácticas básicas como enseñar a los niños a rezar, introducirlos en las historias bíblicas y familiarizarlos con la liturgia.
Cristianismo e Islam
En cuanto a las relaciones con el Islam, Tück señaló que es positivo que los musulmanes practiquen su fe en el marco del estado de derecho. Sin embargo, consideró inapropiado generalizar los ataques yihadistas a toda la comunidad musulmana. Resaltó que el cristianismo tiene una distinción histórica entre lo secular y lo sagrado, algo que ha influido profundamente en la cultura occidental, mientras que en el Islam existen vínculos más fuertes entre religión y política.
Tück abogó por un diálogo constructivo con representantes musulmanes para que desarrollen formas de convivencia compatibles con una sociedad pluralista. Asimismo, criticó que los diálogos interreligiosos se limiten a enfoques diplomáticos, señalando la necesidad de abordar con claridad los problemas de integración y las tendencias de radicalización, sin estigmatizar a toda la comunidad musulmana. «De lo contrario», advirtió, «se corre el riesgo de generar conflictos culturales que dividan a la sociedad».