(CNAd/InfoCatólica) Los casos de «violencia antirreligiosa» se registran no solo en países de África y Asia, sino también en Europa. Sobre ejemplos recientes de esta situación, llamó la atención la Oficina de Observación de la Intolerancia y Discriminación contra Cristianos en Europa (OIDAC Europe) en un comunicado emitido el jueves. Desde el inicio del año se han documentado 25 casos de violencia física, amenazas e intentos de asesinato contra cristianos en Reino Unido, Francia, España, Italia, Alemania, Polonia, Serbia y también Austria, informó la directora de OIDAC, Anja Hoffmann. Los conversos cristianos de origen musulmán son particularmente vulnerables a experimentar violencia.
«En Occidente tendemos a considerar la violencia contra creyentes como un problema principalmente de países en África y Asia», criticó Hoffmann, señalando puntos ciegos en la percepción pública. Es importante denunciar los ejemplos dramáticos de persecución en esos lugares, pero «también debemos estar atentos a lo que ocurre en Europa», subrayó la activista por los derechos humanos.
La OIDAC, con sede en Viena, monitorea la libertad religiosa en Europa y, según Hoffmann, en su último informe anual se ha detectado «un alarmante aumento del 44 por ciento en los crímenes de odio antirreligiosos». «La mayoría de los ataques antirreligiosos en Europa están dirigidos contra iglesias y cementerios, pero lamentablemente seguimos presenciando ataques violentos contra cristianos individuales», explicó Hoffmann.
El Ministerio del Interior francés, por ejemplo, registró en 2023 casi 1.000 agresiones. El 90 por ciento de los incidentes se dirigieron contra iglesias y cementerios, pero también hubo 84 ataques personales motivados por la fe contra cristianos. En algunos casos, según OIDAC, comunidades enteras fueron el objetivo: en junio, una iglesia adventista del séptimo día en Dijon, en la región de Borgoña, al este de Francia, fue atacada con gas lacrimógeno durante un servicio religioso, lo que provocó el pánico y dejó nueve personas heridas.
En mayo, un tribunal británico condenó a un hombre a prisión por intento de asesinato de Javed Nouri, un converso cristiano de origen musulmán, debido a su «apostasía», continuó OIDAC Europe. En abril, un tribunal italiano falló sobre un caso similar, en el que un converso tunecino fue golpeado por compatriotas suyos por asistir a una iglesia cristiana. Ambos casos apenas tuvieron resonancia en los medios, lamentó Hoffmann.
El derecho a la conversión es «un componente esencial de la libertad religiosa». Por lo tanto, los gobiernos europeos deben hacer todo lo posible para proteger especialmente a los conversos del islam al cristianismo, que están expuestos a un riesgo de violencia particularmente alto, concluyó Hoffmann.