(Ecclesia/InfoCatólica) Los Jesuitas de Cataluña han registrado un total de 145 denuncias por abusos sexuales a menores desde 1948, aunque en la mayoría de casos no hay recorrido penal por prescripción del delito o la muerte del agresor. Así lo recoge el informe sobre violencia sexual en el seno de los Jesuitas catalanes que han presentado en rueda de prensa en Barcelona ayer jueves, 25 de julio.
«Reconocemos que la situación falló y no protegimos a los menores, no escuchamos a las víctimas, los mecanismos no existían, y si existían, no actuaron», ha lamentado el delegado y portavoz de la orden religiosa en Cataluña, Pau Vidal, que ha añadido que llevarán ante la Fiscalía seis casos contabilizados, sobre los que sostienen que aún no han prescrito.
Del total de 145 casos por violencia sexual que los Jesuitas tienen contabilizados, en 91 de ellos la orden religiosa cuenta con algún dato que les permite tener información sobre quiénes son los agredidos, mientras que en el resto se trata de denuncias anónimas. Sobre los casos anónimos, han detallado que se trata de personas que han dado a conocer su testimonio en los medios de comunicación sin identificarse o comunicaciones que les han llegado a la Compañía a través de los canales abiertos, pero en los que se desveló su identidad.
Además, han dado a conocer el nombre completo de catorce jesuitas condenados o con indicios claros de agresión sexual a menores: Albert Tarés, Lluís To, Amando Ardid, Antonio Moré, Pere Sala, Robert Pasqual, Francesc Peris, Antoni Roigé, Francesc Roma, José Soler, Emilio Benedetti, José Boter, José Climent y Eudald García. «¿Por qué estos catorce? Porque son casos en los que ha habido algún caso judicial, ordinario o canónico, y son casos que tenemos suficiente evidencia de que podría haber más víctimas», ha manifestado Vidal.
Darán apoyo a las víctimas
Vidal ha detallado que, en los casos en que sea posible, la orden religiosa se personará como acusación en los procesos penales, con la voluntad de acompañar y dar apoyo a la víctima de abusos sexuales: «Si ya no tiene procedimiento penal, se abrirá un proceso canónico, uno según las leyes de la Iglesia, que nunca sustituye a la justicia penal, pero cuando esta ya no puede actuar, eclesiásticamente todavía podemos hacer alguna cosa», ha añadido.
En cuanto al lugar donde se produjeron los abusos, la mayoría se desarrollaron en los colegios de Casp y Sant Ignasi, aunque también en otros centros de la Compañía y en el entorno de la orden religiosa, pero fuera de los centros educativos.
La compañía también se ha comprometido a retirar todos los reconocimientos y homenajes a los agresores sexuales de menores en el seno de la institución.